Shinichiro Sano🔞
ﮩ٨ـﮩﮩ٨ــ♡ﮩ٨ـﮩﮩ٨ــ
❤︎ 𝐄𝐲𝐞𝐬 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐥𝐢𝐞 ︙
𝐼𝑠𝑎𝑏𝑒𝑙 𝐿𝑎𝑅𝑜𝑠𝑎
00:05 ━♡───────────────02:33
⇄ ⏮ ▶ ⏭ ↻
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Sus cálidas manos bajaban por tu cuerpo por sobre esas fastidiosas prendas que cubrían de tu belleza. Su respiración cálida resonaba y tocaba de tu oído.
-Sólo caricias ~
Repetía una y otra vez en susurros por tu oído, sentir sus manos sobre tu cintura y caderas te hacia quedar a su merced, un hombre con esa voz ronca con tan sólo susurrarte ya te hacía entrar en un completo calor. Sentías sus manos meterse por tu blusa y subir lentamente sintiendo las yemas de sus dedos rozar contra tu piel, seguía subiendo hasta toparse con aquel fastidioso sostén que cubría de tus pechos, soltó un quejido ante eso, quería sentirlos
-Tocame Shin~
Sabías lo que él quería y volvió a repetir la misma frase de antes, aún así cedió ante tus palabras. Subió de tu sostén para luego estrujar tus pechos contra sus manos, tus senos cabían perfectamente en ellos como si fueran echos para que solamente él los pudiera tocar. Masajeaba suavemente de ellos, soltaste suspiros cálidos lo cual satisfacio al chico pues el resultado fue una dura erección en su entrepierna, tu trasero golpeaba contra ello y por impulso abriste un poco las piernas.
Sintiendo como jugaba con tus pechos y estiraba suavemente tus pezones, te hizo sentir miles de cosas dentro de tu ser acompañado de miles de pensamientos. Podías imaginar cómo aquel entraba en tu interior y te daba deliciosas estocadas lentas. Lo que te hacía imaginar este hombre con tanta desesperación lo deseabas, y no eras la única
Por otro lado, Shinichiro mientras jugaba con tus senos se imaginaba besando y lameando de los mismos, cómo se apoderaba de ellos mientras visualizaba tu rostro de excitación. Mordía de su labio inferior para no decir alguna tontería, su entrepierna no ayudaba mucho pues más la golpeaba contra el trasero de su prometida
-Oh Shin~
-T/n eres tan suave, no sabes cuánto te deseo~
-Entonces no esperes más y hazme tuya~
-Sabes que no puedo aunque quisiera, juré ante tus padres que mientras no estemos casados no podríamos portarnos mal~
-Solo espera una semana, sólo una Shini~
-No ayudas nada con esa vocecita y este cuerpo, hermosa. Sólo caricias~
La habitación era invadida por suspiros de ambos, las caricias seguían, Shinichiro besaba de tu cuello suavemente, pero con bastante deseo de poder morderlo y hacerte algunas marcas . Tan sólo con sentir como apretaba y jugaba de tus pezones hizo que mojaras tus bragas
-Debemos parar Shin, a este paso vamos a cometer una locura ~
-Tienes razón, pero no puedo, quiero tocarte más, besarte, acariciarte, morderte... Estás ganas que tengo de comerte~
-Lo sé mi amor, hay que esperar un poco más, ¿si?
Sólo siguió un poco más jugando con tus pechos, comenzaban a dolerte un poco, pero era un dolor de excitación, tu tampoco podías controlar tus hormonas. Sólo bastó un poco más de caricias para ahora sí dejarte a tu casa.
-Recuerda, está semana no nos vemos hasta la boda
-Lo entiendo, aunque me cueste lo voy a intentar, tendré seguro en mi habitación para no tentar y venir por ti -una vez en tu casa se despidió de ti en la puerta. Tomó de tu cintura para acercarte hacia él y besarte suavemente- prepárate para la Luna de Miel, mi amor~ -te susurró en el oído
-Ya lo tengo todo listo -reiste coqueta y para finalizar su despedida se dieron otro beso algo lujurioso, tuvieron que separarse pues un hombre los andaba vigilando en la entrada de la puerta
Shinichiro lo saludó amablemente lo cual hizo que aquel hombre quién era tu padre sonriera orgulloso.
Para esa misma noche por la madrugada ambos no dejaban de pensar del uno al otro. Shinichiro se encontraba en su cama soltando algunos gemidos mientras pensaba en ti, su mano subía y bajaba por dentro de las sábanas tocando su entrepierna y repitiendo una y otra vez tu nombre
-T/n... Ah T/n~
Tú por otro lado te tocabas por sobre tus cálidas sábanas, visualizabas como tus manos eran las de tu prometido, te tocabas tus pechos y hacías los mismos movimientos exactamente como él lo hacía hace algunas horas antes.
No podían negar lo inmensamente injusto que ambos juraron, ahora mismo se morían de sentir uno al otro y viceversa. Pero eso acabaría durante una semana después.
Para la boda fue exactamente como lo imaginaron, a excepción de algún pequeño contratiempo por los invitados, pero de ahí todo fue único. Aceptando uno al otro amor eterno en la buenas y en las malas jurando su amor con un beso y los aplausos del público.
T/n se veía hermosa, Shinichiro no tenía palabras para describir lo hermosa que se veía, era toda una diosa.
La fiesta fue divertida, mucho relajo, baile, comida y bebida justamente como lo habían preparado, tus padres te felicitaron y aceptaron al chico como su yerno estando orgulloso por el juramento que se había dicho, aunque hubo una que otra caricia pero nada mayor a eso, ambos se respetaron hasta el día de su boda. Los hermanos Sano estaban felices pues ahora tenían una cuñada, aunque dudaron que Shinichiro algún día llegara a casarse pues tuvieron que tragarse sus palabras cuando te conocieron.
La fiesta siguió, pero los novios ya tenían que irse a su nuevo departamento que estrenarían el día de su boda, pues ahí sería donde vivirían de ahora en adelante. Shinichiro te tomaba entre sus brazos en modo princesa, hiciste los honores al abrir la puerta y quedar fascinada ante el departamento.
-Está hermoso Shin
-¿Te gusta?
-Me encanta
-Pues desde ahora en adelante esta será tu casa
Estabas muy feliz, cómo era posible que llegaras a conocer este gran hombre.
Aún manteniendote entre sus brazos fueron hasta su habitación, y valla que no dudaron en estrenar la cama.
Bajo unas velas y adornos de rosas ambos se sentían en el paraíso. Sus labios chocaron y comenzaron un vaivén lento, querían sentir cómo eran sus besos antes de ser ahora esposos. Cómo solamente eran caricias y besos. Te recostó suavemente en la cama y seguido él sin dejar de besarte, poco a poco despojabas de su saco de traje y querías seguir pero en un momento te acordaste de algo importante
-Espera Shin
-¿Qué pasa? -te miró con algo de confusión y algo de preocupación
-Me acabo de acordar de algo, espera aquí, en un momento vengo -te levantaste de la cama e ibas camino al baño cuando una mano detuvo tu andar sobre tu muñeca
-Te vez hermosa con el vestido, si te lo vas a quitar déjame apreciarte un poco más, hermosa -sin dudarlo te jaló hacia él y de nuevo juntaron sus labios, sus manos recorrían por todo el vestido sintiendo como cubría tu cuerpo perfectamente, pero tuvo que separarse pues la emoción le invadía
-Ya vengo amor
-No te tardes
Ante sus palabras te separaste y caminante hacia el baño, efectivamente un bolso estaba en la tina de la bañera justo como tú amiga te había dicho, reiste ante eso y al esculcar habían dentro tres lencerías, no sabías cuál usar precisamente, era difícil. Pero sabías la adicción que tenía Shinichiro por tu cuello, recordabas como siempre te susurraba que era su parte favorita a pesar de que tenías inseguridades por como se te veía, para él le encantaba.
Proceguiste a quitarte el vestido y el sostén, continúas poniendote la lencería color blanco, unas medias blancas que te llegaban hasta las rodillas y la falda de tela delgada por los muslos, resaltaba por todo tu cuerpo únicamente llegando hasta tus pechos, estabas casi desnuda pero de eso se trataba. Para finalizar deshiciste el peinado quedando como caireles, te echaste un poco de perfume olor a rosas que también había en el bolso, y nerviosa pero decidida saliste del baño.
Shinichiro estaba ansioso sentado en el borde de la cama, oyó tus pasos y al mirarte estaba muy sorprendido, sus mejillas estaban rojas pero sus ojos mostraban lujuria, te miraba de abajo hacia arriba una y otra vez, la corbata que aún traía sobre su cuello se lo retiró por impulso, un acto muy sexi de su parte
-¿Te gusta?
Se acercó hacia ti tomándote de la cintura para atraerte chocando contra su cuerpo
-¿Si me gusta?, Ver cómo mi hermosa esposa con tan sólo unas prendas la hizo verse tan sexi, me encanta, sólo tú ocultabas ésta maravilla en ti -no resistió más, con desesperación te volvió a besar, succionaba y mordía de tus carnosos labios
No querías quedarte atrás, retirabas de los botones de su camisa y así poder quitárselo, te separaste de él para poder maravillar su cuerpo y tocar con suavidad su abdomen marcado, tus manos siguieron subiendo hasta sus hombros, este disfrutaba de tus caricias y poco a poco retiraba de tu lencería y con forme bajaba de la prenda besaba de tu cuello.
Siguió hasta toparse con tus pechos expuestos, se quedó analizando los alrededores de estos y rosando suavemente con las yemas de sus dedos, soltaste suspiros ante sus toques, sabía lo sensible que eras cuando los tocaba por eso le encantaba
-No me mires tanto
-Si te incómoda dejaré de hacerlo, pero sólo puedo recordar cómo te tocaba pero no te miraba, déjame apreciarte mi amor -te llevó hacia la cama de nuevo para recostarte y besarte suavemente, esta vez con una guerra de lenguas el cual jugaban entre si, sus besos fueron bajando por tu cuello y pecho, al fin podía hacer lo que siempre imaginaba cuando te tocaba- ¿Quieres que me detenga?
-No Shin, ahora somos esposos, eso quiere decir que ya nada nos detiene, hasme completamente tuya -acariciabas de sus cabellos para entrarlo más en confianza
-Si, tienes razón -siguió plantando besos por tu cuello haciendo un camino para dirigirse hacia tus pechos y con suavidad lamer de tu pezón izquierdo, sus manos siguieron acariciando los alrededores de tu cuerpo y continuar quitando el resto de la lencería. Tus suspiros eran melodías en sus oídos, tus manos pasaron por su pantalón hasta desabotonar de ello.
Siguió lameando de ambos pezones hasta separarse y poder retirar de una vez toda tu lencería, quitaba de tus medias con sus dientes, algo que lo hizo ver demasiado atractivo y sexi. Quedaste casi completamente desnuda de no ser por tus bragas cubriendo tu intimidad. Shinichiro se retiró de su pantalón sin dejar de observar todo tu cuerpo de arriba hacia abajo, sus labios rosaban contra tu piel, besaba cada esquina . Podías sentir como un bulto se formaba en su entrepierna y chocaba contra tu intimidad. No podías soportarlo más, necesitabas ya tenerlo dentro.
Tus plegarias fueron escuchadas cuando observaste como se iba quitando su boxer y seguido quitaba de tus bragas, ahora sí ambos estaban completamente desnudos, sus dedos fueron bajando por tu intimidad y acariciar los alrededores de tus labios inferiores sintiendo como estabas ya mojada, lentamente introdujo dos dedos en tu interior haciendo que soltarás un ligero gemido. Sentirte como hacía movimientos lentos dentro y comenzaba a disimular embestidas únicamente para prepararte, tus caderas comenzaron a moverse y por instinto cerrar tus piernas lo cual Shin no permitió
-Tranquila hermosa, sólo quiero prepararte
Siguió ante sus movimientos y al sentir como ya estabas lista retiró de sus dedos para acomodarse entre tus piernas para rosar suavemente su duro miembro contra tu empapada intimidad
-S-Shin no me tortures más ~
Sonrió ante tu plegaria, no podía negar, éste desde un principio ya te hubiera penetrado, solamente quería escucharte pedirlo
-¿Estás lista, hermosa?
Asentiste como afirmación, acomodó su miembro en tu interior y así acercarse lentamente sintiendo como entraba más en ti, te aferraste de las sábanas apretando de ellas fuertemente, tu interior palpitaba, dolía, tus ojos lagrimeaban de dolor conteniendo un gemido
Shinichiro al estar completamente dentro de ti, no quiso moverse hasta que te acostumbraras, sentía tus paredes apretar contra su miembro, podía sentir lo tensa que estabas, te miró y para relajarte te besó suavemente los labios lo cual fue correspondido, tus manos apretaban de sus brazos y hombros, aún estabas tensa así que siguió el beso y separarse para seguir recorriendo tu cuello, soltabas suspiros ante sus besos, tu cuerpo comenzaba a acostumbrarse
-Shin... Puedes moverte ~
Escuchó tus cálidas palabras y manteniendote acorralada contra la cama decidió moverse lentamente, cerraste tus ojos con algo de presión sin dejar de apretar sus hombros, poco a poco ese dolor comenzó a convertirse en placer, lo que soltaban tus labios ya no eran quejidos, sino gemidos de placer. Shin al escuchaste acelerero las estocadas, tus piernas enrollaron sus caderas para sentirlo más dentro de ti.
La habitación era rodeada de gemidos y suspiros que ambos producían, sus cuerpos chocaban una y otra vez ante las estocadas, tu interior se sentía cada vez más empapado y así tenía la libertad de poder moverse más rápido produciendo sonidos obsenos. Podías sentir como tocaba hasta lo más dentro de ti, tu cuerpo sintió una gran corriente eléctrica, era un placer inmenso lo que éste hombre te producía. Ahora sus estocadas eran lentas pero profundas, tus manos viajaron por su espalda lo cual rasguñaste lentamente haciendo que Shin soltara gemidos, le gustaba tus avaricias, le excitaba, no parabas de soltar suspiros, estabas como en el paraíso, tus visualizaciones cuando sólo te tocaba al fin se hicieron realidad. Ambos estaban cumpliendo sus deseos más oscuros.
-T/n en verdad eres tan hermosa, todo de ti me encanta, no quiero separarme de ti nunca~
-E-Eso no pasará Shin, nunca me voy a alejar de ti, lo juramos, y siempre vamos a estar juntos ~
Ambos se miraron, y juntaron esa promesa con un beso sin dejar los movimientos detrás, los gemidos fueron callados por una guerra de lenguas, sus manos viajaron por tus caderas y piernas apretando y acariciando de todo de ti. Finalmente se separaron para poder oír los últimos gemidos soltados. Sus respiraciones chocaban.
Aquel miembro chocaba contra tu punto dulce una y otra vez lo cual provocó un orgasmo, Shin quería aguantarse un poco más, y por la excitación ya no se contuvo, dió unas últimas estocadas rápidas para finalmente venirse dentro de ti. Podías sentir ese líquido caliente llenar tu interior lo cual encorbaste un poco la espalda. Ambos ya estaban completamente agotados. Recuperaron la respiración para mirarse y sonreírse uno al otro concluyendo su momento con un beso
-Te amo, hermosa
-Yo también te amo Shin
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro