XXIII
Todo a su alrededor era oscuro y tenebroso, había una sola luz en todo el lugar y no era suficiente para iluminar una gran cantidad de espacio. A Tony le costó darse cuenta de que estaba en la Sede y solo lo supo porque la forma que tenía la ventana, por la que se filtraba la luz mínima, era similar a la de algunos pisos de su Sede.
No intentó salir, no intentó gritar y tampoco intentó moverse. Se quedó estático en el lugar en el que estaba.
De cierta forma, le aterraba más la oscuridad, pero Tony sabía que no debía temerle a la oscuridad sino a aquellos que habitaban en ella.
—¿No vas a huir? —dijo una voz a su izquierda, Tony se giró aún sabiendo que no iba a ver nada.
—¿Por qué habría de hacerlo? Estoy en mi casa.
La voz silbó burlonamente, como si sus palabras le dieran gracia. Tony sospechaba que podía ser así.
—Este lugar al que llamas casa dejará de existir en muy poco tiempo. Quizás deberías irte antes de que dejes de existir junto con todo el lugar.
—¿Es una amenaza? Debo admitir que no me siento amenazado. Podría recomendarte un libro para amenazar mejor si lo deseas. En los 90’ leí uno buenísimo.
Nadie contestó, Tony estaba comenzando a sentirse ansioso cuando las luces se encendieron. Confirmó que estaba en la Sede, pero notar la habitación en la que estaba lo puso un poco confuso. ¿Por qué estaría en la habitación de Rogers y no en la suya propia?
Había una nota sobre la cama de Steve. Tony se acercó y la tomó entre sus temblorosos dedos.
La nota citaba: “No puedes borrar lo que fuiste y lo que eres ahora, tampoco puedes borrar tu destino y la destrucción que habrá a tu alrededor. Los muertos sobre tu alma están contados y cuando las gemas aparezcan será demasiado tarde para revertirlo. El destino que compartes no puede ser cambiado.”
*
Se despertó con lágrimas en los ojos. Peter estaba a su alrededor y le estaba hablando con la voz suave que él tanto amaba. No pudo identificar ninguna de las palabras tranquilizadoras de Peter, pero si pudo entender las palabras que este dijo al final:
—Todo fue un sueño.
No, quiso decirle, esto no es un sueño.
Antes de poder decir algo, sus ojos volvieron a cerrarse y cayó en la inconsciencia.
*
Peter había terminado su año con un éxito del que Tony se sentía maravillosamente orgulloso. Lo único que le faltaba era la ceremonia de graduación y el título, después de eso, era libre para estudiar lo que él prefiriera y dónde él lo prefiriera.
Tony no se sorprendió cuando el Mitdown le dio a Peter la oportunidad de aplicar para una beca en Europa si él así lo deseaba. A Peter le vendría de maravilla viajar al continente Europeo y estudiar en alguna de las Universidades prestigiosas de allá, pero también podría quedarse y estudiar en una universidad prestigiosa de Estados Unidos, Tony lo apoyaría en lo que fuera más bueno para Peter sin importar si lo iba a extrañar demasiado.
Una mano se posó en su hombro, Tony se sintió irritado consigo mismo cuando se dio cuenta de que había vuelto a perderse en sus pensamientos. Le había pasado demasiado en los últimos días debido a que no había podido dormir bien desde la pesadilla que había tenido (la cual se había estado repitiendo noche tras noche desde hacía una semana).
Volvió al presente y se tragó el amargura que surgió en su pecho, en cambio, le dio una sonrisa suave a Peter, quién le sonrió devuelta y después volvió su vista a donde Thor estaba contando una versión corta de cómo Loki se había enterado de que era un Jotun. Le prestó una atención particular a la parte del Tesseract, sabiendo todo el poder que contenía. No le sorprendía que Loki lo hubiera manejado tan bien si había sido un objeto lleno de magia poderosa.
De pronto, una pregunta surgió en su mente. ¿Qué había sido del Tesseract después de que Asgard había sido destruido? Tony era consciente de que el antiguo reino había quedado reducido a nada y, precisamente, por ello mismo gran parte de la población de Asgard ahora se encontraba en otro mundo (uno al cual Thor le había solicitado ayuda).
Se sintió en la ignorancia al no saber que más había pasado con Thor, Loki y Bruce en el tiempo en que estuvieron fuera. Ninguno les había contado nada demasiado relevante y ellos tampoco habían preguntado nada.
—Regreso en unos minutos —le murmuró a Peter. El chico solo asintió, aún centrado en la historia de Thor.
Se puso de pie y salió de la sala en la que estaban los demás. Sin saber por qué, pulsó el número del piso en donde Loki residía. No había subido desde que el dios se había instalado en su habitación correspondiente, por lo que se sorprendió bastante de encontrar una temperatura demasiado baja para un humano normal en el piso.
Loki abrió la puerta antes de que él la tocara y lo miró fijamente durante algunos segundos antes de sonreírle de una forma burlona que Tony odiaba demasiado.
—Stark, ¿necesitas algo?
—Sí —respondió—, quiero respuestas que solo tú puedes darme.
Loki se hizo a un lado y lo dejó pasar, Tony dudó antes de entrar a la habitación del dios. Adentro, el lugar estaba aún más frío y Tony deseó haber llevado un suéter o algo para calentarse un poco.
—El frío es debido a mi naturaleza —Loki explicó brevemente—, el clima cálido de aquí me enferma, así que trato de mantener mi habitación lo más fría posible.
Tony se preguntó si Loki había tenido los mismos problemas con el clima cuando atacó Nueva York, pero no formuló la pregunta en voz alta para no traer una posible discusión antes de que le diera respuestas. En cambio, solo le dio un asentimiento y se paró a la par de la ventana que daba vista al bosque basto de la Sede.
—FRI, nena, corta la grabación los próximos minutos hasta que yo salga de este piso.
—Listo, señor.
—¿Cuáles son tus preguntas, Stark?
Tony apretó los puños antes de empezar. No estaba seguro de estar haciendo lo que estaba haciendo, pero sería peor si se quedaba con la duda sobre lo que podía pasar después.
—Asgard, ¿dónde está su gente? Nunca nos dijeron en qué mundo exactamente estaba su población.
—En Vanaheim. Odín Padre de Todo tenía un trato desde hace milenios con los Vanir, así que ellos aceptaron a la gente de Asgard temporalmente mientras encontramos otro hogar para ella.
Tony recordaba haber leído un poco de ese mundo en la mitología nórdica, pero no existían demasiados detalles. Esperó que la gente de Asgard estuviera a salvo.
—El Tesseract estaba en Asgard antes de que fuera destruido, ¿dónde está ahora?
Loki no contestó, Tony se giró para mirarlo y se encontró con que el dios lo estaba viendo con una frialdad que ya había visto antes en él. En ese momento, se preguntó si había sido buena idea haberlo dejado en la Sede.
—¿Por qué quieres saber eso? Ese asunto solo nos concierne a mi hermano y a mi. A nadie más. Nadie.
Tony le sonrió con burla.
—¿Crees que soy tan estúpido para creer que no tienes una razón para estar aquí? Thor no dejaría a su gente tan fácilmente, menos ahora que no tienen un hogar seguro —dijo, los ojos de Loki brillaron con algo que solo podía ser advertencia, pero Tony no se detuvo—. Sé que tu hermano tampoco sabría sobre el acuerdo del que hizo aval con los Vanir para pedirles ayuda. Thor no lee ni la fecha de caducidad de los alimentos. Eres inteligente, Loki, lo admito. Admito que también eres muy peligroso y que eres una fuerza a tomar en cuenta, pero yo también soy inteligente y no soy precisamente indefenso. Dime, ¿por qué estás aquí?
