ƈαριƚυʅσ ƈαƚσɾƈҽ
❥1/2 ...
—Jo-der
Aker dejó escapar un suspiro entrecortado al sentir las embriagadoras feromonas de su Omega. La mezcla de uva y caramelo lo envolvía en una nebulosa excitante mientras el atrevido Omega marcaba su cuello con besos húmedos, dejando marcas rojizas que pronto se tornarian moradas.
—A-Aquí no —Aker susurró roncamente, no para detener a su Omega, sino porque la oscuridad y la libertad del aire libre no eran el escenario ideal. No lo decía por él, sino por su Omega, quien merecía la privacidad y comodidad máximas. Con su Omega travieso en brazos, lo llevó con deseo hasta una cabaña en el jardín secreto. A pesar de la incómoda erección, Aker disfrutaba de los besos apasionados de Denix por su rostro y boca, respuestas ciegas a cada caricia.
Al llegar a la cabaña, abrió la puerta y entró cerrándola de golpe. Luego, presionó el pequeño cuerpo en sus brazos contra la puerta, arrancándole un gemido sorprendido a Denix. Sin darle tiempo para hablar, un beso feroz se abrió paso, dejando a Denix aturdido; Aker exploraba con pasión los labios rechonchos, jalándolos y mordiéndolos a su antojo. Denix seguía torpemente el beso, sin conocer el ritmo hambriento del Alfa, jadeando por aire cuando un pequeño espacio se abría entre sus labios. Sentía las manos del Alfa viajar por su cuerpo, tocándolo a su antojo, excitándolo aún más cuando ejercía presión en su trasero con esas manos toscas y a la vez suaves.
—¡Mgh!-Aker r ~
Aker los apartó de la puerta, conduciéndolos por un pasillo hasta abrir la puerta de lo que parecía ser la habitación principal de la cabaña. Con delicadeza, depositó al Omega en el centro de la espaciosa cama. Aker se incorporó, clavando una mirada hambrienta en el pequeño cuerpo tembloroso que respiraba agitadamente. Deleitándose con las mejillas sonrojadas y la boquita hinchada y rojiza por los besos fogosos que habían compartido.
—Si pudieras verte como yo te veo, te obsesionarías contigo mismo, Nene —murmuró roncamente—. Estás dejándome completamente obsesionado, Denix, y eso me encanta.
De repente, Denix se volvió timido ante las palabras de su Alfa. Abochornado, le dio la espalda, enterrando la cara en la almohada que encontró. Aker, al ver su reacción, soltó una risilla divertida por el ataque de ternura que le causó. Primero, estaba tan osado besando aquí y allá, y ahora, con unas palabras que eran pura verdad, se avergonzaba. La dualidad de su Omega enterneció tanto a él como a su lobo.
—Tan lindo, mi Omegita —susurró, subiéndose a la cama y colocándose con cuidado sobre el Omega, sin ejercer presión sobre el cuerpo que se encogía como queriendo desaparecer. Aker se inclinó, iniciando una lluvia de besos desde la espalda baja de Denix hasta llegar a su cuello, que ahora exhibía un suave carmesí. Sentía a Denix temblar ante su tacto, y los gemidos que intentaba ahogar en la almohada resonaban en la habitación.
—¿Sientes el efecto que tengo solo con tus besos? —preguntó en un susurro seductor, mientras frotaba su imponente erección en el trasero respingón de Denix.
—Mhm, Alfa ~ —gemía Denix al sentir la dureza restregarse en su trasero. El Alfa lo acariciaba descaradamente, dando suaves embestidas que los llevaban al borde de la locura.
Aker dio la vuelta sorpresivamente, no esperó mucho antes de estampar nuevamente sus bocas en un beso fogoso, lleno de deseo.
—Saca la leguita —ordeno.
Denix, confundido, obedeció y sacó su lengua rosadita. Entendió al instante lo que su Alfa buscaba cuando sintió cómo éste chupaba sensualmente ese músculo resbaladizo. Aker lo besaba y lo jalaba, alternando con sus labios, creando chasquidos húmedos que llenaron la habitación.
