11
Evimeria - Zona Norte
Me acerque lentamente a mi compañera, sonriendo.
-Hey Jane,hora de-... -frene en seco al oír suaves sollozos por parte de la chica.Me temía que le estaba ocurriendo lo de siempre: una pesadilla. Me acerque a ella,sentandome a su lado,acariciando su cabello.Se revolvió,apretando sus ojitos y sus puños.Notaba como los primeros mencionados se amorataban lentamente.Ahi supe que algo iba mal,que estaba forzando su "defecto".-Jane...despierta vamos...-murmure.Y junto aquel comentario,vi como mi compañera se levantaba de golpe,cogiendo una bocanada de aire.Con sus ojos llorosos y con una ojeras moradizas,apretó sus labios.-¿Otra vez?-ella asintió.
-No me dejes sola,Keith...-susurro de forma rota y bajita,en un susurro que ni la brisa se llevaria de alli.En un susurro cálido,pero con gran parte de frío.Sus ojitos estaban clavados en los míos,aunque sólo era capaz de ver uno por su flequillo despeinado.Acaricie su mejilla,limpiando sus lágrimas con mis pulgares,sentandome frente a ella.
-No te dejaré sola,Jane.Te lo prometí,y lo sigo prometiendo.No soy como ellos.-murmure.En un afán de ahogar un sollozo,mi amiga mordió su labio.Pude ver como este tomaba un tono blanquecino y volvía a su tono habitual,debido a la fuerza de sus dientes.No pude aguantar mucho más:abrí mis brazos y deje que Jane se acurrucase en ellos como le diese la gana.Se aferró a mi camiseta, tirando de ella,cerrando sus ojitos irritados y totalmente cansados.Acariciaba su cabello con cuidado de no despeinarle,colocando su pelo en el mismo movimiento que ella le había marcado a su flequillo,en aquella honda tan peculiar pero desganada.Bese su cabeza,notando como su sollozo se iba silenciando lentamente. Jane solía sufrir pesadillas,y solía acabar llorando o asustada.
-Jane,¿estas bien?-salí corriendo hacia su cuarto.-Te he oído chillar y...
-Aléjate...
-Jane,¿que ocurre?-no me acerqué,tan solo ladee mi rostro,más asustado que ella.
-¡Vete joder!.. -dijo la contraria,con rabia,mostrando unas suaves ojeras lilas.Tragué saliva,y sin yo querer,cerré la puerta,quedando tras ella.Comence a oir suaves sollozos y palabras que maldecian.
-Jane...-susurre,quedándome tras aquella puerta.
Sabia que Jane era propensa a tener pesadillas,y a pasarlo realmente mal.Pero no tenía en cuenta que aquel martirio se haría permanente.
-Jane,¿quieres que tomemos algo junto a...? - Mi compañera se había quedado dormida en mi pecho,y no tuve otro remedio que tumbarme y acariciar su cabello,acomodandola. -Quien iba a decir que alguien tan frío acabaría así... -Susurre,junto una sonrisa.
Note tras varios minutos de calma y suavidad unos toques en la puerta.Era Benjamin,quien al verme así,se sonrojo y cerró la puerta.
-¡Eh,Benjamin ,no Benjamin abre!..-gritaba en susurros, intentando no despertar a mi compañera.Entro,mirando al suelo.
-Solo..quería saber si podía ir al mercado del final de la calle con uno de los billetes.-dijo tímido,intentando no levantar sus ojos.Rei suavemente.
-Puedes mirarnos,solo ésta durmiendo.-murmure.Este me obedeció,pero sólo lanzando una miradilla de reojo.-Coge dos.Invita la casa.
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Ver de aquella manera a Jane y Keith había sido extraño.Es decir,no es que estuviese mal...pero había sido algo incómodo.Incomodo pero tierno.Yo no se aun que es ese tipo de cariño,el cariño de alguien ajeno a la familia,que se ofrece a mimarte un día entero.Solo he sentido el cariño de mi madre,de sus abrazos suaves y cálidos con olor a casa.Sentir su piel suave acariciar la mía era agradable.Si,era.Ha pasado tiempo desde que no veo a mi madre.Mucho.Demasiado para mi.
Sin poder evitarlo,mi mente se volvió una mezcla de recuerdos,tiernos pero todos pesados y tristes.Sentia como mis ojos cada vez volvían mi visión más borrosa.Tuve que parar a mitad de camino y apoyarme en una de los pocos lugares despejados: una verja metálica.Una vez me aseguré de que no pasaba nadie,y si pasaba,no me miraba,deje que mis ojos soltasen aquel río de lágrimas por mis mejillas.Pero algo me interrumpió.Note una incómoda descarga eléctrica en mi espalda,lo cual hizo que jadease involuntariamente y me incorporara de golpe.Ladee mi cabeza,buscando el culpable.Y allí estaba el de nuevo.Aquel chico alto,pelirrojo.Parecia furioso,pero borró aquella mueca al verme.Su rostro se volvió serio aunque sorprendido.El pelirrojo suspiró, esbozando una leve sonrisa.Vi como su mano se deslizaba por la verja,alejándose de esta.¿Estaba agarrado a una reja electrificada?¿Y estaba vivo?¿Quien era ese chico?Se veía de alto nivel,y no pintaba mucho en aquella calle sucia y vacía.
-¿Tienes alergia?Por los ojos,digo.-murmuró una vez ambos nos estábamos atendiendo mutuamente, mirándome los ojos.
-Ah...si.Es alergia.-mentí asustado,mirándole.Me sentía intimidado por aquel chico.Era el chico que me había salvado la vida,o eso pensaba yo.Era el chico de la pistola,el de las manos grandes pero finas.Estaba embobado en sus ojos,unos ojos esmeralda bastante embelesantes a mi parecer.Iba a decir algo,pero un coche me interrumpió.El pelirrojo sonrió de lado,para murmurar unas últimas palabras.
-Yo de ti no lloraba en un sitio público. A las chicas les molan fuertes.-dijo sonriendo,mirando el coche de reojo.Pude oír como gritaban un nombre,cosa que hizo que me sorprendiera.
-¡ANDREA,SMETTERE DI FARE AMICIZIA E SALIRE ALL'AUTO ORA! (¡Andrea,deja de hacer amigos y sube al auto ahora!)-Andrea.El chico se llamaba Andrea.Yo trague saliva,intimidado totalmente.
-¡Sto venendo!(¡Ya voy!) -Alzó la voz,y suspirando,me sonrió.- Ti vedi. (Nos vemos.) -se alejo,yendo hacia el coche.Aquel chico tan extraño pero interesante se montó en aquel coche,y tras acelerar,se dirigieron a algún lugar.Segui con la mirada aquel coche,embobado.Vi como aquel auto negro llegaba a una mansión, o eso parecía.¿Vivía allí,había una fiesta o regalaban algo?.Sin darme cuenta,estaba apoyado en la verja,pero no me dio ni un solo calambrazo. Mire si había alguna señal de "Alta tensión",pero no había ninguna.¿Que estaba ocurriendo?.Solo pensé en volver a aquello que llamaba ahora hogar y hablar con Keith y Lydia sobre aquellos encontronazos.
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