Por un momento, Tony pensó que había sobrepasado todos los niveles de paciencia de Loki y que lo iba a atacar. Estaba listo para hacer uso de su nuevo traje de nanotecnología contra el dios, pero, para su desconcierto, Loki solo cerró los ojos y suspiró.
—Tengo el Tesseract —confirmó Loki— y Thor no lo sabe. No aún.
—¿Se lo dirás en algún momento o piensas intentar tomar la Tierra de nuevo?
Loki lo miró con una calma tormentosa que parecía estar a punto de romperse y devastar todo a su alrededor.
—No sabes el poder que tiene el Tesseract, en manos equivocadas, podría hacerle un daño inminente a todo el Universo —explicó mordazmente—. Por eso no se lo he dicho a Thor. Mi hermano no es capaz de guardar secretos y si alguien más se entera que poseo el Tesseract acabarían con todo el pueblo de Asgard para conseguirlo. Por eso hice que Thor viniera acá y enviara a su gente a un mundo en el que estarán seguros si llega a pasar algo.
Tony se llevó una mano al rostro y se quitó las gafas intentando calmar su irritación y enojo.
—¿Entonces viniste acá sabiendo que nos estás poniendo en peligro? ¿Quieres sacrificarnos como corderos solo para que tu gente esté a salvo?
—Es más complejo de lo que piensas —dijo Loki con irritación en la voz—. Vine aquí porque hay otras dos gemas que poseen un poder enorme y con el Tesseract son tres. El lugar para tener estas gemas más seguras es la Tierra, con ustedes.
—¿Gemas? ¿De qué gemas me estás hablando exactamente?
Tony sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Después de que su pesadilla se repitiera cuatro veces, había anotado el contenido de la nota en un papel que estaba bajo su almohada en su habitación. No había tenido ni idea a qué se refería con gemas, pero ahora estaba comenzando a hacer algunas suposiciones que eran demasiado peligrosas para el bien de todos.
—Las gemas del infinito —Loki dijo con pesadez— son seis gemas sumamente poderosas que están esparcidas por todo el Universo. Separadas son muy poderosas. Juntas pueden ser inminentes. Actualmente, desconozco la ubicación de tres de ellas, pero las otras tres están aquí, en Midgard.
—Visión tiene una —afirmó— y el Tesseract es otra. ¿Quién tiene la tercera?
Antes de que Loki contestara, el colgante en el cuello de Strange brilló en su mente. Por supuesto que el mago de Harry Potter iba a tener una, si era tan poderoso como parecía, era una persona adecuada para tenerla a salvo.
—Por favor, dime qué no hay alguien buscando las gemas con la intención de destruir el Universo.
—Bueno… todo el universo no, solo la mitad.
*
—En resumen —Peter murmuró contra su pecho—, ¿existen una serie de gemas que son peligrosas y hay un tipo malo buscando coleccionarlas todas para destruir la mitad del universo?
Tony dejó un beso sobre el cabello de Peter y murmuró una confirmación.
—Es un resumen muy corto, pero sí. —Después de su conversación con Loki, una preocupación horrible se había asentado en su pecho y no lo había dejado tranquilo. Tony había sentido que todo desaparecía cuando Peter lo había llevado a su habitación y lo había abrazado, sin decir ni preguntar nada. Después de permanecer abrazados por una buena cantidad de minutos, había decidido que le iba a contar porque era lo mejor—. Mañana les diremos a los demás. Ya contacté a Strange mientras conversaba con Loki, él estará aquí cuando hagamos la reunión.
Peter se removió en su pecho y alzó el rostro para besarle los labios de una manera completamente dulce. Tony pasó una mano por la espalda del chico y, acariciándola, trazó patrones sobre la piel suave de Peter.
—Sabes que me gusta Loki —murmuró el chico, Tony resistió el impulso de rodar los ojos—, pero, ¿es seguro confiar en que él no tomará las gemas e intentará destruir el Universo o a nosotros?
—No lo sé —admitió con sinceridad—, pero hay algo que cambió en él y podría apostar que es para bien.
