•2•
— buenas tardes—
— Hyeong... Viniste... ¿Estabas enfermo? —Yoongi tecleaba en su mesa de musica
— Me tome unos días, necesitaba estar con alguien.
— Jungkook no es el único con novia —sonrio coqueto Jimin.
— Es más importante que una novia— los demás se le quedaron viendo por más información— lamento no decirles antes, pero, tengo una hermana.
— ¿Una hermana? —Hoseok rió — ¿Se parece a ti?
— No, bueno, en algunas cosas... No le digan a nadie, ella no es mi hermana como tal, y desde que llegó fui un imbécil con ella, estos días me dedique a conocerla y en serio me arrepiento de no haberlo hecho antes.
— ¿Hace cuanto? — Min giró en su silla prestando atencion—
— 8 años —dijo avergonzado— 8 años en los que perdí a una amiga, ella siempre estuvo ahí y yo jamás me di cuenta. ¿Recuerdan la chica del cartel?
— Como olvidarla, se notaba enamorada de ti...
— era ella, Mamá me lo confesó, ha sido mi admiradora secreta todo este tiempo.
— que linda... Quiero una hermana así. —Jin reclamo.
— ¿Cuando la conoceremos? — el miro a Hobi.
— Se fue a estudiar al extranjero, fui responsable de su decisión y también el chico que le gusta — los tres oidores hicieron sonidos ante las palabras tristes que salian del rapero.
La puerta se volvió abrir, dos de los maknaes entraban entre juegos y riendo, Nam hizo un gesto de silencio que los demás entendieron de inmediato.
— Hyeong, vi en las noticias que estabas en el aeropuerto— dijo emocionado el menor.
— Debemos trabajar — se giró dándole la espalda e ignorando al chico.
Esos momentos se volvió tensión, Nam se comportó reacio ante cualquier cosa que JK le dijera, lo regaño en varias oportunidades y los chicos no sabían el porqué de su actitud.
Se volvió más antipático cuando vio a una chica entrar y sentarse junto al tenor, coqueteando y robando su atención, ellos dos eran la causa de las lágrimas desesperadas de Massiel aquel día.
— me iré a mi oficina— reclamo asquiento.
— Aún no terminamos Kim. — Reclamo Min.
— Si sigo aquí perderé la cordura —exigio serio y frío— vinimos a trabajar, no a que nuestras novias nos distraigan.
— Nam, estás siendo muy duro este día — detuvo el mayor de los siete— uds sigan, yo tranquilizare al Monster y luego venimos —ambos salieron y caminaron por el pasillo de las dependencias.
— Ya estamos solos... Dime —Nam eufórico le contó todo lo de su hermana, partiendo por el maldito comportamiento que el tuvo, Jin escucho con atención y entendió todo— Conoces a Jungkook, ¿Crees que el haya sido capaz de todo eso?
— ¿Y quien más si no el? —ambos respiraron aclarando sus dudas— solo déjame un momento Jin, me calmaré y volveré.
— eso jamás, estaré aquí, por si quieres explotar cuidaré de la puerta para que nadie te interrumpa. —salio y dejó solo, Nam tomo asiento, se columpio en la silla giratoria y en silencio soltó el llanto contenido por no haber ayudado a su hermana antes.
Minutos después salía con los ojos enrojecidos e hinchados, con su nariz moqueando y su voz cortada. Volvieron con lentitud extrema hacia los demás.
— háblame de ella.
— le gusta leer, me preguntaba donde estaban mis libros y cuando entré a su cuarto los vi, es una excelente alumna, mejor que yo incluso, el Inglés es su lengua natal.
— ¿Tienes una foto de ella? — el mostró la más reciente en su galeria— Es bonita.
— ¿verdad que si? —pregunto orgulloso— Y no sólo físicamente, tiene un carácter que... Y sus gestos son.... —rio— esa traviesa gritó a los cuatro vientos en el aeropuerto que yo estaba ahí, reía como bruja mientras yo me quede pegado entre las fans y ella se iba.
— Ya me agrada, es una buena broma.
Meses más tarde, Nam pedía permiso para faltar por unos días, quería visitar a su hermana que no pudo viajar por los estudios, BangPD acepto a su petición, y este viajo al día siguiente sin darle una explicación a ninguno de sus amigos en el grupo de Kpop.
Apenas aterrizó noto un enorme cartel con letras Coreanas que decían su nombre, llenos de corazones y brillitos, un Koya adormilado, sonrió mientras bajaba por la escalera mecánica, ambos cruzaron miradas, ella tomo con una mano el cartel y se lanzó de golpe a los brazos del chico, quien la levantó y dio dos giros. Se abrazaron y salieron por la puerta de vidrio.
— ¿Como va la escuela?
— Excelente, me acomodé sin problema, no tengo amigos, pero mis compañeros no son tan cuadrados como en Corea.
— eso es bueno —subieron al taxi— Mamá te extraña, te envío unas cosas, y papá pidió que te esforzaras.
— Su petición está demás. Pero lo haré. —acomodo su cabeza en los anchos hombros — ¿Y... Como están los chicos?— jugo con sus manos como si le avergonzara tal situacion
— Bien —solto en un suspiro— todos bien, deberías olvidarte de el.
— Lo haré, comienza a gustarme un chico.
— Eres una niña, ¿Como es posible que te guste alguien tan rápido?— ella subió sus hombros.
— No soy una niña... Tengo 17 —murmuro decepcionada.
— Aún así, piensa en tus estudios y deja de pensar en los chicos —ella hizo una mueca de molestía, Nam sonrió al ver su trompa estirada, y se perdió ahí, sacudió su cabeza y miro al frente.
— Nam — nombró imitando la voz de una niña pequeña — ¿me, abrazas? —volvió a verla con seriedad, ella no despegaba su vista de las manos que jugaban con su ropa, esperando una negativa, Joon levantó su brazo y la rodeo por los hombros, ella sonrió y miro al frente, en el camino que el taxi tomaba.
— ¿Debes estudiar?
— debo entregar un trabajo, realizar una maqueta y estudiar para los exámenes, así me podré graduar.
— ¿Quieres ayuda?.
— No, puedo solita, —respondio sonriente mirando al chico, el noto unas cuantas pecas en sus mejillas que la hacían ver tierna— ¿Te gusto mi regalo?
— me encanto, es un excelente libro, supe que era tuyo, "Dear M"
— Así firmo en todo, así le dejaba las notas a Jungkook.
— el tiene novia, olvidalo.
— estoy en eso —respondio orgullosa.
— Háblame de ese chico — Massiel tomo aire.
— El es increíble, ama leer, es muy sabio, es guapo y me trata bien.
— ¿Esta en tu curso?
— de hecho... El es mayor —Nam la vio molesto
— ¿Que tan mayor? —ella quitó la vista de el.
— Eso no te incumbe, es mayor y punto.
— Claro que me imcumbe, eres mi hermana.
— Yo no soy tu hermana —reclamo molesta— y no quiero serlo nunca —murmuro para los adentros.
— Otra vez con eso...
— Debemos bajar —el abrió la puerta y ambos bajaron, tomando la maleta del porta equipaje, subieron al departamento que el padre de ellos le estaba pagando, algo sencillo y acogedor — tu cuarto está listo, lo prepare hace unos dias.
— Gracias... Massiel, tu siempre serás mi hermana, —ella lo miro con discordia — lamento lo que sucedió antes y me di cuenta que no es tan malo tener un parentesco..
— debo estudiar —Giro en su eje y entró con molestia al cuarto.
Horas más tarde, Massiel golpeaba la puerta de Joonie, este por alguna razón no abrió, ella lo hizo por el y miro con lentitud hacia dentro, viendo el ya desastre que había dejado en el intento de ordenar su ropa, Nam estaba recostado en la cama, con unos enormes audífonos y los ojos cerrados.
La chica comenzó recogiendo la ropa del piso con cautela para no despertarlo, doblo y guardo todo, miro un momento al que se decía ser su hermano y sonrió, finalmente, termino por salir de la habitación. Fue ahí cuando Kim abrió sus ojos, la música por cosas del destino se había detenido y cuando estaba ella de espaldas la miró ordenar, luego, simplemente siguió haciéndose el dormido sin encontrar alguna razón.
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