Jungkook contemplaba el rostro tranquilo de Jimin, después de haber estado hablando durante mucho rato se había quedado dormido. Se veía tan lindo, parecía un ángel mandado a la tierra a darle vida.

Respondiendo a sus instintos más que a la razón, acercó su cuerpo al de Jimin, inclinó la cabeza y dejó un suave beso en su frente, el Omega se removió un poco pero no se despertó.

—Me gustaría decirte que está será la última vez que sufras por culpa de Min, pero esto es poco en comparación con lo que viene —dijo Jungkook mientras lo tapaba con una manta y se ponía de pie.

—Ojala y seas más fuerte de lo que parece y puedas soportar la traición precioso.

Después salió de la casa, sacó su teléfono tenía cinco llamadas de Taehyung y muchos mensajes, eran más de las doce de la noche, sabía que el Omega estaría furioso.

Y en efecto apenas entró al departamento un ola de gritos e interrogantes lo bombardearon.

—¿Dónde carajos estabas Jungkook? ¿Por qué demonios no contestabas el maldito teléfono? ¿Con quién estabas?

—Te calmas, estaba ocupado.

Taehyung se acercó a él y lo olfateó.

—Hueles a Omega —de inmediato sus ojos se aguaron, su expresión pasó de furiosa a triste —estabas con un Omega.

Antes Jungkook se hubiera sentido terrible por causar que Taehyung llorara, pero ahora sus lágrimas solo le daban risa, ahora comprendía que eran solo una forma de manipulación.

—Sí, y no solo con un Omega, había betas y alfas también. Deja de ser exagerado, estaba en una reunión con amigos, es obvio que voy a oler diferente.

Taehyung estaba demasiado sorprendido, Jungkook tenía mucho comportándose diferente con él, antes lo había dejado pasar, pero su actitud ya no era normal. Hasta durante su celo lo noto diferente, y después se dió cuenta de que el celo de Jungkook no había llegado junto con el suyo como siempre.

Había dejado de ser cariñoso, no le decía amor, bebé y todos aquellos motes cariñosos con los que siempre le hablaba y sobre todo tenía mucho sin decirle que lo amaba.

—Kook, ¿Me estás engañando? — preguntó de forma lastimera.

Jungkook no sabía si reír o llorar, no podía creer el cinismo de Taehyung, se tuvo que morder la lengua para no gritarle que él no era un maldito traidor como él.

—No digas estupideces, sabes qué clase de hombre y alfa soy, jamás te engañaría.

—Entonces ¿por qué estás tan distante conmigo? O es que ¿Ya no me amas?

—Claro que te amo Tae —eso era verdad, por mucho que le doliera admitirlo, aun lo amaba y eso era lo que más coraje le daba.

Pero ni todo el amor que sentía por él, era suficiente para perdonar su traición, su falta de escrúpulos para jurar amarlo mientras se revolcaba con otro hombre, lo amaba era cierto, pero jamás lo perdonaría.

Jimin despertó en una posición incómoda, se había quedado dormido en el sofá de la sala mientras hablaba con Jungkook. Ya se sentía mejor, Jungkook le hizo ver qué Yoongi se había puesto celoso y que por eso había actuado así, pero que lo más seguro es que después se hubiera arrepentido.

—Si tan solo Yoongi supiera que del alfa del que se puso celoso lo ayudó —pensó Jimin en voz alta antes de dirigirse a su cuarto para darse una ducha e irse a trabajar.

Media hora después ya estaba en su consultorio, entre pacientes mira el teléfono esperando una llamada de su prometido, había tenido la esperanza de que le llamara para pedirle disculpas y arreglar las cosas, pero conforme pasaba el día su tristeza crecía.

A medio día ya había perdido las ilusiones, lo más seguro es que Yoongi esperará que él le pidiera disculpas por su comportamiento, su lobo se sentía triste por no tener noticias de su alfa.

Mientras Yoongi en su oficina seguía enojado y frustrado, sabía que había hecho mal al tratar a Jimin cómo lo hizo, pero no quería aceptar que la culpa de lo que él hacía le hacía pensar que el Omega sería capaz de hacer lo mismo que él.

Una vez más se prometió dejar de ver a Taehyung, volvería a ser el alfa del que Jimin se enamoró, decidido tomó su teléfono y borró el número del Omega, ingenuamente pensó que eso solucionaría las cosas, después de eso tomó sus cosas y fue a buscar un regalo para Jimin y pedirle perdón.

Cuando llegó al consultorio de Jimin llevaba un ramo de rosas y unos chocolates que eran los favoritos del Omega, en cuanto entró la asistente de Jimin lo recibió con una sonrisa.

—Hola Lisa, ¿está ocupado? — preguntó señalando al consultorio.

—No, su último paciente se acaba de ir, y que bueno que llegas, toda la mañana ha estado muy triste.

Una punzada de culpa atravesó el corazón del alfa, le sonrió a la beta y caminó hasta la puerta del consultorio, la abrió y lo primero que vio fue a su precioso novio con la expresión más triste que recordaba haberle visto mientras veía su teléfono.

—¿Que te hizo el teléfono para que lo veas así? ¿Le pegó por ponerte triste? — habló tratando de sonar gracioso, Jimin levantó su rostro para mirarlo a los ojos —mi amor, perdóname por favor, me comporte como un idiota, tu no mereces que te dijera todas esas cosas, yo no pienso eso, pero es que verte cerca de otro alfa me lleno de celos, me da miedo perderte.

Jimin seguía viéndolo sin decir nada, Yoongi caminó hacia él y le extendió las flores que llevaba.

—Se que esto no compensa lo que pasó anoche, pero si espero que te ayude a ver lo arrepentido que me siento. Me perdonas por favor.

Jimin sonrió levemente y se puso de pie, tomó las flores y después de olerlas las dejó en el escritorio.

—Te perdone desde el momento en que entraste por esa puerta. Te amo Min Yoongi.

Y dicho eso se abrazó al alfa, que lo tomó por la cintura para pegarlo más a él, con su mano levantó el mentón de Jimin, y busco sus labios con los suyos, uniendolos en su suave beso.

Las manos de Jimin rodeaban su cuello, el beso cambió de intensidad y se hizo más profundo, Yoongi acariciaba las caderas del Omega, que se deshacía entre sus brazos, mientras suaves gemidos se escapaban de su boca.

—Eres tan perfecto mi amor, que no te mereces a un alfa idiota como yo —le dijo Yoongi después de terminar el beso.

—No digas eso, entiendo que estuvieras celoso, pero recuerda que yo solo te amo a ti, para mí no existe ningún otro alfa más que tú. Solo te pido que no vuelvas a intentar imponerte sobre mí, mi lobo se sintió terriblemente mal por eso.

—Te lo prometo mi amor, te juro que jamás volveré a hacer algo que te lastime.

Lo que Jimin ignoraba era que ese juramento, era dicho por el engaño del que era objeto y no por la discusión de la noche anterior.

—Ven vamos a comer, Lisa me dijo que ya no tienes pacientes y quiero que pasemos la tarde juntos, ya cancele toda mi agenda de trabajo.

—Sí, vamos.

Alfa y Omega salieron de la mano, con la promesa de pasar una linda tarde juntos. Yoongi tenía la firme creencia de que ya haría las cosas bien, de que no volvería a engañar a Jimin y que su aventura con Taehyung era cosa del pasado.

Pero mientras comían, una noticia llegó a los oídos de los dos, causando una nueva oleada de celos por su parte, mandando al carajo todas sus promesas y juramentos.

Jimin escuchaba con atención a las dos chicas que conversaban en la mesa a lado de la suya.

—Sí, salió hoy en las noticias y en twitter ya son tendencia. Quién lo iba a decir; el modelo más cotizado de Gucci con el guapísimo e inalcanzable Jeon Jungkook.

—Pues para mí Kim Taehyung no hace buena pareja con él. No sé, pero ese Omega me parece demasiado poca cosa para Jeon Jungkook.

Jimin sabía quién era Kim Taehyung, había visto muchas revistas con su cara y sabía que era un modelo muy popular, y por lo que había visto era muy guapo, y si era verdad que era pareja de Jungkook, en su opinión se veían bien juntos.

Yoongi sentía la furia crecer en su interior, con cada palabra que salía de la boca de esas chismosas, tendría que hablar con Taehyung al respecto, ellos nunca habían hablado de sus respectivas parejas, pero tenía que saber si era verdad que su novio era Jeon, su eterno rival.

Jungkook se había visto bombardeado de notificaciones en Twitter, de alguna manera su relación con Taehyung se había hecho de dominio público, durante los últimos tres años, desde que comenzaron a vivir juntos él había querido hacerlo, pero Taehyung se había negado, alegando que eso afectaría a su carrera, ahora pensaba que tal vez era para poder hacer lo que quisiera sin la atadura de una relación pública.

Los comentarios eran diversos. Desde los que se alegraban, hasta los que decían que no hacían buena pareja, unos decían que Jungkook era muy poca cosa para un modelo de la talla de Taehyung y otros decían que el Omega solo se estaba colgando del dinero de los Jeon.

Jungkook se frotó las sienes con frustración, su teléfono sonó, era Taehyung.

—Kook, mi amor, necesito ayuda, hay muchos reporteros fuera del departamento, no sé cómo se enteraron pero no puedo salir, mi agente no quiere que diga nada y no se que hacer.

La voz del Omega se oía angustiada y por mucho que lo odiara tenía que ayudarlo.

—Voy para allá, no salgas del departamento.

Cuando llegó al edificio donde vivía, vio la cantidad de reporteros que deseaban la primicia de la confirmación de su relación, no sabía cómo se habían enterado, pero lo iba a averiguar.

Entró a su departamento por el estacionamiento subterráneo, y por la parte de atrás, para que nadie se percatara de su llegada, en cuanto entró a su casa, fue rodeado por los delgados brazos de Taehyung.

—Kook, que bueno que llegaste, ¿que vamos a hacer? Afuera es un circo, todos los medios de chismes de Corea están esperando que digamos algo.

—Pues se van a quedar con las ganas, voy a hablar con tu agente para que emitan un comunicado desmintiendo los rumores y por mi parte también daré una declaración, diciendo que es mentira.

La cara de Taehyung era de incredulidad total, no sé esperaba que Jungkook quisiera negar los rumores, él había esperado que confirmara su relación. Eso era lo que había pensado que pasaría cuando mandó esa información a Dispach, las cosas no estaban saliendo como él quería.

—Pero mi amor, ¿no crees que sería bueno decir la verdad? De cualquier forma en algún momento se van a dar cuenta de que es cierto y qué mejor que hacerlo ahora, ¿no era eso lo que habías querido?

Y con eso Jungkook se dió cuenta de lo que pasaba, Taehyung era quien había hecho que todos se enteraran, y todo por el ataque de celos que tuvo la noche anterior, esa era su forma de marcarlo como suyo.

—Sí, eso quería, pero no ahora, tengo una importante campaña de beneficencia en puerta y no quiero que eso se vea empañado con escándalos, así que se va a hacer lo que dije.

—Pues no, yo no pienso decir nada, si tú no quieres que lo nuestro se sepa pues bien, pero yo no voy a negar nada, y que la gente piense lo que quiera.

—Muy bien, entonces los dos permanecemos en silencio y asunto arreglado, cuando vean que no decimos nada, se olvidarán del asunto.

Taehyung estaba furioso, Jungkook no le estaba dejando las cosas fáciles, pero por otro lado cualquier Omega que hubiera estado pensando en Jungkook cómo su posible alfa, lo pensaría dos veces, él era suyo y de nadie más.

Mientras el alfa, pensaba que así estaban mejor las cosas, así cuando se descubriera la verdad, el único que saldría mal parado de todo esto sería Taehyung y Min Yoongi por supuesto.