Poco más de dos meses habían pasado, y NamJoon y SunMi no se habían tomado el tiempo de aclararse.

Más de una vez se dijeron lo mucho que se extrañaban y lo mucho que aún se seguían amando.

Sin embargo, estaban tan centrados en su misión de ayudar a la corona, que por unos momentos se olvidaron de sí mismos.

Pero ya se dijo: por unos momentos.

Porque NamJoon estaba llamando a la puerta de la casa perteneciente a SunMi y siendo recibido por esta luego de un par de segundos.

-Joonie-sonrió la muchacha.

-Debemos hablar ¿no crees, Sunie?-le devolvió la sonrisa.

La chica asintió y lo hizo pasar.

Casi a la par, se sentaron en el sofá de mimbre de la sala, uno frente a otro.

-¿Qué es lo que nos está pasando?-rió NamJoon.

-Es cierto-lo imitó ella-. Parecemos los adolescentes de hace seis años.

Y de nuevo se quedaron en silencio, mirándose mutuamente.

-HoSeok siempre supo de tí-contó SunMi-. Le hablé de tí, le dije lo mucho que significabas para mí, y él lo aceptó. Recuerdo que cada vez que se ponía mal debido a su enfermedad, me decía que te buscara y que, si algún día regresabas y, por supuesto, él ya no estaba, me lanzara a tí como si mi vida dependiese de ello-soltó una discreta risilla.

-No había un sólo día en que no te pensara, pero intenté seguir con mi vida por nuestra promesa-agregó el chico, jugueteando con sus manos.

-Si lo pensamos de manera lógica, nos damos cuenta de que vamos...algo rápido-hizo una mueca de insuficiencia-. Pero en el corazón no existen la lógica ni el raciocinio, así que...yo estoy dispuesta a lanzarme.

Se colocó de pie y extendió su mano a NamJoon.

-¿Qué dices?¿Me acompañas?

El chico sonrió, dejando a la vista aquellos tiernos hoyuelos y aceptó la mano de SunMi, poniéndose de pie de igual forma frente a ella.

-Contigo voy a dónde sea y cuándo sea, SunMi.

¿Y para qué esperar tanto?

En menos de un segundo ya se estaban comiendo la boca con deseo y amor.

Porque eso era lo que sentían: Amor.

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SooRa y JungKook, así como también sus hijos, se habían encariñado muy rápido con SunMi y NamJoon.

¿Cómo lo hicieron?

¡Fácil!

Simplemente les dieron su confianza, y recibieron precisamente lo que buscaban: Confianza y algo extra: amistad.

SunMi y SooRa pasaban horas y horas conversando.

Lo mismo sucedía con NamJoon y JungKook, y claro que, los pequeños del palacio también se unían de vez en vez a las pláticas.

¡Incluso las sirvientas!

Y es que, SooRa no se equivocaba cuando decía que en el castillo eran como una gran familia.

-¡Sunie!¡Sunie!-NamJoon llegó corriendo al patio donde SunMi, SunYeon, YeonHwa y JaeBum estaban pintando.

Así es, por formar parte de la corte real, pasaban la mayor parte del día dentro de las murallas reales, acompañando a la familia real y sus sirvientes.

Y bueno, SunMi compartía con los interesados (ya fueran los príncipes o las princesas, el rey o la reina, o los mismos criados) sus conocimientos de pintura y bueno, lo mismo sucedía con NamJoon, pero con sus conocimientos de astrología, literatura, química, etc.

Y es que, este chico sabía de todo un poco.

-¿Qué ocurre, Nam?¿Has encontrado algo?-pregunta JaeBun.

-¡He encontrado las propiedades generales de los cristales!-brincó de alegría con el libro encontrado hacía tiempo en su mano.

-Esas las sabemos todos, Nam-frunció el entrecejo, SunYeon.

-Hay más, mi querida princesita-sonrió con alegría-. Miren, se las mostraré.

El joven tomó asiento cerca de los ajenos, y estos lo rodearon con sus cuerpos, pretendiendo leer lo mismo que él.

Adoptan color según el estado de ánimo y el alma de los gobernantes.

Pueden alumbrar y bendecir cuando la persona que lo hace tiene buenas intenciones y sentimientos (Si no ocurre así, además de consumir el alma y cuerpo de la persona, lo lleva a hacer cosas, no sólo en contra de su voluntad, sino también crueles en el peor de los casos).

Cuando adoptan un color negro son completamente irrompibles, a excepción de cuando están grises (son medianamente rompibles, y aún así se dificulta su ruptura), blancos o en su color natural (completamente frágiles).

Cuando están vacíos, adoptan su color natural (azul cielo).

Se dice que están vacíos cuando se llenan de mala vibra, vuelven al color blanco y finalmente se apagan, quedando azules (como una sobrecarga). Pero esto casi nunca sucede y por ello es que, por mayor precaución, deben romperse.

Tienen poderes mágicos que pueden ser usados siempre y cuando se pase la prueba que los mismos cristales establecen.

Tienen propiedades curativas.

-Éstas notas fueron dejadas por algún antepasado o alguien que, evidentemente, se tomó el trabajo de estudiar muy a fondo los cristales-habló NamJoon.

Y de repente, una idea le pasó por la cabeza.

Atando cabos, llegó a una conclusión la cual esperaba fuera confirmada con el plan que comenzaba a idear en su cabecita.

-SunMi, niños...Necesito de vuestra ayuda...Llamen también a la reina, al rey y al resto de los niños. Avisen que mañana habrá una reunión en la habitación del rey.

Por su constante debilidad, JungKook pasaba la mayor parte de su tiempo en su cuarto, y por ello la mayor parte de las reuniones eran en sus aposentos.

Y eso era lo que haría NamJoon: una reunión donde finalmente la verdad saldría a flote.