—Claro que sí SooBin hyung, estuvieron... Deliciosos.

Dijo HueningKai asintiendo con la cabeza, haciendo que SooBin sonriera leve y agarrara la mano de HueningKai para empezar a caminar a su hogar.

—NingNing, ¿quieres ir a comprar unas falditas o unas blusas?

Preguntó SooBin mirando a HueningKai con una sonrisa, ya que al menor siempre amaba comprar falditas o blusas.

—¡Claro que sí SooBin hyung! ¡Me encantan!

—Ya sé que te encantan amor, ahora vamos a comprar unas falditas y blusitas para mi niño bonito

Dijo SooBin sonriendo leve y besando la mejilla derecha de HueningKai, él sabe cuanto amaba ir de compras, HueningKai después de una mañana horrible podía ir a comprar unas falditas y blusitas, ¿no?

¡Gracias por leer!
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