Pesadilla; despertar.

El barco se balanceaba de un lado a otro, el mar agitado advertía una tormenta, las nubes lloraban desconsoladas y un pequeño cuerpo caía pesadamente a las aguas turbulenras, el grito se vio sofocado por los alaridos del viento, los ojos rojos del muchacho estaban empañados de lágrimas que se camuflaban en la lluvia, intentando en vano lanzarse al mar, algo o alguien le impedía su cometido, era como si el destino no quisiera que rescatara al pobre niño que hace mucho se había hundido en las profundidades marinas.

Despierta, cariño.

La voz ronca sonó como un coro de ángeles, el turbulento mar se calmó, la lluvia cesó y el pequeño cuerpo que antes intentaba salvar se encontraba en una preciosa isla mientras sonreía feliz, el barco dejó de tambalearse y despertó.

[...]

Confundido, aterrado y alterado, así se encontraba el chico de cabellos rojos cuando despertó de golpe después de sentir una asfixiante sensación del sueño que parecía tan real que daba miedo; miró a su izquierda y se encontró al pequeño todavía durmiendo, lentamente giró su cabeza hacía la derecha y se encontró con aquel sujeto que no había visto en días: Dabi.

Aquel hombre abrazaba su cintura y lo miraba sin la sonrisa socorrona de siempre, los ojos azules reflejaban amor y mimo que ni el mismo Dabi conocía, pero Katsuki lo vio; su corazón burbujeo, empezó a sentirse con fiebre y lo único que pudo hacer fue desviar la mirada y sentarse lentamente.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó entre bostezos contenidos —

— Vine a verte, por supuesto. Además... Tu amiguito verde te busca junto con el rojito, brillitos y... sea lo que sea el otro — Respondió como si nada mirando la pared — Están cerca, muy cerca de este pueblo, será mejor que te mudes, ¡Únete a la liga, eso es mejor! — Dijo emocionado ante la idea —

— No — La respuesta fue inmediata, tal vez si no hubiera rescatado a Nozaki lo consideraría, pero con él ahora no podía arriesgarse —

Dabi lo miró molesto, sabía que esa sería su respuesta, pero aun así le dolió ese rechazo. El de ojos — ahora — púrpura suspiró y tomó las callosas manos contrarias, no entendía el por qué la mirada tormentosa de aquel de cabellera negra lograba hacerlo vulnerable, pero no le desagradaba dicha sensación, aunque admitía que era peligroso.

— Sabes el por qué de mi decisión — Afirmó Katsuki, soltando las manos y yendo a la cocina — Cuando todos me olviden... realmente sería feliz con una familia, lejos de todos lo que me conocían, de quienes me hicieron daño y de los que me traicionaron — Habló en voz alta antes de salir de de la habitación —

Dabi resopló, sus sentimientos y mente estaban en una guerra que claramente el primero estaba ganando sin que lo supiera, pero al igual que el de melena roja, no le disgustaba.

Nozaki dormía plácidamente, ignorando que gracias a la firme decisión de Katsuki su final no fue trágico.

[...]

¡Hola! ¿cómo han estado?
¿Alguna idea para el siguiente capítulo?
¿Quisieran que Kacchan se reencuentre con alguien? De ser así, ¿quién? Los 2 nombres que tengan más corazoncitos gana~.