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Semya tomó fuertemente la garra de Riort cuando el transbordador despegó. El joven pantera intentaba ser fuerte por su pareja y el niño, pero no podía dejar de sentir que gran parte de su ser se quedaba en Eclepthya... En realidad, lo único que quedaba allí estaba a punto de morir.
- Ri, lo siento tanto...yo quisiera poder aliviar tu dolor- acongojada Semya suspiró profundamente.
- Sem, tú y Bherm son todo lo que tengo. Mi hogar...- la tomó de la nuca chocando frente con frente- les pertenezco.
En Eclepthya, Tacket estaba discutiendo con la primera dama muy acaloradamente. Myrs estaba enloquecida por la masacre que el león estaba haciendo para cazar a su propia hija.
- Ella dejó de ser mi hija en el momento que se comprometió con ese gato negro- Tacket escupió con rabia.
- Ese gato negro, tiene muchas más agallas que tú. Ella es feliz a su lado... lo que sucede es que quieres que todos sean tus esclavos y nosotros, querido, somos un planeta libertario- Myrs salió del boogle del león sin saber que Tacket había programado un secuestro falso para luego matarla sin que nadie sospechase de él.
- Vienes con nosotros- la tomó un rinoceronte negro con el rostro cubierto de un casco negro espejado.
- Soy la primera dama de Eclepthya- le dijo Myrs sin creer lo que quería hacerle.
- Justamente por eso me acompañará sin hacer escándalo- gruñó en contestación el macho.
El león sonreía victorioso mientras brindaba al aire con su copa de metal que contenía un líquido marrón oscuro brillante al que llamaban Vondort (licor que se extraía de unas frutas autóctonas maceradas y una hierba fermentada).
Pasadas unas cuantas horas, los jóvenes arribaban a Xystol . El capitán de la nave saludó a ambos y los presentó al embajador del planetoide: Rezer Ritual, tigre de bengala. El joven mandatario puso especial atención en Semya que estaba absorta mirando a su alrededor.
- Bienvenidos a Xystol. Soy el embajador del lugar y quien manda, ya que dependemos del planeta Trion.- saludó a los jóvenes y fijó su vista en la leona- Me encargaré de llevarlos a su boogle, capitán- le dijo al uniformado mientras conducía a la pareja a un heliglobo de un metal brilloso que parecía muy liviano.
Subieron al vehículo y cuando empezó a despegar ambos se quedaron embelesados viendo el paisaje. Un solo rojísimo y un satélite verde se observaban a ambos lados del horizonte, estaban en una especie de pradera y a lo lejos podía verse una ciudad con un árbol metálico similar al que conocían en Cryster.
- Me gustaría saber cuál será nuestra actividad profesional aquí- pronunció Riort luego de unos minutos en silencio.
- Creo que ser custodios de la criatura esa, no es tarea menor.- respondió el tigre mirando a Bherm que empezaba a sollozar en brazos de Semya.
- Aún así, nosotros quisiéramos contribuir en algo- respondió la leona sintiéndose algo incómoda bajo la mirada del joven tigre.
- Creo que... - leyó una planilla virtual que se extendía desde la pulsera de su traje.- Riort será necesario en las instalaciones de investigación dónde deberán monitorear al experimento cada quince días. Tacket, no ha informado nada a la embajada y no tenemos información de absolutamente nada con respecto al experimento.
-¿Quiere decir que dejaré en un laboratorio a mi hijo?- el joven pantera estaba algo molesto por la forma en que hablaba Rezer, la leona al ver que estaba perdiendo los estribos, apretó su hombro logrando que Riort se calmase.
- Creo que al menos deberíamos saber algo de él. La señorita podrá estar dentro del recinto.- pronunció con calma el embajador.
- Me parece, con todo respeto, que podría vivir con nosotros en un boogle y llevarlo a control con sus científicos- la leona miró fijamente al tigre quien sonrió levemente y asintió.
Llegaron al centro de la ciudad, al pie del árbol que sostenía los boogles. Riort carraspeó intentando pasar el nudo que tenía en la garganta; era inevitable todo le traía recuerdos de sus padres. Aquí él no era nadie, nadie lo conocía, ni lo extrañaba, ni le importaba que llegue bien a casa...
- Ri, tranquilo- Semya sostuvo su mano fuertemente- Te amo- le susurró.
- El primer boogle es el mío; en el segundo está el científico de Xystol, Katel, junto a su esposa y sus hijas; el tercero es para el capitán que los trajo, Bogu; y finalmente, el suyo- les explicó Rezer mientras llegaban a la puerta de la residencia de la pareja.- Espero se sientan a gusto en la ciudad, es la única aquí. El planetoide es usado para entrenamiento militar.
Los jóvenes entraron a la propiedad y se observaron entre sí, la leona alimentó a Bherm que ya estaba pidiendo comida.
— No puedo evitar pensar en mí familia— Riort acomodaba sus cosas en el lugar.
— ¿Sabés? Myrs era mala mostrando sus sentimientos, pero la extraño. Ella siempre quiso que sea una leona fuerte y… no sé si lo logró. Sentí pena por nuestro hijo apenas supe de su existencia— Semya miró apenada al niño.
— Eso no te hace débil, cariño. Eso demuestra que hizo un buen trabajo— el joven abrazó por la espalda a la hembra.
Mientras, la primera dama de Eclepthya era llevada a un subsuelo en el medio de la jungla de Ipos, la selva más densa de todo el planeta que quedaba a una larga distancia de la capital.
— Señor, ya está listo— el rinoceronte se comunicó con alguien del otro lado de su llamada de voz.— Los vecinos nos vieron subir, seguramente ya será noticia.
Tacket sonreía mientras se preparaba para la ceremonia de mañana donde todos los que habían ayudado a esa criatura escapase.
El doctor Ilsz, Tern y Crin estaban en la misma celda esperando la sentencia, las horas parecían eternas y todos esperaban que Semya, Riort y la criatura pudieran estar bien. Mientras Ivorge se preparaba para presentar las pruebas delante del Ágora Dynamia, la embajada estaba muy interesada en derrocar al león absolutista. Tacket se había ganado mucho enemigos últimamente.
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