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I

Canción: Glad You Came - The Wanted.

| Conversación. |

Dio otra calada a su cigarro, disfrutando del aroma y de la sensación del humo llenando sus pulmones.

El cigarro le relajaba, demasiado. Siempre había sido un método para poder dejar su mente en paz y no atormentarse tanto.

Le hacía daño, lo sabía, aún así no dejaría de fumar.

Después de todo, ya estaba arruinado.

—Peter — Michelle llegó hasta dónde él estaba, haciendo una mueca por el olor a cigarro —. ¿Otra vez? —ni siquiera se molestó en contestar, sabía que ella estaba hablando de el cigarro—. Mira, en serio, deberías de dejar de consumir esa porquería. Las consecuencias son graves.

Él la ignoró, no porque se hubiese enojado de que ella se metiera en su vida, si no porque no tenía caso responderle algo. Él simplemente no iba a dejar de fumar, punto. Sus amigos y familia estaban preocupados, pero eso le tenía de menos en ese momento.

Quizás si hubiese sido tiempo atrás que se lo hubieran dicho, él habría renunciado al cigarro inmediatamente.

Pero no era así.

—¿Qué clase te toca luego? —interrogó, ella puso los ojos en blanco, sabiendo que él la ignoraría cómo hacía todo el tiempo.

—No lo recuerdo.

Era su tercer año en la universidad, MJ estudiaba pediatría (irónico ya que parecía odiar a todo el mundo) y él estudiaba Derecho.

»¿A ti? —preguntó.

—Tampoco lo recuerdo. —Mintió, claro que lo hacía.

A pesar de llevar una vida de mierda, trataba de que no influyera en sus estudios, aunque al final no serviría de nada.

—¿Cómo esta May? —hizo una mueca, dándole otra calada al cigarro antes de soltar el humo.

—Bien.

Mentira, nada estaba bien, nada nunca estaría bien.

—Me alegra, dale mis saludos. —Asintió. Ella parecía que quería agregar algo más, pero en ese momento sonó el timbre de entrada nuevamente.

Él agradeció al cielo.

—Nos vemos luego. — desapareció rápido de la vista de ella.

Su clase lo esperaba.

Tocó suavemente el material de las portadas, tratando de concentrase. Luego de unos minutos, tomó un libro delgado de poesía y caminó hasta la última mesa que estaba libre.

La librería central estaba bastante llena, él se sorprendió un poco, porque las personas no solían ir mucho.

Se obligó a que su mente dejara de pensar,  abrió el libro, concentrándose en cada letra, cada sílaba, cada verso y cada estrofa de cada poema plasmado sobre las hojas.

Realmente amaba la poesía, en el último mes se había convertido en algo fundamental para su vida.

—¿Puedo sentarme aquí? —una voz grave lo sacó de su concentración, llamando su atención rápidamente. Bajó el libro y alzó la mirada, encontrándose con unos ojos color whiskey que lo miraban intensamente.

Vio a su alrededor, notó que no habían más mesas o sofás disponibles y un hombre adulto no es de los que se sientan en los cogines que están en las alfombras.

—Por supuesto. — Contestó, su mirada volvió al libro e ignoró el hecho de que el hombre se sentó.

—Esa es una buena elección.

Lo miró con un poco de irritación.

—¿Sí?

—Si, ¿has leído algo de él antes? —el mayor preguntó, Peter negó.

—Tengo la costumbre de no fijarme demasiado en los autores y concentrarme en la poesía —confesó—. Así que realmente no sé si antes leí algo de el mismo autor. 

—Ya veo —murmuró el mayor—. Soy Anthony.

—Peter Parker —respondió—. Un gusto conocerlo, señor Stark.

En su interior, disfrutó de la mueca que hizo el mayor al ser llamado por su apellido.

—Puedes decirme Tony.

La irritación en la voz del mayor había sido más que notable.

Tony Stark: el mejor abogado de todo el puto país.

—Por supuesto.

El mayor lo observó fijamente, la curiosidad estaba presente en sus ojos y Peter se encontró deseando saber que estaba pensando.

—¿Dijiste Parker? —Tony preguntó—. ¿Qué estudias?

Frunció el entrecejo.

—Derecho.

—Ya veo, estás en el tercer año, ¿verdad?

—Sí, ¿cómo lo sabe?

Tony le sonrió con diversión pintada en sus facciones.

—Algunos de tus maestros son mis amigos. Créeme, hablan maravillas de ti. Dicen que eres muy bueno.

—Uh, ya.

El silencio se adueñó del ambiente. Peter decidió volver la vista a su libro, incómodo por la mirada que el mayor le estaba dando.

—¿Cuál es tu color favorito? — la pregunta de Tony lo tomó desprevenido, por lo que se tensó levemente.

—¿Por qué debería contestar eso? ¿Y por qué lo quiere saber? — Tony alzó una ceja, luego se encogió de hombros.

—Tengo curiosidad, no te enojes, sólo es una pregunta.

—Pregunta que nadie le hace a una persona desconocida.

Tony lo miró pensativo.

—Pero no somos desconocidos. Te llamas Peter Parker, estudias derecho, tercer año, buenas notas, buena conducta. Sabes mi nombre, sabes de que trabajo, obviamente sabes mi edad, sabes que algunos de mis amigos son tus maestros, ¿qué más quieres saber para que dejemos de ser desconocidos?

No contestó. Decidió ignorar al mayor, quién bufó y se dio por vencido en ese momento.

Terminó de leer algunos poemas más y luego desapareció de la biblioteca.

Los ojos color whiskey de Tony gravados en su mente por el resto de el día.

Más tarde, llegó a su departamento.

Porque sí, vivía solo. May estaba viviendo en Queens, no había querido que ella se mudara con él a New York, porque no quería que ella se preocupara demasiado. Le había costado bastante, pero había logrado convencerla tres años atrás de que podía cuidarse solo y, por lo tanto, vivir solo.

Pronto se encontró recordando los sucesos del día anterior. No entendía que hacía el abogado más famoso del país en una simple biblioteca pública, cuando podía tener toda la colección de libros que quisiera.

«Quizás se siente solo» pensó, así como no era secreto que Tony Stark era un excelente abogado, tampoco era secreto que estaba soltero porque por lo visto no podía mantener una relación.

Su última pareja había sido Pepper Potts, otra abogada que, desde su punto de vista, también era muy buena.

La mirada que Tony le había dado llegó a su mente.

Era de dominio público que el Abogado era bisexual, se había sorprendido bastante cuando el mayor lo había confesado sin ningún tipo de preocupación, pero la verdad es que mucha gente lo había aceptado cuando el había demostrado que tener gustos diferentes no hacía que fuera menos talentoso y bueno en lo que hacía.

La pantalla de su iPhone se iluminó, había un mensaje de Michelle en la pestaña. Un mensaje que no iba a contestar en ese momentos.

Lástima que la chica dejó de insistir con mensajes y pasó a las llamadas.

—¿Qué quieres? —interrogó fastidiado, sabiendo la respuesta.

—Buenas noches para ti también, Parker —rodó los ojos ante el tono de la chica—. Ponte decente que iremos a una fiesta.

—Michelle, no iré a...

—Paso en veinte minutos, Pet. Espero que estés listo. —dejó su iPhone en la cama cuando ella le colgó, debatiéndose en si dejarla plantada o no.

Luego decidió que no, porque aunque Michelle siempre jugara sucio cuando se trataba de salidas, él no era así. También amaba su integridad y, a pesar de todo, quería conservarla.

Veinte minutos después, se encontró a sí mismo listo para salir. No creía que fuera una buena idea ir a una fiesta, pero de todos modos acompañaría a la morena, ya que la mayoría de las veces ella lo buscaba porque no quería ir sola.

Bajó las escaleras, vivía en el piso número cinco, que era el último. Por suerte para él, todo el piso era uno solo y no tenía que convivir con vecinos, todo lo contrario a las demás personas que vivían allí mismo en los pisos de abajo.

Vio el auto de MJ y no dudó en subirse cuando ella se detuvo.

Lo cierto es que vivía bastante alejado de la propia ciudad de New York, cosa le agradaba de sobremanera, las fiestas y el ruido no eran lo suyo.

—¿Dónde es la fiesta? —preguntó, ella llevaba jeans negros, una blusa de vestir azul marino, con zapatillas del mismo color, su cabello estaba recogido en una media coleta.

—En uno de los recintos privados de la familia de los Osborn —respondió, su vista estaba fija en la carretera.

—¿Cómo fue que conseguiste que te invitaran? Según lo que tengo entendido, sólo amigos de Harry van a ese tipo de fiestas.

—Ventajas de que le gustes al chico —ella se burló.

—No sé cuantas veces más te diré que no le gusto a Harry —su voz se escuchó cansada, lo que demostraba que había dicho muchas veces lo mismo.

—Por supuesto, "Peter, esa playera te queda muy bien" "Eres muy inteligente y bueno, no entiendo como es que no tienes novio o novia". —la morena imitó divertida al ojiverde, él suspiró y la ignoró—. Y respondiendo a algo que dijiste anteriormente, esta no es una fiesta para adolescentes, según sé, también se encontrarán algunos maestros y algunos médicos, abogados, etc, que son de los mejores.

Eso llamó su atención, ahora entendía porque ella quería ir, pero aún así no respondió nada.

Harry tenía una sonrisa enorme en el rostro cuando los recibió. Parecía feliz de que hubieran asistido.

—Pensé que no vendrías.

—Michelle me arrastró hacía acá —contestó sincero, uno de los camareros le preguntó que iba a tomar—. Consígame una botella de agua mineral, por favor.

Harry volteó a ver al camarero antes de que desapareciera.

—Me lo imaginé —los ojos verdes del chico volvieron su atención a ellos —. Pero esta es una muy buena oportunidad. Espero y la aproveches, hay algunos abogados famosos por ahí.

Asintió estando de acuerdo, mientras se preguntaba internamente si Stark también había asistido a la fiesta.

El camarero regresó con una botella de agua y él le sonrió en agradecimiento, antes de que se retirara a atender a otras personas.

—Pero bueno, supongo que tú ya habrás hablado con alguno de ellos. —dijo con desgana, realmente no tenía ganas de hablar.

—Bueno...—Harry asintió, nervioso, mientras se llevaba una mano al cuello.

Peter pudo verle los ojos claramente y hasta ese momento se dio cuenta de la mucha iluminación que había.

De repente, se sintió incómodo.

Quizás Michelle si había tenido razón al suponer que Harry se sentía atraído a él, por la manera tan intensa en que este lo estaba mirando.

—Buenas noches, chicos.

Quitó su vista rápidamente de Harry, posándola sobre Tony, quién se acercó a ellos con bastante parsimonia.

—Señor Stark — saludó, Tony lo miró levemente y luego extendió la mano para saludarlo—. Un gusto volver a verlo.

—El gusto es mío, Peter —el mayor soltó su mano—. Osborn.

—¿Se conocían?

Harry ignoró el saludo. A Peter le daba la sensación de que no se llevaban muy bien y que también ya se habían conocido desde mucho antes. 

—Si, nos conocimos en...

—La Universidad —Tony mintió. Harry los miró a ambos alternativamente —. Pero bueno, no creo que eso te importe. Vine a robarte a Peter un momento, dejamos una conversación pendiente la última vez que nos vimos.

—Bueno...—Harry sonó inseguro.

—Nos vemos en otro momento, Harry. Le dices a Michelle que ya regresaré, por favor. —Harry solo asintió luciendo resignando.

El se dejó guiar por el mayor hacia el jardín de la propiedad, dónde había menos iluminación y casi ninguna persona.

—¿Eres amigo de Osborn?

Tomaron asiento en las butacas que habían frente a la piscina, Tony se acomodó, más relajado. Él siguió el ejemplo e hizo lo mismo.

—No realmente. Él me saca conversación de vez en cuando—confesó—. ¿Por qué mentiste?

—Pensé que sería más correcto decir que nos conocimos en la Universidad.

—No me refiero a eso. Si no a por qué nos interrumpiste la conversación —aclaró suavemente, Tony lo miró indeciso.

—Bueno, te vi un poco incómodo en ese momento, por eso los interrumpí. —Evitó mirar a Tony cuando este lo miró. Su vista se dirigió hacia el cielo.

Las estrellas estaban presentes esa noche, más no la luna. Aún así el cielo se veía hermoso.

—Me alegra que hayas interrumpido.

Abrió la botella de agua y bebió un poco al sentir la garganta seca.

—¿En serio? —Tony interrogó, él asintió un poco más relajado —. ¿Tienes un poco de tiempo?

Había algo del mayor que lo había dejado atraído desde el principio.

La mano de Tony toma la suya unos momentos, antes de quitarle la botella de agua de las manos.

Lo miró sin entender, pero Tony no lo estaba mirando, la botella de agua y copa de vino descansaban sobre una mesa, mientras el mayor miraba hacia el cielo.

Se recostó de nuevo en la butaca. Dejando que el silencio cómodo que se había formado entre ellos se adueñara de todo el ambiente.

• ✿ •

N/A: Peter tiene 21 años, Tony 38.

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