No volvieron a hablar del tema del beso, a pesar que eso persiguió bastante a Jeongyeon por un tiempo, y más le extrañaba que Nayeon continuaba actuando como antes, como si fueran las amigas que nunca habían tenido ese contacto.

Al regresar a Seúl, Momo y Mina las esperaban en casa de los Im.

Esta vez los comentarios de cómo había sido la luna de miel si molestaron a Jeongyeon, quien mando a ambas chicas un poquito a la mierda.

Fue Mina quien le pregunto a Nayeon si todo había salido bien, ella era quien se interesaba más en su salud, quizás porque comprendía lo que significaba tener necesidades un poco diferentes.

Nayeon contestó todo lo que le preguntaron, les dijo que no había salido nada mal y que no pasaba nada malo, y Mina se sorprendió un poco por lo tranquilo de su expresión, como si en serio estuviera todo bien. Por otro lado fue Momo quien le preguntó a Jeongyeon si le pasaba algo a ella, notando su actitud distante, nerviosa e incómoda.

Y fue la mirada de Nayeon que la hizo ruborizarse completamente.

— Ahh — dijo Momo, comprendiendo, pasando su vista de Nayeon a Jeongyeon, con una sonrisa. — ustedes dos se besaron — señaló a cada una.

Jeongyeon se apresuró a negar, pero al ver que Nayeon estaba escribiendo en su cuaderno se detuvo.

"¿Y qué si nos besamos?"

Eso provocó risas en las dos chicas, pero hizo que Jeongyeon se sintiera más incomoda, abriendo los ojos de más.

Nayeon aplaudió para que le prestara atención, señalando a las palabras en su cuaderno, tapando una parte de este con su mano.

"Yo no digo nada de que te gusta Mina, Momo"

Eso hizo que las risas pararan.

Nayeon corrió su mano para mostrar un nuevo mensaje, mientras cubría su boca con fingido arrepentimiento.

"Ups"