•4•
— ¿Que le sucede a Nam?... Desde que volvió lo veo perdido.
— Ya sé, se ha demorado mucho en aprender la coreografía.
— Dejenlo, preocupense de uds —reclamo Jin
— ¿Sabes algo? —Jimin de le acerco curioso— ¿tiene que ver con su hermana?— susurró
— Ella no es su hermana, y mejor no la nombres delante de los demás— se alejo del grupo hacia Kim.
— Toma un descanso Joonie, y deja de pensar en eso.
— Hyeong... Dime qué tengo razón.
— No, no la tienes, si fuera así, todos los Kim seríamos hermanos, ella solo comparte tu apellido, no tiene fraternidad directa.
— ¿Dices que no es un error que ella...?
— Dilo de una buena vez, solo así podrás asumirlo.
— Me gusta —murmuro— ella me gusta Jinnie.
— Vaya, tardaste tres semanas en asumirlo, ahora ve con ella y dile.
— Primero se lo diré a mis padres, no quiero que nadie se interponga. —corrio de la sala de ensayos veloz.
Más tarde estaba en la cena con sus padres, el Sr Kim contaba del día del trabajo en la empresa en donde lo habían contratado, diciendo que la nueva jefa era una exquisitez de persona. La Sra Kim sonrio sin disimulo entendiendo la referencia.
— Appa... —llamo la atención de ambos— A un amigo, le gusta una chica.
— Eso es normal, hijo.
— Si pero... Esa chica, se crió en su familia, sus padres la adoptaron incluso... ¿Es acaso eso malo? — ambos seres levantaron la mirada hacia él —
— ¿Por qué sería malo, Joonie? Si se criaron juntos es un amor genuino, se conocen al revés y al derecho, uno no manda el corazón. —Dijo su madre paciente y serena.
— Entonces.... ¿Si en mi creciera un sentimiento por Massiel? — su padre dejo los palillos en la mesa— ¿Uds?....
— Sabía que tanto odio hacia ella tenía una razón especial —Nam levantó la mirada, ella sonreía.
— Massiel llegó a nuestras vidas por qué así lo quisieron... Cuando eras pequeño perdí mi trabajo, y no sabía que hacer, recogía los cartones de las calles para poder tener dinero en los bolsillos y la encontre, maltratada, sucia, pidiendo dinero para su tío alcohólico —A Nam se le rompió el corazon— Entonces la traje, tu madre la limpio, le dio de comer y presto tu ropa...
—dias después —prosiguió su madre— tocaron a la puerta de la casa, un auto lujoso, se notaba adinerado, el secretario nos pidió que cuidemos a la niña, le diéramos el apellido y nos pagarían muy bien, así lo hicimos.
— debido a los rumores, se decía que Massiel era la única heredera del las empresas Moup, pero que había nacido fuera del matrimonio y la esposa legal del presidente Lee, la envío con ese tipo para que la destruyera e hiciera con ella lo que quisiera.
— No podíamos decirle nada hasta que cumpliera la mayoría de edad y ella reclamará lo suyo —Nam respiro profundo— ella no es tu hermana Namjoonie —su madre tomo su mano— el destino la puso en nuestro camino y nos ayudó indirectamente, si tu amor es recíproco no nos opondremos y estoy segura que el director Lee tampoco lo hará gracias al hombre que te has convertido.
— Pero la dañe... Mucho.
— entonces pídele que te perdone, ella lo hará, —su padre sonrió.
— ¿Y dime... Es recíproco?
— me lo confesó antes de venirme, pero para mí fue tan abrumante que no la quise oír.
— Mi jefa es hermosa, —siguió contando— Joven y linda, me dice papá y al Sr Lee no le molesta —Nam lo miro a medida que hablaba — ella me ascendió hace tres días cuando se enteró de todo y llegó a tomar las empresas Moup.
— ¿Ella está aquí?
— Village 115 34-B —Nam se levantó con prisa, su padre le había dado incluso su dirección, esta vez no la perdería, le diría lo que también siente, y apenas las palabras terminarán de salir la besaría hasta que el aliento les faltará.
El taxi lo había dejado solo a una cuadra de la casa, el camino buscando la numeración, ansioso, desesperado, queriendo verla, giró en la esquina viendo a la chica bajar de un carro negro, con la ayuda de un chico, tomando de su mano, ella reía sin esconder su felicidad, el le conversaba y con cada palabra acortaba la distancia acercándose a ella, no pudo con tanto celo y se acercó a ellos.
— Buenas noches —ella volvió a verlo quitando automático la risa en sus labios—
— Buenas noches —respondio el varón reverenciando.
— Kung, te presento a Namjoon, el es hijo de la buena pareja que me adoptaron —el joven asintió.
— Vendría siendo como tú hermano...
— No —dijeron al unísono y serios—
—No compartimos parentesco. Que mis padres la hayan adoptado no quiere decir que seamos familia —ella lo vio con molestia— Si fuera así, Todos los Kim serían hermanos —repitio las palabras que tanto oyó.
— Ya veo... Nos vemos mañana Massiel, Gracias por la velada.
— Adiós —camino a la entrada de su casa, Namjoon le siguió los pasos— ¿Que te hizo cambiar de perspectiva?
— Te ves diferente.
— espero sea un cumplido y no una reproche.
— Es... Un cumplido —escondio los deseos carnales en ese momento
— ¿Que haces aquí? —se cruzó de brazos, apretando sus senos que se alzaron en el escote, Kim trago aire.
— Supe que volviste —hablo nervioso— No llamaste como prometiste.
— No creí que quisieras hablarme después de dejarme con la palabra en la boca. —entro a la cocina— ¿Quieres beber algo?
— Agua, Soda —ella estiro cerveza— me leíste la mente.
— ¿Quieres hablar?... ¿Leer?... ¿Ver una película? — camino por la casa, el aún le seguía —
— Podemos solo beber esto sentados en el sofá. —ella mostró el asiento y ambos se sentaron— supe que ascendiste a papá
— Se lo merece, hace bien su trabajo y me ayuda con lo que aún no se, Pienso darle trabajo a mamá, algo en lo que no deba esforzarce mucho.
— Massiel...
— Hoy fue Jungkook a mi oficina ¿Sabías?... No sé cómo se enteró de quien era yo. —Nam apretó sus manos— me invitó a Lotte World.
— ¿Supongo que no irás?
— ¿Por qué no? Es mi momento de cumplir mis fantasías con el. —el se levantó del sofá molesto— ¿Ya te vas?
— Tú.... Tú.... —dejo la botella en la mesita— ¿Puedo abrazarte?—pregunto calmado, ella simplemente abrió sus brazos y el hizo lo suyo—
— Lamento no haberte avisado, creí que estabas molesto —Nam se separó un poco de ella—
— No es una aberracion — Massiel miro confundida— lo que sentías por mi, lo que yo siento por ti, —quito el cabello de su rostro — el corazón, no decide de quién enamorarse— ella apoyo su frente entre sus pectorales, respiro profundo y se acomodó ahi
— Hasta que lo entiendes —murmuro, lo sacudió un poco— me hiciste llorar mucho, idiota.
— Lo siento —rio nervioso— prometo que seré mejor.
— ¿Puedes ser mejor, Joonie? —volvio a verlo— Porque yo te encuentro mas que suficiente —ella miro sus labios deseosa— Tu teléfono está sonando.
— no importa, sea quien sea lo llamaré mañana —ella rio—
— Tengo una habitación extra, mañana podríamos tener un día divertido.
— en este momento se me ocurren muchas ideas divertidas —ella miro divertido— Yo, no, pienso en sexo —dijo soltando su cuerpo
— Yo no dije nada...
— te volviste una pervertida, Mocosa.
— verte en tus conciertos no ayudaron mucho —la expresión de sorpresa de Nam la hizo carcajear, el se acercó a ella y ella por inercia se alejo corriendo para que no la pillace.
Entretenidos en su mundo, riendo y bromeando, diciendo verdades que atrevían en ese momento, una de esas hizo que Namjoonie perdiera el control.
—Dios de la destrucción —dijo ella— ¿podría destruirme? —Nam la miró con seriedad, jugando con su mandíbula, ya eran muchas bromas con un toque de verdad y se lo comprobaría en ese preciso momento.
Massiel trago aire, Nam simplemente tomo de su mano y la acercó a ella.
— Te atrapé —susurro en sus labios, ella asintió hipnotizada
Levantó la mano de ella y la llevo su nuca, sobre sus pies se balancearon como en un trampolín, Namjoon tomo de su cintura y la apego, haciendo gemir al sentir sus intimidades golpear, calló el sonido con un beso que ambos esperaban que pasará lo antes posible, a pasos torpes llegaron al cuarto y en plena oscuridad se despojaron de la ropa que estorbaba para sentirse por completo.
En el momento de Joon se quitó la playera blanca ella tocó con deseo su torso por completo, mordiendo su labio guardando cada comentario ante su persona. Se acercó y beso a su altura, dejando una que otra marca en el, las que disfruto de sentir y para nada reprochó.
Nam la hizo girar y entre sus piernas podía sentir su erección, perfectamente elevada, ella se levantó un poco para acomodarla en su entrada, gimió apenas la sintió y su glande se deslizó con ternura. Joonie tomaba con fiereza sus pechos que apretaba con cada beso posado en sus hombros, subiendo por su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja.
— El dios de la destrucción, te devastara con tantos orgasmos —murmuro en donde estaba, de un solo azote entro en ella, quien apretó sus manos y brazos al sentir la profundidad, el ardor y la sensación de sencibilidad en su interior
Con sus manos sobre sus hombros, el rostro pegado a una pared, con sonidos perfectamente grotescos y exitantes jugo con un vaivén prolongado y circular.
Massiel había perdido la cordura con el tercer orgasmo que Kim le había dado, se sentía desfaceller, las piernas no le respondían pero quería más de él.
Acariciando el cuerpo de su acompañante, Joonie dio las últimas estocadas que hicieron que ella enterrara la cabeza entre las almohadas, alzando su espalda y dejando paso a sus pechos, sin perder el tiempo los lamió, beso, y mordió mientras la sentía apretarse satisfactoriamente al rededor de su ya cansado falo.
Se quedaron en esa posición, el sobre ella, con su cabeza entre sus pechos, ella acariciaba sus cabellos con delicadeza, respirando en sincronía, el procesaba cada palabra que había dicho, la manera salvaje en la que la hizo suya, los besos dulces que tanto le cautivaron, una uña se deslizó por su columna lo que hizo sonreír.
— Creí que dormías —dijo ella viendolo desde arriba.
— Pensaba, en lo que pasó —ella se detuvo— me hiciste perder el control y yo no soy así.
— ¿Te arrepientes? —pregunto miedosa
— ¿Que?... ¡No! —gateo hasta ella y se poso a su lado— eso jamás sucederá, es solo que, me hiciste perder la cabeza.
— Eso es bueno ¿No?
— Puede ser... Me tienes en tus manos, y eso me hace sentirme extraño.
— ¿Crees que lo usaré en tu contra Joonie? —acaricio su mejilla— Jamás haría algo para lastimarte, yo... Tu... Me gustas mucho, cuando dije que te quería mucho era verdad... El único que puede dañarme aquí eres tú —hablo como niña pequeña y estiró su trompa haciendo puchero, Nam carcajeo— Me encanta cuando sonríes.
— y a mí cuando hablas así y tu labio sobresale— la apreto a el— me dan ganas de pervertirte.
— Sr Kim... En este país aún soy ilegal —dijo coqueta— soy una niña aún —el mordió su labio desesperado ante tanta sensualidad
— me importa un carajo —volvio a subir a ella y comió sus labios con desespero, con su rodilla froto su entre pierna húmeda aún.
Namjoon gateo hasta arriba, quitó las almohadas y azotó su pecho con el miembro en sus manos.
— Te dije que te iba a pervertir —advirtio, Ella deslizó su lengua entre sus labios y la mirada se llenó de oscuridad, dispuesta a que hiciera lo que quisiera con su cuerpo, abrió su boca y el entro en ella moviendo sus caderas en su interior.
Nam perdía una vez más la compostura junto a ella, y los morbosos sonidos en su boca lo hacían enloquecer de placer, cada vez más rápido y quitando el aire en ella, la inexperta se desesperaba pero no quería fallarle a tremendo Dios que la follaba como si no hubiera un mañana, entonces simplemente aguanto lo que más pudo o hasta que el terminara de pervertirla por donde y cuántas veces el quisiera.
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