Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✽+†+✽―― prσ́lσgσ

A las orillas del mar, en una choza de playa de no más un dormitorio, una diminuta sala, el cuarto de baño y, en una simplona cocina; se encontraba una joven albina de verdosas puntas, tarareando una hermosa canción de cuna mientras terminaba de preparar el desayuno para ella y su hermano mayor, el cual todavía seguía dormido. Ya con ambos platos servidos sobre la mesa se dirigió a la sala, en donde encontró a un joven de alta estatura, cabellos castaños claros llegando al rojizo, durmiendo plácidamente sobre el sofá

- Natsuhiko, despierta. Es hora de desayunar

Dijo con dulzor mientras movía suavemente al joven, si mal no recordaba le había prometido ir al mercado con ella antes de irse a trabajar, pero al ver que éste seguía sin despertar decidió tomar medidas extremas, ella no era tan paciente y dulce como muchos creían; tendía a ser muy temperamental en ocasiones. Con su entrecejo fruncido y todos sus intentos desperdiciados, regreso de nueva cuenta a la cocina por una cuchara y un sartén de acero, le habían declarado guerra y claro que ella respondería

Al volver a la sala le dio una última mirada piadosa a su hermano, tal vez estaba siendo muy tosca e insensible considerando lo mucho que Natsuhiko trabaja por y para ella todos los días además de que no había problemas con dejarlo dormir un rato más y...

- Nene-chan... Daikon...

...y, al demonio ser amable con ese imbécil. Con violencia y mucho, mucho enojo, comenzó a golpear el sartén con la cuchara al oído de su mayor mientras gritaba a todo pulmón

- ¡¡Hyuuga Natsuhiko!! ¡¡¡Despierta ya!!!

- ¡¡¡Ah!!!

Gritó el asustado joven cayéndose del sofá en el proceso, con la mano sorbe su pecho y la respiración agitada, un poco más y hubiese terminado sufriendo un ataque. La oji rubí, con una sonrisa burlesca miró a quien se encontraba casi agonizando en el piso, se sintió un poco mal, solo un poco ya que se lo merecía por decirle Daikon hasta en sus sueños

- Buenos días, Natsuhiko nii-sama~

- Nene-chan... serás...

- Lo siento, pero no es mi culpa que no puedas despertarte solo. En lugar de reclamarme deberías irte a lavar las manos que tu desayuno se enfría

El peli castaño rojizo frunció su ceño mientras se levantaba y se dirigía a regañadientes al baño, se las iba a cobrar luego. Al llega se tallo los ojos intentado quitarse la pesadez que sentía, estaba muerto de cansancio y enzima lo despiertan como a un animal, no, ni a los animales trataban de esa forma tan cruel

Ayer, durante su pesca, sus redes se rompieron cosa que no terminó de comprender al verlas en ese estado ya que no estaban tan gastadas y no era como si fuese a hacer pesca carguera, pero de cualquier modo tuvo que quedarse toda la noche despierto hilando las costuras una por una ya que si se iba por la solución "fácil" de comprarse otra le saldría muy costosa, no podía darse el lujo de perder lo poco que ganaba

Lavó su cara y manos, saliendo así del baño listo para desayunar, hoy se tomaría la mañana ayudar siquiera un poco a su hermanita y de paso hacerle compañía, al ser los únicos en esa casa y que él trabaja hasta noche Nene pasaba todo el día sola, así que un día a su lado no estaba de más

- ¡Wow, Nene-chan! ¡Luce delicioso!

- Natsuhiko, es solo sopa de verduras

- ¿Y qué? ¡Igual es deliciosa!

La pequeña albina sonrió sutilmente, no entendía como ese tonto podía elogiar una simple sopa, que desayunaban todas las mañanas e incluso tomaban por almuerzo en ocasiones
¿Sería Natsuhiko demasiado optimista de su situación económica, o ella muy pesimista?

- Por cierto, Nene-chan ¿Qué debíamos comprar el día de hoy?

- Oh, solo un poco de harina y huevos

- ¿Hummm...? ¿Enserio?

La joven ascendió para así continuar con su desayuno en un agradable silencio, al igual que el de ojos plateados. Este parecía ser uno de esos días pacíficos en donde la tranquilidad reina, cosa que ambos hermanos agradecen mucho
Al terminar, el peli castaño rojizo se ofreció a lavar los platos para que la de cabellos bicolor se relajará un poco al cuidar de su tan amado huerto, por que si, Nene era muy buena en la agricultura llegando a hacer ventas considerables en tiempos de cosechas, pues el resto del año ellos se alimentan de dicho huerto junto a los peces que Natsuhiko traían por las tardes

- Termine

Exclamó orgulloso el oji plata, solo había lavado los platos, pero no había roto ninguno, lo cual le hacía sentirse como un ganador. Desde la ventana de la cocina pudo ver a la albina de verdosas puntas arar la tierra con entusiasmo y cansancio pese a que esta siempre negaba esto último, quería hacer algo por ella, más no sabía que
No era bueno en la agricultura, ya lo había intentado y el único lugar en donde no crecieron los tomates fue donde él "cuido" de ellos, no era bueno en la cocina y solo podía ayudar a limpiar la casa y lavar platos, y en contadas ocasiones la ropa

- "¿Qué hago ahora?"

