Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

OO2: Kookeu

"Y... ¿qué te pareció?" al siguiente día, Jihyo te pregunta con una sonrisa satisfecha como siempre en la hora del almuerzo en Starbucks.

"Ella es..." empiezas sin realmente encontrar una palabra que describa completamente a Nayeon.

"¿Peculiar?" Jihyo trata de adivinar lo que quieres decir.

" Supongo" suspiras " No es nada parecido a lo que me esperaba"

"Pero vas a seguir viéndola ¿cierto?" pregunta como si la fueras a decepcionar si no lo hicieras.

"Seh, supongo"

Diste un trago a tu café mientras Jihyo parecía más interesada en el periódico frente a ella que en ti. Últimamente no has sido capaz de dejar de pensar sobre la consulta con Nayeon ayer, te confundió y asustó pero al mismo tiempo te hizo sentir alegre y extrañamente optimista. Supones que ese es su trabajo pero... la forma en la que a veces te miraba....

Simplemente te gusta cómo te hace sentir.

Estas algo decepcionada que no la verás de nuevo hasta mañana.

Más tarde en el departamento harás la comida favorita de Vernon: Som Tum, la receta original viene de tu madre. A ti te gusta también pero no es tu favorita, es extraño que vivas en una de las ciudades más vibrantes en el mundo y que tú y Vernon jamás hayan salido a uno de esos elegantes restaurants o probado algo nuevo.

"Hey, ¿te conté de las buenas nuevas de mi familia?" Vernon pregunta por sobre la pequeña mesa.

Tú niegas con la cabeza mientras tomas otro vaso de vino.

"Encontraron un comprador para la granja" Sonríe.

"Eso es genial. Realmente no creí que nadie comprara ese lugar" dices sorprendida

La familia Hansol tienen un rancho en Tennessee, tú y Vernon a veces van allí los fines de semana. Siempre has sido una chica de ciudad, pero te gusta ir porque siempre parece estar soleado y siempre has sido muy bien recibida por el resto de la familia.

"El nuevo dueño dijo que iba ir algunas semanas a ayudar con el trabajo"

Tú entrecierras los ojos "Eso parece ser demasiado bueno para ser verdad. Primero esta persona compra el rancho por ¿cuánto? ¿medio millón de dólares? Luego les permite quedarse siempre que paguen la renta y ¿quiere ayudar con el trabajo?"

"Es loco ¿No es verdad?"

Dejas salir un sonido inseguro "No quiero ayudar a la estafa de tu familia. Solo diles que revisen dos veces los papeles"

"Sí, sí" Gruñe

Vernon no es él más inteligente de los hombres, tampoco sus hermanos o padres quienes viven y trabajan en el rancho. Tú los amas y no quieres que se aprovechen de ellos o peor, que los dejen sin hogar solo porque no entendieron lo básico de unas reglas y condiciones.

Recuerdas la primera vez que conociste a sus padres, te miraron como si fueras alguna especie de alien. El rancho está en el medio de la nada así que es probable que esa fuera la primera vez que vieran una persona de ciudad. Pasaste 10 minutos contestando preguntas sobre el lugar que venías y ellos aún seguían viéndose confundidos. Al principio parecía que pensaban que eras una de esas personas de nariz fruncida de la gran ciudad, pero pronto se acostumbraron a tu agresivo y sarcástico sentido del humor. Ahora eres una más de su familia y realmente ellos se sienten más como tu familia que tus propios padres.

"Uh, ¿quizás deberíamos ir este fin de semana?" Vernon pregunta al parecer buscando no molestarte.

Tu sonríes a su rostro pensativo "No, está bien, podría broncearme un poco" sonríes burlonamente.

"¿Cómo va tu consejería? Quiero decir, sé que has ido solo una vez, pero..."

"Bien" dices rápidamente, por alguna razón no quieres discutirlo con él o con nadie "Quiero decir, anoche pude dormir decentemente así que creo que voy progresando ¿no?" Bromeas.

"Sí, aunque no creo que funcione durante toda la noche, Jeongie"

"Si lo sé" dices entendiendo.

El jueves llega y tú estas prácticamente saltando en la silla de tu oficina mirando constantemente el reloj para que llegue la hora del almuerzo. Por alguna razón de nuevo estas nerviosa y algo... ¿ansiosa?

No sabes porqué, pero tu estómago está dando saltos mientras cruzas la calle, tus pasos más rápidos y largos solo queriendo llegar ahí, solo quieres verla otra vez solo para confirmar que la primer reunión no fue un extraño sueño que tuviste

El elevador se detiene en el séptimo piso de nuevo y se abre con el mismo sonido. Caminas derecho hacia la oficina de Taehyung.

"Hola, señorita Yoo" te recibe. Hoy está usando un extraño jumper de un color crema que se corta a mitad camino de la prenda junto a una gorra masculina roja. Tu intentas con todas tus fuerzas no reír.

"Por favor llámame Jeongyeon" Sonríes sosteniendo en el aire una de tus manos en insistencia.

"Solo si usted me llama Tae" te guiña.

"¿P-Puedo simplemente entrar?" preguntas señalando con tu pulgar sobre tu hombro hacia la habitación 47.

"Si no le importa, Nayeon está llegando un poco tarde. Pero tome asiento, debería llegar en cualquier momento" dice disculpándose.

"Bueno" respondes mientras tus cejas se levantan ¿Cómo alguien tan poco profesional logra tener un trabajo como este?

Esperas y esperas y no es hasta 15 minutos después que las puertas del elevador se abren y una nerviosa Nayeon sale de este directamente hacia la oficina de Tae haciéndote creer que todavía no te ha visto.

La miras fijamente porque no crees que esta mujer pudiera estar más bizarramente vestida: está usando medias con sandalias, unos shorts jeans y un suave y cálido suéter tejido que tiene una gran imagen de un unicornio en el. Parece esos suéteres hechos en casa que teje la abuela para regalar a sus nietos en navidad. Tu presionas tus dedos contra tus labios para evitar reír otra vez ¿era un requerimiento vestir gracioso en este lugar?

Su cabello caía por la espalda ligeramente ondeado hoy. Realmente se veía hermosa en un sentido más natural y tú casi la envidias y al mismo tiempo simplemente disfrutas de lo hermosa que es.

"Lo siento, Tae" dice Nayeon un poco sin aliento, apoyando su cartera en la recepción "Me distraje de nuevo, estaba ajustando algunos tornillos y me llené de grasa y... bueno... tú sabes como soy con el tiempo. Todavía ni siquiera he sacado a pasear a Kookeu hoy" dice antes de dar un tierno mohín. Tae se ríe despacio y tú te preguntas como se ha vuelto tan especial para alumbrar a una habitación simplemente entrando en ella.

"No te preocupes, yo puedo sacar a pasear a Kookeu y traerlo aquí después del trabajo, si quieres" dijo " hoy solamente te quedan Namjoon y Jeongyeon, después puedes volver a tu grasiento trabajo"

Los ojos sonrientes de Nayeon se ensanchan de golpe girando hacia un lado para verte. La sorpresa en sus ojos pronto toma un gesto amistoso.

"Hey, preciosa, lamento llegar tarde" dice sonriéndote con afecto mientras busca algo en su bolso.

Abres tu boca para decir algo, pero todo lo que puedes sentir es tu estómago cayendo más abajo de lo que debería y la sangre corriendo hacia tus mejillas. No sabes cómo hace eso o que es lo que estas sintiendo, pero tú no puedes evitar sonreírle también.

"Está bien"

De hecho, no está bien porque tu estas pagando por estas sesiones y probablemente regreses tarde a trabajar pero es Nayeon ¿cómo podría importarte algo de eso cuando te está mirando así?

"Aquí están" dice sacando las llaves "Okay Tae, si alguien llama diles que les devolveré la llamada mañana por la mañana" dice apuntando a Tae mientras comienza a caminar por el corredor.

"Lo haré" dice Tae regresando a su computadora.

"Vamos" dice suavemente al pasar a tu lado.

