Un joven de preparatoria se encontraba cerca de un poste, pasando un momento no muy bueno.

Al correr, se estampó cerca del poste, haciendo que su lengua quede pegada a la superficie de metal sin poder separarse.

En momento, llego en una camioneta uno de sus amigos, este estaba con su padre.

─ Hola Dumbbell ─ Dijo el hombre desde el asiento del conductor ─ ¿Cómo anda tu abuela? ─

─ Muy ben señor Ñ𝖺𝖼𝗈𝗁𝖾𝖽, gracias 𝗉𝗈 𝗉𝖾𝗀𝗎𝗇𝗍𝖺 ─ Dijo, con la pequeña dificultad de hablar.

─ Nuestro viejo árbol se rompió, así que este año usaremos uno real ─ Dijo Boffo, señalando el techo de la camioneta

─ Que 𝖻𝖾𝗇𝗈 ─

─ ¿Por qué hablas así? ─ Preguntó Knucklehead, haciendo señas a su hijo que para que ya deje de reírse ─ ¿Y qué te paso? ─

─ 𝖫𝖺𝗀𝖺 historia ─

─ Deja te ayudo ─

Boffo bajo del vehículo para ir con su amigo, al llegar, lo tomó de la cintura para jalarlo e intentar sacarlo, sin éxito.

─ ¡Papá, ven a ayudarme! ─

Knucklehead suspiro y bajo de la camioneta para así jalar a Dumbbell, luego, ambos castaños intentaron jalarlo entre los dos, aun sin éxito.

─ Bueno, no me toca que tomar medidas extremas ─ Dijo el hombre, para irse a su camioneta.

De ahí, el hombre sacó el hacha que uso para el pino, con eso, sacaría al peli celeste.

─ ¿¡QUÉ MIER-!? ¡PAPÁ! ─

─ ¡¡𝖤𝖯𝖤𝖱𝖤 SEÑOR!! ─

Bueno, de ello, a Phyllis, la abuela de Dumbbell, casi le da un infarto de ver a su hijo con la boca llena de sangre por tener la lengua cortada.

Y la vergüenza que padre e hijo tuvieron que pasar al ser quienes provocaron eso.