Evimeria - Zona Norte

-¿Y como era?-Me preguntaba Lydia,pasando su dedo por mi rodilla.Tener a Lydia como arma sanadora era una gran ventaja,pero a la vez, un peligro.Aunque..todos eramos un peligro en aquel lugar.Todos teníamos aquel "defecto".

-Era..alto..con el pelo anaranjado.El...creo que me ha protegido.-murmure,poniéndome un tanto rojo.La mano de Lydia de colocó en su frente,y la otra,en la mía.-¿Q-que estas...?

-Uhm..no tienes fiebre..no lo comprendo.Estas rojo.-dijo,mirándome.-¿Te ha hecho daño ese chico?.-murmuró.

-¡C-claro que no! Me ha protegido...me ha ayudado.-murmure,colocando parte de mi poco pelo tras mi oreja.Una sonrisilla se me escapó,para después oír la puerta cerrarse.-¿Donde van?..

-Es Keith.Dice haber oído jaleo y va a asegurarse de que no hay nadie fuera que pueda herirnos.-dijo Lydia,mirándome.-Estas mojado aún.Deberias secarte.

-Estoy bien,no te preocupes.-esbozando una sonrisa,me asincere con Lydia.-Gracias por todo Lydia.Estas siendo..de gran ayuda.-murmure,mirándole.Volvia a sentir aquel frío en mis manos.Las mire,para fruncir el ceño.Respire hondo,para ver como aquel polvo blanquecino que iba apareciendo en mis manos iba desapareciendo totalmente.

-¡JODER,VENID A VER ESTO!-oí la voz de Keith alzarse y elevarse en toda la casa.Corriendo,nos dirigimos al salón,asustados.En los brazos de Keith,una bolsa grande de tela.

-¿Que hay..ahí dentro?

-Vais a flipar.-murmuró el moreno,algo serio,pero sonriente.Al abrirla,nuestros ojos se abrieron. Dinero.Montones de dólares enrollados y ordenados,bien contados al parecer.

-¿Cuantos fajos hay?

-Más de 10 seguro.-contestó el moreno.

-Anda,así puedes comprarme más zumo...-dijo la morena,mirando a su compañero de forma sería.Este le devolvió la mirada,negando.

-O mejor,la fruta completa.-dijo riendo suavemente.Yo note,al menos eso siento,que aquella broma escondía cierta verdad.Las condiciones de aquel hogar no eran las mejores,tampoco las peores del alrededor.Notaba que muy bien alimentados no estaban,ni uno ni otro.Yo tan solo sonreí y mire al moreno.

-¿Qué es lo primero que haréis?

-Ni idea.Imagino que pagar algunas cosillas que debemos.-murmuró,mirando bien los billetes.Totalmente ilusionado,murmuró.-¡Joder,son de verdad,esto debe ser un sueño!-dijo mirando aquella bolsa.Su sonrisa se borró suavemente.

-Eh,¿que te pasa?..-dijo la otra chica.

-Esto...puede estar mal.-sentenció.

-¿¡Mal!?Somos pobres Keith,nos merecemos caprichos como...variar el sabor de un zumo,o..coger la fruta de la que proviene sin robar o jugar sucio.-dijo la chica.Vio como el moreno clavaba sus ojos en la bolsa,con su ceño suavemente fruncido.Chasqueo su lengua y saco tres fajos, cerrandola acto seguido.

-Haremos lo siguiente.Gastaremos,pero de forma cautelosa.Si la buscan,simplemente la lanzaremos al edificio de al lado o a la calle.Nos haremos los locos y nos defenderemos si nos acusan.Y si la situación lo pide..iremos a más.-murmuró,alejando la bolsa hacia uno de los pocos armarios que habían en aquel intento de salón.Yo no dije nada.Estaba siendo cauteloso y sigiloso.
Aquel plan era buena idea.Si aquello se gastaba de forma rápida,sería sencillo descubrir quien habría sido por la cantidad de alimento o ropa o cosas por el estilo.Keith era calculador,sabía lo que hacía.Me acordé de mi madre,como me había educado,como era de materialista en Evimeria. Todo a mi alcance gracias al simple intercambio de algo tan estúpido como una moneda con un valor específico.Que curioso,aquella carga había volado y había puesto un huevo más pequeño: el hambre y las ansias de tener.

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-¿No piensas decir nada,Andreii ?..-aquel asqueroso y repugnante tipo tuvo la decencia de sonreirme. Quise haber podido levantar mi mano y amenazarle con mi preciada e indomable scintilla, pero ya era mucho que podía sentirlas y mover los dedos.Mis manos estaban atadas a la espalda de la silla donde estaba sentado. - Sei un traditore,figlio di  stronzo.. (Eres un traidor,hijo de bastardo..) - Ya sabía de antemano que si hablaba italiano,es que estaba enfadado.Tras insultarme gratuitamente,golpeó una de las patas de la silla.Obviamente me sorprendí,y con ello me encogi suavemente y cerré mis ojos. - ¡ NON FARE IL FURBO E DIMMI DOVE SONO Y SOLDI ! (¡NO TE HAGAS EL LISTO Y DIME DONDE ESTA EL DINERO!) -como un loco,sus ojos se abrieron notablemente.Sabia que el jamás me tocaría un pelo.Yo le proporcionaba aquel dinero,yo era aquel niño que con tan sólo 12 añitos había tocado un arma,aquel niño que con 16 causó tanta tentación y admiración en sus miles de mansiones.Era su espectáculo,su actor principal.
Como supuse,suspiró de forma intensa.Imagino que rezaba por no romperme la cara.Sus ojos se entrecerraron con suavidad,esperando oír mi voz.

-Evimeria norte. -murmure,mirándole.¿Para que iba a andarse con rodeos,si la mitad de aquel robo aún seguía en parte de mi habitación,y la otra mitad estaba en aquella extraña población.Sin apartar mis ojos de los suyos, este repitió aquel nombre en voz baja,anulando su furioso acento italiano totalmente.

- Sarai venuto con noi nel club domani sera.(Vendrás con nosotros al club mañana por la noche.) - se acerco a mi,agarrandome del cuello de mi camiseta. - Capire?...(¿Captado?)  -Aquel susurro con olor a tabaco caro me tenso,poniéndome la piel de gallina.

-Si..l'ho sentido. (Si...lo he oído) - no tendría más remedio que dejarme una vez más como anfitrión y lucirme con las pocas chicas adineradas y atractivas del lugar.Si,chicas,únicamente chicas.No me veo ni me veré con ningún chico.
Aquel tipo chasqueo sus dedos,y uno de sus miles y grandes gorilas con traje negro y pinganillos desató las manos y pies.Si,bueno,Giulio era un cabron,pero no tenía un pelo de tonto.No era la primera vez que su inocente Andreii se la jugaba y le daba una patada como propina al culparle de algún problema.Me tendió una última mirada,para irse y hacer flotar algunas palabras por el pasillo.

-Questo ragazzo mi sta davvero pisciando... (Este tipo realmente me está tomando el pelo...). - y junto el sonido del mechero y sus zapatos de piel, suspire, pegue una patada a la silla y salí de aquel sucio cuarto para ir a mi habitación.Tenia que hacer cuentas de nuevo.Evimeria nos esperaba,y mi bolsillo le esperaba a ella.