13
Un pálido alfa se encontraba mirando desde las gradas del pequeño coliseo privado del castillo, el entrenamiento de los guardias reales, interesado en el tema.
A ese alfa de cabellos negros le gustaba la soledad, mirar de lejos, la calma.
La práctica de espada le parecía interesante, su padre alfa fue guerrero y ese interés fue heredado, aunque no tenía opciones por ser un simple consorte.
Era demasiado temprano y se suponía que tenía prohibido la salida del Harem a esa hora de la mañana, reglas del Harem.
Solo se levantó con el mismo silencio con el que llegó, se marchó.
Pasando por los patios reales, podía ver a la servidumbre moverse de un lado a otro con labores.
El alfa se detuvo en los pasillos de palacio, su nariz, captando el aroma inconfundible del omega emperador.
Suave y atrayente, apretando los dientes, trato de calmar la locura de su lobo que correteaba cada vez que ese aroma a miel llegaba a su sistema.
Quiso retirarse, pero terminó por estar frente a la habitación real, donde dos alfas más grandes que el pálido custodiaban el paso.
ㅡ Que busca.
El alfa interior de Min nada más gruñó amenazando, pero Min se mantuvo sereno. ㅡ ¿podría ver al emperador?
ㅡ Nadie puede ingresar a los aposentos de su alteza imperial a menos que fuera llamado por él.
ㅡ Entiendo.
Min estaba a nada de retirarse molesto cuando la puerta se abrió, mostrando al secretario del emperador.
Ese alfa que siempre cargaba el olor del emperador encima y hacía enojar a los consortes de su alteza.
Min lo miró sutilmente enojado y Taehyung lo miraba confuso. ㅡ ¿Qué hace aquí a esta hora del día Sir Min?
ㅡ No, solamente quería saber el estado de su alteza. ㅡ cuando quiso gruñir tuvo que morderse la lengua, había visto las marcas que tenía el alfa contrario que tenía en su mejilla, tenía preguntas.
ㅡ Su alteza está tomando su desayuno ahora mismo, puede pasar si este da el permiso.
Min no alcanzo a decir nada cuando Taehyung volvió a dentro de la habitación, solo se quedó allí parado mirando la madera de la puerta mientras pensaba en cómo diablos había acabado en ese lugar.
Cuando estaba a nada de retirarse, Taehyung volvió a abrir la puerta y se colocó a un lado dando la invitación. ㅡ Su alteza lo espera.
Era imprudente, pero al final ingresó, el omega pelirrojo estaba sentado en uno de las sillas del espacioso paraje, comía tranquilo, lo que parecía ser pescado y verduras, demasiado elegante y vistiendo de ropas simples.
Podía verse el vendaje que le llegaba hasta el cuello como si se hubiera lastimado aún más.
Los cabellos rojo escarlata estaban peinados perfectamente, se podría decir que siempre estaba listo para algo.
El alfa hizo una reverencia. ㅡ Buenos días, su alteza imperial, lamento molestarlo a esta hora de la mañana.
Min no sabía por qué siempre sentía ese sentimiento de dejarse mangonear como un trapo sucio y viejo por el omega, tal vez si ese omega pelirrojo le dijera que se cortara la lengua lo haría sin pensarlo y eso también molestaba al alfa.
ㅡ Las reglas del Harem son claras, ¿podría decirme que hace fuera de sus aposentos?
Ni había volteado a mirar al alfa, Taehyung se había puesto a un lado del omega sirviéndole en lo que pidiera. ㅡ Fui a ver las prácticas de sus guardias, lamento desobedecer de esta manera. ㅡ Min mordió la mejilla por dentro, solo soltó la lengua como si fuera todo un bocazas, el omega le había preguntado y él respondía en automático. ㅡ pido su perdón alteza.
ㅡ Debería preguntar antes salir. ㅡ Min murmuro un audible "perdón" Jimin lo miró levemente para observar la vestimenta del alfa. Realmente presentable, suspiro y con su mano le invitó a sentarse frente a él. ㅡ Kim, puede mandar a pedir la comida de mi consorte.
ㅡ Está bien su alteza.
Kim desapareció casi de inmediato, Yoon ya sentado frente al emperador, se mantenía callado preguntándose internamente por qué diablos se ponía así frente a ese omega, en especial cuando a los otros les gruñía para alejarlos sin importar su posición.
Jimin lo observó con detenimiento, parecía que quería detectar alguna señal de mentira en el omega, pero al final sus ojos miel no descubrieron nada. Min tomó valor y habló.
ㅡ ¿Cómo se encuentra su majestad?
ㅡ bien, una pequeña herida no va a matarme. ㅡ Min quiso bufar al recordar lo agresivo que se había puesto el omega hace 2 días cuando despertó. ㅡ así que a mi alfa le gusta el entrenamiento con espada.
Min había tomado la tetera para colocar algo de té en la taza del omega y este aceptó la muestra de cordialidad. ㅡ ¿podría mentirle? ㅡ otra vez el alfa quiso golpearse por ser tan sincero.
ㅡ No.
ㅡ Mi padre era guerrero y simplemente me gusta. ㅡ confesó derrotado por su sinceridad inexplicable.
ㅡ Desde mañana puede practicar con los soldados, pero no quiero una marca de corte sobre ti. ㅡ Min lo miro interrogante, el omega bebía su té de manzana con mucha tranquilidad, siempre con la misma expresión facial. ㅡ deje de mirarme de esa forma, usted es mi alfa, su naturaleza no les permite estar solo en un lugar y verse bonitos a la vista. Pero aunque estoy concediendo mi permiso para su participación en los entrenamientos de mis hombres, espero no verle con alguna marca a más de sus manos ásperas.
ㅡ Si, su alteza imperial.
Kim había vuelto a ingresar a la habitación con una beta, la cual traía dos platos de comida, los cuales eran dirigidos al alfa. Tenían una dieta estricta para los consortes, incluso para el mismo emperador.
Ambos hombres comieron sin decir nada, Min seguía confundido por su comportamiento sumiso y Jimin estaba pensando en las pilas de documentos que tendría que revisar cuando pudiera volver a su oficina.
Lejos de eso, Taehyung solo miraba los ventanales sin expresión alguna, todo sereno, sin importar si era la tercera rueda en la habitación, solo tenía que estar allí y ser invisible hasta que el emperador le pida algo.
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