—¿Has pensado en tomar algo para dormir?

Tony preguntó, cuando era media noche y Peter aún estaba en el taller con él haciéndole compañía, sin señas de sueño.

Cenaron con Rhodes y Visión y también vieron una película. Peter había preguntado por Happy, Tony no había sabido como decirle que estaba en una cita con su tía.

—No —Peter respondió—. Mi sistema suele eliminar todos los medicamentos que me den sueño. No tengo idea de por qué.

El lado curioso de Tony salió, pero no lo demostró.

—Ya.

Peter dejó que el silencio se extendiera durante un par de minutos.

—¿Has pensado tú en tomar pastillas?

Agrupó el último holograma con los otros. Estaba actualizando la prótesis para Rhodes, las anteriores fallaban en algo. Aún no podía descubrir que demonios era.

—No —dijo—. Los sedantes no hacen buen juego con el alcohol.

Peter levantó la vista de su libro de Otelo.

—¿Estás tomando de nuevo?

El sentimiento de decepción de Peter lo hizo sentirse triste. Decepcionado de sí mismo.

—A veces.

No era mentira.

Por lo general necesitaba un trago de whiskey después de tener pesadillas con su padre y con Rogers. No era lo suficientemente valiente como para aguantar los recuerdos que venían a él sin alcohol. Pero Peter no tenía que saberlo.

—¿A veces? ¿Cuántas veces exactamente?

Sintió su estómago revolverse ante la genuina preocupación de Peter. Tony sabía que el chico se preocupaba por él.

A veces creía que demasiado.

—Yo qué sé. Cinco seis veces a la semana.

Peter cerró definitivamente el libro y lo dejó sobre una mesa.

—Tienes que dejar de beber cada vez que tengas una pesadilla.

—No-

—No quiero que te enfermes —Peter lo cortó—. Sabes las consecuencias que trae. Así que por favor, trata de distraerte en otra cosa cuando tengas pesadillas.

Tony bajó la mirada.

Si lo veía desde el punto de Peter, era malditamente injusto que él hubiera vuelto a tomar. Peter ya había perdido mucho en su vida. Si lo llegara a perder a él solo por una estupidez sabía que el chico quedaría devastado.

—No sé cómo hacerlo. El problema no siempre son las pesadillas. El problema son los recuerdos. Todo lo que sueño son cosas que ya pasaron, y me siento a morir cada vez que recuerdo que la imagen de Rogers clavándome un escudo en el pecho no es solo un sueño. Cada vez que el recuerdo de mi padre criticándome evoca. Cada vez que pienso en como pudiste morir esa vez con El Buitre por mi estúpida culpa. Ultron. Yinsen. Pepper.

Peter lo detuvo. La mano suave del chico descansó sobre su hombro. Haciendo que la piel de esa zona picara con nerviosismo.

—Sé de lo que estás hablando, pero tienes que aprender a dejarlas atrás. Sé que no es fácil, porque yo también suelo tener. Si yo estuve a punto de morir fue por mi propia decisión. Ultron no lo creaste solo y tampoco con el fin de dañar al mundo. Yinsen confió en ti, confió en que saldrías adelante y lo hiciste-

—Pero...

—Suelo pensar en Ben todos los días —Tony se calló—. Siento que es mi culpa que él esté muerto.

—No-

—Lo sé —Peter lo interrumpió—. Pero que otros te digan que no es tu culpa no quiere decir que el sentimiento se vaya. Mi idea no es que tú te sientas menos culpable de la noche a la mañana. Mi idea es que tú veas todo lo bueno que hay detrás de todas las cosas malas y que algunas no son tu culpa en verdad.

—Gracias —Tony respondió, un poco incómodo—. Sé que no suelo ser muy demostrativo, pero te agradezco profundamente que te preocupes por mí.

Peter hizo un gesto con la mano, levantándola de su hombro. Tony inmediatamente extrañó la sensación de cosquilleo sobre su piel.

—No debes agradecer. Sabes que es involuntario.

—Sí.

Peter parecía que quería decir algo más cuando volvió a su mesa y volvió a tomar el libro, sin embargo solo se volvió a sentar y siguió leyendo. Otelo era el quinto libro que el chico leía desde que había entrado al taller luego de cenar. Estaría sorprendido, pero sabía que la capacidad del chico era inmensa.

Casi se dio por vencido con la prótesis cuando Peter dijo algo que dejó a Tony sin aliento.

—Puedes dormir conmigo, cuando tengas pesadillas. O puedes buscarme para charlar simplemente si tienes insomnio.

Dejó pasar unos segundos antes de contestar.

—Por supuesto.

Luego se volvieron a quedar en silencio, mientras cada uno hacía lo suyo.

Ninguno mencionó nada de lo recién dicho en las siguientes dos horas que hablaron y se hicieron compañía.

❖

En la madrugada, Tony buscó a Peter.

El chico le abrió la puerta adormitado, pero lo dejó pasar y lo dejó acostarse en su cama.

Tony recuerda haber inhalado el aroma del chico, disimuladamente, un par de veces antes de que se volviera a quedar dormido. Entonces, a él también le había dado sueño.

Inconscientemente, se había despertado una hora después solo para abrazar a Peter. Tony atrajo al chico hacia su pecho cuando este se inclinó ante su calor.

❖

La siguiente mañana, cuando Peter se despertó Tony ya no estaba. Le sorprendería si fuera otra persona pero sabía como era su mentor, así que lo dejó pasar.

Ese día Rhodes definitivamente no iba a estar y Visión no había vuelto aún, así que cuando entró a la cocina no le sorprendió —tampoco— ver a Tony solo, tomando una taza de café.

—Buenos días.

Tony se giró un poco para sonreírle, luego volvió a su Starkpad y siguió haciendo no sé qué cosas.

—¿Tienes clases ahora?

Peter rodó los ojos.

—Es sábado.

Tony lo miró, como para asegurarse de que no estaba bromeando y luego regresó a lo que estaba haciendo.

—No tenía idea —murmuró—. ¿estarás todo el día aquí entonces?

—No —contestó—. Quiero salir a patrullar. No he tenido mucho tiempo en la semana y quiero visitar a May también. ¿Tenías algún plan?

Tony dudó antes de contestar.

—No —pero su voz sonaba como si estuviera mintiendo, Peter había aprendido a identificar todos los tonos—. Solo preguntaba.

—Bien.

Se sirvió una taza de café y notó que habían tortitas, tocino y algunas tostadas.

—Quita esa expresión de sorpresa —Tony pidió—. No es nada del otro mundo que haya cocinado.

Peter parpadeó antes de fingir que no estaba sorprendido y se sirvió un par de tortitas.

—Bien —respondió—. Solo no sabía que cocinabas.

Tony se giró hacia él, apagando la Starkpad.

—Nadie sabe excepto tú.

—Está bien.

Se sentó a la par de Tony en un taburete de la cocina. El mayor miró un momento hacia el jardín y luego volvió su vista a Peter.

—¿Pensaste en una universidad?

Gimió quejumbroso —como cada vez que Tony le hablaba de universidades— y tomó un sorbo de café.

—Tony...

—No seas llorón. Solo estoy preguntando —aseguró—. Este es tu último año y tienes que tener claro a cuál irás. Supongo que vas a tomar algo relacionado con la ciencia de todos modos.

Bien, tenía un punto.

—La verdad aún no lo he pensado —confesó—. El MIT es una muy buena opción, sé que entraría pero no estoy seguro de tener los recursos para ello y ya lo sé. Sé que puedes ayudarme con eso pero no le sentiría ni bien mi cómodo sinceramente. Harvard no es la más barata precisamente. He pesando en Columbia y Princeton.

Tony bebió un sorbo de café antes de contestarle.

—Creo que el MIT es tu mejor opción —cortó a Peter con un gesto antes de que hablara—. No estoy diciendo que te voy a pagar la universidad así nada más. Te la has ganado, si yo lo hiciera lo tendrías bien merecido, pero conozco tus principios y sé que no lo vas a aceptar. Así que te propongo lo siguiente, te voy a ayudar con los gastos del MIT si decides que quieres estudiar ahí, pero cuando termines la carrera que escojas estás obligado a trabajar conmigo por dos años. Luego puedes hacer tu propia empresa o seguir opcionalmente conmigo.

Peter desvió la mirada de los ojos de Tony. Sabía lo que el mayor estaba haciendo. Más de querer cobrarle le estaba dando oportunidades. Tenía un trabajo asegurado en Stark Industries luego de salir de estudiar y después podía irse si quería. Tony no iba a ganar nada con eso.

Le tocaría luego buscar una manera para pagarle.

—Lo pensaré.

Tony le dio un asentimiento delicado.

—He estado- Ross quiere que averigüe la locación de los fugitivos —Peter notó que Tony tenía apretados los puños—. No es algo fácil, si te soy sincero, pero ni aunque los encuentre les diré donde están.

—Sabes donde están.

—Es probable que estén en Wakanda. No es completamente seguro, pero no creo que estén en otro lugar. T'Challa estuvo de nuestro lado en la Guerra, pero porque no sabíamos que Barnes no era el asesino. Ahora los está protegiendo.

Peter no se perdió ni un segundo el desprecio en la voz de Tony.

—Oh —tosió —. ¿Le dirás a Ross que no los encontraste entonces?

Tony no contestó rápido, Peter después de un minuto en silencio pensó que no lo haría.

—Sí. Creo.

Peter no supo que contestar.

Sabía que si Tony le decía a Ross donde estaba el equipo de Rogers este los querría de vuelta y en la Sede. No creía que el millonario estuviera de acuerdo con ello.

—Bueno —suspiró—. Iré a dar una vuelta, solo para ver como está el ambiente. Si no vuelvo en media hora es porque me encontré con algún problema que resolver.

Tony asintió y lo dejó ir, no sin antes ofrecerle su ayuda por si la necesitaba.

Peter le dio un leve toque a Tony en el hombro antes de salir de la cocina notando como los hombros del mayor parecían menos tensos.

Pensó en lo que habían hablado por un rato más mientras iba a su habitación por el traje; él tampoco quería a Rogers y a su equipo de regreso por alguna extraña razón, aunque en el fondo le gustaría trabajar con ellos por lo menos una vez.

De todos modos, estaba seguro de que Tony lo pensaría con calma antes de tomar una decisión y que lo consultaría con él antes de hacer cualquier cosa.

Con ese pensamiento, saltó por uno de los ventanales. Iría a dar una vuelta a Queens para ver como estaba May.