੭ ̣ 🏹 ݁ . ꒰ ꒰ CUPID! frechip things; 2023.
010423
Nada ha cambiado desde la última vez que nos vimos, todo sigue igual a cómo lo dejaste. La habitación que solíamos compartir sigue disponible para cuando decidas volver, cuando te sientas listo y hayas aclarado todo lo que pasaba por ti mente esa última vez que hablamos; aquella última vez dónde me dejaste ver lo roto que estabas por dentro, las lágrimas brotando de tus ojos y resbalando por tus pecosas mejillas. Te veías lindo aún así, te reías nervioso entre tus palabras y parecía que jamás ibas a terminar de disculparte conmigo.
Disculparte porque "me hiciste perder el tiempo" con una relación de la que no estabas seguro desde el comienzo. Estabas confundido, pasando por un mal momento en el que solo necesitabas un abrazo y una buena compañía que no fuera tu mejor amiga.
No era la primera vez que te veía llorar, varias veces lo hacías cuando dormías. Cuando te quedabas dormido en mi cama y de repente escuchaba sollozos saliendo de tí. Me dolía escucharte y lo único que podía hacer en ese momento fue abrazarte, rodearte con mis brazos y esperar que con eso vuelvas a dormir tranquilo; funcionaba, claro que lo hacía, a los pocos segundos ya dormías otra vez sin problema.
En ese momento te tenía frente a mí, solo nosotros dos debajo de un gran árbol en aquel jardín que tanto amabas visitar; estabas llorando pidiéndome perdón todavía, mirando hacia abajo sin lograr verme a los ojos como solías hacer todo el tiempo, ese era el único momento donde no lograba hacerlo, y sabía que era serio si no hacías contacto visual conmigo desde el principio.
Lo intentaste aún así, y cuando lo hiciste solo rompiste llorando aún más. Mi pecho dolió al verte destrozado entre tantas lágrimas. Aunque quería abrazarte y decirte que no pasaba nada, sería una mentira si lo hubiera hecho. No podía mentirte de esa forma, así que te dije la verdad.
La verdad era que no importaba lo que hicieras: siempre iba a amarte, y ese era el problema, que no importaba el daño que me hicieras, nada iba a cambiar.
Fue la razón por la que decidiste irte a Francia por años; años en los cuales nunca supe nada de tí, ni un mensaje o una llamada, siquiera tu mejor amiga me tenía noticas tuyas porque al parecer bloqueaste a todos y te tomaste en serio el desconectarte de todos tus conocidos para pensar en lo que había ocurrido ese año.
...
—Chip.
Una voz se escuchó por detrás del nombrado, quien volteó de inmediato, y la sonrisa que llevaba en el rostro se fue desvanecido lentamente al tener la viva imagen de aquel jóven castaño, con esos lindos ojos azules haciendo contacto visual con él cómo solía hacer. Las palpitaciones de su corazón se hicieron aún más presentes con el paso de los segundos. No era fácil volver a la realidad cuando eventos pasados se repetían en su mente una y otra vez como un vieja cinta de grabadora. Todas las palabras que intercambiaron en esa última visita.
Tal parecía que Chip ignoró todo lo que su mente le gritaba de que no sonriera cómo tonto enamorado, porque lo hizo. Quería abofetearse en ese mismo instante por la forma tan torpe en la que estaba actuando apenas verlo. Se maldecía por dentro por las estupideces que salían de su boca y que no lograba mantenerse quieto.
La risa que salió del Fazbear fue la gota que derramó el vaso. Ese maldita y bonita risa que solo Chip era capaz de sacarle al mismísimo Freddy Fazbear.
Si. Freddy Fazbear.
—Tú... Si, si, eh, ¿Cuando volviste? —preguntó nervioso, no sabiendo que hacer con sus manos o dónde mirar —no... No avisaste en ningún lado, wey, es una... Linda sorpresa. —habló con una risa suave, muriéndose de ansiedad por dentro. Sentía que el cuerpo no le respondía después y lo obligaba a quedarse quieto ahora cuando Freddy se acercó para colocar su mano sobre su pecho.
Esa manía del Fazbear, ese jodida obsesión que tenía de colocar su mano sobre su pecho cada que lo notaba nervioso. Le acaricaba con la punta de sus dedos, mirándolo todavía a los ojos, expectante de otra cosa que salga de él. Cualquier cosa realmente, solo quería escucharlo hablar.
Freddy suspiró. —hace unas horas.
—¿Neta?
—Chip.
—Dime.
—¿Tienes tiempo libre para mañana? —preguntó Freddy, buscando a toda costa que Chip lo mire. Era lo que más deseaba en ese momento. —quisiera hablar contigo sobre algunos asuntos.
—¿Asuntos de..?
—Nosotros.
—Nosotros, claro. —sonrió.
—Siempre ha sido sobre nosotros, Chip.
Se separó de él. Chip suspiró suave, logrando apreciar ahora lo cambiado que estaba Freddy desde la última vez que lo vió. Parecía que ya había tomado su cargo dentro de las empresas de su familia por la forma en la que iba vestido; tan formal como para un día casual para él. Se veía... Cómo todo un adulto; madurez sobre todo, enfocado en su vida adulta como empresario.
Incluso la manera en la que hablaba se sentía diferente, más seria, incluso cortante.
—Ah, entonces... Si, estoy libre mañana.
—Bien.
Freddy asintió, acercándose a Chip una última vez solo para verlo al rostro e inspeccionar un poco sus facciones. Entrecerrado sus ojos un poco cuando bajó su mirada al cuello del más alto, notando así un tatuaje.
—¿Otra vez? —preguntó serio.
—¿Qué?
—Eso. —lo tocó con su dedo, sobresaltando así a Chip quien con rapidez agarró la mano de Freddy por la muñeca, haciendo contacto visual por fin. Chip soltó lento la muñeca al notar la expresión que se formó en el rostro del menor.
Recordaba ahora que Freddy tenía reglas explícitas sobre tocarlo.
—Es solo un tatuaje, wey, nada más.
—No creo que haya sido solo uno. —comentó al ver sus brazos.
—¿Regresaste solo para ponerte de mañosito conmigo, wey? —preguntó a la defensiva. Freddy solo sonrió lindo. —no, no pongas esa sonrisita en tu carita, wey, sabes lo que estás haciendo.
—¿Y qué estoy haciendo?
—Lo de siempre.
—¿Qué es lo de siempre? —se acercó más.
—Ah, ¿Ahora ya no estás confundido, wey? —se burló, sonriendo al final. —¿Ya vas a admitir que siempre si me amas?
Freddy rió. —tal vez, depende si tú cumpliste tu promesa de amarme toda la vida. —se acercó más a su rostro con su sonrisa suave, Chip hizo lo mismo hasta quedar pegado a él.
—¿Y si te digo que sí?
—Entonces te diré que en todos estos años lejos nunca dejé de pensar en tí y en la última vez en la que nos vimos; que ahora estoy seguro de lo que siento por tí, Chip.
—¿Qué sientes?
—Te lo diré mañana. —se separó, dandole golpecitos en el pecho antes de irse con una gran sonrisa junto con Chica quien lo esperaba lejos hablando con otros amigos.
Chip fue dejado con las palabras en sus labios. Mirando hacia atrás como Freddy hablaba con Chica con una sonrisa. Antes de irse con ella, Freddy lo miró por última vez, sonriendole tan lindo; cómo el angelito que era, tan precioso y divino con esos ojitos azules y aroma a vainilla.
Si, amaba a Freddy Fazbear, más de lo que creía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro