Había una vez en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo... (Vaya, Potter, ¿ No podrías haber sido más elocuente ?.... Shh, Silencio, Malfoy, ¿ Donde iba ?, Ho, Sí), un hermoso jardín, con astutas serpientes (con eso no te ganaras mi favor, Potter), valientes leonés (me harás sonrojar, compañero... Ron... ¿ Si ?... Cierra la boca... Pero, Herms), inteligentes cuervos (hara, Eres tan lindo Harry... Gracias Luna) y leales tejones (si, así somos nosotros... Cedric... ¿ Si, Harry ?... Déjame continuar el cuento para los niños, ¿ Si ?... Ops, claro, si, adelante), todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un pequeño cachorro de quimera profundamente triste.
(¡¡ Ese es mi padrino !!... ¿ Hu ?, ¿ Teddy ?... Vamos ya, admitelo Harry... He, ¿ Herms ?... Ya, compañero, sigue el cuento que se esta poniendo interesante... O-ok...)

El pobre tenía un problema: "No sabía quién era"...

(Cuando no... Malfoy, callate... Grr.. )

- Lo que te falta es concentración - (le decía el cuervo... Luna, yo estoy narrando... Ho, si, perdona )-. Si realmente lo intentas, podrías ser tan inteligente y sabio como nosotros, ¿ Ves qué fácil es ?.

- No lo escuches... - ( exigía la serpiente... ¡¡ Malfoy !!... Hhmp... ) -. Es más sencillo mentir y manipular a los demás, ¿ Ves que placentero es ?.

(Si, muy placentero.... Hug... ¿ Que ocurre, Potter ?... N-nada)

Y la pequeña quimera, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación de la pequeña quimera, le dijo:

- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución ( ¡¡ has le caso !!... ¡¡ Hermione !!) ¡ No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior !-.

Y dicho esto, el búho desapareció.

- ¿ Mi voz interior ?... ¿ Ser yo mismo ?... ¿ Conocerme ?... - se preguntaba la pequeña quimera desesperada.

¡ CUANDO DE PRONTO, COMPRENDIÓ !.

(Así no más... Rooonnn... Harrryyy... )

Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

- Tú jamás serás astuto por que no eres una serpiente, ni seras completamente valiente por que no eres un león, ni inteligente por que un cuervo no eres, y mucho menos leal ya que ni la forma de un tejón tienes. ¡ Eres una quimera !. Y tu destino es crecer grande y majestuoso. Por que a ti no te falta nada, ya que las características de las diferentes especies tu tienes.

Y la pequeña quimera se sintió fuerte y seguro de si mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

(Yo llamaría a eso, arrogancia, señor Potter, nada más que arrogancia... Pero, Señooor... Deje de hacer pucheros, señor Potter... ¡¡ No son pucheros !!)

Así, pronto llenó su vida, con aventuras y cientos, haciendo que fuera admirado y respetado por todos.

Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

FIN
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- Yo me pregunto, al ver a mi alrededor, ¿ Cuántos de ustedes serán pequeñas quimeras que no se permiten a si mismos crecer?.... ¿ Cuántos serán pequeñas y escurridizas serpientes que, por miedo al reto, sólo dan espinas?.... ¿Cuántos, leones que no saben florecer?... ¿ Cuantos cuervos que temerán a su inteligencia ?... ¿ Y cuantos tejones que trabajaran duro, pero temerán a lo desconocido ? - suspiro Harry.

- Vaya, hasta que dice algo inteligente, señor Potter - exclamó Snape, ganándose un puchero del nombrado -. En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar. No permitan que nada ni nadie les impida conocer y compartir la maravillosa esencia de vuestro ser.

- Sip, nunca concuerdo con él, pero el profesor Snape tiene razón - dijo Harry sonriedo a los amiguitos de su ahijado, los cuales se habían quedado a pasar la noche -.

¡ NUNCA LO OLVIDES !

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