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Algo para alimentar sus mentes cochinas...

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Una noche tranquila, la chimenea encendida y nuestra pareja sentada enfrente de esta sobre una alfombra. Rius leía un pequeño fragmento de un libro mientras Timba se había recostado en sus piernas. La noche era bastante fresca, una razón para tener así la chimenea, según Rius, este ambiente se sentía muy romántico, por eso, había preparado un chocolate caliente para darle un último toque a la escena.

Timba se estaba quedando dormido, por lo que Rius levantó su libro y se agachó a darle un beso en la frente. Timba río removiendo sus lentes de su cara y poniendo estos a la par de su taza de chocolate ya vacía.

- Ahora en los labios por favor - ordenó haciendo el gesto de querer un beso. Rius no ignoró la petición de su querido novio y obedeció.

- Ya? - preguntó apartandose el cabello del rostro y sonriendo ampliamente

- Quiero más.... ¿Que hay de tí? - Rius desvío la mirada, obviamente quería seguir con los besos pero quería seguir contemplando el fuego y terminarse su chocolate para luego seguir leyendo.

- Si quieres leer tendré que prender la luz y apagar el fuego, te lastimarás los ojos leyendo a oscuras. - Ya sabemos lo que quiere hacer Timba, ¿verdad?

- Inténtalo. - respondió desafiante

- Uno, sólo uno y ya, es el último - rogó levantándose de las piernas de su amante y poniéndose frente a él.

Rius sonrió y se acercó a sus labios para besarlo finalmente. Un beso profundo y romántico que contrastaba con la ambientación. Timba lo tomó de las mejillas y Rius apoyo sus manos sobre las manos ajenas disfrutando de el contacto. Timba acostó con cuidado a Rius sobre la alfombra sin separarse del beso, Rius intensificó este abrazando a su contrario por el cuello por unos segundos hasta bajar a su pecho y desabrochar su camisa.

Timba por otro lado acariciaba suavemente su abdomen por encima de la camiseta que llevaba puesta. Timba finalmente se separó del beso dejando a Rius totalmente rojo tirado en el suelo.

- Este es el último - sonrió pícaramente viendo como el otro fruncía el ceño - no te enojes querido, yo te dije que uno más solamente, puedes continuar con tu lectura - terminó la oración alejándose de Rius para volver a su sitio, acostandose junto a su taza vacía.

Rius se arrepintió por unos segundos tirando finalmente su libro al otro lado de la alfombra. Gateando se acercó a Timba para aprovechar que la camisa aún la tenía desabrochada y empezar a dejar besos por todo su pecho, Timba disfrutaba esa acción sonriendo hasta que una mordida lo volvió a la realidad.

- Desgraciado... - dijo Rius volviendo a morder pero ahora en el lado izquierdo - Eres un tramposo.

- Yo te dije solo uno, no es culpa mía que te calentaras - respondió tomándole el mentón al Rius

- Bésame - demandó esperando a que él lo rechazara lo cual fue todo lo contrario.

Se besaron otra vez mientras Rius recorría la entrepierna del mayor sacando aquel bulto y masajeando ese mismo a una velocidad neutra. De verdad se la pasarían bien esta noche.

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4....5....6....7

Y muchas más embestidas las cuales eran constantes y de alguna manera rítmicas. Ambos cuerpos chocaban provocando sonidos obscenos y húmedos.

Ambos se encontraban con la respiración agitada.

- V-Ve más rápido..... Por favor - suplicaba el albino tomando las mejillas de su amado Timba.

Este último obedeció tal orden jadeando de manera más constante. Besó los labios de Rius por un breve instante. Para soltar un gemido algo alto al sentir una vibración en su espalda la cuál anunciaba que estaba a punto de terminar.

El albino mordió el hombro del mayor para ahogar un gemido algo alto al sentir como Timba golpeaba su punto de manera rápida y fuerte.

Ambos soltaron un gemido más. Timba al haber acabado en el albino y este último al haber terminado en el pecho de su contrario.

Ambos estaban muy cansados pero aún así timba se cambió rápido para subir a su habitación y recoger una sábana para tapar a Rius, quien aún seguía tendido en el suelo admirando ahora una pequeña llama. El único testigo que había presenciado lo que habían hecho en ese piso.

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Timba le lanzó la cobija a su novio y tapó de manera que parecía un tamal para después cargarlo y sentarlo en el sillón.

- Otra vez no pude leer en paz....- Rius sonrió hacia Timba. - Se sintió bien de todas maneras.

Timba abrazó a Rius. Besó una de sus mejillas y se acomodó bien en el sillón. Ahora era Rius quien estaba acostado en las piernas del peliazul.

- Te amo demasiado. Toma esto como regalo de navidad atrasado.

- Bueno... Será regalo de fin de año entonces jaja.

Y así, siguieron viendo el fuego casi inexistente de la chimenea mientras fuera de la casa empezaban a caer pequeños copos de nieve.

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Feliz navidad y próspero año nuevo.

Espero que les vaya bien a todos y que puedan lograr lo que sea que se propongan. ✨

Cuídense mucho, no olviden tomar agua y sepan que los quiero mucho. Gracias por haberme alegrado este año 💖

Nos veremos entonces. </3