
-漫~'¨¯¨'·舞~6; hαвlєmσs...
Si me lo hubieses dicho desde un inicio
Lo hubiese entendido
Hubiera sabido que ya no me amabas
Pero... no de esta manera
Lunes
— ¡Me gustas! ¡Por favor, dame una oportunidad!
Renuncie a mi orgullo ese día. Tú y yo nos conocíamos desde niños, éramos sumamente cercanos, tal vez no al nivel que tenías con tu hermano, pero aún así
Eramos sumamente cercanos
Claramente, al crecer y madurar me di cuenta que mis sentimientos por ti, eran más que un simple «Somos mejores amigos» como estábamos acostumbrados a tratarnos. Por eso lo hice, tomé el valor y te declare mis sentimientos por ti
— Natsuhiko, yo...
No, por favor, no dejes las palabras a medio decir, porque más nervios me das. Tu rostro tenía ese leve color rojizo, no se si mis palabras te hicieron sonrojar o si estas sumamente avergonzado del que un idiota como yo se te haya declarado, tal vez ambas
— Tu también... me gustas
Con esas palabras
Cerraste mi próxima condena
Martes
Siempre que podíamos, nos la pasábamos juntos pues, con el estudio y mi trabajo a tiempo parcial, el día no es lo suficientemente largo como para estar juntos y la noche es para descansar y hacer deberes escolares. Por eso, habías creado un sistema en el cual pudiésemos pasar más tiempo juntos sin olvidarnos de nuestras responsabilidades
— Cada fin de semana, yo me iré a quedar a tu departamento y al otro fin de semana tu vendrás a quedarte a mi casa, después de todo no debes trabajar ni el sábado ni el domingo ¿Cierto?
— ¡Tienes razón! ¡Hagámoslo!
— ¡Es una promesa entonces!
Una promesa... un contrato sin escribir que se cumple únicamente en quienes lo aprueban
Por lo que no vale nada ¿Verdad?
Miércoles
Nuestros planes fueron mejor de lo pensado, aunque a tu hermano no le terminaba de agradar, o así lo veía yo, ya que siempre estaba de muy mal humor cuando llegaba a tu casa
Y eso que yo dormía en la sala y ustedes dos en su habitación compartida
Una de esas noches, no podía dormir, me dolía la cabeza, eso me pasa por creer que puedo hacer una voltereta y aterrizar sin usar las manos. Sin embargo, eso me dejó ver a Amane-kun llegar a la cocina por un vaso de agua, creí que solo iba a ignorar mi existencia como siempre lo a hecho y se iría a dormir, pero, al verme despierto
— ¿Quieres agua?
Me ofreció algo para beber, a lo que no negué esas extraña amabilidad suya
Jueves
Ahora, luego de tres meses de relación contigo, puedo asegurar que son los mejores de mi vida amorosa. Eres sumamente atento conmigo pese a que no nos vemos tanto además ya no me llevo tan mal con Amane-kun, pero no sé si debo considerarlo una amistad como tal todavía
Cuando salía del trabajo mi jefe me llamó, dijo que alguien vino a verte, pero no eras tu
Sino tu gemelo
— ¿Tienes un momento?
No sabía que estaba haciendo ahí, pero, de igual modo nos fuimos juntos. El camino era silencio y, antes de ir a tu casa él me pidió pasear por el parque un rato, no me negué, solo se me hizo raro
— Veo que amas mucho a Tsukasa ¿Verdad?
— ¿Eh...? ¡Ah! ¡Si! Lo amo mucho
— Entiendo...
El silencio se extendió por varios minutos que para mí eran eternos, hasta que él de nueva cuenta habló
— Deberías tener cuidado con él...
— ¿C-Cuidado?
— Si, cuidado. Tsukasa es... de quienes roba lo que más te importa sin sentir el más mínimo de los remordimientos
No comprendí sus palabras a decir verdad
En ese momento, no las entendí
Viernes
— ¡¿Qué demonios pretendías saliendo a caminar con Amane, eh?!
— ¡E-Es un malentendido! ¡Él llego a mi trabajo esa tarde y-...!
— ¡Oh! ¡Así que hasta va a tu trabajo a visitarte! ¡¿Qué?! ¡¿Acaso él te gusta?! ¡¿Es eso, verdad?!
— ¡¿D-De qué diablos estás hablando?!
No sabía que hacer ante esto, no sé ni siquiera el como te enteraste de eso, pero, de ser honestos ¿Qué tenía de malo?
¡Estaba hablando con tu hermano en un parque público! ¡¿Es eso malo?!
No pude hablar contigo, tus gritos me ponían nerviosos y por eso gritaba también
Te fuiste de mi apartamento sumamente molesto. Eso fue el inicio de todo
Sábado
Un mes paso, en el que no hablamos, o mejor dicho, no me hablabas. No contestabas mis llamadas ni mensajes y en la academia me seguías ignorando sin parar
Se que estas molesto, pero se que podemos resolverlo si hablamos, con calma esta vez
Sin embargo, nada funciona, no tengo ningún contacto contigo. Todo por una nada
Domingo
Hoy decidí ir a tu casa para por fin hablar, no me podía quedar más tiempo sentado haciendo nada por salvar mi noviazgo, estaba por tocar la puerta, pero alguien habló antes
— No te recomiendo hacer eso
Antes esa voz, fruncí el ceño, era Amane-kun que también estaba recién llegado a tu hogar
— ¡Nada de esto hubiese pasado si ese día no me hubieras ido a buscar!
Le reclame con molestia, realmente odio decir cosas así, pero el impulso fue más grande. Él no me contestó solo me hizo un ademán para que lo volviese a seguir, al jardín trasero de la casa, dude, pero, como un idiota lo hice de nueva cuenta
Abrió la puerta trasera, que da hacia la cocina, estaba por preguntar el que demonios hacíamos ahí, pero, él se me adelanto
— Hay algo que debe ver...
Susurro mientras me dejaba el paso libre hacia la puerta que da hacia la sala, en donde... estabas tu
Dormido, desnudo y abrazado a mi compañero de trabajo; Aoi Akane
— Siento... no habértelo dicho antes por cubrirle la espalda a ese imbécil
— ¿Desde... cuándo...?
— Desde hace dos meses
Sentía un sin fin de emociones; rabia, tristeza, impotencia, dolor...
Quería gritarte a ti a ese estúpido, golpearlos a ambos, pero... manteniendo lo poco que me vuelve humano, solo me di la vuelta para salir por la puerta trasera justo como entre
— ¿No le vas a reclamar?
— No... solo voy a cortarlo mañana
— Es lo mejor... de nuevo, lo siento mucho
— No te disculpes... es más, te doy las gracias
— Gracias... ¿Por qué?
— Por abrirme los ojos...
Solo fui tu Hazme Reír ¿No es verdad?
Pero, esta bien. Espero que a él
No le guardes secretos como estos y le hables con honestidad, como a mi nunca me hablaste
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