XVII
Miró de nuevo su móvil, intentando arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer, pero no pudo. Suspiró, se bajó del auto y caminó directo hacia las puertas de la construcción en la que ya había estado antes.
Tal como había pasado la última vez, la puerta se abrió antes de que siquiera llegara a tocarla.
Se adentró, observando todo con más atención. La última vez, no se había permitido observar a detalle por tener la mente en otra parte, pero esta vez si podía hacerlo.
—No te esperaba.
Miró hacia Strange, ya se había imaginado que iba a aparecer de la nada, así que no estaba sorprendido.
—Bueno, siendo sinceros, yo tampoco quería venir.
Strange lo observó atentamente, como analizando si decía la verdad o no.
—Supongo que hay una razón especial para que lo hicieras entonces.
Asintió. Notó que el tono con el que Strange le hablaba había cambiado mucho, no había sido igual cuando había ido a reclutarlo para unirse a Los Vengadores.
—La hay —confirmó—. Y me gustaría que seas sincero conmigo. Si no es mucho pedir.
Strange lo miró, luego asintió. Sus ojos azules parecieron más suaves.
—Vamos a mi despacho —dijo—. Ahí podemos hablar con tranquilidad.
No contestó, pero lo siguió. Strange lo hizo entrar en una oficina. Tony observó con asombro disimulado el diseño de la oficina y la cantidad de libros antiguos que habían.
Tomó asiento en un sofá, mientras Strange tomaba asiento en el que estaba frente al suyo.
—El diseño es impresionante.
Strange asintió, como si ya hubiera escuchado eso antes.
—Lo es —aceptó—. Pero no estás aquí para hablar de eso, ¿no es así?
Había un poco de irritación en la voz del Hechicero. Tony descubrió, con bastante hastío, que se parecían en muchas cosas.
—No —respondió, ignorando su descubrimiento—. Pero antes de decirte para que estoy aquí, quiero que me prometas que vas a ayudarme en lo que te voy a pedir.
El Hechicero alzó una ceja, burlón.
—No puedo prometer eso —dijo—. No es por nada especial, no puedo prometerle eso a nadie. Creo que me entiendes. La gente con frecuencia me pide cosas que yo no debo hacer.
Lo analizó durante algunos segundos, dándose cuenta de que le decía la verdad.
—Bien —aceptó.
—Bien.
Miró hacia los estantes repletos de libros, luego, volvió su vista hacia los ojos de Strange de nuevo.
—Dijiste que Thor había estado aquí hace algún tiempo —comenzó—, y que Loki lo acompañaba. Luego que Bruce estaba con ellos.
—Sí...
El reconocimiento brilló en los ojos de Strange, seguramente ya sabía por donde iba.
—Quiero que me ayudes a saber su ubicación —pidió—. Como sabrás, el resto del equipo se integró hace poco. Necesito que estemos todos antes de comenzar los entrenamientos para reintegrarnos.
Strange no contestó en los primeros segundos, Tony creyó que no lo iba a hacer cuando este negó.
—No puedo decirte su ubicación.
Rodó los ojos.
—Debes ayudarme —dijo—. Sabes que los necesitamos.
Strange volvió a negar.
—No puedo.
—Debes —insistió—. Strange, tú y yo sabemos que no estamos seguros. Y con la poca coordinación y la falta de confianza y comunicación que tenemos en el equipo en este momento perderíamos en un enfrentamiento.
Strange se mantuvo sereno. A Tony le recordó a Visión. Parecía que nunca perdían la jodida tranquilidad, cosa que lo ponía más ansioso de lo que ya se sentía.
—No tienen ningún enemigo fuerte en este momento.
—¿Estás seguro? —preguntó—. He tenido la sensación de que hay alguien afuera que se prepara para atacar nuestros puntos débiles. Ambos sabemos que son muchos en este momento. Además, ¿quién me asegura que nadie nos va a atacar mañana? ¿o la otra semana? ¿o el otro mes?
El Hechicero apretó los labios.
—Si te ayudo a ubicarlos y a traerlos de vuelta —comenzó—, tienes que prometerme que esos entrenamientos van a funcionar, y que van a arreglar todas y cada una de las diferencias que tienen.
—Yo n-
—No debo intervenir en el destino de nadie —lo interrumpió Strange—. El futuro se puede ver muy perjudicado por ello, pero yo lo voy a hacer, solo por ti, Stark. Lo menos que puedes hacer es darme tu palabra de que todo va a salir bien.
Apretó los labios, pero terminó asintiendo.
—Bien, te doy mi palabra.
Strange pareció conforme.
—Thor se enteró de algunas cosas que no sabía después de que vino aquí —contó el Hechicero—. Hace un par de días terminó una batalla con su hermana. En este momento, está haciendo un plan con su gente para buscar un lugar donde alojarse. Asgard fue destruido.
—¿Y él dónde está actualmente?
—Loki y Banner están con él —ignoró su pregunta anterior—. Mañana me voy a comunicar contigo, por una llamada, pero seré yo quien los busque.
