Sintió su corazón cálido cuando Peter lo despertó a puros besos y caricias el día siguiente. Tenía sueño aún, pero no podía negarse a nada que viniera de su chico.

Mucho menos con lo que había pasado ese mismo día cerca de la madrugada.

—Despierta, amor —Peter susurró, en su mejilla—. Hoy será un gran día.

Se quejó como si fuera un niño pequeño. No quería despertar y levantarse. Odiaba que sus cumpleaños fueran en día de semana y, desgraciadamente, ese día era Martes.

—No quiero —se quejó de nuevo—. Déjame dormir de nuevo.

Cerró los ojos. Los labios cálidos de Peter se posaron sobre los suyos segundos después.

—No —Peter dijo—. Levántate, saldremos ahora. No me hagas arrepentirme de haber sacado permiso este día en la escuela.

Abrió los ojos de nuevo, mirando a los de Peter.

El chico iba a comenzar los exámenes finales a principios de Junio, probablemente el cuatro, así que era importante que asistiera a las últimas clases. Más siendo que se iba a graduar ese año.

Tony sabía que era una manera para convencerlo de levantarse, pero también sabía que el chico tenía razón.

—Bien.

Peter se inclinó y volvió a besarlo, esta vez más intensamente, sin embargo, la presión de sus labios juntos se sentía más dulce de lo que realmente era. Aún así, el beso inundó su pecho de un cariño inmenso y hermoso.

—Feliz cumpleaños, Tony —Peter susurró—. Sé que te sientes inseguro por la edad que nos separa, pero quiero decirte que yo me siento más que seguro con respecto a esto. No me importa tu edad, me importas tú, ¿sí? Así que no te mortifiques ahora y disfruta el día.

Lo sabía perfectamente, sin embargo, agradecía que se lo volviera a decir.

—Sí —respondió—. Te amo.

Los ojos de Peter brillaron con felicidad y amor.

—Te amo —correspondió—. Ahora, ve a bañarte. Vamos a desayunar con los demás.

Rodó los ojos, antes de dejar un último beso sobre los labios del chico e irse a duchar.

*

Todos lo felicitaron en cuanto lo vieron.

Fue un poco estresante tener que abrazar a todos los miembros del equipo y algunos agentes de SHIELD que habían en la Sede, pero se las arregló para no lucir incómodo.

Rogers le dio un abrazo cuando llegó su turno, pero Tony no dejó que durara más que unos cuantos segundos.

Desayunaron juntos. La mesa estaba repleta de comida —que seguramente habían ordenado de algún restaurante con su dinero—, así que había de donde elegir lo que querían.

Él optó por lo más clásico, mientras tomaba asiento a la par de Peter y Everett, más bien en medio de ellos. Incluso Strange estaba ahí ese día, este tomó asiento a la par de Ross y comenzó a hablar con él.

Tony se abstuvo de rodar los ojos solo porque estaba enfrente de todos.

Conversaron mientras comían. La mayoría de los miembros del equipo estaba contando experiencias graciosas con él —cosa que agradecía y odiaba al mismo tiempo con toda su alma— y sus pensamientos de cuando se conocieron para divertirlo y hacerlo sentir feliz. Si era sincero consigo mismo, estaban logrando sus propósito.

Los dedos de Peter se enredaron con los suyos abajo de la mesa en un punto de las anécdotas. El chico aún no había contado nada sobre él, pero estaba casi seguro que lo haría.

—¿Que vas a contar, Peter? —Rhodes preguntó. Había sido el último en contar alguna experiencia con él.

De hecho, había contado la vez que ambos se habían emborrachado por primera vez. Recordar ese momento lo había hecho sentir más melancólico de lo que le gustaría admitir, pero también lo había hecho sentir muy querido y satisfecho consigo mismo. Rhodes era su mejor amigo y estaba orgulloso de decirlo.

—Cuando me reclutó.

La mayoría se observaron entre ellos. Todos sabían perfectamente que había sido para la Guerra Civil, pero a Peter no parecía importarle. Igual, se suponía que estaban superando eso, ¿no? Tenían que comenzar a hablar con normalidad de esa época en algún momento.

—Ninguno de los dos había comentado algo antes sobre ello —Rhodes dijo en voz alta, llamando la atención de todos—, así que deberías empezar, ¿no?

Peter miró una última vez a Rhodes antes de fijar su vista en él.

—Todos aquí saben que provengo de Queens, sin embargo, no conocen mucho de cómo era mi vida antes de ser un superhéroe.

Todos le pusieron atención a Peter, Tony lo notó porque les dio una mirada a todos antes de volverla a su chico.

Peter no había hablado mucho ni siquiera con él de antes de ser mordido, lo único que sabía era que había sido mordido por una araña radioactiva seis meses antes de que él apareciera en su vida y lo llevara una guerra de la que no debía formar parte.

>>Antes de ser picado por la araña, se puede decir que era una persona normal y mi vida era bastante cotidiana. Mis tíos estaban bien y éramos felices a pesar de que no teníamos muchos recuerdos económicos. Sin embargo, todo cambió cuando mi tío murió antes de que yo cumpliera los quince.

Peter bajó la mirada durante algunos segundos, luego volvió a subirla. Era claro que le dolía hablar sobre el tema, pero sabía que no era tanto como antes.

>>Las primeras semanas me sentí demasiado triste, pero Ben siempre me había dicho que tenía que ser fuerte y salir adelante apesar que hubieran muchos obstáculos en mi camino, así que hice eso. Era lo que él hubiese querido. Intenté llevar mi vida lo más normal y feliz posible, logrando una estabilidad emocional bastante segura antes de que todo se volviera a arruinar.

>> Un par de meses después, cuando ya tenía quince años, fuimos a una excursión para una exposición científica en un laboratorio que estaba experimentando con insectos y un par de animales, pero jamás nos dijeron qué estaban experimentado exactamente. Fuimos advertidos de que no tocaramos nada sin permiso antes de empezar el recorrido. Yo obedecí, de hecho, pero no pude evitar distraerme con las arañas y me acerqué a ellas. No las toqué en ningún momento, pero supongo que había alguna afuera, porque quince minutos después de alejarme y volver al recorrido sentí que algo me picó el cuello.  Yo no le tomé importancia porque sabía que me iban a regañar por haberme quedado del grupo durante algunos minutos. Mucho más si les decía que me había picado una araña. Y si se preguntan cómo sabía que era una araña la que me picó, lo supe porque había telaraña en mi cuello cuando toqué la picada.

Peter se tocó el cuello, como si estuviera recordando el momento en el que la araña lo había picado. Tony hasta se lo imaginó descubriendo que tenía telaraña en el cuello con un poco de pánico.

>>Mi cuerpo comenzó a cambiar cuando volvimos del recorrido, tuve que irme a casa porque era notable que no me sentía bien. Comencé a ver borroso, por un momento pensé que me iba a desmayar, pero no lo hice. Antes de llegar a casa, un auto estuvo a punto de atropellarme, sin embargo, antes de que lo hiciera me moví por instinto. Fue como si algo me hubiera empujado a un lado sin que yo lo quisiera.

>>Al momento de llegar a casa todos mis sentidos ya estaban al máximo. Podía escuchar cada sonido por mínimo que fuera a los oídos de los demás humanos, eso comenzó a volverme loco y cuando intenté dormir para no sentir nada todo empeoró. Me costó comenzar a manejar los nuevos poderes, estaba muy asustado  cuando descubrí que podía adherirme a las paredes y que tenía una superfuerza, porque accidentalmente rompí la puerta de los baños de la escuela, no sabía qué me había pasado exactamente, si sabía que había sido causa de la araña, pero nada más, ni qué límites podía tener. Hice un montón de desastres antes de comenzar a adaptarme al cambio y decidir usar mis poderes para defender a las personas vulnerables, a aquellos que lo necesitaran.

Peter lo miró brevemente, entonces Tony estuvo seguro de que lo iba a incluir en el relato.

>>Seis meses después, cuando llegué de la escuela Tony estaba en mi sala hablando con mi tía May.

Peter se río antes de continuar, había sido más que notables para todos que se sentía avergonzado por lo que iba a decir a continuación, porque sus mejillas se pusieron de color rojo suave y en sus ojos brillo un poco de timidez. 

>>Dios, estaba tan sorprendido que tartamudeé cuando me presenté con él. No sabía por qué estaba ahí pero me sentí feliz de verlo en persona. Le dijo a mi tía que había aplicado para una pasantía y que había quedado, así que pidió un tiempo para hablar a solas conmigo.

Los ojos del chico se pusieron brillantes, casi podía asegurar de que los suyos estaban igual y cuando les dio una breve mirada a los demás notó que algunos se veían conmovidos también.

Hasta Strange y Loki se miraban bastante interesados, otros miembros de la mesa, como Wanda y Visión, se veían orgullosos de Peter.

>> Lo llevé a mí habitación porque no había otro lugar donde pudiéramos hablar sin que mi tía escuchara. Recuerdo que le dije que no había solicitado la beca. Entonces él me dijo, mientras me mostraba un vídeo de Spiderman y con toda la prepotencia que había escuchado en una sola persona, que si yo era el chico del vídeo. Obviamente le dije que no, nadie más sabía y quería que se mantuviera así porque estaba aterrado. Traté de convencerlo de que era un vídeo era hecho por computadora, mientras él encontró el lugar donde guardaba mi traje.

Peter le sonrío con cariño, Tony supo en ese instante que no necesitaba más en esa vida.

>> Como el hombre que todos sabemos que es, se burló de mi traje mientras hablábamos. Tuvimos una conversación un poco profunda antes de que me amenazara con decirle a May que era Spiderman si no aceptaba ir con él a Alemania, obviamente, acepté.

Todos se rieron sin excepción, la mayoría parecían divertidos ante este hecho e incluso él mismo se sentía así.

>>No se burlen —Peter dijo, sonriendo—. Mi tía es aterradora. Se van a dar cuenta cuando la conozcan.

—Él tiene razón —decidió abogar por May, porque Tony admitía que a veces le temía a la mujer—. Es aterradora.

Los demás se burlaron de él antes de volver al relato que Peter estaba contando.

—No quiero alargar esto más de lo que ya lo hice —Peter dijo—. Si les conté una parte de mi vida antes de conocer a Tony es porque quiero que sean conscientes de la gran diferencia que hizo él en mi vida y de lo mucho que mejoró gracias a él. Cómo fue todo desde un antes a un después —Peter fijó sus ojos en él—. Me ayudaste mucho incluso cuando tú pensaste que me estabas obligando a algo, Tony. Podría haberte dicho que no quería ir contigo a Alemania y de verdad no lo hubiera hecho, no podías obligarme aunque dijeras que si. Yo decidí ir y pelear contigo en Alemania, porque te vi vulnerable a pesar de que fingieras que no te pasaba nada. Pude verlo en tus ojos y eso me convenció para ir allí contigo aún sabiendo que no tenía experiencia y que nunca me callo, que probablemente te ibas a aburrir de mi y que me tratarías como el niño que se suponía que era.

Se dio cuenta de que estaba llorando hasta que una lágrima se deslizó por su mejilla. La mano de Peter que no estaba tomando la suya subió y se la limpió.

>>Quiero que sepas que no me arrepiento de haber ido allí contigo. Me ayudaste muchísimo a controlar mejor mis poderes y a sobrellevar el dolor de haber perdido a mí tío y a pesar de que fue imprudente dejarme un traje con un montón de funciones letales, eso me enseñó a madurar y a ver la vida con la seriedad que me faltaba en ese entonces. Sabes que siempre fuiste más que un mentor en mi vida y que siempre has sido y serás muy importante para mí. Me has dado más de lo que yo podría pagarte, y no hablo solo de lo material, ambos lo sabemos perfectamente. Me has dado más apoyo que cualquier otra persona, después de mi tía, y eso para mí vale millones. Gracias por tanto, Tony, te prometo que voy a hacer todo lo posible por hacerte sentir orgulloso de haberme conocido.

Antes de que el chico dijera algo más, Tony se inclinó hacia adelante en su silla y lo abrazó. Fue consciente de los murmullos de ternura que resonaron a su alrededor pero no les prestó atención, porque lo único que le importaba en ese momento era Peter.

—Te amo —susurró en el cabello del chico—. Siempre me harás sentir orgulloso.

Peter dejó un beso discreto sobre su cuello, cosa que lo hizo estremecer y sintió unas ganas enormes de besarlo allí mismo, enfrente de todos los demás.

—Te amo más.

Se separaron antes de que ninguno de los dos pudieran controlarse y se besaran allí mismo.

Peter tuvo un recibimiento más dulce después de eso, los hombres experimentados del equipo lo miraban con un brillo de admiración y respeto, el brillo de burla que Barton había tenido antes ahora ya no estaba y en su lugar él parecía tan orgulloso como los demás.

Después de terminar el desayuno, todos se dispersaron en diferentes tareas para comenzar a preparar la fiesta que iban a hacer en su mansión.

Solo quedaron Peter y él encargándose de algunas cosas, lo demás ya se habían marchado.

Caminó hacia la habitación de Peter y tocó antes de que el chico lo dejara entrar.

—¿Vendrás conmigo?

Peter tenía algunas camisas y un par de jeans sobre la cama.

—Sí —respondió—. Pero estoy viendo que me puedo poner para la noche.

Se acercó al cuerpo del chico y lo tomó de las mejillas para besarlo superficialmente.

—No te pongas nada.

Las mejillas del chico se pusieron de un color carmín intenso.

—Tony —se quejó con timidez.

Le sonrió, intentando tranquilizarlo y hacerle ver que solo bromeaba.

—Lo sé —murmuró, se inclinó hacia adelante para volver a besarlo de nuevo—. Te ves hermoso con cualquier cosa, especialmente con el traje, así que no te compliques, cariño. De todos modos solo tendré ojos para ti.

Se río cuando el chico enterró el rostro en su pecho.

—Eres jodidamente cursi —Peter dijo, sobre su pecho—. Y así te amo.

—Mira quien es el cursi ahora, ¿eh?

Los labios de Peter se presionaron contra los suyos por tercera vez, más en esta ocasión fue un poco más profundo y más intenso, al punto de que ambos terminaron deslizando sus lenguas juntos mientras gemían y se abrazaban más.

Él fue el primero en separarse, porque la tarde ya estaba entrando y aún tenía algunas llamadas que hacer para ese día.

—Vamonos ya, antes de que sea más tarde.

Peter hizo un puchero pero aceptó. Tony lo besó una última vez antes de arrastrarlo hasta el ascensor para bajar.

—¿Irás a la mansión en este momento?

Tony se giró, sonriéndole con toda la diversión que estaba sintiendo en ese momento.

—Por supuesto que no. Tú y yo iremos de compras en este mismo instante.

Ignoró todas las quejas de Peter y terminó arrastrándolo a un tienda de ropa para comprarse un traje y que Peter también obtuviera uno.