Tu cuerpo parece seguirla incluso cuando tus piernas no se sienten tan seguras como cuando cruzaron la calle.

Nayeon destraba la puerta mientras tú estas vanamente detrás de ella, tus ojos comienzan a bajar por la parte de atrás de sus piernas que lucen bien trabajadas y te preguntas qué clase de ejercicios hace, si es que los hace.

"No voy al gimnasio si es lo que te estas preguntado" dice de pronto mientras abre la puerta y voltea con una sonrisa.

"Yo... yo... ¿qué?" intentas hacerte la tonta y aun así sientes la sangre subir hasta tu rostro. Te está asustando.

"La mayoría de la gente mira mis piernas cuando están a la vista" se encoge de hombros y de alguna forma no parece arrogante o presumida más bien como si simplemente apuntara un hecho "Asumo que simplemente estabas mirando mis piernas... o trasero." dice como si fuera lo más obvio, aunque tu estas bastante segura de que su rostro estaba hacia adelante todo el tiempo y de que no hay forma ella pudiera ver el segundo que bajaste los ojos.

"N..n..no...yo... eh no estaba mirando" dices rápido, aun parada en la puerta como idiota.

"Oh" deja salir y parece creérselo, aunque un poco decepcionada "Oh bueno, entra" dice educadamente mientras vuelve a sonreírte.

Tú asientes y la pasas por un lado oliendo en ella metal y pasteles. Te preguntas que demonios hace esta mujer fuera del trabajo y te cuestionas porqué sigues tomando notas mentales de como huele. Te sientas en el sillón de sofá de nuevo y ella se sienta enfrente, cruzando las piernas en la silla y dejando salir un poco de aire que hace que uno de sus cabellos vuele hacia arriba y lejos de su cara, es realmente adorable, aunque no entiendes porque sigues pensando todas estas cosas de ella, es buena sí, pero tú ni siquiera la conoces

Aunque quizás la quieras conocer.

"Lo de antes ¿qué era? ¿algo de unos tornillos?" Sonríes sorprendida. En realidad, quieres saber algo de ella. Cualquier cosa.

"Oh" viéndose tímida por primera vez, sonríe y aleja la mirada haciéndote creer que por un corto momento has invertido los papeles.

En serio, te gustaba como te hace sentir y te preguntas como la haces sentir tú a ella. ¿Quizás ella quiere ser tu amiga? Te regañas mentalmente porque estás sobre analizando todo, ella se supone que debe ser amigable. Es su trabajo sacarte de tu carril.

"No es nada. Solamente hago carreras de motocross y he aprendido un montón de mecánica en mi vida así que en mi tiempo libre me gusta arreglar cosas, sobre todo autos"

Tus cejas se disparan hacia arriba y una risa escapa tus labios.

"¿Qué?" tu cabeza inclinada hacia un lado y su sonrisa se agranda.

Tu corazón está latiendo un poco más fuerte debajo de tu piel y no entiendes el por qué sucede cada vez que ella sonríe o se ríe... o te mira...

"Es solo que no eres nada de lo que me esperaba" dices honestamente, intentando sonar tan suave cómo sea posible.

Ella no dice nada por un momento y enseguida va directo va a los negocios "Bueno, dime, Jeongyeon, ¿Qué es lo que haces en tu tiempo libre?"

Te encoges de hombros "Nada realmente, quiero decir a Vernon le gusta ir a ver los partidos Hockey sobre hielo y –"

"Te pregunté qué te gustaba a ti, no a Vernon" Nayeon dice, su sonrisa desapareciendo y su voz sonando una fracción más impaciente. El cambio en su actitud en su comportamiento es tan ligero que sientes la necesidad de concentrarte para mejorar.

"Bueno eso es lo que estoy diciendo, solemos ir a los juegos de Hockey sobre hielo juntos. Aparte de eso nada en verdad, me gusta salir de compras y ver tele y películas. Ya sabes, lo usual" dices de forma desinteresada. Sientes como que cada palabra es un pedazo de rompecabezas que ella usa para construir una imagen de ti. Es intimidante.

"Tal vez sea tiempo de que encuentres un nuevo hobby" Dice, otra vez sin sonar maleducada, simplemente dando una sugerencia

"¿Por qué?"

"Hacer algo que te gusta es una buena forma de mejorar el humor, eso y ejercicio. Quizás un nuevo pasatiempo te abra nuevas puertas"

"¿Nuevas puertas"

Ella debe sentir tu confusión porque se explica "Por ejemplo ¿a ti te gusta cantar cierto?"

"Sí, pero no es nada que realmente-"

"Entonces deberías ir a un bar de jazz y mirar a alguien más cantar" te interrumpe.

"No lo sé" dices insegura mirando tus manos "No creo que a Vernon le interesen esas cosas"

"Lleva a un amigo o ve por tu cuenta" Nayeon agrega.

No puedes evitar y sonreír "Tú haces que todo suene tan simple ¿sabías eso?"

Ella se ríe un poco antes de mirarte a los ojos "El mundo es simple, nosotros complicamos las cosas"

Suspiras y apenas sonríes. Ella te hace creer que todo es posible, quizás podrías ir a un bar y ver a otras personas, personas que cantan para vivir. Incluso quizás algún día te salgan las agallas para subir a cantar.

"Entonces quizás una cosa lleve a la otra y podrías intentarlo, pero no tienes porqué. Es simplemente algo para ti y que a ti te interese porque no me pareces la mayor fanática del hockey de hielo para ser sincera" dice sonriendo burlona.

Parpadeas rápidamente y ríes nerviosa. Ella está otra vez en tu maldita cabeza.

"No tengo muchos amigos" admites tranquila.

Ella inclina su cabeza y jurarías que ves emoción pasar por sus ojos.

"Y esa es otra razón por la que deberías comenzar con este nuevo pasatiempo" sonríe tranquila.

"Seh" suspiras sin poder creer que de hecho lo estés considerando.

Podrías ¿verdad?

"Lamento que nuestra sesión tenga que ser tan corta hoy Jeongyeon, es mi culpa el llegar tarde. No tienes que pagar por esta sesión"

"Oh" dejas salir el monosílabo con el aire sin siquiera preocuparte por esconder tu decepción. Apenas acabas de llegar y ahora no podrás verla de nuevo hasta el martes y eso está a 5 días. El fondo de tu estómago se siente pesado.

Ella parece sentir tu decepción "Pero, dime algo, Jeongyeon... en este entretiempo me gustaría preguntarte esto: -si hay algo en tu vida en este momento que te esté molestando, lo que más te molesta ¿Qué dirías que es?"

Tragas pesado y piensas sobre ello

La miras y ella está sentada ahí, serena en la silla con las piernas cruzadas y una pequeña sonrisa en su rostro. Sus ojos tan preciosos y calmos que sientes que podrías decirle todo y no pensaría mal de ti o que eres estúpida. El suéter que usa se ve tan caliente y cómodo contra ella que te dan casi ganas de abrazarlo y ver como se sentiría, como ella se sentiría.

Vuelves a tragar porque estas teniendo estos sentimientos por una completa extraña, sentimientos que jamás habías sentido con tanta fuerza ni siquiera por Vernon y al mismo tiempo nuevos sentimiento, todos ellos mesclados. Ella es tu consejera y es una mujer ¿te has obsesionado o algo? ¿qué es esto? ¿Era esto lo que la terapia debía hacerle a la gente?

Intentas no pensar en tus sentimientos o las implicaciones que pueden tener. A ti simplemente te cae muy bien Nayeon y compartes un poco de tu alma sencillamente porque ella se lo merece.

"Supongo que últimamente siento que la vida pasa muy deprisa"

Nayeon asiente y te permite continuar.

"A lo que voy es que tengo 25 y me estoy casando, ya casi he alcanzado el tope de mi carrera porque, siendo realista no puedo ver que avance más porque soy mujer. Mierda de burocracia y sexismo en la oficina, es una patada en los huevos"

Nayeon ríe y hace que tu estómago salte como lo había hecho el martes.

"Siento que siempre estoy decepcionando a mis padres, la única cosa de la que parecen estar orgullosos es el hecho de que me caso con Vernon. Me siento atrapada ¿sabes? No hay nada bueno en mi vida aparte de Vernon, pero pareciera que estoy viviendo su vida y no la mía. Compartimos amigos y su familia es mi familia. Ya no sé quién soy. Jamás me imaginé o planeé que las cosas resultaran así. Siento que debería estar feliz, pero...-"

"No lo eres" Nayeon dice despacio, terminando por ti.

Aprietas los músculos del estómago y parpadeas para alejar las lágrimas que pican en tus ojos.

"Bueno" comienza la más chica más baja, acomodando algunos cabellos castaños detrás de su oído y mirándote sin pena, pero con algo más que no puedes descifrar. Estas en serio intentando no llorar enfrente de ella "Quiero que pienses eso en el tiempo que no nos veremos. En serio piensa en lo que te está poniendo triste y en que podrías estar haciendo para mejorar tu situación y con eso quiero que pienses fuera de la caja. Nada está fuera de los limites ¿sí?"

Tú asientes sintiéndote un poco mejor, enserio que te está dando para digerir.

"¿Ya puedo irme?" preguntas patéticamente "Es probable que ya estés llegando tarde al trabajo"

"Seguro que sí" Sonríe y se levanta para seguirte a la puerta "Gracias por venir"

Tú suspiras aún intentando pelear contra las lágrimas, tus ojos quizás incluso se ven brillosos. Te preguntas si ella sabrá que estas a punto de llorar, aunque, bueno ella es una consejera así que seguro que lo sabe. Ambas llegan al umbral de la puerta y tú volteas para irte

"Una cosa más, Jeongyeon" dice despacio y sujetando tu antebrazo.

Giras un poco la espalda y pestañeas al notar que te ha sujetado, otra vez ese sentimiento cae sobre ti, su mano tan suave y caliente te hace sentir que debes escapar, pero tus piernas parecen no querer obedecer a tu cerebro.

"Tengo la sensación de que crees que la vida está pasándote por encima"

Asientes. Otra vez tiene razón. Te preguntas si alguna vez serás testigo de algún error.

"Hablaremos más de eso el martes, pero por ahora solo quiero que sepas que... nunca es demasiado tarde para ser quien eres en verdad"

Mierda.

En serio no quieres llorar y ahora está acariciando su pulgar por tu brazo y te está haciendo sentir ligera y vulnerable. Necesitas salir de aquí.

"Adiós, Jeongyeon" dice suavemente Nayeon.

La puerta de la habitación 47 se cierra detrás de ti una vez más y tu brazo se siente lleno de sutiles cosquillas donde ella estaba acariciando.

Tú regresas a tu trabajo, las lágrimas que soportabas finalmente cayendo de tus ojos hacen que ahora necesites arreglarte el maquillaje. Oscuramente piensas que todo esto es culpa de Jihyo y no sabes porque te sientes así; estabas ansiosa de verla, pero cuando estuviste ahí solo querías alejarte, algo que crees que volverá a ocurrir el martes.

Varias horas después estas dejando tu oficina con el cielo de la tarde poniéndose sobre la ciudad. No vives lejos de aquí así que normalmente tomas el subterráneo a casa, resulta ser menos caro que manejar en la ciudad y te da cinco minutos de caminata, pero cuando estas apunto de girar y alejarte algo atrapa tu mirada en la calle de enfrente.

Nayeon.

Es definitivamente Nayeon porque está saliendo de ese edificio y porque nadie más saldría de la casa usando lo que ella viste. Ella se aleja de su edificio caminando en dirección contraria mientras tú te quedas arraigada a tu lugar preguntándote que hacer ¿deberías hacer algo? Quizás pudieras decir "Hola"... quizás deberías seguirla.

Sip, ahora sí que piensas que definitivamente eres una jodida acosadora mientras la sigues por la calle alejándote de la ruta que te lleva a casa. No es hasta que te acercas que te das cuenta de que Nayeon está en compañía de un pequeñito peludito de color blanco que no alcanza ni si quiera sus rodillas, un perrito peludo está trotando junto a Nayeon, sacudiendo su colita muy feliz y con la lengua afuera.

