Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. COUNT ON ME

Las vacaciones habían terminado, era el momento de retomar las actividades escolares y laborales en la ciudad del amor.

Todos estaban realmente entusiasmados por volver a ver a sus amigos y compañeros, todos, excepto cierta joven de cabellera azabache.

—Bien, solo irás, actuarás normal y listo, nadie se dará cuenta de que subiste de peso.— murmuró nerviosa mientras miraba su reflejo en el espejo.

Le estaba costando volver a retomar la confianza en si misma, tanto que ya no salía de su casa, no se vestía como siempre lo hacía, mucho menos iba a practicar algún deporte, por miedo a que su familia se burlara de ella al intentar retomar condición física.

Realmente ya no se veía de la misma forma.

—¿Marinette?

La de ojos azules se sobresalto al ver que su progenitora entraba en su habitación y la observaba detenidamente de arriba a abajo.

Que hiciera eso comenzaba a incomodarla.

—¿Vas a ir vestida así a la escuela?— preguntó, a lo que ella se atrevió a asentir. —Pero, hija...

—Ya se me hace tarde.— le interrumpió con una sonrisa. —Nos vemos en un rato mamá.— se apresuró a decir, depositandole un beso en la mejilla para después salir casi corriendo del lugar.

También hacía tiempo que ya no desayunaba y de vez en cuando se saltaba la comida.

Pero claramente, nadie se estaba dando cuenta de ese cambio.

Conforme iba caminando, se sentía cada vez más temerosa, sentía que todas las miradas se posaban en ella, pensaba que todos la veían con asco, con burla, definitivamente no se sentía cómoda al sair después de tanto tiempo.

—¡Mari!

La mencionada, volteó asustada, respirando más tranquila al toparse con la mirada de su mejor amiga, quién ya estando cerca de ella, se sorprendió al notarla tan cambiada.

Podría decir que casi no la reconocía.

—Hola, Alya.— saludó la joven rompiendo aquel silencio. —Que gusto volver a verte...— murmuró, y sin pensarlo, se abrazó a la de lentes.

Por otro lado, la joven, luego de unos segundos, se atrevió a corresponder aquel gesto, no entendiendo el porque de su comportamiento.

—¿Estás bien?— preguntó después de unos minutos.

Por su parte, la joven asintió rápidamente, separándose de su amiga en el acto.

—Solo te extrañe... Es todo.— murmuró sonriendo falsamente, tenía vergüenza de contarle todo lo acontecido durante sus vacaciones, no quería que ella, su mejor amiga, terminara alejándose de su lado. —Vayamos a clase o se nos hará tarde.— sin darle tiempo a replicar, la tomó de la mano y se la llevó corrindo.

Definitivamente sería un día largo.

Las clases se le hacían verdaderamente eternas, por más que miraba el reloj, parecía que el tiempo avanzaba más y más lento.

Ya no quería estar ahí.

El timbre que anunciaba la hora del almuerzo sonó, provocando que un pesado suspiro brotara de sus labios.

«Cuatro horas más, Marinette, aguanta.»

—¿Vamos a comer algo? ¡Muero de hambre!— exclamó la de morena, tomando del brazo a la de coletas, con tal de guiarla a la cafetería, sin permitir siquiera que le respondiera si quería acompañarla o no.

Algo le pasaba a su amiga y estaba dispuesta a averiguar que la tenía tan insegura, en todo el tiempo que llevaba de conocerla, jamás la había visto comportarse tan tímida, siempre fue de lo más sociable, ahora sólo mantenía conversación con ella, pero con un gran esfuerzo.

Definitivamente esa no era la joven alegre que alguna vez conoció, eso le preocupaba demasiado.

Ella se encargaría de ayudarla.

—Y... ¿Qué tal tus vacaciones?— pregunto animada. —¿Algo nuevo que contar?— preguntó con falsa picardía, esperando que al fin le contará aquello que la aquejaba tanto.

Pero no sucedió.

—Normal, como, siempre.— se limitó a contestar un tanto distante, lo único que quería era irse, encerrarse y esperar a que todo aquello pasará, esperar que alguién le dijera que todo lo que le ocurría no era más que una broma de mal gusto.

Claramente nada de eso pasaría.

—Pero miren a quién tenemos aquí, siempre es un placer verte, Marinette, Dupain-Cerda.

Ante esas burlas, ambas jóvesnes intercambiaron miradas.

—¿Es que a caso el ratón te comió la lengua?-— preguntó la recién llegada, comenzando a causar cierto pánico en la joven. —O tenías tanta hambre que tu acabaste comiendotelo, seguramente.

Las lágrimas amenazaban con brotar de sus zafiros, ya no aguantaba, no quería seguir escuchandola.

—¡Basta, Lila! ¡¿Qué mierda quieres?!— preguntó colérica la de lentes.

—Nada, Césaire, solo venía para saludar a mi amiga, la gordita de ahí.— respondió señalando con falsa inocencia a la joven de mitad azulada, quien mantenía la mirada baja.

La aspirante a periodista no entendía absolutamente nada, sin embargo, la actitud de la italiana no la iba a dejar pasar por alto.

—Será mejor que te largues de una maldita vez si no quieres que te rompa la nariz como en la fiesta de bienvenida

La castaña simplemente fruncio el ceño, y sin decir nada más se marchó, permitiendo que la joven pudiera abrazar a su amiga, quién no hacía más que llorar.

—¿Porque no me llamaste para contarmelo antes?— preguntó la morena una vez la de ojos azules se calmó y le explicó todo. —No debiste cargar con todo tu sola, Mari... Somos amigas... ¿No?

La joven simplemente asintió abrazándose a si misma.

—No quería molestarte y arruinar tus vacaciones...

La reportera simplemente negó, estaba claro que no le hacía mucha gracia enterarse sólo porque la más odiosa de la escuela realizó aquellos desagradables comentarios hacía la menor.

—A ver, tu no habrías arruinado nada, yo siempre te te dicho que estaré para apoyarte ¿bien? Ahora, si Lila o cualquier otro vuelve a comentar algo así, no pienso contenerme.— advirtió. —No estás sola, me tienes a mi, juntas saldremos de esto, te lo prometo, te ayudaré a ser la misma de antes.— sonrió. —Marinette, pase lo que pase, conmigo puedes contar.

Una vez más, la joven diseñadora afirmó, agradeciéndole con la mirada todo lo que hacía por ella, lanzándose nuevamente a sus brazos, el único lugar donde podía sentirse segura en aquel momento.

Sin embargo, algo que la molestaba era el hecho de no saber cómo fue que Lila se había enterado del problema con su peso; aunque en el fondo lo sospechaba, no quería creer que su propia madre fue la causante de aquello.

«Aunque conociendola...»

Un suspiro lleno de frustración brotó de sus labios, ya tenía suficiente con su problema, como para lidiar con los insultos y burlas de quién era su peor enemiga.

¿Ahora, qué más le podría pasar?


•••

¡Hey!

¿Qué onda?

Aquí LupitaHaibara trayendoles el primer capítulo de esta bella historia, y como pudieron leer, comenzamos con algo realmente molesto, la aparición de el personaje más querido de todo Miraculous (?

En fin, espero y dentro de lo que cabe haya sido de su agrado, cualquier cosita dejenla en los comentarios, yo encantada de leerlos :³

Ahora si, sin más yo me retiro, nos andaremos leyendo en otra realidad virtual uwu

Bais~♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro