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Evimeria. Zona Norte
-Estamos en la Zona Norte, si no le han cambiado el nombre.-abrí mis ojos suavemente.El moreno frunció su ceño y me miro.-¿A que viene la pregunta,Benjamin?-solo pude negar y mirar mis manos cubiertas por mi manta.
-No..solo..quería saberlo.¿Y Evimeria,queda lejos ahora?.-al mencionar aquel nombre,frunció algo asqueado su ceño.-¿He dicho..algo malo?
-Has mencionado esa jodida "ciudad".-entrecomillo aquella palabra con sus dedos.-Y no lo se.Imagino que un paseo de un día si que te tocará sufrirlo.
-Pero nosotros llegamos aquí en cuestión de horas.. O incluso minutos..-algo no me cuadraba.
-Pues algo os paso.Te aseguro que el paseito es largo.Eso sin contar a los patéticos policías y torres de control.-dijo dirigiéndose a las escaleras junto con lo que parecía ser otra caja de tabaco y un mechero.-Estaremos arriba en el mirador.Si sucede algo,tan solo subir o gritar mi nombre.Ya me conocen por aquí,así que no tardarán en irse.-dijo sonriendo suavemente. Era irónico,aquel chico que me podría haber partido la espalda me estaba dando un hogar temporal.
-Gracias Keith.Es...un detalle por tu parte todo esto.-dije sonriendo de forma leve,casi apagada.
-Esto no es nada. Somos amigos,y a los amigos se les ayuda en todo.-subió uno de aquello escalones totalmente destrozados.-Descansad. Ya sabéis que hacer si ocurre algo.-y junto una suave sonrisa,apago la luz y subió a aquel lugar.La poca luz de la luna se colaba entre las grietas y los agujeros que se hacían llamar ventanas.Lydia estaba totalmente dormida.Su cabello caía hacia un lado, y sus orejas puntiagudas yacían bajo aquel manto azulado degradado a tierra.Aparte algún mechón que otro de su rosado rostro y me acurruque en el lado contrario de aquel sofá.Era irónico,se sentía hasta cómodo.Imagine que era del cansancio,por lo que cerré mis ojos y me deje llevar por el cansancio.
En el mirador.
-Que gracia,pensaba que estos dos estaban liados o eran compinches.Aunque al albino se le veía muy debilucho. -Keith acerco un cigarrillo a sus labios, para después acercar el mechero.-Por el momento me ha demostrado que es un debilucho.
-Tienen algo.-murmuró Jane,mirando la sucia y vacía calle. -Son como nosotros.
-¿Pobres?
-No imbécil.Son..diferentes.Ya sabes.¿Acaso vas a hacerte el loco después de haberle asestado un fuerte puñetazo en la espalda?..-murmuró Jane,sorbiendo de su cajita de zumo.
-Le ha tenido que doler..-miro su puño,el cual estaba pintado de un tenue tono moradizo.-Porque me ha dolido hasta a mi..
-Pensaba que eras un machote,Keith.Me has decepcionado.-dijo Jane,sonriendo de forma muy suave.Jane nunca había sido de sonreír.Tal vez estaba en plena etapa angustiosa,aunque motivos para estar asi,desde luego,tenía.Aun así,aquellas sonrisas eran valiosas para el moreno.
-¿Me estas llamando flojo o débil?.-dijo el moreno mirándole,acercando su rostro al ajeno.Ambos,manteniéndose la mirada,esbozaron una suave sonrisa.Jane volvió su mirada a aquella calle.
-He vuelto a tener pesadillas.
-Pensaba que el zumo te sentaba bien..-murmuró el moreno,tirando la colilla del cigarro que se había fumado en pocas caladas.
-Si,eso pensaba yo.Pero..vuelvo a tener sueños raros,y me vuelve a doler la cabeza.
-¿Consigues controlar eso?
-Lo que "llevo encima" un poco.Mira.-poso el zumo entre ambos,y cerrando sus ojos y frunciendo su ceño,alzó aquella cajita.Tras ello abrió sus ojos,cogiendo aire de forma algo necesaria.El moreno miraba como si de un bebé entre mantas se tratase.
-No está nada mal.Aun así,encuentra un límite.No fuerces tu cabeza,o tendremos un problema.-el de ojos violeta se levanto de aquel escalón que daba al abismo,hacia la calle.
-Creo que podría perder el conocimiento.
-Desmayarte te has desmayado,así que ya sabes.-alzando sus brazos y colocándolos tras su cabeza,le dio la espalda a Jane.-Deja de darle vueltas y baja a dormir,anda.
-Vale,te recuerdo que no eres mi madre.-aquellas palabras,en secreto,dolieron a ambos.El moreno,tras dejar en el aire un suspiro,bajo hasta el salón.Su acompañante tardo algo más.Observo la nada del cielo,el cual tenía pequeños diamantes diminutos que brillaban, pintados en blanco sobre un abismo oscuro y azul.Peinó su flequillo y bajó tras el moreno,para ir a su habitación y caer rendida.
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No tardé mucho en despertar.Lydia estaba a mi lado mirándome,curiosa.Al ver como habría los ojos,sonrió ladeando su cabeza.
-Hola Ben.-dijo con un tono suave.Tenia curiosidad por saber algo.
-Hola Lydia.. ¿Que haces..despierta tan temprano?..-mire por aquel agujero que había en la pared.El sol estaba saliendo,y apenas los rayos traspasaban por aquellos agujeros y grietas.
-Jane estaba llorando, me despertaron Keith y Jane hablando.-dijo como si nada,manteniendo el tono de voz para que no le escucharan. -Oía decir a Jane que no aguantaba más.
-Pero que ha sucedido..-dije asustado.Temia que realmente Keith fuese una mala persona.Aun así parte de mi corazón me negaba aquel pensamiento. Tras murmurar aquello,vi como Keith salía de su habitación con Jane en brazos,quien abrazaba al moreno por el cuello, con las mejillas totalmente rosadas y marcadas por hilos de agua,probablemente lágrimas.Mire a Keith,algo intimidado.
-Buenos días chicos.-murmuró,con los ojos aún adormilados.
-H-hola..-musité.
-Buenos días Keith. -Dijo Lydia mirando al chico.Miro a Jane,luego al moreno.-¿Como está Jane?
-Dormida.-dijo esbozando una suave sonrisilla.Miro a su compañero.-Tuvo una pesadilla.Se ha levantado con miedo y... ha roto a llorar.No creo que deba ocultaroslo,suele pasarle últimamente. -dijo devolviendonos la mirada.-¿Ya sabéis donde iréis?-aquellas palabras fueron como un cubo de agua fría."Donde iréis".¿Donde íbamos?Queríamos llegar a la Zona Norte.Y bien,ya habíamos llegado.¿Ahora que?.
-A la Zona Norte.-dijo Lydia de la nada,mirándome,sonriendo.Yo tan sólo frunci el ceño y baje la mirada.
-Bienvenida Lydia,estas en la Zona Norte.¿Y ahora que?..-dijo dejando a su compañero en un sillón,encogiendose el mencionado acto seguido.
-Pues..¿ahora que,Ben?-murmuró,mirándome.Tan solo tartamudee como un idiota.
-Pues..n-nosotros..ahora..pues...-mis manos temblaban.Las dos únicas personas que estaban pendientes de mi fijaron su mirada en mi con extrañeza.
-Eh chaval,tranquilo.-dijo Keith.Se acerco a mi,para agacharse y mirarme a los ojos.Tan cerca de mi,pude observar bien su comflexion. Sus brazos estaban bien trabajados,eran anchos y musculados.Mire sus ojos violetas,los cuales mostraban pureza y simpatía.-Si es por donde dormir,podéis quedaros el tiempo que necesitéis aquí.-murmuró.-Este es vuestro nuevo hogar,¿de acuerdo?.-Yo tan sólo asenti.Un cosquilleo extraño recorrió mi cuerpo,y acto seguido,no pude evitar echarme a llorar.Lydia me miro,frunciendo su ceño.
-¿Estas bien,te duele algo?-dijo asustadiza.Keith negó,respondiendo por mi.
-Es solo la emoción,o eso imagino.-Dijo sonriendo.Poso su mano en mi rodilla.-Quiero que me cuentes que os ha sucedido,y que estáis ocultando.-dijo de forma agradable.Asenti.Estaba dispuesto a contarle todo.
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