Te encuentras sonriendo.

No la estas siguiendo por más de 5 minutos antes de llegar a un parque local. Por supuesto, está paseando a su perro en el parque. Te encuentras en la espera de que algo sorprendente suceda mientras la observas, como si ella fuera una criatura mágica encubierta y se abriera un portal hacia su maravilloso mundo secreto

Te estas comenzando a portar como una idiota.

Tan idiota que de hecho la sigues por el parque ¿qué carajos te pasa? Solo acércate y saluda ¿Qué es lo peor que podría pasarte? Bueno, el perro podría atacarte solo para empezar.

Te paras detrás de un árbol y la observas por un rato. Nayeon logra hablar con un completo extraño para pedirle algo de pan para alimentar a los patos del lago, tú solo la puedes mirar con asombro. Ella es una de esas personas que puede iniciar una conversación con completos desconocidos. Mierda, tienes que hablar con ella.

Caminas con cuidado, tus tacos enterrándose en el camino pedroso hasta quedar detrás de ella mientras que el hombre con el que habló hace minutos queda un poco más atrás en una banca.

"Hola" dices con un poco, demasiado en realidad, de entusiasmo.

Nayeon salta levemente y gira con su perrito siguiendo el movimiento.

Se ve sorprendida pero feliz de verte.

"¿Jeongyeon? ¡Hola! ¿Qué haces aquí?" pregunta levantando suavemente el lanudo suéter y acariciando con el sus mejillas.

Es tan pinche tierna.

"Yo, uh" tragas y ahora te das cuenta de que no has tenido suficiente tiempo para inventar una mentira. Mierda tampoco crees querer mentirle de cualquier manera "Te vi salir del edificio y hm..."

"¿Me seguiste hasta aquí?" Nayeon termina, riendo.

"Sí" dices con extrañeza, acariciando la parte de atrás de tu cuello.

"¿Dónde están tus modales Kookeu? Saluda a Jeongyeon" Dice la bajita fingiendo estar enojada con el perrito a su lado.

Kookeu sacude su colita y estira una de sus patitas hacia ti.

Es tan tierno justo como su dueña. Inteligente también.

Te ríes al tomar su patita y sacudirla, es casi tan especial como tocar a Nayeon. Casi.

"Es muy tierno" dices riendo mientras el animal deja caer su pata y levanta la mirada hacia Nayeon de una forma que te hace suponer que obedece y respeta a su dueña.

"Tan tierno" Nayeon suspira y te da una mirada afilada.

Tus adentros se aprietan un poco

"Kookeu, ve a conseguirle un regalo a Jeongyeon. Busca" dice acariciando la cabecita del perro peludo quien sale corriendo hacia una distancia lejana donde hay un grupo de árboles, los cuales atraviesa desapareciendo de la vista.

"¿Un regalo?" sonríes

Nayeon asiente y salta un poco en sus pies.

Es algo extraño verla fuera de la habitación 47, lo hace ver más real lo cual es increíblemente estúpido porque por supuesto que es real. Ambas se miran mutuamente mientras un breve silencio las consume. Tú no eres buena conversando porque la mayoría del tiempo no quieres hacerlo, pero ahora lo quieres con ella.

"Me gusta tu suéter" dices.

"Gracias" dice rápidamente Nayeon, sus ojos cayendo sobre tus labios brevemente y volviendo a subir a tus ojos "Lo hice yo misma"

Te ríes porque era evidente.

"¿Quieres que te haga uno?" pregunta con entusiasmo.

Te ríes porque es tan inocente e infantil pero aún así tiene toda la gracia de una mujer.

"Primero muerta a usar una de esas cosas"

Ves su rostro hundirse un poco y sus ojos volverse de un tono más apagado y desde este momento sabes que nunca más quieres desilusionarla de nuevo "Bueno" sonríes "Eso es lo que normalmente diría pero ¿por ti? Creo que podría soportar usar uno"

Esperas que entienda tu sentido del humor.