Pero Denix no se quedó inmóvil; sus pequeñas manos apretaban y exploraban los hombros fuertes y duros de Aker. Una mano se deslizó bajo la camisa del Alfa, disfrutando en tocar directamente la piel caliente y firme que encontraba. Sin detenerse, la mano siguió bajando hasta el borde del pantalón, dispuesta a aventurarse más, si no fuera porque el Alfa la tomó, alzándola por encima de su cabeza.
—A-Aker —musito en una queja.
—No, todavía no llegamos hasta ahí —comento con burla—. Primero quiero que disfrutes tú, para luego hacerlo juntos.
Denix asintió, aunque no muy convencido. Hubiera preferido disfrutar tocando directamente ese trozo duro en lugar de hacerlo sobre la ropa.
Aker quitó la camisa de Denix, acariciando la piel lechosa a su paso. También se despojó de la suya para igualarse a su Omega. Aker introdujo su rodilla entre las piernas de Denix, instándolo a separarlas y así permitirle adentrarse entre ellas. Sus manos acariciaron las contorneadas y gruesas piernas de Denix, las cuales instantáneamente lo rodearon, atrayéndolo a un nuevo beso fogoso. Sus lenguas se entrelazaron con experiencia, creando un beso desenfrenado y sucio. La habitación resonaba con chasquidos, jadeos y gemidos, impregnada de feromonas de excitación.
Aker descendió sus besos por el cuello sensible de Denix, besando con devoción y cariño la piel lechosa.
—¿Aquí quieres tu marca, Omega? —preguntó en un susurro seductor, ejerciendo presión con sus colmillos filosos sobre la piel sensible.
—¡S-si, Alfa! ~ —gimió ansioso mientras le daba más espacio para que Aker continuara besando y marcando su piel.
Sin embargo, Aker lo ignoró despiadadamente, divirtiéndose con el bufido inconforme de Denix al no obtener lo que siempre quiso. Aker continuó bajando, pasando por las clavículas marcadas y sexys de Denix. Las delineó con su lengua resbaladiza y las marcó con sus colmillos, mientras Denix se retorcía de placer, aferrándose a las sábanas, arqueando su espalda. Con esa acción, sus partes duras rozaron deliciosamente.
—Aker ~ ngn~ A-Aker —expresó Denix.
Estaba al borde de la locura por las nuevas sensaciones en su cuerpo. El placer burbujeaba desde su interior, saliendo por sus feromonas y su entrada palpitante en abundante lubricante natural. Su ropa interior estaba empapada de ese líquido. Tomaba firmemente el cabello de Aker, asegurándose de que no parara con sus intensas acciones.
Aker ahora lamía los pezones rosados, alternando entre uno y otro, brindándoles la misma atención. Los lamía, succionaba y mordía para dejarlos rojos e hinchados. Con ellos ya bien atendidos, descendió hasta el abdomen plano y firme, marcando un camino con chupones. Inhaló profundamente en la zona del vientre, donde la concentración de feromonas eran más intensas, al ser una zona altamente importante para un Omega. Besó la región con delicadeza, embriagándose de ese olor tan adictivo tanto para él como para su lobo.
Sin embargo, Aker se detuvo y observó detalladamente la cicatriz en el abdomen de su Omega. Aunque ya la había visto antes, hoy la examinó más de cerca. Casi imperceptible, de un color rosa que resaltaba en su piel lechosa, la cicatriz tenía la forma de un lobo y evidenciaba haber sido causada por una quemadura. Debió haber sido extremadamente doloroso para su pequeño Omega, y no pudo evitar preocuparse por lo que había tenido que pasar para llevar tal marca en esa zona tan delicada.
—¿Pasa algo? —preguntó Denix al sentir que Aker había detenido sus movimientos.
—¿Qué te pasó aquí, Nene? —Aker preguntó mientras sus dedos acariciaban la piel de Denix.
Denix se tensó ante su pregunta, sabía que se refería a su cicatriz.
—¿Po-podemos hablar de eso después? —murmuró Denix, sin deseo de abordar ese tema en ese momento.
—Está bien, como tú quieras —respondió Aker, sellando sus palabras con un beso sobre la cicatriz.
Se incorporó para sellar los labios rechonchos de Denix, logrando que este olvidara su pregunta.
Aker, para distraerlo, posó su mano grande en el cuello delicado de su Omega, ejerciendo una deliciosa presión que arrancó un gemido sonoro a Denix. Observando la reacción positiva, Aker intensificó las presiones, alternando entre suaves y fuertes, mientras se movía en el trasero respingón, proporcionando suaves embestidas que los llevaban a experimentar un éxtasis deslumbrante.
—¿Te gusta cuando presiono aquí? —preguntó en un susurro seductor sobre el oído de Denix, aumentando la presión en su cuello delicado.
—S-sí, ah ~ ah-ah, sí ~
—Aah, me tienes completamente enloquecido, bebé —murmuró ronco sobre la piel sensible.
Denix se sintió halagado al ser él quien generara esas reacciones en su Alfa, pero el recuerdo de lo sucedido unas horas antes dejó un mal sabor de boca. Observar a alguien desconocido con intenciones ocultas cerca de su Alfa le provocó un revoltijo asqueroso en el estómago, y no sabía si fue su lobo Omega o él quien actuó sin pensar. Sin embargo, no se arrepentía de poner en su lugar a esa intrusa entrometida que intentó robar a Alfas comprometidos. Aker era SUYO, su ALFA, y no permitiría que nadie se lo quitara. Denix se sorprendió por sus pensamientos, ya que ni él mismo sabía que tenía esa parte tan posesiva.
—Ouh, A-Aker, espera —balbuceó Denix, tomando las muñecas de su Alfa, quien estaba desabrochando su pantalón.
Aker se detuvo al instante, observando con preocupación a su Omega.
—¿Qué pasa, Nene? Si ya no quieres seguir…
—¡No! ¡Di-digo, sí, sí quiero! — gritó—. Es solo que… mejor míralo tú mismo —exclamó, sintiéndose abochornado. Tomó la almohada y se la colocó encima de la cara.
—¿Entonces, ¿sigo o no? —preguntó Aker confundido.
—¡Mmjum! —respondió ahogadamente por la almohada en su cara
Aker continuó con su tarea, desabrochando suavemente el pantalón de su Omega. Bajó el cierre de manera tortuosa, acariciando esa zona y arrancándole suspiros placenteros a Denix, hasta que finalmente se lo quitó todo de un tirón.
—¡Oh, mierda! —gruño excitado Aker.
Tuvo que tomar una respiración profunda para controlar a su lobo, enloquecido por lo que estaba presenciando.
—Eres un travieso.
—¡No! Estaban entre la ropa que me compraste —explicó apresuradamente—, e-este era el más conservador.
Denix casi sufrió un infarto al buscar ropa interior entre las compras que Aker le había hecho, descubriendo una gran variedad de lencería erótica. Se sentía abrumado al no saber qué ponerse, revisó meticulosamente todas y cada una, encontrando estilos y variedades diferentes. Finalmente, optó por unas bragas con encaje que tenían estampados de conejitos, ya que le parecieron lindas. Aunque no acostumbraba usar este tipo de prendas, siempre había tenido curiosidad por ellas.
—Te juro que no pedí estas cuando fui por tu ropa; solo le comenté a la encargada que era para mi Omega y ella solo las empacó —explicó seriamente—. Si te incomodan, ya no las uses y compra a tu gusto.
—Está bien, me gustan —susurró avergonzado—. ¿A ti te gusta? —preguntó tímidamente.
—Eso no se pregunta, Nene. Solo mira cómo me tienes —respondió Aker, tomando el tobillo de Denix, besándolo y luego colocando la planta de su delicado pie en la dura erección—. ¿Sientes cómo palpita? Es todo por ti.
—Tonto Alfa, tonto.
Denix no cabía de la vergüenza; su cara estaba roja como un tomate, y con la excitación, parecía que estaba a punto de explotar.
Denix se incorporó de repente, tomando desprevenido a Aker, quien sorpresivamente fue derribado en la cama. Seguidamente, sintió a Denix subirse a horcajadas sobre él.
—¡Eres muy lento! —se quejó caprichoso.
—Mhmm, ¿y qué vas a hacerme? —preguntó Aker interesado.
—Vamos a ver —fingió pensar mientras pasaba sus pequeñas manos por el pecho firme de Aker—. Que tal…… ¿Esto?
Denix acomodó su trasero en el miembro endurecido y palpitante de Aker, arrancándoles a ambos un sonoro gemido.
Aker disfrutaba de una maravillosa vista desde abajo, con su Omega encima, luciendo solo ropa interior sexy mientras se movía suavemente sobre su miembro erecto. Era simplemente perfecto. Se acomodó, colocando sus brazos detrás de la cabeza y clavando su mirada profunda en su pequeño Omega travieso.
—Sí, me gusta, salta, conejito —comentó lascivo, ayudándole a saltar y levantando su pelvis.
—¿Te gusta, Alfa? —Denix estaba irreconocible; ya no era solo su Omega travieso. Este solo lo incitaba a ser osado y eso que no se encontraban en celo.
—Como no tienes idea —la voz ronca y grave de Aker solo aumentaba las ganas de Denix, quien sentía su entrada empapada y veía el desastre que estaba provocando en los pantalones de su Alfa, mojándolos con su lubricante.
—Mgm~, ah-ah~
Aker ayudó a Denix tomando su diminuta cintura, guiándolo para que continuara frotándose deliciosamente.
—A-Aker, yo quiero esto dentro de mi —comento, dando un firme sentón en el miembro duro del Alfa.
Aker gruñó excitado, sintiendo que no podía aguantar más la espera. Tomó el borde de la braga y la bajó, revelando el miembro erecto de su omega, húmedo por el presemen. Acarició el glande rosado en círculos mientras bombeaba suavemente. Denix seguía el movimiento de la mano de Aker, buscando su propio placer. Se sostenía de los brazos fuertes de su alfa, apretándolos y clavando sus uñas en la piel acaramelada en busca de soporte por el placer que sentía.
Aker aumentó la intensidad de sus movimientos, incorporándose y recostándose en el respaldo de la cama. Atrajo el cuerpo pequeño de su omega más cerca, devorando esa boquita roja e hinchada. Su otra mano viajó hacia atrás, apretando un glúteo jugoso, abarcándolo con su gran mano. Lo apretó, acarició y separó del otro. Denix ahogaba sus gemidos en la boca de Aker, pero cuando no pudo más, simplemente los dejó salir.
—A-ahí~, Alfa toca ahí~ —gimoteó cuando sintió los dedos de Aker rozar su entrada.
Y Aker obedeció su pedido, adentrando con facilidad su dedo medio en la muy mojada entrada, moviéndolo con suavidad. Poco a poco, aumentó el ritmo, igualando los movimientos de su otra mano en el miembro goteante de Denix. Este liberaba grandes cantidades de lubricante, y eso provocaba que el olor de sus feromonas fuera más intenso, llevando al borde de la locura a Aker.
—A-Alfa —jadeó Denix, estremeciéndose suavemente—. Más, por favor —suplicó.
—Por supuesto, Nene —sonrió Aker, tomando el borde de las bragas, dando una clara señal a Denix para que se levantara.
Denix comprendió y se bajó del regazo del Alfa, observando con vergüenza la gran mancha húmeda que dejó en los pantalones de Aker.
Aker se bajó de la cama, dejando a un confundido Denix. No le dio oportunidad de refutar cuando fue tirado de su pie al borde de la cama.
Observando el dulce festín frente a él, Aker sintió su boca hacerse agua por probar esa mojada entrada. No lo pensó y cayó de rodillas frente a la cama, atrayendo más cerca del borde el cuerpo desnudo de Denix, quien confundido iba a refutar, pero se atragantó con un gemido alto cuando sintió la lengua resbaladiza del Alfa pasar muy cerca de su entrada palpitante.
—Mhm~, A-Aker ~
Entonces Aker separó y flexiono las piernas de Denix para hacerse un espacio entre ellas.
—Probaré este manjar entre tus piernas —pronunció roncamente, comenzando a besar los gruesos muslos internos, deslizándose por el interior de su pelvis, chupando y mordiendo con pasión y deseo.
Denix arqueó la espalda aferrándose a la manta al sentir esa lengua pasar juguetonamente por su miembro.
Observando las reacciones en su Omega, Aker pasó su lengua desde la pequeña entrada ansiosa, subiendo por los testículos para luego ascender hasta la punta de ese bonito pene rosado.
Capturando una gota de pre-semen, Aker gimió al ver que otra salía y la lamió de nuevo, succionando la punta con sus labios.
Denix, tembloroso y gimoteando, arqueaba su espalda que ya se encontraba fuera de la cama, sus manos fuertemente aferradas en las mantas.
Alternando entre chupar y lamer el pre-semen, Aker disfrutaba atormentar a su Omega, llevándolo hasta el borde.
Sintiendo el pene de su Omega palpitar en su legua Aker se detuvo, para empezar a dejar mordiscos y besos en el interior de sus muslos, y se detuvo en la pequeña entrada.
Observando la brillante entrada Aker paso su lengua gimiendo en deleite al sentir el sabor del lubricante natural en sus pilas gustativas.
—Sabes tan bien, y tu cuerpo está tan ansioso que se está preparando para mí tú solo, bebé —Aker gimió, lamiendo de nuevo la entrada de su Omega, quien soltaba sonido inentendibles.
Comprobando Aker adentro su dedo para verificar y gimió gustoso cuando esté se deslizó rápidamente por ese canal húmedo y apretado.
—¡Si! —exclamo Denix retorciéndose en la cama— ¡Más, Alfa!
Aker sostuvo con firmeza la cintura de Denix, cuando empezó a adentrar otro y luego un tercer dedo, moviéndolos lentamente, escuchando lo sonidos de satisfacción del otro, así que los aceleró, llevado a la locura a Denix quien gemía en descontrol.
-A-Aker, va-va a salir —balbuceó en un gimoteo excitado, sintiéndose demasiado sensible, cada roce y movimiento de los dedos de Aker despertaba sensaciones intensas que lo llevaban al límite del placer.
—Déjalo salir, bebé —susurro roncamente.
Denix tenso su cuerpo explotando fuertemente sobre su abdomen, apretando los dedos del Alfa dentro suyo.
Aker apenas tuvo tiempo de desabrocharse el pantalón y liberar su propia erección. La masajeó un par de veces, deleitándose con la maravillosa vista de su Omega desnudo y satisfecho frente a él. La habitación estaba impregnada en feromonas de excitación entrelazadas .
Con sus respiraciones agitadas y el cuerpo aún hormigueando ante el recién orgasmo, se tomaron un tiempo en silencio para procesar lo que acababa de ocurrir. Pero ese silencio fue roto cuando Denix dijo:
—Aún quiero sentir esto dentro de mí —demandó, refiriéndose al miembro que aún acariciaba Aker en su mano.
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ɴᴏ sᴇ ǫᴜᴇ ʜɪᴄᴇ ᴘᴇʀᴏ ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴏ.....✺◟(∗❛ัᴗ❛ั∗)◞✺
𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚 𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐨 𝐮𝐧 𝐦𝐨𝐧𝐭𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐮𝐫𝐨𝐧𝐚𝐬.....
𝐄𝐬 𝐦𝐢 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐦𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐬, 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐞.....(◠‿◠)
𝑯𝒂𝒚 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒐𝒄𝒖𝒑𝒆𝒏 𝒋𝒊𝒂𝒋𝒅𝒋𝒇𝒌𝒓𝒌𝒇𝒋𝒆 ....
𝓜𝓲 𝓿𝓸𝓽𝓲𝓽𝓸 ☆
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