La primera pelea que tuvieron como pareja fue debido a la estupidez de Chip de pensar que todavía podía tratar a sus amigos más cercanos de la misma forma que trataría a su novio. A Freddy no le gustaba para nada que Chip ande abrazando y casi besando a sus amigos, le molestaba de gran manera y más le molestaba que Chip no sé diera cuenta de que lo hacía.

Aquella pelea terminó en Chip a las dos de la mañana parado frente a la puerta de la residencia de Freddy, pidiéndole perdón y que debían de hablar. Aún con la lluvia fuerte que había, Chip no podía dejar pasar la noche como si nada y mucho menos tratar de hablar con Freddy por mensaje; no le parecía apropiado.

Freddy terminó por abrirle la puerta aquella noche, mirándolo fijamente al rostro con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido. Escuchaba como Chip se disculpaba mil veces con él, prometiendo que ya no iba a hacer aquello con sus amigos y que iba a prestarle más atención a lo que no le gusta.

—Si, se que fui un pendejo por no darme cuenta de que te molestaba. Eso fue mi culpa, debí de saberlo desde el principio que te incomodaba y te hacía sentir mal. Lo lamento. —se disculpó una vez más antes de que Freddy le agarrara del brazo para meterlo a su residencia, colocándole una toalla pequeña sobre la cabeza.

—Esta bien. No me gusta que hagas ese tipo de cosas, Chip, pero también debí de decírtelo en el instante que lo ví y no ignorar tus mensajes todo el día. Se que tenemos que hablar para que la relación continúe como antes. —habló, ayudando con su cabello y su rostro, mirándolo a sus labios por un momento. Sonrió pequeño, dejando salir una risa suave. — pareces un cachorrito.

Cerrando la puerta, llevó a Chip a su habitación sin importarle que ande mojando el suelo en el camino. Se haría cargo de eso por la mañana. Ya en la habitación, se acercó a su closet, abriendo las puertas del mismo para poder entrar y sacar de uno de los cajones la ropa que Chip había dejado ahí.

—¿Cómo tienes esto, wey? —Chip preguntó curioso cuando vió que Freddy dejaba la ropa sobre la cama.

—La dejaste aquí la semana que te quedaste conmigo. —respondió, acercándose a él para darle un beso en la mejilla. —ve a cambiarte, por favor.

Asintió. —Espera. —se detuvo justo cuando iba al baño que afortunadamente estaba dentro de la habitación. —¿Estás usando mi camisa para dormir? —le preguntó al darse cuenta de aquello.

Freddy miró hacia abajo a la camisa que usaba; le quedaba grande y era cómoda para dormir, así que no lo había pensando mucho cuando la encontró entre toda su ropa. La usaba más que sus pijamas costosas.

—Mmh, ¿Tienes algún problema con eso? —preguntó, agarrando el borde de la camisa para levantarla un poco. No había otras intenciones con aquella acción pero, se había olvidado por completo que no tenía la parte de abajo puesta, por lo que dejaba a la vista su ropa interior; sus lindos y delgados muslos siendo levemente apretados por la misma ropa interior.

Chip tragó saliva, mirando hacia abajo a las piernas del Fazbear y por accidente dejó volar su imaginación, cosa que no quería por lo que se abofeteo mentalmente para que deje de ver. Freddy se veía tan bonito ahí parado, luciendo como un angelito con su nueva pijama al parecer. Mirando como Freddy se sentaba en la cama, decidió meterse al baño.

En tan solo unos segundos ya estaba fuera, siendo ayudado por Freddy a secarse el cabello. Tener las manos de Freddy tan cerca de su rostro le ponía a arder.  A pesar del tiempo que llevaban juntos todavía le daba pena tener a Freddy tan cerca, sentía el cuerpo ardiendo y se ponía nervioso hasta olvidar como hablar.

Freddy suspiró suave, pasando sus dedos sobre aquel tatuaje que traía Chip en un lado de su cuello. Debía de admitir que hacía años había prometido jamás enamorarse de un hombre con tatuajes; en ese tiempo le parecía horrible y de mal gusto. Ahora estaba con el tipo de hombre que un día juro que no era su tipo.

A veces Chica le hacía burla con eso, Freddy odiaba que le recuerden sus comentarios. Nunca pensó que iba a estar tan enamorado de un hombre como Chip; uno que parecía rudo pero que era un completo amor cuando lo conoces. Gracias a él había conocido una parte del mundo y de la vida que jamás pensó en ver. En cierta parte Chip le hizo ver fuera de su pequeña burbuja.

Realmente las cosas cambian. Freddy años atrás se visualizaba con aquella persona, viviendo juntos y teniendo una relación linda incluso con un matrimonio. Ahora estaba acariciandole el rostro al hombre del que menos espero enamorarse. Sonriendo, le dió un suave beso en los labios antes de abrazarlo.

—Vamos a dormir, mi amor. Es tarde. —Chip susurró, acostándose junto con él después, tapando a Freddy con las sábanas, sintiendo como el menor se acercaba más a él hasta apoyar su cabeza en su pecho y cerrar sus ojos.

Ahora podía dormir mejor.