Por tantas veces que su cuerpo se contrajo orgásmicamente, tantas posiciones incómodas que le tocó realizar, tantas embestidas salvajes en su interior, se quejó de dolor apenas movió para sentarse en la cama.

Eso era peor de cuando le tocaba hacer ejercicios antes de las competencias y luego recibir las palizas de sus contrincantes, con la diferencia que anoche fue realmente satisfactorio y no amanecerá con algún moretón.

Nam entraba por la puerta con una bandeja con comida, se apresuro al verla en el intento de levantarse.

— Recuestate, descansa ... Lo mereces.

— el dios de la destrucción se tomó muy en serio su papel —sonrio ante el comentario.

— Lo siento, me sobrepase.

— solo espero que no me mates con exceso de sexo Joonie.

— No prometo nada —rieron y ella volvió a quejarse— te traeré píldoras.

— están en el segundo cajón del baño —el asintió y fue en búsqueda, ella comió con lentitud.

— debo irme a la agencia, tenía muchos mensajes de los chicos ayer, olvidé que tenía que grabar una canción.

— esta bien, me quedaré aquí y seguiré descansando.

— entonces... Me voy —beso sus labios casto — Te quiero —acaricio su mejilla, volvió a besar y salio de la habitación, ella sonrió de felicidad.

[...]

— Llegue....  Lo siento, ayer tuve cosas que hacer —sonrio—

— espero que valiera la pena— Susurró Jin, el simple hecho de que Nam sonriera ante su comentario le confirmo— ¿Volvió?

— Si, papá me lo dijo ayer y me quedé con ella

— Wooaaa —exclamo asombrado llamando la atención de los demas— No es nada uds sigan con lo suyo. —lo tomo y se lo llevó a una esquina.

— No te voy a contar nada.

— No quiero detalles, solo, dime qué dijeron tus padres y que le dijiste a ella.

— Pues resultó que el amor de mi vida —Jin levantó el dedo frente a él para silenciarlo

— ¿Amor de tu vida?

— Que te digo Hyeong, anoche me convencí que quiero estar con ella. —Jinnie asintió conforme— es la única dueña de las empresas Moup, mis padres la adoptaron como un trabajo del Sr Lee, así que, en conclusión, no se oponen a lo nuestro, la conocen tan bien que hasta les gustó la idea.

— Dios, —respiro profundo— entonces... Le dijiste a ella.

— Claro que si, fue el momento más romántico de mi vida, simplemente se dio y se lo confesé.

— ¿Y tuvieron sexo? —Nam lo miro con desapruebo—

— Vamos a ensayar...

— Aish, dame un pizca de información, ¿Que te cuesta?

— Nop, eso me lo guardo para mi. Solo te diré que... Perdí la cabeza en varias oportunidades.

— Quien perdió la cabeza — Pregunto Hobi sonriente, los demás le prestaron atención

— Nam sale con alguien —este lo miro molesto apunto de golpearlo.

— ¿En serio?... Puedes ayudarme Hyeong —suplico el menor — Invite a alguien a Lotte World —Nam apretó la quijada— quiero que sea especial.

— ¿Por qué?

— es que, era ella quien me dejaba las notas en mi escritorio, la del pastel, fue el único apoyo que tuve en la escuela. Y quiero retribuirle.

— No tengo tiempo, ensayemos que tengo un compromiso más tarde.

Jungkook sintió como cambio su forma de tratarlo, por un momento se dejó perseguir por los recuerdos de que algo malo había hecho, pero nada en absoluto fue un error.

Con todos era igual, más con el maknae estaba esquivo y molesto, ante tal situación a Jk no le quedo más que terminar de comer e irse a su oficina en la que tomo asiento y reviso sus juegos de destreza.

Ninguno noto la ausencia del chico, no hasta que el encargado de las coreografías llegó y pregunto por el, más de uno miro con molestia a Kim, y ninguno entendía su comportamiento.

Jimin fue en su búsqueda, y volvieron sin siquiera decir palabra de lo ocurrido, cuando cruzaron miradas, Nam apretó su mandíbula y avergonzado sin saber de qué, Jungkook bajo su vista sacudiendo su cabello discimulando la situación.

Ensayaron el nuevo baile y luego grabaron un par de canciones, pero en todo ese tiempo ellos no volvieron hablar.

Estando en su oficina, Nam recibió un mensaje firmados como Dear M, el sonrió coqueteando con el teléfono, las cosas se habían dado tan rápido que quería que jamás terminara.

Ella le avisaba que debió ir a la oficina en la que trabajaba, que no pasará por su casa por qué no estaría y no sabía a qué hora llegaría.

Por días no se pudieron ver, debido a las agendas de ambos, ella debió hacer un viaje de negocios, mientras que Joonie de quedó para alistar lo de su próximo concierto.

(....)

Jungkook por alguna razón se veía entusiasmado, nadie sabía la razón, pero a veces estaba pegado en su teléfono sonriendo y escribiendo a alguien, reía para los adentros y apenas alguien se le acercaba el cerraba su celular y hacía como que nada paso.

Lo que les parecía raro ya que el no acostumbraba a responderle nisiquiera a los demás miembros.

Muchos rumores circularon de que el maknae salía con alguien, ninguno confirmado por el.