Se preguntaba internamente una y otra vez, pero no había nada más que hacer hasta el almuerzo y... un momento... ¡Las compras! ¡Eso es! Nene-chan le había dicho que únicamente le acompañaría, pero podía hacerlo solo, era solamente harina y huevos, sencillo ¿No?
Decidido, se fue a dar un baño rápido para así cambiarse de ropa y salir de casa, sin que la oji escarlata se diese cuenta

Al llegar, aquel pacífico poblado parecía estar mas animado que de costumbre, debía ser por la coronación que se había celebrado hace un par de días, a la cual ni él ni la albina pudieron asistir porque justo ese día cayó enfermo, la vida como siempre burlándose de él. Fue hasta el mercado principal en busca de la harina, hasta que noto a muchas personas reunidas comprando suministros a mares como estuviesen locos ¿Qué demonios sucedía?
Decidió ignorar todo el desastre que era ese lugar de momento, se acercó y entró a un pequeño local, en donde fue recibido por una mujer de encantadora sonrisa

- Oh, buenos días, Natsuhiko-kun ¿En qué puedo ayudarte?

- Buenos días, Yako-san ¿Tiene harina o huevos para mi?

- Oh, lo siento mucho. Toda la harina, huevos, levadura y pan recién hecho se me fue esta mañana, toda la gente esta como loca por esa maldita noticia que-...

- ¿Noticia...? ¿Cuál noticia?

- ¡¿Qué?! ¡¿No sabes sobre la noticia de hoy?! ¡¿Acaso vives debajo de una roca o qué?!

- Eh... bueno, yo... eh...

No tenía como excusarse ante la furiosa y acusadora mirada que aquella mujer de elegante porte le daba. Esta misma suspiro irritada, comprendía que el peli castaño rojizo fuese muy apartado de todo aquello, tanto que debía caminar unos 100 metros desde la playa hasta el poblado todos los días sin excepción debido a su trabajo, pero esta noticia ya se esparció por todo el reino en tan solo unas horas, él ya debía saber... en teoría

- Habló de la nueva noticia del rey. Tal parece esta por casarse

- Ohhh... ¿Y van a celebrar un banquete con todo ese pan y harina, verdad?

- Bueno, no precisamente... según parece el matrimonio todavía no está decidido, o eso es lo que dicen, supuestamente la prometida le exigió un regalo antes de aceptar dicho compromiso

- ¿Un regalo?

- Si. Todos dicen lo mismo; debe ser algo tan hermoso y exótico como el mar mismo, algo que sea simplemente único en este mundo, algo como...

- ¿Una escama... de sirena?

- ¡Si! Su majestad a dicho que quien logré encontrar una escama de sirena será su nuevo conde y vivirá en su palacio ¡Es nuestra oportunidad, Nene-chan!

La pequeña oji rojiza le miró con preocupación y dudas. Una escama de un ser mitológico ¿A qué clase de payaso pusieron en el trono?
¡Es era simplemente estúpido de solo pensarlo!
No quería, definitivamente no quería que su hermano mayor se pusiera en riesgo por algo que de seguro ni existía y, con la suerte que este tenía de seguro terminaría siendo comido por los tiburones antes de adentrarse a alta mar. No y mil veces no, no le dejaría ir a una pesca suicida y sin compañía

- No lo sé, Natsuhiko... creo que es muy peligroso que vayas tu solo ¡I-Iré contigo!

- ¿Qué? ¡Ni creas que dejaré acompañarme, pequeña encuentra problemas! ¡Te mareas hasta llendo en canoa por el río así que no! ¡Te quedaras en casa hasta que regresé! ¡¿De acuerdo?!

- ¡No! ¡Yo iré contigo!

- ¡Que te digo que no!

- ¡Que si!

- ¡Que no!

- ¡Que si!

- ¡Que no!

Y así siguieron sin parecer que aquella ridícula disputa tendría un fin en un buen rato, gracias al cielo vivían en una zona de lo más apartada, en donde nadie escucharía sus gritos. Para el anochecer todos los barcos y lanchas pesqueras se encontraban siendo alistados para el gran día de mañana, ya que no se trataría de una pesca común
Sino más bien de un "Pez gordo"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro