⟦13⟧
JungKook abrió sus ojos con lentitud, estaba aturdido y un poco adolorido.
Cuando se pudo reincorporar en la cama, notó que estaba solo y frunció su ceño.
Se estaba preguntado qué hacía vivo si lo último que sintió fue como la vida se le era arrebatada lenta y tortuosamente.
Porque lo recordaba todo, hasta ese momento en donde dejó de ver, sentir y escuchar.
Con cuidado, se colocó de pie y, aún en pijamas y descalzo, comenzó a caminar hasta salir de su habitación.
No vió a nadie, y le llamó mucho la atención ver cómo los cristales alumbraban nuevamente con un brillo, quizás un poco apagado en comparación al pasado, todo el pasillo.
Incluso se asomó por la ventana y confirmó que todo su pueblo estaba iluminado de nueva cuenta.
Sonrió aliviado al saber que todo se hallaba en orden, pero así de rápido como sonrió, frunció su entrecejo.
¿Todo había sido un sueño?, se preguntó a sí mismo.
Comenzó a examinar su cuerpo y notó que no había ni una sola señal de heridas en su cuerpo, más un ligero dolor lo cubría de pies a cabeza.
Aún más confundido, caminó hasta que llegó a las puertas cerradas que daban entrada al salón del trono.
-Debes decirnos de una vez lo que ocurrió con JungKook, NamJoon-la voz de SooRa se escuchaba suplicante.
¿No fue un sueño?
Y preguntándose aquello, el joven rey hizo su entrada al salón.
Todos se le quedaron viendo, pasmados, no sólo por su presencia en el salón, sino también por su físico.
Lucía impecable.
-¡Papá!
Los quince infantes fueron los primeros en correr a su encuentro y casi que caen todos al suelo.
JungKook rió al sentirse de vuelta a la vida, siendo rodeado por pequeños (comparados a los suyos) brazos.
Su vista se alzó hasta SooRa, quien le miraba con una discreta sonrisa.
Y nuevamente se conformaba con algo tan poco y simple como lo era aquella sonrisa.
-Me alegra volver a verlos, pero necesito una explicación acerca de todo lo que ha ocurrido-murmuró con ronca voz.
NamJoon le indicó que se sentara en el trono, lo mismo hizo con la reina y ambos gobernantes obedecieron, dispuestos a escuchar y salir de las dudas de una vez por todas.
-JungKook estaba siendo corrompido, consumido por los poderes del cristal que tenía-soltó de una buena vez. Ya tenía confianza con los reyes y JungKook y SooRa eran sus amigos así que los podía llamar de esa manera.
-Explícate, Nam-pidió JungKook.
-Al sentir tantas emociones negativas, el cristal que tenías las absorbió y comenzó a controlarte-explicó.
-Pueden alumbrar y bendecir cuando la persona que lo hace tiene buenas intenciones y sentimientos-citó JaeBum.
-Si no ocurre así, además de consumir el alma y cuerpo de la persona, lo lleva a hacer cosas, no sólo en contra de su voluntad, sino también crueles en el peor de los casos-concluyó SunYeon.
-¡Exacto!-aplaudió NamJoon-¡Qué buenos discípulos!
-Eso quiere decir que...
-No era él mismo cuando decidió envenenar a SeokJin. De hecho, y por lo que dijo, no fue consciente de sus actos hasta que el antiguo rey estaba casi muerto-habló NamJoon, interrumpiendo a SooRa-. Los poderes del cristal poco a poco te iban consumiendo, amigo-se dirigió a JungKook-. Pero un día fue suficiente como para que te recuperaras plenamente. He de admitir que pasar tanto tiempo entre libros dió sus frutos-sonrió orgulloso.
-Entonces...papá no es un asesino-murmuró SunHee, cabizbaja.
-No, nunca lo fue-agregó SunMi.
-Sí lo fue-habló SooRa, levantándose de su asiento-. Si él no hubiese sido tan envidioso y egoísta, nada de esto hubiera pasado-escupió con enojo.
De a poco, la luz que iluminaba al reino fue bajando su nivel de brillo.
SooRa estaba furiosa, y lo hizo saber cuando salió del salón del trono con fuertes pasos y grandes zancadas.
-No te preocupes por ella, papá-BeomGyu llegó a su lado y sobó su cabeza-. Así como nosotros entendimos y te pedimos perdón, ella también lo hará-sonrió de lado.
Y por primera vez en mucho tiempo, JungKook dejó a SooRa de lado y se concentró en sus hijos, en pedirles perdón por todo lo que habían tenido que vivir por su causa, en sonreír con contentura por estar rodeado de bellos ángeles como ellos.
-SooRa está siendo cruel-murmuró SunMi.
-JungKook nunca quiso que esto sucediera. Que las cosas se dieran así fue pura coincidencia-agrega NamJoon.
-Debo hablar con ella. Debo convencerla-afirmó la joven.
¡Ah! Pero aquello sería un poco más difícil hacerlo que decirlo
Al parecer, al pueblo de Skygall le tocaba pasar una temporada más con poca iluminación.
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