"Rescue me" [Nathmarc]
—Me gustas...— susurró apartando la mirada. —Me gustas mucho, Marinette.
La mencionada no hizo más que mirarlo totalmente sorprendida, no se esperaba que el joven pintor, quién además era uno de sus mejores amigos, se le declarara.
Esa situación la hacía sentir mal, demasiado a decir verdad.
—Nath...— murmuró luego de unos minutos de silencio. —Me hace sentir muy halagada saber eso... Sin embargo, no soy capaz de responder a tus sentimientos...— suspiró. —Y-Yo... Estoy saliendo con Adrien...
Aquella confesión provocó un gran dolor en el pecho del pelirrojo, el cual simplemente sonrió, tratando de ocultar la tristeza que lo abordaba, no quería llorar, no frente a ella.
—¡Esa es una excelente noticia! Me da mucho gusto que después de tantos años, al fin estés con la persona que amas...— exclamó con aparente alegría. —De todo corazón espero que sean muy felices, ustedes... Se merecen lo mejor.
La azabache sentía un nudo en la garganta, sabía que su amigo la estaba pasando mal, y lo peor es que ella se sentía incapaz de aminorar el dolor que seguramente sentía, ella estubo en su lugar muchas veces, sabía lo que era ser rechazada.
Ahora también ya tenía una idea de lo que siente la persona que se ve en la incómoda posición de rechazar.
—Nath, yo...
—Nos vemos en clase, Mari, no llegues tarde.— interrumpió marchándose, no soportaba estar más tiempo a su lado, no quería ser aún más humillado en su presencia.
Sin saber cómo, ni por que, llegó al baño de hombres, donde se encerró en un cubículo para así poder llorar amargamente, necesitaba desahogar la pena que lo consumía.
«Si tan solo no hubiera demorado tanto tiempo en decirle lo que sentía...»
Llevaba enamorado de la aspirante a diseñadora desde que la vió por primera vez en la escuela, se había enamorado perdidamente de ella, quedó hechizado por su forma de ser, por su gran amabilidad, por su belleza externa e interna, a sus ojos era un verdadero ángel.
Siempre se había conformado solo con ser su amigo, demasiado tarde se armó de valor para confesarle su amor, para aspirar a ser algo más que eso.
—¿Nathaniel? ¿Estás aquí?
Al escuchar aquella voz tan conocida, trato de calmarse, para ser capaz de responderle, pero sus intentos eran en vano.
—Nath... No hay nadie, puedes salir...
Resignado abrió la puerta del cubículo, saliendo para toparse con un joven de mirada esmeralda, su mejor amigo.
—No tenías que venir... Hay clases y no me gustaría que por mi culpa...
El azabache no dejó que terminara de hablar, optando por envolverlo en un cálido abrazo, el cual fue correspondido por el de ojos azules.
—Pensé que en estos momentos necesitarían de un amigo...— murmuró. —Se lo que pasó... Escuche cuando ella le contaba a Alya...
Saber eso lo hizo sentir aún más vergüenza, seguramente después toda la escuela se entraría de que se le declaró a la mujer más linda de toda la clase, la novia del modelo más famoso de París, hijo del mejor diseñador a nivel internacional.
Estaba perdido.
—Descuida, se que no se lo contaran a nadie, así que puedes estar tranquilo.— ánimo. —Yo estoy contigo...
El dibujante suspiro a la vez que bajaba la mirada.
Realmente durante muchos años se hizo ilusiones, pensó que el día que le declarara su amor a la joven que consideraba su musa, ella consideraría darle un a oportunidad para entrar a su corazón, creyó que con un intento bastaría, que solo con tratar lo amaría así como él lo hacía.
Bien dicen que soñar no cuesta nada.
—Tenías razón al decirme que ella seguía enamorada de Adrien, muchas veces me advertiste que podría salir herido ante lo obvio...— murmuró. —En verdad siento no haberte hecho caso... Se que ahora dirás con total razón que soy un idiota por soñar... Por vivir en un mundo, en una ilusión fuera de la verdad ante mis ojos...— sollozo. —Vamos, dímelo...
El de ojos verdes acarició con ternura la mejilla de su contrario, regalándole así la mejor de sus sonrisas.
—Si te lo dijera... ¿Qué clase de amigo sería?- murmuró ante la mirada llorosa del joven. —Mi único deber, como tu mejor amigo, es aconsejarte, apoyarte, rescatarte cuando estés en momentos difíciles, incluso ser tu cómplice en alguna que otra idiotez.— aclaró provocando que una pequeña risa brotaba de los labios del artista. —Nath, me importas incluso más de lo que crees, te pido perdón si alguna vez te di un consejo o simplemente dije algo que te llegará a lastimar... Te quiero y en verdad no me gusta verte así... Por eso siempre trato de advertirte si hacer algo bien o mal... Enserio, lo lamento.— se disculpó ante la mirada enternecida del pelirrojo.
—No tengo nada que perdonarte... Porque tu no hiciste nada, fui yo él que se negó a hacerte caso, él que creyó que estabas equivocado y lograría algo...— suspiro. —Tu debes perdonarme a mi por todo lo que te hice, lo que te dije cuando solamente tratabas de aconsejarme para que no acabará así...
El azabache sin decir nada lo abrazo, era verdad que no lo había tratado nada bien cuando se negaba a aceptar que la diseñadora no era capaz de verlo con otros ojos, sin embargo, fue él quién decidió permanecer a su lado a pesar de todo.
Y no se arrepentía de nada.
—Para eso estamos los amigos ¿no? Para apoyarnos en momentos de soledad, momentos donde necesitemos ayuda... Cariño...— sonrió. —Amor...— susurró.
El pelirrojo miró nuevamente a su acompañante, el cual se encontraba levemente ruborizado al verde reflejado en los zafiros del artista.
—Gracias, Marc, de verdad, no se que sería de mi sin ti en estos momentos, eres un gran amigo, enserio...
El de ojos verdes asintió sin decir nada, esas palabras realmente lo habían lastimado.
No quería ser solo su amigo.
«Si tan solo supieras que soy yo el que te ama y quiere hacerte feliz...»
—Vamos a clase entonces ahora me siento mejor.— aseguró tomando de la mano al escritor, sin embargo él no se movió. —¿Ocurre algo?
—Quizás es momento de que sepas... Porque si, efectivamente pasa algo.— confesó. —Perdóname, pero yo no elegí esto...
—¿A que te refieres?
Un suspiro brotó de sus labios, era el momento de ser valiente y rescatarse a si mismo de la soledad a la que se estaba sometiendo.
—Lo que quiero decir es que tu, Nathaniel Kurtzberg, me gustas.— exclamó. —Me gustas desde el primer momento en que nos vimos...
Silencio, lo único que reinaba en el lugar era el silencio.
Una incómoda pausa que no lo dejaba.
—Lo siento...
•••
¡Hey!
¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendoles un nuevo OS aquí en "A song, my life" Esta vez con la canción titulada "Rescue me" De One Republic.
Como pudieron leer, esta vez el shipp utilizado fue el bello y hermoso Nathmarc, realmente pensé que esta pareja encajaba muy bien con la canción :3
En fin, sin más que decir yo me retiro, espero que les haya gustado el One-shot de hoy, ya saben que cualquier cosita pueden dejarmela en los comentarios, yo encantada de leerlos :³
Ahora si, nos andaremos leyendo en otra realidad virtual.
Bais~♡
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