♡•°『 Yellow x Red 』°•♡
「Ship: Yellow x Red」
Pedido por NicolCoral86
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[Narrador/a POV]
「La Luz entre las Sombras」
Yellow estaba sentado en su cama, mirando fijamente el teléfono. Había recibido un mensaje, pero no se atrevía a abrirlo. Había sido un día largo, y la depresión lo envolvía de nuevo. Desde aquel rechazo, sentía como si todo se hubiera nublado a su alrededor. Había intentado distraerse, pero nada lograba levantarle el ánimo.
Red apareció en la puerta, con una sonrisa nerviosa. Siempre había sido el optimista del grupo, el que parecía tener la respuesta para todo, el que nunca dejaba que nadie se hundiera demasiado. Y ahora, lo necesitaba más que nunca.
-Oye, Yellow -dijo Red, con un tono suave pero firme. -¿Te apetece dar un paseo? O si no, salir a comer algo. Lo que sea, solo... no sigas ahí todo el día.
Yellow no levantó la vista de su teléfono, pero su voz sonó cansada cuando respondió.
-No quiero salir. No tengo ganas de nada.
Red se acercó un poco más, deteniéndose justo a su lado. Puso una mano en su hombro y se agachó para quedar a su altura.
-¿Sabes? -dijo con una sonrisa cálida. -No tienes que tener ganas. Pero me gustaría verte un poco mejor. Me preocupa verte así.
Yellow levantó la mirada, encontrándose con los ojos brillantes de Red. Siempre había sido difícil resistirse a su amabilidad. Con un suspiro, Yellow dejó el teléfono a un lado.
-Está bien, vamos. -respondió, con una leve sonrisa, aunque aún con la tristeza marcada en su rostro.
Ambos salieron a caminar por el barrio, sin decir mucho al principio. Red, como siempre, hablaba de todo lo que se le ocurría: anécdotas, algo divertido que había visto en las redes sociales, o incluso algo tonto que había hecho. Pero Yellow no estaba muy concentrado. La oscuridad en su corazón seguía presente.
Al llegar a un parque cercano, Red se detuvo y se sentó en un banco, mirando hacia el horizonte. Yellow lo miró por un momento antes de sentarse a su lado, sus ojos fijos en el suelo.
-No entiendo por qué sigo sintiéndome así. -dijo Yellow, su voz apenas un susurro. -No me siento suficiente. Como si... nunca fuera lo que la gente espera de mí.
Red lo miró atentamente, preocupado. Se inclinó hacia él, colocando su mano suavemente sobre su pierna.
-¿Y qué esperas tú de ti mismo? -preguntó, en un tono suave pero directo.
Yellow giró lentamente hacia él, encontrando los ojos sinceros de Red, y por un segundo, todo lo demás se desvaneció. Red siempre había sido un refugio, pero en esos momentos, Yellow empezaba a ver algo más. La calidez de su sonrisa, la cercanía de su presencia... lo hacían sentir algo diferente.
-No lo sé. -dijo Yellow, casi en un susurro. -Solo quiero... que alguien me vea como soy, sin cambiarme.
Red asintió lentamente, su mano apretando suavemente la pierna de Yellow. El gesto fue sutil, pero cargado de cariño.
-Yo te veo como eres, Yellow. Siempre lo he hecho. Y no necesitas ser otra cosa para que me importes. No importa lo que digan los demás. Eres valioso tal como eres.
Yellow sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Nunca antes se había sentido tan visto por alguien, tan aceptado. La forma en que Red lo miraba, como si fuera la única persona importante en el mundo en ese momento, lo hizo sentir algo cálido que no esperaba.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, el sonido del viento entre los árboles llenando el espacio. Entonces, lentamente, Yellow se giró hacia Red, buscando algo más en sus ojos. Algo que no sabía si quería admitir, pero que sentía profundamente.
-Red... -dijo, su voz temblando un poco. -Me haces sentir mejor, aunque no digas nada.
Red lo miró con una mezcla de sorpresa y suavidad. Su corazón latió más rápido al escuchar esas palabras, como si el peso del mundo se aligerara solo por estar con Yellow. Sabía que se preocupaba por él, pero no sabía que sus sentimientos llegaban tan lejos.
-No tienes que decirme nada, Yellow. Solo... déjame estar aquí, con... contigo.
Red no pudo evitar acercarse un poco más. Yellow notó el cambio, esa tensión en el aire que nunca había estado allí antes. El contacto entre ellos parecía más electrificado que nunca.
Yellow, por alguna razón, no se apartó. Al contrario, se acercó un poco más. La distancia entre ellos era casi inexistente. En ese momento, todo parecía desvanecerse a su alrededor. Solo quedaban ellos, en el silencio de la noche, con sus corazones latiendo más rápido.
Red tragó saliva, notando que la conexión entre ambos estaba cambiando, que sus sentimientos no solo eran los de un amigo preocupado, sino algo más profundo. Se inclinó lentamente hacia Yellow, sus rostros tan cerca que podían sentir la respiración del otro.
Yellow, con el corazón acelerado, no pudo resistir más. Sus ojos se cerraron, y en ese instante, sus labios se encontraron con los de Red. El beso fue suave al principio, como si ambos estuvieran descubriendo algo nuevo y maravilloso. Pero pronto se volvió más profundo, como si todo lo que habían guardado durante meses estuviera siendo liberado en ese único momento.
Se separaron lentamente, respirando con dificultad, pero con una sonrisa en los labios. Yellow miró a Red, sintiendo que el mundo había cambiado de alguna manera.
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Después de aquel beso, el mundo pareció detenerse por un momento. Yellow no sabía cómo reaccionar. Sentía una mezcla de emociones que no podía identificar completamente, pero una sensación reconfortante lo invadía. La calidez de Red, la suavidad de su toque, le daban la seguridad que tanto había estado buscando.
Red, por su parte, estaba inmóvil por un instante, también asimilando lo que acababa de suceder. Miró a Yellow con suavidad, pero sin apartarse demasiado. Podía ver en sus ojos que algo había cambiado, algo que ninguno de los dos había anticipado.
-¿Cómo te sientes? -preguntó Red, con una voz tan suave que apenas se escuchaba en el silencio de la noche.
Yellow no sabía cómo responder, así que simplemente dejó escapar un suspiro. Se acomodó un poco más cerca de Red, buscando el consuelo que solo él le daba.
-No estoy seguro de nada... -admitió Yellow, su voz un poco entrecortada. -Solo sé que esto... me hace sentir bien. Mejor que hace un rato.
Red asintió con una sonrisa, sintiendo un alivio inmenso al escuchar esas palabras. Lo había temido, lo había anticipado, pero no había esperado que sus sentimientos fueran tan mutuos.
-Lo mismo me pasa a mí -dijo Red, tocando suavemente la mano de Yellow. -No sé qué esperar de todo esto, pero sé que... estoy feliz de estar aquí contigo. No me importa lo que pase, mientras tú estés a mi lado.
Yellow lo miró, sus ojos brillando en la oscuridad. No había necesidad de palabras rimbombantes, no había necesidad de explicaciones. Red había sido su refugio durante todo este tiempo, y ahora, por primera vez, sentía que él también podía ser el refugio de Red. Era algo nuevo para ambos, pero la conexión era innegable.
Red se inclinó nuevamente hacia él, su respiración se entrelazaba con la de Yellow. Esta vez, el beso no fue tímido ni suave. Fue más profundo, más urgente, como si ambos supieran que ya no había vuelta atrás. Yellow respondió con la misma intensidad, sus manos buscando aferrarse a Red, como si fuera su ancla en el mar de emociones que lo envolvían.
Cuando finalmente se separaron, los dos quedaron frente a frente, respirando con dificultad, pero con sonrisas genuinas en sus rostros. El beso había sido como una promesa tácita: que nada los separaría, que lo que sentían era real.
-No sé qué decir... -dijo Yellow, sus palabras cargadas de emoción.
-No hace falta que digas nada. -respondió Red, acariciando suavemente el cabello de Yellow. -Solo... quédate conmigo. Eso es todo lo que necesito.
Yellow se quedó en silencio, dejando que las palabras de Red calaran hondo en su corazón. Nunca había imaginado que algo tan sencillo pudiera sentirse tan importante. No había sido una gran declaración de amor, pero para él, las palabras de Red eran más que suficientes.
-Prometeme algo -dijo Yellow, mirándolo fijamente a los ojos.
-¿Qué? -preguntó Red, levantando una ceja en señal de curiosidad.
-Prométeme que no me dejarás. -susurró Yellow, con una vulnerabilidad que no solía mostrar. -Prométeme que no me vas a abandonar, que siempre estarás a mi lado.
Red lo miró intensamente, sin dudar ni por un segundo.
-Te lo prometo, Yellow. -dijo, su voz firme, llena de una seguridad que nunca antes había tenido. -No importa lo que pase, siempre estaré aquí, contigo. No te dejaré.
Yellow sonrió, una sonrisa llena de ternura y gratitud. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz. Todo lo que había pasado, todo el dolor y la incertidumbre, parecía desvanecerse en ese momento.
Ambos se quedaron allí, en el banco del parque, abrazados y disfrutando del silencio entre ellos. No hacía falta hablar más, porque las palabras ya se habían dicho en los gestos, en los abrazos, en los besos.
Pero, por supuesto, todo no terminó ahí. Había mucho más por vivir, mucho más por descubrir. Pero Yellow sabía que, mientras Red estuviera a su lado, podría enfrentarse a lo que fuera.
-Red... -susurró Yellow, mirando al cielo estrellado. -¿Te gustaría ir a un lugar especial conmigo mañana?
Red sonrió ampliamente, tomando la mano de Yellow con suavidad.
-Claro que sí. Adonde sea, siempre que estemos juntos.
Yellow asintió, sintiendo que, al fin, había encontrado un lugar seguro en los brazos de Red, un lugar donde podría sanar, crecer y, tal vez, enamorarse aún más.
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[Fin...♡]
★1621 palabras★
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