—Esto no me da un buen augurio —dijo Peter contra sus labios—, hay algo que hace que mis sentidos estén demasiado alerta. Es peligroso, lo siento en mi ser. Me aterra que te pase algo. Solo prométeme que te quedarás a mi lado siempre, en donde yo pueda apoyarte y protegerte.
Tony les dio la vuelta y dejó a Peter se espaldas contra la cama. Su cuerpo se cirnió contra el cuerpo del chico y las piernas de Peter se enredaron en sus caderas.
—Yo debería decirte eso —murmuró contra la tierna piel del cuello de Peter—. Yo voy a protegerte a ti de todo, ¿lo entiendes? Esto me preocupa más de lo que debería porque tú estás en mi vida. Si existe alguna posibilidad de salvarte, aunque mi vida esté en riesgo, lo haré, tienes que saberlo.
—No —Peter pasó una mano sobre su espalda y la dejó ahí, presionando su omóplato de una forma delicada que no debería ser posible. Tony mordió suavemente la piel del cuello y Peter jadeó—. No vas a salvarme porque los dos vamos a sobrevivir a esto, ¿entiendes? No tienes permitido morir por mi.
Besó el cuello de Peter antes de contestar.
—No me pidas que no te salve si tengo la oportunidad, porque no podré cumplir con mi palabra. —Volvió a los labios de Peter, suaves y cálidos. Se sumió y embebió del sabor del chico y lo disfrutó. La mano que Peter tenía libre se entrelazó con la suya y sus manos se apretaron—. Si me pidieras que pusiera el mundo a tus pies lo haría. Solo… no me pidas que no te salve, porque tú eres quien le da sentido a mi vida.
—Tony, haremos esto juntos, ¿sí? Juntos.
Pasó la punta de sus dedos sobre las mejillas rosadas de Peter. Dónde sea que tocara, la piel era suave y tierna, delicada. Tony amaba la sensación suave contra sus manos ásperas y duras por el trabajo en su laboratorio. Los toques tan contrastantes y a la vez tan perfectos que lo dejaban sin aliento.
—He vivido más de lo que debería, he hecho más de lo que desearía, ¿en serio crees que, sí puedo salvar no único bueno que hay en mi vida, no lo haré?
Los ojos de Peter brillaron con lágrimas contenidas. Tony se arrepintió de haberlas provocado pero no se disculpó, porque estaba siendo honesto y, a veces, la honestidad podía herir.
—Anthony Edward Stark, no vas a salvarme, porque si te vas, me iré contigo. Así que haremos esto juntos. Si sobrevivimos, lo haremos juntos y, si llegamos a morir, moriremos juntos. Es una promesa.
Antes de que Tony pudiera quejarse, los labios de Peter lo besaron con una fiereza que jamás antes había visto en el chico. Las piernas en sus caderas se apretaron más contra él y la mano en su omóplato se coló en su playera. Peter apretó su mano, la que tenía entrelazada contra la suya, cuando sus cuerpos se presionaron y encajaron juntos.
Tony se movió sobre el cuerpo de Peter y los liberó a ambos de sus playeras, dándole acceso a Peter para que tocara los músculos en su pecho (también los bordes de su reactor) y en su espalda. El rostro del chico se enterró en su cuello y chupó y lamió y mordió una marca ahí.
Acercó su rostro al cabello de Peter y susurró: —¿Quieres esto? ¿Conmigo?
Peter sacó el rostro de su cuello y se río sin ningún rastro de burla.
—Yo quiero todo contigo, ¿no lo ves? Todo. Siempre he querido todo contigo, eso no ha cambiado ni va a cambiar. Nunca.
*
n/a: tuve que dividir este capítulo en dos partes porque era demasiado largo. la otra parte es solo smut básicamente.
si creyeron que el drama se había acabado, no es así. :c
para los que no lo saben, vanaheim es uno de los mundos de la mitología nórdica y son similares a los Æsir (la gente del pueblo de Asgard) porque también son dioses.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro