•3•
Entre películas, buenas lecturas, comidas, bailes, juegos, y salidas juntos, las dos semanas se pasaron volando, Namjoon incluso le había "ayudado" hacer aquella maqueta del edificio Tower Lotte World, pues debía representar algo del lugar de donde ella provenía y no encontro mejor que la atracción más hermosa de Corea Del Sur, lastimosamente, Joonie en su intento de cooperar destruyó la mitad de la obra, ambos se miraron asombrados, el drásticamente reverencio pidiendo perdón y ella mientras esté estaba abajo sonreía por su peculiar Don.
No le costó mucho reconstruirla, sumida en la concentración puso todo de si y madrugo terminando aquello.
Cuando lo hizo, Nam yacía dormido en el sofá esperándola, tomo una cobija y lo cubrió, besando su mejilla, más bien, cerca de su comisura, se levantó de inmediato al darse cuenta de lo que había hecho y con prisa se encerró en el cuarto.
— Buenos días — se quedó del dolor de su cuello.
— debiste ir a la cama... Ahora estarás adolorido
— quería darte apoyo moral ante mi destrucción.
— ¿apoyo moral?... Te dormiste y me dejaste sola —el apoyo su mentón en el hombro de ella, Massiel giró un poco la mirada recordando lo que había hecho la noche anterior
— ¿Que? —pregunto viéndola también, a centímetros de su rostro— estoy hinchado no me molestes.
— mejor ve a lavarte, apestas —el la envolvió con sus brazos solo para molestarla más, un color carmesí se adueñó de las mejillas de Massiel— Oppa, ve a lavarte —forcejeo con el hasta que la soltó.
— Odiosa —camino al baño, antes que ella de diera cuenta de su erección matutina, que sintió crecer más al abrazar el voluptuoso cuerpo de su "hermana".
Apenas salió más calmado, se sentó a la mesa, comiendo los bocadillos que ella había preparado, la sintió lejana al perderla detrás de un libro.
— ¿Que lees?
— Un libro
— Ja, Ja... Que chistosa. —ella cerró y miro al chico.
— Se trata de una chica que se enamora de su medio hermano.
— ¡Que barbaridad! ... Por qué lees semejante estupidez —ella miro su plato.
— me lo dieron en el colegio, me harán un examen de el.
— Deberían hacerlos leer cosas más productivas.
— Namjoon, eso puede pasar, digo, uno no manda en el corazón.
— Pues no debería, es asqueroso, solo imagina la vergüenza de esos padres.
— Tienes razón —dijo aún viendo su plato— es aberrante. —comio sin decir más palabras de eso, Nam por su lado leyó el título del libro y negó con la cabeza.
— ¿A qué hora te irás?
— a las 10 ¿Ya te aburriste de mi? — se sentó junto a él
— ¿Puedes abrazarme? -el la tomo de sus hombros y arrastró a su lado.
— eres muy regalona... Massiel, ten cuidado con ese chico mayor, quizás solo busca sexo contigo.
— El no sabe de mi existencia, despreocupate.
— Debería notarte, eres hermosa, perfecta y tierna.
— ¿Quien te entiende, Namjoon? Primero pides que sea cautelosa y ahora que el debería notarme —sonrio alzando la cabeza, el miro hacia abajo, la sonrisa de ella se desvaneció lentamente— Quiero que me note, pero no sé cómo decirle.
— Que mejor no te note. —ella miro al frente nerviosa— ¿Le digo algo a nuestros padres?
— Que iré en navidad.
— ¿No puedes ir antes?
— Necesito pensar algunas cosas, llegaré en navidad.
— Si no lo haces vendré por ti. —ninguno sonrio— ¿Quieres que me vaya?
— Si por mí fuera, te tendría por el resto de mi vida —se acomodo en su pecho.
— ¿Por qué nunca me preguntas si me gusta alguien?
— porque espero que no te guste nadie.
— ¿Y si lo hiciera?... ¿Y si alguien me gusta?
— Se que me lo dirías —murmuro desganada— espero que así sea.
— Pues.... Creo que alguien me gusta —ella respiro profundo— espero te corresponda como debes.
— ¿No quieres saber cómo es? —nego.
— Ya es hora —se apartó de él — pediré el taxi —se levantó del sofá y en un movimiento limpio sus mejillas humedas.
— ¿Por qué lloras? —se levantó y camino a ella, tomando sus mejillas, buscando su mirada— ¿Que sucede pequeña? —ella mordió su mejilla en el interior escondiendo las palabras precisas
— Si te pido que no vuelvas a venir... ¿Lo harías?
— ¿Por qué me pedirias eso?
— Porque ya no quiero lazos familiares con los Kim —el soltó su rostro — aquí soy mayor de edad, mi madre era Noruega, lo que me hace querer reclamar mi patria y apellido.
— Ellos te abandonaron —reclamo—
— no lo sé... Solo escuchaba las frías palabras de un Tío que nisiquiera sabía si teníamos la misma sangre.
— ¿¡Massiel!? ¿Tanto me odias?... ¿Aún no me perdonas todo lo que te hice?
— No, Namjoon, no se trata de....—el se alejo tomando su maleta.
— No te preocupes, no volveré aquí, no le daré el mensaje a mis padres y olvidaremos que estuviste en nuestras vidas —camino a la puerta.
— Oppa... Namjoon, deja explicarte —el cerró la puerta en su cara, Massiel se quedó ahí unos segundos, pensando que hacer.
Salió en su búsqueda directo al aeropuerto, el viaje más intenso que ha tenido jamás, solo esperaba decirle el porqué a su petición.
Corrió a dentro viendo la dirección en la que se había dirigido y a lo lejos lo miro caminar, corrió hasta él, parándose en su frente deteniendo, pero el no quiso verla.
— El chico que me gusta tiene 25, solo bastaron dos semanas para que me hiciera quererlo, nos gusta leer, es torpe y atractivo, hace buena música y me crié con el —Nam la miró enseguida— pero lo que siento es una aberracion ¿O no, Namjoon? — espero su respuesta— ¿Tu...? —el paso por su lado dejando hablar sola, el corazón de ella una vez más era destrozado por uno de los Bangtan.
Sin mirar atrás ninguno de los dos, siguieron su camino, uno al avión de vuelta a casa y la otra tomando el taxi a un departamento que no le pertenecía.
Nam todo el viaje pensó en sus palabras, él sentía exactamente lo mismo, la chica comenzó a despertar en el deseo y amor no parental, algo que era más allá, no se cansaba de mirarla y reía de sus locuras. Pero así como el había dicho, los sentimientos extraños eran una total monstruosidad.
Mientras tanto, Massiel llegaba directo a su cama, durmiendo pues tanto llanto le había agotado y entre sueños, le deseo a el que fuera feliz con la chica que comenzaba a gustarle.
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