Le sonrió burlón. Obviamente sabía de dónde provenía Strange, pero el asunto de que fuera un hechicero le daba bastante gracia. Le hacía recordar al mundo de Harry Potter y la nula tecnología en el mundo mágico.
—¿Sabes usar un teléfono, mago?
—¿Tú qué crees, Sherlock? —contestó con ironía—. Ahora, si puedes marcharte, me harías un gran favor. Quiero resolver unas cosas antes de buscar a tus amigos.
Bufó irritado, pero se puso de pie. Strange hizo lo mismo y lo guío a la salida.
—Espero tu llamada entonces.
El Hechicero asintió. Lo miró una última vez y luego se despidió de él con un ademán.
Strange no le correspondió, pero a Tony no le importó.
Algo le decía que pronto iban a llevarse un poco mejor, les gustara o no.
*
—Treinta segundos.
Sintió su respiración acelerarse aún más y cuando estuvo a punto de rendirse, Scott lo hizo primero.
Los demás aplaudieron cuando él se puso de pie. Scott se quedó acostado durante unos minutos más en el suelo y Tony lo ayudó a levantarse después.
—Bien hecho —Peter le sonrió.
Habían comenzando a hacer entrenamientos ese mismo día, pero para ponerle más diversión y competitividad al asunto, habían hecho parejas equilibradas para competir.
En el caso de los que eran humanos y no tenían ningún poder especial —como Scott, Clint, Sam, Rhodes, Everett, que había accedido a entrenar con ellos solo porque Clint se había burlado de él diciendo que ya no aguantaba por la edad, y él— habían empezado con ejercicios de resistencia básica.
Natasha iba a enseñarle combate cuerpo a cuerpo a Wanda solo para que adquiriera más conocimientos. Peter y Rogers iban a trabajar con fuerza por el momento, pero luego iban a hacer algo más avanzado.
Visión había decidido quedarse fuera de todo.
—Ahora le toca a Clint y Rhodes.
Los mencionados se miraron, luciendo competitivos.
Tony sintió que podía acostumbrarse a eso, en cierta forma, se sentía como en los viejos tiempos.
*
Se arrepintió de haber aceptado inmediatamente después de que pronunció el "sí".
Clint había estado retando a Peter durante todo el entrenamiento, diciéndole que no podría ganarle en un mano a mano a pesar de la fuerza que el chico poseía, volviéndose tedioso. En su interior, había rodado los ojos sabiendo que eso no era verdad.
Minutos después, Clint le había solicitado el permiso para pelear contra Peter en un mano a mano (Clint nunca sabía cuando callarse, cosa que le recordaba mucho al oxigenado de Thor) y aunque había dicho que no, al final accedió.
La única condición fue que Peter no usara las telarañas y que no se subiera a las paredes.
—Quita esa cara —Rhodes lo regañó—. El mocoso no es un mocoso y sabe defenderse. Clint no va a lastimarlo, y si lo hace, no es como que si nunca antes alguien más no lo haya hecho.
Miró a Rhodes, parecía mortalmente serio, pero había un brillo de diversión en sus ojos.
—No estoy preocupado por Peter —confesó—. Estoy preocupado por Clint. Él no sabe hasta dónde llega la fuerza de Peter y no quiero que el chico se enoje y lo lastime.
Miró hacia la zona donde estaban ambos competidores. Clint parecía estarse burlando de Peter por algo, pero el chico lo estaba ignorando olímpicamente, mientras permanecía de pie frente al ojiazul con los brazos cruzados sobre el pecho.
El resto de los Vengadores estaban reunidos alrededor mirando la interacción, esperando su señal para que Peter y Clint iniciaran.
—Barton se lo buscó —Rhodes se encogió de hombros—. Y yo que tú, mejor iniciara esto ya antes de que Clint enoje de verdad al niño.
Suspiró y asintió.
Peter rodó los ojos cuando él les dio el pase para empezar, pero en vez de eso Clint siguió hablando. Claramente, el chico iba a esperar a que fuera el mayor quien diera el primer paso.
—Hablas mucho, Clint —Natasha se burló de él—. Empezaré a creer que le tienes miedo a Parker si no tomas seriedad ya.
El ojiazul no miró a Natasha, pero rápido se envolvió en una pelea reñida con Peter.
Clint llevaba la ventaja la mayor parte, pero Tony sabía que era solo porque el chico no quería usar de verdad su fuerza. De hecho, no había intentado pegarle ni una vez al arquero.
Obviamente, Clint tenía más experiencia en las peleas cuerpo a cuerpo, pero el hecho de que Peter tuviera los sentidos mejorados le ayudaba un poco a saber por dónde el arquero intentaría golpearlo. Además, era demasiado observador y eso le beneficiaba.
—¿Me tienes miedo, niño? Pensé que tendrías el valor para golpear-
Clint no terminó la frase cuando Peter lo golpeó y le giró el rostro. Scott murmuró un "Uhh" en voz alta. Mientras los demás comenzaban a prestar más interés en la lucha.
Clint pareció un poco enfadado, así que intentó golpear al chico, después de unos cuántos intentos lo golpeó, pero no fue suficientemente fuerte para que el chico perdiera el equilibrio.
Pronto ambos se vieron envueltos en una competencia más dura. Tony apretó los labios cuando el mayor le hizo una llave al chico, pidiéndole que se rindiera. Pero una sonrisa nació en su rostro cuando Peter se la revirtió y fue el chico quien se burlaba de Barton ahora.
Sin embargo, dejó de prestarle atención a la verdadera lucha cuando escuchó a Peter decirle a Clint que hablaba demasiado para su propio bien, en un tono burlón.
Además, los brazos del chico estaban contraídos por la fuerza que le estaba aplicando a la llave —que, notablemente, no era mucha— y la playera de The Beatles se le pegaba al cuerpo por el sudor.
Se dio el tiempo para apreciar al chico.
Sus mejillas estaban rosadas por el esfuerzo, mientras que todos sus músculos —no solo los de los brazos— estaban tensos y su cabello desordenado. Se sorprendió al notar por primera vez lo atractivo que el chico se miraba cuando era un cabrón bastante burlón.
Peter Parker sería el perfecto prototipo de chico malo que trae a todas las chicas y los chicos rogando por él. Claro, si tan solo al chico le gustara obtener atención sobre él.
La pelea terminó en un empate al final, solo porque Peter decidió no lastimar a Clint, quien no dijo nada más al final y rodó los ojos ante las burlas de Natasha y Scott, pero claramente estaba bastante avergonzado.
Y si Tony acertaba, la mirada de orgullo en su rostro decía que le caía bien Peter.
—Buen trabajo.
Peter le dio una sonrisa tímida a Clint, pareciendo olvidar todas las cosas que se habían dicho anteriormente y luego caminó hacia donde estaban Rhodes y él.
—Bien hecho, mocoso —Rhodes dijo, le dio una palmada en el hombro a Peter y luego se marchó para hablar con Visión.
—¿Cómo estuve?
Alzó una ceja.
—Normal, para ser tu primer enfrentamiento con alguien experimentado.
La alegría del chico no disminuyó.
—Lo sé —aceptó.
Al final, le terminó dando una sonrisa y le dio un apretón en el hombro. El chico se estremeció cuando eso pasó, pero no borró su sonrisa.
—Estuviste bien —felicitó—. Ahora, vamos a tomar un baño.
Rogers les dio una mirada a ambos, antes de salir del gimnasio con la playera pegada al cuerpo por el sudor también.
Los demás fueron saliendo del Gimnasio poco a poco. Los últimos en quedar fueron Peter y él, pero comenzaron a caminar juntos hacia la salida segundos después de estar solos.
—¿Es una invitación?
Alzó una ceja, un poco sorprendido ante la insinuación del chico. Su intención no había sido con doble sentido, pero ahora que lo pensaba, podía malinterpretarse.
Por supuesto que no perdería esa oportunidad.
—Descúbrelo por ti mismo —bromeó, pensando que Peter no sería capaz de hacer algo.
Sin embargo, antes de poder salir del Gimnasio, Peter lo empujó contra una pared —con un poco de fuerza que definitivamente Tony no encontró caliente— y lo besó, sorprendiéndolo. Salió de su estupor y se dejó llevar en el beso. Dejando que fuera Peter quien lo manejara por esa vez.
El chico se encargó de hacerlo bien, porque pronto se envolvieron en un beso apasionado. Su cuerpo se presionó más contra el de Peter y la pared detrás de él, el chico tomó su cabello, en un momento, luego lo jaló, cosa que lo hizo gemir. Peter aprovechó la oportunidad y deslizó la lengua en su boca, profundizando el beso.
Tony deslizó sus propios dedos por el cuello del chico y luego bajó por su pecho, disfrutando de la piel y los músculos bajo su tacto.
Mordió el labio de Peter, antes de separarse para tomar oxígeno.
El rostro del chico se escondió en su cuello, cosa que lo hizo sonreír con ternura. Obviamente estaba avergonzado.
—Peter.
—¿Mmm?
Suspiró cuando sintió que el chico mordía su cuello con suavidad y luego dejaba un beso tierno sobre la misma zona, acción que hizo que la sangre de sus venas corriera más rápido y que su corazón se acelerara aún más.
—Anda, vamos a tomar una ducha, antes de que alguien nos encuentre así.
Peter asintió, pero no se separó, al parecer, estaba disfrutando de su tacto.
Se quedaron ahí durante algunos minutos más, hasta que Peter se apartó de él de repente y segundos después Sam apareció en la puerta, buscándolos.
Ninguno de los Vengadores comentó nada cuando los vieron a ambos con los labios hinchados y el cabello más desordenado que antes.
De todos modos, a Tony no le interesaba lo que los demás pudieran pensar.
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