
1. NEW DAY, NEW LIFE
El reloj avanzaba, y con el paso de los minutos, su preocupación aumentaba, si bien, todo estaba en orden, no podía evitar sentir miedo.
Ya habían pasado dos días y ella... No despertaba.
Nadie le daba señal alguna del estado de su amiga, no sabía si estaba bien, si estaba grave o si jamás iba a abrir los ojos, ni un alma le daba esperanza alguna.
Lo único que le habían dicho con certeza, era que afortunadamente llegaron a tiempo, lograron atenderla y eliminar todo rastro de aquellos medicamentos que ingirió.
Pero algo andaba mal, lo sabía y aún así nadie le decía.
«Estúpido Adrien, de no ser por ti y tus idioteces, ahora no estaría en esta situación.»
Muy en el fondo, tenía la seguridad de que el ex-marido de la menor llamaría en algún momento para saber de ella, al menos por la amistad que tuvieron en el pasado, sin embargo, parecía que ya no le importaba si vivía o moría.
Adrien Agreste se había convertido en un monstruo, como su padre.
Los segundos estaban convirtiéndose en minutos y los minutos en horas, se sentía tan impotente por no poder hacer nada más que esperar a recibir una noticia, esperar a que al fin abriera los ojos.
Esperar, esperar y esperar.
Algo que odiaba hacer con todo su ser.
—Familiares de la señorita Dupain-Cheng.
Al escuchar el apellido de su mejor amiga, no dudó en ponerse de pie.
—¡Yo!— respondió inmediatamente. —¿Cómo está? ¿Desperto?
El médico suspiro, alarmando más a la japonesa.
—No le voy a mentir, su estado fue criticó, pues, a pesar de haber realizado el lavado de estómago con éxito, ingirió demasiados somníferos, por lo que se mantuvo dormida estos días.— explicó. —Afortunadamente se encuentra mejor, lo peor ha pasado y solo queda esperar a que despierte, para ver como reacciona ante el tratamiento que le administramos.
Al escuchar esas palabras, no podía creer todo por lo que la diseñadora tuvo que pasar sola.
«Y pensar que todo esto paso en parte por mi culpa...»
—¿Puedo pasar a verla?
El mayor asintió para luego guiarla al cierto asignado, dejándola a solas con la azabache después de darle las indicaciones correspondientes.
—Hay, Marinette...— murmuró horrorizada al verla tendida en esa cama, tan pálida, tan débil. —Como es que de verte triunfar, hoy debo verte así... Al borde de la muerte...— por cada paso que daba, sentía el nudo en su garganta crecer. —Si tan solo hubiera sido más comprensiva... Nada de esto habría pasado.— se lamentó, tomando la mano de la azabache, para asi acariciar con ternura sus nudillos. —No seas tonta y despierta, tienes muchas cosas que hacer... Además, aún debo darte una paliza por el susto que me hiciste pasar...
En verdad verla tan frágil, la hacía sentir mal, desde que la conoció, ella fue una mujer fuerte, decidida, una mujer que sabía lo que quería sin importar que tan imposible fuera.
Por eso la admiraba.
—¿Q-Qué paso?
Aquella delicada voz llamó su atención, dirigiendo sus gemas a la joven azabache, quién abría lentamente los ojos, fijando sus zafiros en dirección a la esgrimista.
—Kagami...— murmuró. —¿D-Dónde estoy?
La de corta cabellera soltó un pequeño suspiro, no sabiendo como explicarle todo lo que había sucedido.
—Estas en el hospital...— respondió. —Tu... Trataste de matarte, sin embargo, te encontré a tiempo y.... Aquí estamos.
Los azules de la diseñadora no tardaron en tornarse cristalinos, recordando poco a poco todo lo que pasó, sintiendo una gran opresión en su pecho al recordar completamente la razón por la cual trato de quitarse la vida.
Se sentía usada.
—Él nunca me amo...— sollozo. —Sólo me utilizó para ganar fama y prestigio para su empresa... Nunca signifique nada para él, por eso buscó en Lila lo que yo no le pude dar, buscó hacer realidad todas aquellas ilusiones que conmigo no logró... Porque no sirvo ni para darle un hijo... ¿Sabes lo que es eso?— preguntó comenzando a alterarse. —¿Sabes lo que es vivir acomplejada por no poder formar una familia con el hombre que amas?
—Mari...
—Yo quería contarte todo esto, quería buscar consuelo en ti, una de mis mejores amigas, la que mejor me comprende, además de Alya.— aclaró. —Pero no hiciste más que hecharme en cara el error que cometí al casarme con ese idiota.— reclamó.
La japonesa bajo la mirada, debía haberse esperado que le reclamará, se lo tenía bien merecido.
—En verdad lo siento, Marinette, eres mi mejor amiga y se que fue mi error regañarte en lugar de escucharte y permitir que te desahogaras, esto es mi culpa...— confeso a la vez que lágrimas descendían por sus mejillas. —Soy una idiota porque de no haber sido por lo que hablamos, tu no habrías reaccionado así y jamás hubieras atentado contra tu vida, espero y puedas perdonarme algún día.
La azabache se incorporó un poco, tomando de regreso la mano de su amiga, ganándose una mirada sorprendida por su parte.
—Es que yo siempre voy a perdonarte hagas lo que hagas, esto no fue tu culpa, la que trato de matarse fui yo, la que se casó a la primera palabra bonita fui yo, la tonta que creyó en sus palabras fui yo, la decisión de querer quitarme la vida fue solamente mía... Porque ya no soportaba seguir así, podré tener todo lo que soñe, ser la diseñadora que siempre quise y trabajar mano a mano con el diseñador que tanto admire durante mi juventud, y se convirtió en mi suegro...— confesó. —Sin embargo... Me sentía vacia, Adrien parecía muy seguro con lo que me dijo, nadie sería capaz de amar a alguien como yo...
«Voy a matarte, Agreste, eres un hijo de...»
—Ya, no importa, estas aquí, me salvaste y ahora me escuchaste... Incluso lloraste conmigo, en verdad te lo agradezco, Kagami, sin ti ligeramente no estaría aquí.
La esgrimista acarició una de sus mejillas con suma ternura, sonriendole en un intento de animarla.
—Si importa.— le corrigió. —Tú me importas y por eso te juro que jamás volveré a juzgarte, errores como este todos podemos cometerlos.— explicó. —Mari... A partir de ahora tu y yo saldremos juntas adelante, nunca volverás a sentirte sola, te lo juro.
La joven sonrió débilmente, asintiendo aún con lágrimas en los ojos.
—Juntas lo podremos todo.— confirmó.
Ese sería el inicio de su nuevo día, su nueva vida.
•••
¡Hey!
¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendo el primer capítulo de esta bonita historia 👀 y como pudieron leer, nuestra diseñadora sobrevivió, pero la esgrimista no logró escapar de esa regañiza uwu
¿Cómo será su convivencia después de este juramento? ¿Será que todo mejorara?
Esperemos que si :³
En fin, sin más que decir, yo me retiro, cualquier cosita saben que pueden dejarla en los comentarios, andare leyendolos y aclarando sus dudas ;³
¡Nos andaremos leyendo en otra realidad virtual!
Bais~♡
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