❝ O ❞
El caos se desata poco a poco, es como una bestia, esperando el momento perfecto para atacarte y destruirte.
Huye o enfréntalo, corre hacia aquella luz que te da calidez y nunca salgas más o lucha valientemente aun cuando te desgarre la piel y tus lagrimas nunca sean limpiadas ni vistas.
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En la universidad para héroes todo era normal: clases normales, entrenamientos, ya saben, lo habitual; Bakugou se encontraba recostado sobre su pupitre, hace momentos atrás se le presento un episodio pequeño de dolores de cabeza, no sabia el porqué, también tenia el presentimiento de que muy pronto algo importante le pasaría y sus instintos nunca se equivocaban.
Y así, con el paso del día a día sintió como su cuerpo empezaba a sentirse pesado, recordándole las veces en que se bañaba y el relleno hacia pesar su cuerpo, llegando cada vez más fuerte esa premonición de que ese algo que lo a estado atormentando, pronto acabaría, para bien o para mal.
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>> Bar y lugar de reunión de la L.O.V ; 11:00 a.m <<
— Tomura ¿Ya tienes todo preparado? Espero que tu plan no fracase nuevamente — Hablaba un corpulento hombre desde la pantalla, mirando al de hebras azules claras —
— Si maestro, esta todo hecho, hasta ahora, no hemos tenido ningún inconveniente, dentro de poco todos desconfiarán de los héroes y Bakugou por fin estará completamente con nosotros... — Contestó con su típica voz ronca e incomoda, pero si llegabas a escuchar atentamente, la duda brillaba levemente entre sus palabras —
— Magnifico, espero que todo según lo acordado — Dijo por ultima vez antes de apagar abruptamente la pantalla —
Shigaraki se fue directamente hacia su habitación, abriendo su celular en el proceso y desplazando la pantalla hasta llegar a la aplicación de galería, picando en el icono de cámara para proseguir a desplazarse entre sus escasas fotografías y llevar su dedo índice a una imagen en particular, una en donde Bakugou y él pasaban la noche en la azotea de un edificio.
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Flashback:
— ¿Qué se siente contradecirte?— Preguntó repentinamente el de ojos rojos una vez sobre aquella casa —
— ¿A que te refieres con eso? — Le contestó de vuelta, estando un poco confundido —
— Nos dijiste que jamás te unirías a nosotros, mírate ahora, has estado dándonos información y conviviendo con nosotros por casi dos meses, eso contradice tus palabras y principios ¿No? —
— Eso era antes de hartarme de todo, mis palabras y pensamientos del pasado se han esfumado desde hace mucho gracias a mis problemas: Mi estúpido cuerpo, esas personas, mis padres, los malentendidos con ellos... No importa que tan bueno sea, nunca verán mi lado bueno ni mis esfuerzos por mejorar, mis amigos son tan despistados que cuando llegan a descubrir algo malo, pueden tomárselo como una broma; soy un gritón y los exploto cuando me hacen enojar pero nunca los e lastimado mas de la cuenta... — Relato sus pensamientos — Estoy arrepentido con lo que hice antes, pero nunca se lo diré; mis padres lo preferían a él antes de mi, yo fui vendido a ese lugar por ellos solo para su diversión sádica... — Tomó un respiro y miro aquella hermosa y redonda luna — Quiero tomar venganza contra esas personas, una vez echo les ayudare a cualquier cosa, mientras realizo las cosas que me gustan... Escalar, comer cualquier tipo de comida picante, lo que sea, tal vez buscar a alguien de confianza y eso ¿Y tú, has pensado algo más allá de la liga? — Terminó de hablar para voltear su mirada nuevamente hacia el mayor —
— La liga lo es todo, debo de enorgullecer a mi maestro... y mostrarle de lo que soy capaz y ser un buen heredero de su poder — Le dijo al de cabellera ceniza para terminar su ultima oración en un susurro —
— Mierda, esto es muy deprimente, dame tu estúpido celular — Habló después de unos segundos para cambiar el tema —
— Tomura se lo cedió tras vacilar un poco y sin esperárselo, fue jalado por el mas pequeño y luego sintiendo en sus ojos el flash de la cámara, dejándolo aturdido por un momento — ¿Qué hiciste? —
— Duh, tome una foto para inmortalizar el momento en donde te dejaste llevar y no me hablabas de tus macabros planes y me escuchaste atentamente, ¿Eh? Genial ¿Verdad? No la borres — Contestó devolviéndole el aparato —
En la imagen, Katsuki sonreía radiantemente, tenía a Tomura bajo su brazo derecho haciendo que el de piel grisáceas se encorvara y su cabeza quedara entre el pecho del rubio mientras sus ojos se mostraban despistados mirando hacia el frente, de fondo se podía encontrar el cielo estrellado iluminando todo a su alrededor, las casas que desde aquella altura se veían pequeñas y unos pocos arboles dispersos entre el vecindario.
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Entonces ¿debería traicionar su confianza y no mirar atrás?
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>>De regreso a la U.A; 12:07 p.m <<
—Hoy es el día en que todo acabará... — Murmuro caminando hacia un lugar vacío — Ellos por fin tendrán su merecido, qué héroes, no los necesito... Ya no los necesito —
— Bakubro, por fin te encontramos — Kirishima, por alguna razón siempre es capaz de buscarlo — Vamos a comer con los chicos, nos están esperando — Terminó de decir alargando la ultima vocal y llevando a rastras ignorando sus protestas —
Una vez en el comedor, se sentó en medio del de cabellera roja y el de mechón de rayo, escuchando atentamente su conversación aun con su cara que parecía decir "fastidio". Llegando al tema de "qué vas a hacer esta tarde" comentado por Shinsou y seguido por las actividades de cada uno, llegando a la parte de Bakugou en donde Jirou se dispuso a decir que "ira a ser un tercero en el noviazgo ajeno" dejando así un silencio incómodo de parte de los otros cinco individuos presentes.
— Me largo — La única frase que soltó durante todo el día, marchándose a paso rápido del lugar— «Ni siquiera me conocen y aun así creen en un chisme unilateral, y se hacen llamar amigos» —
>>Tiempo después, en algún lugar de Japón; 1:09 a.m
La misma villa de siempre, las mismas repugnantes personas, siempre que hacían ese tipo de reuniones, las consideraba como estar en el infierno, o tal vez ese lugar era mejor que aquella ostentosa casa, cuando todas las personas se reunían, incluso los perros y los caballos jugaban con su cuerpo como un juguete para morder, esa era la tortura mas dolorosa para el, pues siempre e le recordaba que no era ni siquiera superior a un animal, quitándole el orgullo que poco a poco se iba encogiendo hasta convertirla en una inferioridad oculta tras la agresividad de su ser.
— Ah, Katsuki se ve tan lindo, su traje de hoy es esplendido ¡Muy elegante para la ocasión! — Una heroína muy poco conocida fue la primera en ver al joven —
— Es hermoso, realmente le hace honor a la celebración de hoy — Habló un hombre de tez morada, quien trabajaba como estilista —
Bakugou vestía un saco blanco que poco a poco se iba degradando hasta llegar al panel frontal donde quedaba completamente de color negro, la chaqueta interior era negra, la corbata era blanca, portaba un reloj de bolsillo inteligente con patrones simples y elegantes, los gemelos de sus mangas eran imitaciones de rock crystal1 en forma de rombo, sus pantalones eran del mismo estilo de la chaqueta, solamente invirtiendo el la posición del blanco y negro.
Si alguien lo viera creería que estaba en una fiesta de cocteles, pues no solo él estaba vestido así, muchos hombres tenían trajes con algunas decoraciones excéntricas o simples, mujeres vistiendo glamorosas, informales o sexys, cocteles de varios y llamativos colores en una mesa larga, comida de todo tipo en otra; vaya, si que les gustaba reunirse a arruinarle la vida a Katsuki; aunque ellos no lo saben, pero esa seria su última noche festejando.
A las dos de la la mañana, un hombre de complexión fuete, de tal vez unos 1.95 de altura y de un excéntrico cabello color oro mesclado con turquesa estaba paraba sobre el escenario instalado 'previamente para la reunión, presentando nuevas maneras de "jugar", nuevos accesorios y otras cosas, también hablando de las "mayores contribuciones" que ciertas personas tuvieron y sus donaciones de dinero para que las cámaras de tortura estén en buen estado, etc. A las dos con treinta, Bakugou subió al escenario, mostrando la "perfección" que todas esas personas habían ayudado a moldear, en el momento en el que el asistente del presentador estaba a punto de poner el nuevo invento en el cuerpo del rubio, el hermoso candelabro cayó para en ese instante, Tomura y sus secuaces entraran en acción.
Algunos estaban amordazados y amarrados, otros colgaban desde los altos pilares, unos estaban en el jardín siendo mordidos por los perros — pues les rociaron carne picada en el cuerpo —; en la piscina estaban otros con cadenas en las piernas y cada veinte segundos un mecanismo los llevaba a a la superficie, para luego repetir el siclo hasta que después de diez rondas pare. En el establo se podía ver como los caballos pisaban fuertemente sus cascos contra los cuerpos en el piso, otro pequeño grupo era jalado de sus cuatro extremidades o siendo arrastrado por un caballo; en otros lugares era lo mismo, personas gritando y suplicando, siendo "infladas", cortadas poco a poco, haciéndoles tragar algodón y costurando su piel lentamente, estirados por turnos en una incomoda cama de metal estando amarrados en sus extremidades mientras hormigas rojas se pasean por sus cuerpos y entrando en estos; todo tipo de cosas que al chico de ojos rubí le han echo, ahora ellos lo experimenta, claro él dando las instrucciones y ayudando a los villanos con las cosas, matando o explotando a unos en el proceso.
Era tan feliz de poder librarse de aquellas ataduras. Feliz de no estar mas encerrado como un pequeño animalito de experimento y feliz de que todo terminó.
Pero aun no se acaba, todavía no va a poder ser feliz...
— Te vez extasiado por todo esto, tus ojos brillan ante tal vista — Shigaraki murmuro tomándolo levemente por el hombro —
— Podré descansar contento y sin ningún peso sabiendo que ya no tengo que venir aquí cada cierto día, es genial, ellos están pagando lo que me hicieron, cada uno de ellos esta en su respectivo método de tortura que me hacían — Contestó mirando todo a su alrededor —
— « Lo siento, no puedo fallar... Sufrirás solo una ultima vez, espero y lo entiendas luego » — Pensó el de complexión delgada acariciando suavemente con sus cuatro dedos el brazo de Katsuki —
°
Juro, JURO, que lo iba a subir hace cinco días, pero un día se fue la luz, en otro cuide a mi sobrinito chechón y en los demás estuve poniendo mas detalla, lo reescribí varias veces al final. Sorry>︿<
Este es el cristal de roca:
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