Se preguntaran porque me perdía este tiempo, culpen a los megas, ellos son los culpables....

Bueno falta un capítulo para que finalice esta primera parte o temporada de esta historia, ya tengo listo el primer capítulo de la segunda que se desarrolla horas después del nacimiento de Camus.

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Kardia no le había dicho que Dégel había aparecido ese mismo día que Radamanthys, la mujer se lo había guardado para si, para no preocuparla. Dégel se presentó cuando Carrie ya dormía.

Varias noches después.

Kardia demoraba más de lo usual por lo que Carrie optó por preparar la merienda y guardarle su porción correspondiente, ella estaba emocionada pues el gineco-obstetra en uno de sus chequeos le había dicho que el bebé nacería los primeros días de febrero por medio de parto normal. Ya se estaba preparando comprándole el moisés y junto a Kardia acondicionaban el cuarto donde dormiría " Albert" como lo había bautizado.

Distraída comiendo su porción mientras veía un documental con la pequeña perrita de su amiga que no se había dado cuenta que era observada por un par de ojos violetas fríos, el dueño de los mismos oculto en un lado de la sala cercano a la ventana no perdía detalle de los movimientos de Carrie.

—¿es raro que esté sola?—murmuró para si—¿porqué Kardia aún no llega?

Como cuando Camus se anunció por primera vez, de nueva cuenta volvía a manifestarse a mes y medio de su nacimiento ahora frente a su madre de esa vida quién ante aquella manifestación dejó caer el plato de comida impresionada y sobándose el vientre.

—aquí estas....—djo Dégel saliendo de su escondite.

—¿quién está ahí?

Era el mismo, con el mismo color de cabello, piel blanca y ojos azules zafiros, Pinina en vez de huir aterrada permaneció en su sitio tranquila.

—ahora ya lo conoces—dijo Dégel parándose a su lado—así era él y así será en esta nueva vida.

—¡ TÚ!—lo apuntó con su dedo índice—¿qué haces en este departamento?

Dégel en vez de responder, se limitó a colocar una mano en el vientre de la mujer que comenzó a moverse sin descanso anunciando la felicidad del bebé al sentir la esencia de su padre de alma y corazón, el inmortal sintió como su corazón se estrujaba de alegría tanto que hasta quiso llorar.

—tú-tú... e-es imposible.... él no te conoce.... no eres su padre—comentó anonadada.

Él sonrió mostrando su bien cuidada y perfecta dentadura haciéndolo más atractivo.

—él y yo somos uno... él tiene una parte de mi alma, una parte de mi inmortalidad, esa que me hace humano y vulnerable—sus ojos brillaron al decir esto—no sé a ciencia cierta porqué tú mujer me lo vas a devolver, no sé cúal es tu karma.

Cuando lo descubriera no iba a creerlo.

Carrie apartó la mano de Dégel bruscamente por lo que el pequeño dejó de moverse, se disponía a recoger los restos del plato cuando la mano de él la detuvo.

—deja, vas a cortarte—se quitó el largo abrigo negro dejando al descubierto una perfecta y trabajada anatomía que resaltaba sobre la camisa gris, ahora entendía la rubia el porqué Kardia había sucumbido ante él, era sumamente bello y atractivo.

—ahora creo porqué para mi amiga eres su peor pesadilla—se sentó en el mueble—no sólo por la maldición, sino por tu belleza masculina.

—no creo que sea un hombre que pueda cautivar—dijo recogiendo el último pedazo del plato—técnicamente lo que vez era lo que yo era hace siglos hasta meses después de....—hizo una pausa—de que mi pequeño Camus muriera—desde haceseis siglos atravieso el ciclo humano.

El temor inicial había desaparecido dando lugar a una curiosidad de saber de ese hombre mucho más. Lo siguió hasta la cocina, quería saber más.

—¿amas a Kardia?

Una ceja alzada fue el signo de lo que había producido la pregunta.

—¿para qué quieres saber eso?

—pues ella me confesó que lo había hecho contigo—respondió inocente.

Ultimamente no podía sacarse de la cabeza aquel encuentro, cada noche sentía que ella se sacudía debajo suyo, que gemía en su oído, que su cuerpo pedía más.....

Flahsback.

Dientes mordían su barbilla mientras sus finos dedos con sus respectivas uñas arañaban su ancha espalda, él perdido en el terrible sopor del sexo y deseo sólo atinaba a acrecentar las embestidas. Que le importaba que ella en su anterior vida lo maldijo, si igual la atormentaría hasta rabiar....

Jamás pensó someterse a los bajos instintos de un ser humano, más con ese que ahora era ella.... Si uno de sus conocidos le decía aquello hasta lo insultaría en el antiguo idioma de ellos.

En un momento se apoderó de sus labios en un beso hambriento, ella lo mordió, pero eso no importó siguió besándola a pesar de que ya estaba próximo a terminar ese encuentro. Luego de eso, ella volvió a odiarlo mientras clavaba su uña en su pecho obligándole a decirle los motivos de la fijación con el bebé de Carrie.

Fin flashback.

—sabiendo sus intenciones, caí en su trampa—se devolvió a la sala con Carrie pisándole los talones—¿entiendes mujer?

—mi nombre es Carrie, grábatelo en tu cerebro inmortal—corrigió ella cansada de ser llamada mujer por él.

—como sea, igual eres mortal.

Pinina se puso en cuatro patitas a lamer la mano de Dégel quién no la rechazó.

—bueno yo me voy—tomó su abrigo colgándoselo en su hombro—vendré por Kardia otra noche.

—¿le digo que viniste?—gritó cuando él se hallaba ya una distancia prudencial.

" No mujer", respondió él a su mente.

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—no es necesario, entendí que cometí un error.

—un error garrafal, Kardia.

Ella asintió mientras bebía una copa de vino tinto frente a la líder de esa ala de los cazadores de Europa llamada Deyanira la cual ejercía con mano de hierro el liderazgo de aquellos hombres y mujeres. Kardia le había contado lo que había sucedido con Dégel noches atrás por lo que Deyanira le había hecho toda clase de preguntas que la mujer de ojos celestes respondió sin ocultar nada a su líder.

—no puedes admitir siquiera un hipotético embarazo—entrecerró los ojos ante la " desagradable idea de otro hijo de Dégel ni mucho menos que proviniera de una mujer cazadora".

La mujer no replicó nada. Deyanira continuó.

—la sangre de ese ser es más poderosa que la de Wyert y Agnia1, si nace otro hijo de él.... se fortalecerá más.

—soy estéril—murmuró para alivio de Deyanira—lo comprobé hace días, pero preferí guardarlo.

—bien, bien—sirvió otra copa más contenta—no podía admitir que tuvieras un niño de ese hombre, recuerda que perteneces que a una importante familia de cazadores, una mancha como esa no se borraría jamás.

—entiendo.

Deyanira tenía entre ceja y ceja el poder estar frente a Dégel y neutralizarlo más hasta " enloquecerlo y obligarlo a renunciar a su larga vida".

—puede leer mentes...

—no puede hacerlo conmigo—respondió Deyanira orgullosa.

Continuaron en su charla hasta cuando Kardia consideró que era hora de irse.

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Al día siguiente, 10:00 am.

Mientras Aioria y Aioros junto al gato del niño se hallaban fuera del campo de visión de su padre, este anotaba frenético en una agenda todo lo que había visto en su sueño de la noche anterior.

—llama a Dégel—pidió a El Cid.

—hay teléfonos ¿lo sabías?—cuestionó.

Recién reparó en que ya no estaban en el siglo XIV.

—mi manía de creer que aún estoy en 1300—dijo con una sonrisa de pena.

—no te preocupes—dijo conciliador.

Después de ese breve intercambio de palabras, El Cid se marchó a cumplir con sus actividades pero teniendo en cuenta de que el adolescente Aioros y el infante Aioria estaban fuera de casa. En menos de lo que canta un gallo, el anciano Dégel estaba frente a Sisifo quién tenía listo un espejo para mostarle lo que había descubierto.

—vine lo más rápido que pude.

—esto es sumamente importante—dijo mostrándole las letras las cuales cobraban vida frente al espejo que comenzaba a proyectar diversas imágenes....

—¡miren a quién tenemos aquí...... al hijo del mounstro!—dijo un hombre de cabellos rubios y ojos verdes acercándosele junto a varios cazadores a Camus que reciententemente salía de visitar al padre Poitiers, quién se asustó—¡ oh! no te asustes niño..... sabemos quién eres....

El joven trató de huir, pero fue interceptado por otro, Camus comprendió que no lo dejarían libre a menos que....

—Camus Von Shielfs, sangre y vida de Dégel Von Shielfs.... el asesino más poderoso de esta región.

—¡ no es eso que dicen....!—replicó molesto—mi papá no es malo.

Unas risas burlonas prosiguieron a la declaración del joven de 19 años.

—miren muchachos—colocó la punta de la daga bajo la barbilla de Camus—el niñito dice que su papi no es malo.

Kardia se había quedado al margen de todo, no había querido participar en la " captura de Camus", para él el joven no era culpable de lo que era su padre, si fuera por él, lo persuadía para que se vaya lejos de Francia para que se salvara de todo eso. Charles quién era el que tenía a Camus, se sentía en la gloria.

Charles regresó casi al amanecer con la daga oculta en un pedazo de tela, Kardia se disponía a montar su negocio de manzanas como todos los días aparte de su oficio como cazador y en el camino que conducía al mercado, se topó con la espeluznante imagen de Camus tirado con sangre en su pecho.

—Charles, eres un estúpido—dijo contrariado mientras se agachaba para comprobar si el chico tenía signos vitales—él no....

—¿ papá? ¡ perdóname....!

—no soy Kardia, el manzanero—apartó con cuidado el cabello que tapaba el rostro del muchacho—calma, te llevaré donde tu padre.

—no.... no mi tiempo ya llegó—tosió mientras se aferraba a los brazos de Kardia que sentía un nudo en su garganta—no quiero que me vea así.... yo lo quiero tanto que.... dile que me perdone por irme tan pronto de su lado.

—¿porqué la Inquisición es tan cruel?—dijo ignorando quién estaba detrás de todo eso era Radamanthys que aprovechándose de la Inquisición persuadió para que Camus sea eliminado—tranquilo....

—prométeme que cuando vuelva a nacer—entrecerró los ojos sintiendo que su alma escapaba de su cuerpo—me llevarás hasta mi padre.

—no existe la reencarnación, niño—refutó ignorando que era visto por Radamanthys oculto tras un árbol con una mirada de triunfo al ver que sus planes resultaron.

—promételo.... promete que me llevarás nuevamente a sus brazos....

Llorando con el alma hecha pedazos al ver esa vida irse injustamente, Kardia lo prometió.

—lo prometo, ahora.... descansa.

Un último suspiro anunció que el alma de Camus abandonaba su cuerpo, Kardia ahora tenía esa promesa encima.

—Charles.... eres un estúpido.....

Al final de esa secuencia, Dégel estaba sin palabras, al fin había descubierto quién era el asesino de Camus.... y su reencarnación era nada más y nada menos que Carrie.... tanto Kardia como Charles habían reencarnado como mujeres, la una tenía la responsabilidad de darle vida y la otra de llevarlo nuevamente a sus brazos.

—debería odiarla, pero....—su llanto silencioso cortó su parlamento—su deuda está saldada.

—es hora de que dejes ese dolor a un lado, él ya está por ver la luz del día.....

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Notas adicionales:

1 Fue el apellido que le designé a Sisifo.