ᴅɪ́ᴀ 15 ↦ ᴇɴ ᴜɴ ᴇsᴛɪʟᴏ ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ
En serio no entendía por qué se le hacía tan difícil rechazar las ridículas ideas de su novia.
Estaba vestido usando una playera blanca, y pantalones y chaqueta de cuero negro, también se había puesto unas botas negras de combate. En las manos, usaba unos guantes sin dedos negros, se había puesto gel para el cabello y parecía como si un camello le hubiera dado una lamina; estaba peinado hacia atrás.
Ania decía que lucía sexy, como un chico malo de alguna película estadounidense de los años '50.
Mientras se veía en el espejo de la sala, pensaba que debía encontrar la manera de comenzar a decir que no a las ocurrencias de su caprichosa chica.
Hablando de Roma. Ania entró corriendo a la sala, usaba una falda circular larga hasta mitad de las pantorrilas de color rosa pastel con estampado de mariposas en negro; una blusa blanca y una chaqueta amarilla colgando descuidadamente por encima de los hombros; también estaba usando medias y deportivas blancas.
Tenía el cabello batido sujeto en una coleta alta y solo se había puesto brillo de labios rosa.
–¿Vas a decirme por qué nos hemos puesto esta ridícula ropa? –preguntó abrumado. Sobre todo cuando notó que se acercaba a él con unos lentes de sol y se los colocaba, luego lo arrastró al centro del salón.
–Cállate y sonríe a la cámara –respondió tomando su brazo y colocándolo alrededor de su cintura.
–¿Cámara? –cuestionó extrañado–. ¿Cúal cámara?
–Esa cámara –dijo señalando una zona de la sala repleta de focos y una cámara en el medio, apuntandolos fijamente.
–¿Ania qué...?
–¡Sonríe!
El flash lo cegó por completo varias veces, cuando pudo recobrar la visión, su atolondrada novia estaba revisando las imágenes.
–¡¿Ania?!
–Ya, deja de alterarte –dijo sin mirarlo, moviendo las manos para restarle importancia–. Es para un concurso de Instagram; estaban sorteando entradas para la re-apertura del autocinema y había que sacarse una foto de a dos, vestidos como personajes de alguna película clásica.
–¿Y nosotros nos hemos disfrazado de...?
–Duhh...de Sandy y Danny, de Grease.
–Pero ellos...tienen el color de cabello opuesto al nuestro.
–Lo sé, eso lo hace más genial –dijo divertida–. Somos una versión alterna, estoy segura de que ganaremos el concurso.
–Princesa, hay una pequeña falla en tu plan –comentó levemente, no quería desilusionarla pero estaba claro que ella no había pensando bien las cosas–. No tenemos auto.
La vio volverse seria y sus ojos brillaron, Nath tenía la sensación de que parecía a punto de ponerse a llorar; pero solo fue por unos segundos, antes de que su sonrisa regresara. Ahora, parecía que sus ojos brillaban por una travesura.
–Bueno, podemos alquilar un auto por esa noche –espetó encogiéndose de hombros–. Y si no, sigue siendo una preciosa foto.
#DannyYSandyFranceses #Grease
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