Esa tarde justamente, estaban en plena grabación, cuando sonó el teléfono en su bolsillo, discutiendo y riendo por como debía ser cantada la estrofa de Tae, lo tomo y abrió, levantándose de inmediato al leer, sus ojos brillaron, su sonrisa se amplió, Nam, que ya había arreglado su relación con el, se levantó para ver quien era, simplemente miro en la pantalla el nombre guardado como "My Dear M" acompañado por corazones en el principio y fin.

El rostro de este se tornó completamente serio, no había ninguna facción de tranquilidad o alegría en el, Jungkook cerró su telefono y miro a sus hermanos.

— mi parte ya fue grabada... ¿Puedo irme? —pregunto a Yoongi y a uno de los sonidistas.

— ¿Tienes compromisos? —Nam salió molesto de la sala con su teléfono en la mano—

— tengo algo personal que hacer... ¿Puedo Hyeong?

— Por mi está bien — respondió Min y el sonidista asintió confirmando la petición.

Jungkook salió de la oficina, fue a su oficina y tomo sus cosas, saliendo en su carro con un camino desconocido.

Nam, por su parte, llamo a Massiel, ella contesto casi de inmediato.

— ¿Donde estas?

— Primero se saluda, Joonie — se escuchó su risa característica por el citofono — ¿Pasa algo —

— ¿Has estado hablando con Jungkook? —

— Aah... Eso.. Si, mi asistente le dio mi número a cambio de un autógrafo, y me habla cada día.

— ¿Y por qué no me hablas a mí? ... Soy yo con quién sales Massiel, no él.

— el Dios de la destrucción está celoso — hablo con picardía— Tranquilo mi Señor, nadie tocará lo que le pertenece —el sonrió minimamente— Con Jeon se podría decir que solo somos amigos por mi parte no hay ningún interés.

— Mm!!... Aún así me da celos.

— ¿Celos? ... Celos... —Nam rió — me gustan tus celos, son sexys y me humedecen.

— No empieces Massiel, después te quejas.

— Jamás me he quejado, y si sabes que hablo con Jungkook, sabrás que acabo de llegar a Incheon, iré a mi oficina a arreglar algunos asuntos y espero, en serio espero que cuando llegue a casa estés ahí.

— ¿Como entro?

— dentro de la caja de correos guardo una copia de la llave, es toda tuya si así lo deseas.

— Te extrañe, nos vemos más tarde.

— Nos vemos mi Dios de la destrucción. — ambos sonrientes cortaron la llamada a la vez, Nam volvió un poco más tranquilo a la sala de grabaciones y ni se le ocurrió preguntar por el menor de los siete.

Cuando la señorita Lee, caminaba con su escolta por el pasillo, se le acercó también su secretaria, ella hablaba de las próximas reuniones que tenían, y a lo lejos, muy a lo lejos vio al Sr Kim caminar hacia ella, Massiel guardo tu teléfono, quitó los enormes tacones y corrió hacia los brazos de aquel hombre que la había criado. Este la levantó como si no la hubieran visto en años y giró con ella en círculos.

— Dime... ¿Conociste lugares lindo? —ella asintió con el rostro entre las enormes manos de él.

— Conocí un lugar hermoso, espero algún día llevarlos ahí.

— Señorita — dijo su guardaespaldas mostrando los tacones, ella sonrió.

— Gracias —lo tomo y se los puso— Vamos, quiero contarte muchas cosas —Camino junto al hombre enganchada de su brazo de camino a la enorme oficina que le había asignado hace poco.

— Tu padre pidió que te diéramos está.

— la otra era mejor, más acogedora.

— Más pequeña querrás decir —tomaron asiento—

— ¿Como está mamá?

— Preguntando cada día cuando llegarás e irás a verla.

— ¿Y si cenamos juntos? —Appa, ve a comprar un vestido para mamá, arreglense y enviaré por uds.

— No es necesario.

— Claro que si, lo es, y quiero hacerlo.

— esta bien, iré —ambos rieron.

— a las 8 estará un auto en su puerta. —dijo antes que el saliera, finalmente se quedó sola en la oficina, recordó la cita que tenía con Nam y se lamento de ambos compromisos.

El teléfono de su escritorio sonaba, a pies descalzos corrió allá y contesto, la recepcionista le avisaba que tenía una visita sin agendar, al decir el nombre ella se sorprendió, pidió que lo dejarán pasar, llamo a otra sección y encargo las muestras de las nuevas comidas en las que trabajan.

Empresas Moup, muy reconocida en comidas envasadas, llenas de sabor y económicas, al bolsillo de todos, fáciles de preparar y ahora que Massiel estaba a cargo trabajaba en nuevas secciones como postres, helados, cereales. Debió viajar para buscar nuevas mini empresas que quisieran unirse a su causa, las que consiguió con su encanto y buenas ofertas económicas, la mayoría de esos minoristas, eran granjeros, familias que se esforzaban por surgir pero nunca les dieron las oportunidades, no hasta que ella apareció e investigo de ellos, cautivandose por sus productos los que ahora eran de su propiedad.

Sobre la pequeña mesa entre los sofás acomodaron los alimentos nuevos, que aún estaban en proceso a ser aprobados, pero tenía tanta fé que sin duda quería compartir su felicidad con alguien que la apoyo en su proyecto.