La luz regresa a sus ojos y sus labios se abren en una sonrisa "Okay, te haré uno. Necesito tu animal favorito para ponerlo"

"Hmmm" Levantas la vista pensando "Una lagartija supongo"

Nayeon resopla "¿Una lagartija? ¿En serio, Jeongyeon?"

"Sí, en serio ¿Qué hay de malo con las lagartijas?"

Ella rueda sus ojos y sacude la cabeza, algunos mechones castaños de su cabello cayendo sobre su rostro "Esta bien" cede.

No quieres que esta conversación muera así que sigues hablando "¿Algún plan interesante para este fin de semana?"

Nayeon corre la lengua por su labio inferior y deja salir un sonidito al despegar sus labios "Algo así" dice asintiendo "Compré una propiedad en Tennessee y necesito ir y arreglar algunas cosas"

Sientes que la sangre abandona tu rostro, ella debió notarlo porque te mira desconcertada. No puede ser cierto.

"¿Tú... Tú compraste el Rancho Hansol?" preguntas sin creerlo.

"Wow ¿Cómo sabes eso?" ella pregunta con los ojos abiertos en sorpresa.

"Hansol... mi prometido es Vernon, Hansol Vernon, su familia es dueña del lugar y he ido allí por años"

Realmente no puedes creer esto.

"Vernon y yo íbamos a ir este fin de semana, aunque la verdadera razón era para saber que el comprador era honesto" dices riendo porque sabes que ya no necesitas ni preocuparte.

Nayeon no dañaría a una mosca, menos a una persona.

Nayeon ríe contigo y luego suspire "Bueno, ¿entonces estaré conociendo a tus suegros supongo?" pregunta suavemente, el brillo de sus ojos se ha ido y de alguna forma sientes que de nuevo la has decepcionado. Tú nunca quisieras hacerlo y ya comienzas a odiar esa mirada en su rostro

Ambas miran el pequeño lago y escuchan a los patos graznar y moverse en el agua. Te preguntas de donde consiguió el dinero o porqué lo está comprando en primer lugar ¿se está mudando? Realmente esperas que no. Estás a punto de preguntar, pero cierras la boca, ella es la que se supone haga preguntas, no al revés.

Kookeu regresa corriendo después de un rato y salta empujando la mano de Nayeon, ha traído un palito. Ladra una vez y Nayeon acaricia detrás de sus orejas.

Estás algo celosa y otra vez no entiendes porqué o al menos, no quieres pensar el porqué.

"Aquí, ten" dice sonriendo y dándote el palito, levantando su mano hacia su boca para así hablar lejos de Kookeu, esta tan cerca de ti que prácticamente susurra en tu oído "Por favor no tires el palito hasta salir del parque, Kookeu podría tomárselo personal si no te gusta su regalo."

Sientes una risita subir y no crees que en realidad esté hablando en serio hasta que se inclina hacia atrás, observándote con sus ojos brillando. Ahora sí crees que habla en serio, o al menos que ella cree que hay alguna verdad en lo que ha dicho. Tú no tienes el corazón para burlarte así que solo ríes ligero y asientes.

Es tan jodidamente tierna.

"Bueno, ya es hora de que vayamos regresando a casa" Nayeon suspira mientras comienza a alejarse con Kookeu a su lado obedientemente "Supongo que estaremos viéndonos un poco antes de lo que pensábamos ¿eh?" Sonríe volteándose hacia ti.

Con un movimiento de su rostro vuelve a darte la espalda y camina hacia la salida

Tú solo la miras e intentas ignorar las volteretas de tu estómago, también intentas ignorar el hecho de que tus ojos han caído en sus piernas y sí, esta vez también su trasero.

No te quieres sentir así, y aún así lo haces porque se siente tan bien, te parece que ya estas encimada en cómo te hace sentir. Fuiste con ella, creyendo que te haría sentirte un poco más cuerda, pero al alejarte de su compañía te sientes completamente loca.

Bueno debes estar realmente mal de la cabeza porque llevas el maldito palito hasta tu casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro