4
Llovía,hacia frío y teníamos hambre .Realmente era agotador.Corriamos como si tras nosotros hubiesen hienas hambrientas que no han probado carne en años.Comenzaba a hiperventilar, y mi mirada realmente se estaba nublando.Algo iba mal.Mis piernas estaban llegando a su límite,y Lydia no parecía estar al cien por cien.
La verdad,ya no sabía donde estábamos.Sabia que estábamos cerca de aquel horizonte,cerca de aquella zona tan aislada y que juraría que jamás mis ojos habían visto.Tuvimos que frenar.Me faltaba el aire,sentía mis pulmones mucho más pequeños. Mire a Lydia, la cual estaba más que exhausta.
-Yo...lo...siento...-dije como mi garganta y pulmones me dejaron.Estaba a punto de desmayarme,la verdad.Pero algo lo impedía.Yo imaginaba que era la importancia de saber que Lydia estaba bien,que no le ocurría nada.Jadeando,mire el cielo.No veía el sol,solo una pared gris que dejaba caer miles y miles de gotas.Parecia que aquella llovizna jamás finalizaría.Como si aquello fuera una bendición,limpie mi cara todo lo que pude,recobrando el aliento lentamente.Peine mi pelo empapado y bañado por los hijos de las nubes hacia atrás. Lydia parecía estar mejor.
-¿Hemos llegado?..-susurró con la voz quebrada.Su garganta se notaba seca,seca y con estragos de la carrera que nos habíamos pegado.
-Quiero pensar que si..-murmure.Mire a mi alrededor.Solo había basura.En lo que nos quedaba de camino,solo habían casas en mal estado y muros derruidos. Era cierto que destacaban muchos miradores,pero todos aparentemente abandonados.-No se donde estamos...-murmure,con una mueca no muy confiada.
-¿Nos hemos perdido?
-No,no nos hemos perdido.Hay gente,por lo que no nos hemos perdido.-así era.Habian personas asomadas,recogiendo los pocos trapos que podían tender.Entre callejones y muros derrumbados,gente pobre y probablemente insignificante se protegía de la lluvia.-Tenemos que encontrar una casa vacía.
-¿Tendremos un hogar?
-Eso espero..-y sin prisa y con un notable mareo,comencé a caminar.Tenia miedo.Aquello era un barrio bajo y por muy clasista que fuese,probablemente había gente con malas intenciones.Lydia iba a mi lado,mirando a sus lados curiosa,viendo gente escondida,algunos que simplemente disfrutaban del silencio para volver sus bocas en una,otros que cuchicheaban.Eso si,un notable silencio azotaba aquel lugar.Sólo los golpeos de la lluvia contra el suelo estropeaban el marco de silencio.
-Esto es muy silencioso..-susurro Lydia.
-Lo se..-murmure.No tenía ni idea del porqué, pero a lo lejos pude visibilizar un mirador.Por algún motivo,quise creer que aquello estaba vacío.-Allí...ese edificio medio destruido.Alli iremos.-murmure.Y tras la afirmación inocente de Lydia,camine hacia aquel lugar,guardando aquel incómodo respeto.
No fueron más de 5 minutos lo que nos costó llegar.Mire a mi compañera,y con cuidado,entre en aquel lugar.Estaba en un lugar lleno de callejones y más fincas en malas condiciones.Toque la puerta,y sin oír nada,alce mi temblorosa voz.
-¿Hay...alguien?..-supuse que no tras el silencio de 15 segundos.Entre junto a Lydia.
-Huele bien para estar en la ruina.-era cierto.Olia bien,y además,estaba cuidado.Habian cosas y propiedades, pero nada de gran importancia. Decidí dar una vuelta por aquel intento de salón,mirando mi alrededor.Sin evitarlo y por culpa de la curiosidad,le di la espalda a Lydia.Siempre se había dicho que la curiosidad mató al gato.Aqui sucedió algo así.Senti unos pasos,y acto seguido,como un tremendo calor y una violencia brusca azotaba mi espalda,haciéndome toser,pedir aire y caer al suelo.
-QUE COÑO HACEIS EN UNA PROPIEDAD PRIVADA.-No pude decir nada,y aún menos moverme.Solo oí la voz femenina que tanto me había acompañado gritar mi nombre.
-¡¡Ben!!-Lydia corrió hacia mí, poniéndose de rodillas a mi lado.Como me dejo mi cuello,gire mi cara a aquel chico.Si,era un chico alto,muy alto.Era moreno de piel,y tenía el cabello recogido.Desde donde yo estaba,parecía tener trenzas por cabello.Sus ojos violetas se clavaban en mi con rabia.Habia alguien más,parecía ser un chico.Era mucho más bajo,y permanecía tras él.Me miraba con confusión,y miraba a Lydia de reojo,como si mi compañera mordiese.
-No se que coño hacéis aquí.¡Si no os vais,pienso romperos la cara!..-apretó su puño,y este pareció evolucionar.Sus venas crecieron notablemente,además de que su nudillos parecieron tornarse algo más sensibles por el tono rojizo que tomaban.Mire al chico con notable miedo.No quería problemas,únicamente estar a salvo de aquellas personas que nos seguían,y descubrir que ocurría con Lydia y mi "defecto".
-Keith..espera..-susurro el otro chico.El mayor parecía llamarse Keith (/Kiiz/). El menor cogió la mano libre del chico,y mirando a Lydia,le susurro algo.-Son legales...¿no te has dado cuenta?Cualquier tipo que hubiese querido robar habría dejado a su compinche tirado en el suelo y hubiera corrido por salvar su vida..-susurró.Tras mirar a su amigo,me miró.Tenia miedo,mucho miedo.Aquel puñetazo había dolido,y bastante.Probablemente alguna vértebra habría caído en combate debido a aquel golpe.El chico moreno suspiro,miró a su amigo y sacudió su mano.La mencionada volvió a su estado normal,aunque parecía que estaba adolorido.Se acerco a nosotros,y con miedo,cerré mis ojos,protegiendome con mis brazos y manos.
-¡N-NO OS ACERQUEIS,NO TENEMOS DINERO,POR FAVOR!..-dije con la voz rota.Sentia mis manos frías una vez más.Tan frías,que estas solas comenzaron a crear finos hilos congelados.
-No os haré daño.Bueno,a ti ya te lo he hecho.Lo siento.-dijo el moreno,con un tono totalmente diferente.Miro mi mano,para mirar a su compañero totalmente sorprendido.
-El tiene...Keith.. -susurró el bajito,mirando a su amigo.El segundo mencionado frunció el ceño y miro a Lydia,luego me devolvió la mirada.
-Perdonad.Nosotros...-no terminó de hablar. Yo imaginaba que verme en aquellas condiciones,tirado en el suelo con una mano con hilos de hielo colgando y los ojos llorosos, no era forma para entablar una conversación. Miró a Lydia. -¿Me dejas cargarle en un sitio cómodo?..-murmuró,totalmente respetuoso y diferente a aquel tono amenazante. Lydia me miró.Yo asenti,aún asustado y con mis ojos llorosos.
-Si..pero yo iré junto a él.
-No dañare de nuevo a tu novio,te lo prometo.-Lydia frunció su ceño,confusa.Yo negué como pude tras ver como me cargaba en brazos.Si,era fuerte,y mucho.Eso me hizo avergonzarme.
-No es..mi pareja..-susurre.
-¿Ah...no?Es decir,no es que tengáis que serlo.Es que..siempre que nos entran o son parejas o son compinches de banda.-murmuró,mirando mi espalda una vez me tumbó.-Perdón si os ha ofendido.
-No te preocupes.-dijo de forma inocente.Al ver mi espalda amoratada,frunció su ceño apenada.-Puedo..ayudar con eso.
-Esto es un corte sanguíneo, nada más.No tiene arreglo instantáneo,señorita..-dijo el moreno,observando como sus manos se posaban en mi espalda.
-Agh..Lydia..con cuidado..-murmure,adolorido.Pero eso duro poco,pues Lydia ejerció aquel poder que poseía en mi.El dolor lentamente desapareció, y según las caras de estupefacción de los otros dos chicos,el moratón también.
-Increible..-susurró una voz más dulce y tenue,proveniente del menor.-Se ha ido todo..-susurró.Los dedos fríos del chico rozaron mi espalda.
-Es mi defecto.-murmuró Lydia,sonriendo.-Me llamo Lydia.-dijo oficialmente,mirandolos.-El es mi amigo Benjamin.
-Nosotros somos Keith y Jane.Sentimos la situación del principio.-una sonrisa amigable se pinto en sus labios,mirándonos.
----------------
Aquellos chicos nos dieron algo de ropa,y además,nos prepararon lugar donde dormir.Era de noche,y según Keith,era peligroso pasear de noche por esta zona.Esta zona...¿que zona era esta?
-Keith.. -Murmuré su nombre,acurrucado entre una manta,con Lydia a mi lado durmiendo.-¿Donde..estamos ahora mismo?..-dije,mirándole algo atemorizado.El moreno se giro,y mientras apagaba lo que parecía ser una colilla,musitó.
-Estamos en la Zona Norte,si no le han cambiado el nombre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro