|Hay felicidades que nunca más regresarán, eso me comentaste una vez..., pero quizás estabas equivocada|

━━━━❰･🍚･❱━━━━

Me gustaría decir que esto ya quedó en el pasado, que ya no me duele, que ya logré sobrellevarlo, que aprendí a sobrevivir sin oír tu risa o bromas matutinas, o a despertar con el olor de la comida que te gustaba preparar para intentar sorprenderme con las nuevas recetas que buscabas. Hasta la fecha me he estado cuestionando cómo es que le hacías para mostrarte conmigo normal, hacer como si nada te pasara, fingir que estabas bien aunque fuera todo lo contrario. Me sorprende y duele, si tengo que ser sincero, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué tenías esa maldita costumbre de guardarte todo hasta que ya no podías más? ¿Por qué? Es algo que quiero preguntarte, algo que todo el tiempo me ronda en la cabeza.

¿Sabes? Lo irónico aquí es que muchas parejas terminan por infidelidades o cosas así, mas nosotros culminamos lo que teníamos por razones totalmente diferentes a esas.

Una vez oí que los noviazgos acaban por no tener la suficiente madures o compromiso para sobrellevarlo, antes pensaba que era una estupidez, que solo es un prejuicio más, que si amas lo suficiente a alguien es porque lo aceptas tal cual, pero... tenían razón al final. No me mal interpretes, no me refiero a que alguno de los dos era inmaduro (aunque sí lo éramos), sino que la gente mayor se refiere a un punto distinto a como nosotros lo vemos: quisieron decir a la madurez de cómo uno se toma las cosas, no a cómo es nuestra personalidad. Cuando uno es adolescente ve las cosas distinto al sufrir muchos cambios emocionales y físicos, los niños no se quiebran la cabeza con tantos problemas y los adultos ya vivieron lo que uno apenas vive. Cambia la perspectiva depende de tu madurez.

Me di cuenta de que todo era verdad: yo buscaba algo formal, algo que lo denominan "para siempre", yo te consideraba que ibas a ser la única en mi vida, y tú..., tú eras más realista que yo, tú sabías que esto iba a terminar prontamente, tú buscabas cariño y amor en alguien, y ese alguien fui yo. Qué curioso, ¿no? Ambos éramos unos idiotas, ambos nos consumíamos, ambos nos lastimábamos más de la cuenta, ambos éramos tóxicos de alguna manera. No me di cuenta a tiempo que ambos nos volvimos dependientes del otro, y eso no era amor; nos envolvimos en la monotonía, aceptamos eso con tal de no separarnos, nos daba miedo cómo íbamos seguir sin el otro a nuestro lado.

Tú fuiste la primera en percibirlo.

Ambos teníamos nuestros problemas, pero yo desde antes de iniciar sabía de tu baja autoestima y tu constante depresión, de tus ataques de ira... y del propio daño que te hacías. No te cortabas como mucha gente, no desprendías ese aire de dolor como otros, tú simplemente fingías en la preparatoria estar bien a pesar de traer los nudillos desechos, de los rasguños en tu cara y piernas, sonreías normal ante todos, pero tus ojos siempre te delataron: estaban opacos, sin ese brillo tan común, eran como dos cubos de hielo. Ingenuamente pensé que ya habías logrado superarlo, que conmigo irías aprendiendo a quererte a ti misma, que tus ataques habían disminuido, que tus sonrisas ya eran reales...

Qué equivocado estaba.

Los dos primeros años de nuestra relación parecía ir de los más genial a pesar de que llegábamos a tener desacuerdos, pero ese fue mi primer error: no quise darme cuenta de que, con tal de no discutir, accedías a lo que te pedía, que te portabas sumisa muchas veces, que parecías no tener voluntad propia. Luego siguió el tema de la universidad: mientras yo iba a estudiar en esta cuidad, a ti te habían ofrecido una beca en Tokyo, en una escuela de letras; discutimos, salimos mal, me enojé y me porté egoísta, y... al final renunciaste a tus sueños, a los que venías preparándote desde años, decidiste quedarte a estudiar en una local por portarme voluntarioso.

Mi segundo error, uno de los que más daño te hizo.

Luego estaba el hecho que mi madre siempre te menospreció, que te llegó a comparar muchas veces con Videl, que te hacía indirectas, que decía que nunca llegarías a ser una buena esposa. No sabes cómo me dolió verte llorar por ello, sabiendo que te sentías más acomplejada de lo que ya estabas, diciendo que mi mamá tenía razón, que no valías.
Fui un idiota por no haber hablado seriamente con ella, lo siento, nunca tuve las agallas de enfrentarla y decirle que te dejara de atacar de esa forma, que era mi vida y que yo decidía con quién estar y con quién no, que no todo giraba en torno al dinero y comodidades, a lo superficial.

De allí siguió que te intenté proponer que nos comprometiéramos, como cualquier idiota adolescente ciegamente enamorado, y tú te negaste, como cualquier chica realista. Decidimos distanciarnos, tomarnos un tiempo, pero ese sentido de dependencia nos hizo arrastrarnos al otro, haciendo que nos fuéramos a vivir juntos en un departamento a pesar de que, muy en el fondo, tú no quisieras ni te sintieras preparada. Lo sabía, y aún así intenté ignorar eso.

Si con ello no bastara, la universidad nos fue consumiendo y dejamos de convivir tanto como al inicio, fue allí donde la depresión te volvió a atacar en todo su esplendor, pues, de alguna manera, te había lastimado bastante porque logré -cosa de la que no estoy nada orgulloso- que hicieras cosas contra tu voluntad.
Mientras yo me encerraba a estudiar arduamente entre libros, tú volvías a abrir las heridas del pasado, volvías a hacerte daño, la poca autoestima que habías elevado decayó de golpe. Más discusiones, más desacuerdos, más distanciamiento, más dependencia de tu parte, más heridas de ambos.

Contigo aprendí que el amor no todo lo puede en realidad, es uno quien tiene que poner de su parte, no esperar a que ese sentimiento venga mágicamente a solucionar todo.

Con el tiempo parecía que los dos estábamos juntos a fuerza, ya no había convivencia, ya no había cariño, ya no había esos jugueteos entre nosotros ni esa "chispa" de la que muchos hablan, parecíamos desconocidos que compartían techo solamente. Era mera monotonía. Como dije antes, tú siempre fuiste más realista y pesimista entre los dos con creces, así que decidiste culminar lo que yo inicié porque sabías que no éramos sanos para el otro, no progresábamos juntos, no íbamos a la par, no coincidimos en muchas cosas; mas bien sacábamos lo peor del otro, nos estancábamos, no dejábamos al otro seguir sin las cadenas que nos tenían presos.

Yo te hice daño con mis decisiones egoístas, pero tú también me lo hiciste al arrastrarme a un pozo sin fondo, haciéndome cargar con tu sufrimiento y dolor, con tu depresión y tus ataques de ira, con tus constantes inseguridades y celos. Éramos tóxicos, lo sabíamos aunque no lo aceptáramos.

"Yo no soy la indicada para ti, aún así, gracias por todo lo que hiciste por mí, por los buenos momentos a pesar de todo. Eres alguien que siempre será especial en mi vida, pero ya no podemos seguir más con esto, sé que lo entiendes..., así que olvídame por favor, sigue con tu vida", fue lo último que dijiste, la última vez que oí tu voz, la última vez que te vi. ¿Y sabes? Por más que intenté hacer lo que me pediste..., no pude, no puedo, y dudo que podré. Dejaste tu marca en mí, te sigo pensando, sigues siendo quien me enseñó tantas cosas buenas como malas, sigues siendo a quien busco con la mirada cada vez que salgo, sigues siendo con la que me duele ver las fotos del álbum de la preparatoria y parte de la universidad, con la que me sigo aferrando y negando al amor, con la que sigo suspirando y soñando, a quien sigo esperando al final de cuentas. Son tantos los deseos que hay en mi corazón por ti, y por eso hoy sostengo tu luz que está en mí.

Me pregunto si aún me recuerdas, si en algún momento me llegas a pensar, si te sientes tan sola como yo. De todo corazón espero que hayas progresado como persona, que ya hayas dejado todo ese daño que te hicieron en el pasado antes de conocerme, y los que yo mismo te hice, que hayas seguido tus verdaderos sueños, que seas una escritora y que ya hayas publicado algo en la editorial que tanto te gustaba.
¿Sabes? Desde que pasó todo eso sigues siendo alguien a quien amé como nunca yo creí, a pesar de que tú dijiste una vez que lo nuestro era una ilusión; no lo veo ni nunca lo veré así.

Yo por lo mientras seguiré esperando que la lluvia cese, seguiré esperando volver a casa, el lugar donde realmente no me sienta vacío y en soledad. Seguiré esperando tu luz, pues tú eres mi hogar.

▶▫▪♡▪▫◀

Siento mi celular vibrar en mi pantalón mientras tomo un café negro en un establecimiento pequeño, como vengo haciendo desde hace mucho. Digamos que cierta y peculiar chica me pegó esa costumbre a pesar de que yo no sea tan fanático de dicha bebida; otra ironía más: mientras ella adoraba el café, yo siempre preferí en chocolate con leche u otras bebidas más dulces. Siempre fuimos opuestos en muchos gustos.

Suspiro con melancolía y me dedico a guardar y cerrar un archivo de una investigación de trabajo, apagando la laptop y metiéndola en mi mochila.
Saco en dispositivo móvil que no utilizo mucho para revisar a qué se debe la notificación, sorprendiéndome un poco al notar que la editorial a la que sigo -por ella más que nada, debo admitir- volvió a anunciar un libro que publicará dentro de unos meses, mas sin embargo, poco o nada me hubiese importado si no fuera por el título: "Rompiendo las monomanías".

Sintiendo mi pulso incrementar rápido, termino pulsando la notificación para que me redirija a la página y leer el artículo completo, notando que la corta descripción y la portada va de la mano enteramente de una idea que ella me comentó hace mucho, ¡inclusive el título! Me había dicho varios nombres que encajarían después de decirme cómo iría y se desarrollaría su historia, pero todos me parecieron clichés y comunes -inclusive mi, en ese entonces, novia me dijo que no estaba segura, que sentía que todos ya eran bastantes reutilizados y que no sabía cómo hacerle para que destacara-, así que decidí platicarle el significado de la "monomanía", palabra poco usada, que llamaría la atención y que daba a entender de qué iba su libro si eres intuitivo.

¿Ella realmente...?

Si ya tenía el pulso acelerado, sentí un revuelo dentro mío al ver el nombre de la autora y ver una foto suya; está cambiada, se ve más alegre y su expresión es más soñadora, menos pesimista y amargada que antes. Sonrío sin poder evitarlo, orgulloso al final de cuentas porque uno de sus deseos se cumpliera al fin. A pesar de que me duela, realmente estoy feliz de que haya mejorado notablemente, aunque ya no estemos juntos desde hace varios años. Quizás... sí necesitábamos tomar un respiro del otro, alejarnos.

Mi ensoñación termina cuando la alarma que establecí comienza a sonar, avisándome de que es hora de volver a mi departamento e intentar hacerme algo de cenar decente, pues desde hace tiempo que me propuse dejar la comida rápida y sopas instantáneas al ver cómo afectaba mi salud. Nada ha sido igual desde que ella se fue, muchas cosas cambiaron en mí, logrando que decayera bastante tras su partida; quizás mejoré en algunas cosas, pero empeoré en otras en ese tiempo, es hasta no hace mucho que me hice la promesa de dejar esos malos hábitos y centrarme en mi vida y profesión. Quizás sea lo que muchos denominan como madurar...

Dejo el dinero y propina en la mesa, despidiéndome de las meseras que me conocen de tanto que vengo aquí. Salgo del establecimiento y una ventisca fría me pega; estos días no ha dejado de llover. Miro brevemente el cielo y todo está cubierto de nubes grises y oscuras.
Por andar de distraído y melancólico, termino chocando con alguien y botándole lo que parece café encima, o bueno, empapándonos ambos ya que a mí también me cayó, pero en mucha menor medida. Bastante avergonzado, me comienzo a quitar la sudadera que traigo de más por el frío para tendérsela, mas mi sorpresa no cabe en sí al notar ese rostro tan peculiar y conocido, volviendo a colapsar mi sistema nuevamente, aunque esta vez con más justificación. ¡No puede ser!

-¿T-tú...? -Susurro con la respiración entrecortada, aún sin quitarme la prenda enteramente, seguramente pareciendo un inepto.

-... ¿Gohan? -Cuestiona en las mismas que yo, dejando de reacomodar los papeles que trae en mano medios salpicados en café.

No sé por qué, no sé si lo hice por acto reflejo o era algo que deseaba verdaderamente, no sé si con esto parezca una especie de acosador o niño perdido, pero termino abrazándola y aferrándome a ella sin previo aviso, importándome poco qué impresión diera. Es como si por fin sintiera alivio, si por fin dejara de sentir esa necesidad de estarla buscando entre la multitud todo el tiempo, como si por fin esa sensación agria como un limón dejara de oprimirme, como si al fin todo estuviera bien y en su lugar correspondiente.

Quizás, solo quizás, pueda tener mi tan ansiado reencuentro para sanar lo que le hice, lo que nos hicimos, para iniciar de cero. Solo es cuestión de tiempo... y de nosotros.

━━━━❰･🍚･❱━━━━

-Ahh, qué bien se siente poder terminar un one-shot después de tanto tiempo que andaba en borradores.

En otros temas, dejé todo en final abierto a propósito, haciendo que ustedes decidan si realmente podrían quedarse como estaban o volver a intentar algo con el tiempo. Acjvsga, en lo personal, yo siento que sí y no, pues sí se lastimaron bastante y sí eran dañinos entre ellos, pero se da a entender que ambos cambiaron, pero no sé, ahí es decisión de cada quien qué pasa después.

Por otra parte, desde hace mucho que quería tocar este tipo de temática, pues yo siempre me voy con los romances adolescentes, no con los más grandes y más serios, por así decirlo. También quería tratar un ruptura y el amor en todo lo que cabe para mí. ¿Qué les pareció? Lo digo porque puede que haya más contenido de este tipo más adelante si les gusta.

Otro aviso más es que el libro que hace mención Gohan sí existe... o algo así: es un proyecto que llevo rompiéndome la cabeza desde hace un buen, pero no es un fanfic, es un libro libro(? que es parte de una trilogía que subiré algún día por acá, pero en una cuenta alterna que tengo, así que pido por favor que no me roben la idea del título, que le he estado metiendo mucho esmero a esto, eh <3

Ah, y esto es como una especie de "song-fic" ya que el one-shot lleva temática de la canción "Lemon" de Kenshi Yonezu o algo así, el chiste es que adoro esa canción y me da re harta inspiración.

¡Nos leemos!

-Lindassj1