
4. EX OF TRUTH
Dos días pasaron desde su salida con aquel joven al que no toleraba por la falsa idea que se había hecho de él, y solo una breve conversación bastó para que ambos comenzarán a conocerse mejor, claro estaba que la azabache aún no lo consideraba un amigo, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que no le comenzara a agradar.
—A ver, ¿estás segura de que no sales con Luka? Porque últimamente los veo hablando mucho, por no decir siempre.— murmuró con picardía cierta morena, la cual durante toda la mañana no había dejado de molestarla con lo mismo.
Se arrepentía de haberle contado.
—¿Siempre? Por favor, si apenas hablamos, no es como si...
—¡Marinette!
Aquella voz a sus espaldas interrumpió su aclaración, provocando que una sonrisa instantánea se formara en los labios de su mejor amiga.
—Luka, pensé que nos veríamos en la Biblioteca, ¿pasa algo?
El mencionado sonrió, negando levemente.
—Creí que sería más fácil si vamos los dos, ya sabes, para en el camino ir adelantando algunas cosas respecto al proyecto final.
La de ojos azules asintió, mirando apenada a su mejor amiga, quien observaba de brazos cruzados la escena.
—Alya...
—Entiendo.— sonrió. —Yo igual debo ir con Mylene, así que ustedes vayan en paz, estudien mucho.— guiño un ojo en su dirección, provocando que él se ruborizara y ella rodará los ojos.
—Ya vete.
La de lentes soltó una risita, despidiéndose para luego caminar en dirección contraria a la de su amiga, dejando solos a ambos jóvenes.
Sin duda la periodista había dejado un ambiente incómodo entre los dos.
—Bueno... ¿Vamos?— cuestionó ella pocos segundos después, sonriendo levemente al azabache que la acompañaba.
—S-Si, yo te sigo.
Definitivamente se iba a vengar de su mejor amiga, cueste lo que cueste.
Sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, había Estado leyendo tres horas seguidas sin descanso, y no es que le aburriera, al contrario, ella era feliz entre libros, sin embargo, tantas cosas rondaban su mente en los últimos días que no tenía la concentración suficiente para estudiar en ese momento.
«Debes olvidarte ya, han pasado cuatro meses y sigues con lo mismo... Déjalo estar.»
Un suspiro brotó de sus labios a modo de respuesta a lo que su voz interior le aconsejaba.
Consejo que sabía tomaría y después desecharía.
Clásico en ella.
—Mari... ¿Te sientes bien?
La voz de su acompañante la sacó de sus pensamientos, llamando así su atención finalmente.
—Si, perdona, solo me duele un poco la cabeza, es todo.— sonrió. —Quizá... Debamos dejarlo hasta aquí por hoy, aprovechamos lo suficiente la hora del receso y las de la profesora Bustier.— explicó. —Avanzamos lo suficiente, incluso más de lo que íbamos a hacer...
El de ojos azules asintió, para después cerrar el libro entre sus manos.
—Claro, mañana continuamos, no te preocupes.
La azabache confirmó, aguantando las ganas de no rodar los ojos ante sus palabras.
Si, era verdad que había tratado de conocerlo mejor desde la tarde que pasaron en el museo, sin embargo, el músico a veces la sacaba de sus casillas cada vez que la presionaba con el trabajo final.
Era realmente desesperante.
—Tranquilo Luka, vamos a terminarlo a tiempo, lo suficiente para hacer las correcciones con calma.
El mencionado suspiro, dando a notar su inconformidad, cosa que la joven prefirió ignorar.
No estaba de humor para iniciar una discusión.
—Entonces... ¿Tú me llamas?
—Si, te llamó y nos ponemos de acuerdo para terminar lo que falta.— prometió para luego ponerse de pie. —Nos vemos mañana.— se despidió encaminándose a la salida de la biblioteca, pero justo antes de salir su andar se detuvo, pues el de mechas azuladas la había tomado de la mano, acto que provocó que ella posara sus confundidos zafiros en él.
—Solo... Quería decirte que igual y puedes llamarme si necesitas algo fuera de lo escolar...— sonrió. —Cuentas conmigo para lo que sea...
Una leve sonrisa se formó en los labios de la menor, quien sin decir nada, besó con ternura la mejilla del músico, quien se había quedado estático ante aquel gesto.
—Gracias...— murmuró soltándose delicadamente de su agarre. —Hasta mañana, Luka.
Por su parte, el de ojos azules asintió sin dejar de sonreír, viéndola marchar mientras colocaba una mano sobre la mejilla que ella había besado.
No sabía porque, pero le gustaba lo que ella le provocó con ese beso.
Aunque no sabía exactamente que era.
No aún.
Jamás se había sentido tan estresada en toda su vida, si bien, le dolía la cabeza gracias al estrés emocional por el que pasaba, la presión que su compañero de clase ejercía sobre ella no le ayudaba en nada, no podía ni si quiera asistir con normalidad a sus clases de piano porque el azabache no tardaba en mandarle mensajes respecto al proyecto que tenían que entregar en mes y medio.
Se sentía fatal.
«Perfecto, tal parece que tengo que estudiar aún más gracias a eso... ¿Qué es lo peor que podría pasarme en este día?»
Comenzaba a plantearse la idea de aceptar hacer ese trabajo con el joven músico había sido un completo error, darle su número fue mucho peor.
Decidida reanudó su andar,volviendo a alentar sus pasos conforme avanzaba, sintiendo eterno el camino hacía su hogar.
Ya no podía más.
Un suspiro brotó de sus labios a la vez que bajaba la mirada.
Necesitaba un descanso.
—¡Cuidado!
Sin darle tiempo a reaccionar, la de ojos azules acabo chocando contra un joven que al parecer iba corriendo, cayendo los dos al suelo.
Definitivamente ese no era su día.
—¡Perdón! ¿Estád bien? ¿Te duele algo?
La azabache negó, levantando sus zafiros para mirara su presunto atacante, sin embargo, quedó en shock al ver de quien se trataba.
—¿Marinette?
La mencionada salió de sus pensamientos, no sabiendo que más decirle.
«¿Porqué si es tan grande esta ciudad, me lo tuve que encontrar especialmente a él?»
Una sonrisa se formo en los labios de su conocido, quien al levantarse no dudó en ofrecerle su mano como ayuda, acción que la joven aceptó.
—Jamás pensé encontrarte, bueno, aquí.
—Y yo jamás pensé verte ir con tanta prisa al Instituto donde estudió.
El pelirrojo se sonrojo ante sus palabras.
Como siempre, era demasiado obvio.
—Bueno, escuche que mañana no tendrías clases y supuse que querrías salir a hablar antes de ir a tu casa.
La joven alzó una ceja ante su respuesta.
—¿Mañana no tengo clases?— cuestionó. —Veo que sigues siendo el mismo acosador de siempre, Nathaniel.
El mencionado ya no sabía ni como ocultar su vergüenza.
—M-Marinette... Enserio, necesito hablar contigo.
—Que curioso, yo quería hablar contigo hace unos meses y no me escuchaste, así que... Vuelve cuando tenga tiempo y humor para escucharte.— respondió sonriendo altanera, dispuesta a marcharse para no seguir viéndolo, sin embargo, el de ojos azules la tomó del brazo mirándola con insistencia.
Parecía desesperado.
—Te lo suplicó, precisamente por eso, porque no te escuche antes ahora quiero hacerlo, también necesito decirte tantas cosas que...
—No.— respondió cortante. —Mejor ve con Marc y a mi dejame seguir con mi vida.
—Terminamos...— susurró. —Lo nuestro no duro tanto como pensé.
Una sonrisa irónica se formó en los labios de la menor, quien ahora entendía el porqué venía a buscarla.
Era patético.
—Y como todo acabo, vienés con la tonta de Marinette para ver si te quiere servir de segundo plato, ¿no?— cuestionó soltándose del agarre en el que aún la tenía. —Me das pena, Nathaniel.
El mencionado simplemente negó.
—Si termine con él fue por un motivo, y eso es lo que quiero hablar contigo, así que por favor... Te suplico que me escuches una última vez, si lo que te digo no te convence, estás en tu derecho de mandarme a volar cuando quieras, pero hablemos, bien.
La azabache pareció meditar cada una de las palabras que el artista le expresaba, no sabía si lo correcto era hacer lo que él o ser diferente y darle el beneficio de la duda.
Definitivamente no quería ser igual a él.
—Mañana, frente a la torre Eiffel a las diez de la mañana.— suspiró dándose media vuelta dispuesta a irse. —Ya sabes que siempre llegó tarde, así que te va a tocar esperar, galán.— a advirtió, y sin dejar que dijera nada más, se marchó.
Solo esperaba no arrepentirse después.
★★★
¡Hey!
¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendoles este bonito capítulo para finalizar el año (o empezarlo para algunos)
Pero a parte, no crean que se me olvido lo del maratón uwu así que, esperen, que enseguida les público los otros dos capítulos 👀
En verdad espero les haya gustado este capítulo tanto como a mi me gusto escribirlo ^^
Bueno, sin más yo me retiro, ya saben que cualquier cosita o duda pueden dejarla en los comentarios, que yo encantada de leerlos uwu
Nos andaremos leyendo en otra realidad virtual uvu/
Bais~♡
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