『Fase II💣』
Ficha, al final <3
—Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad. Morir es como nacer: solo un cambio.
—Clara.
La casa de los espíritus.
Creo que desde pequeña, le perdí el miedo a la muerte. Yo había heredado parte del don de mi abuela para ver espíritus y deje de tenerles miedo irracional, de hecho gracias a ellos el miedo en mí casi ni existía.
Recuerdo que mamá le tenía miedo a las festividades de octubre y noviembre —Halloween y el día de los muertos, respectivamente—, pero yo no, a mí me encantaba lo que era la primera fecha. A pesar de eso, me parece gracioso que ella haya muerto el día intermedio de ambas fiestas; el primero de noviembre perdí a los once años a mí única familia, a causa de su trabajo como heroína un villano la atacó por razones que desconozco y la mató, supongo que ese fue el día dónde el miedo fue mi único amigo, y la tristeza mi única consolación.
A veces, en la mañana la veo lánguida sentada en la silla del comedor, mirándome arrepentida por haberse ido. Yo le sonrío con tranquilidad, y después de un fantasmagórico beso en la frente, se va. Luego la casa queda solitaria, a pesar de que mi abuela vive conmigo y casi siempre está en su habitación por su enfermedad, es la única persona que tengo en Japón. Si ella muere, me veré obligada a volver a mi país con mis tías.
No conozco a mi padre, no sé cómo se ve, cómo es, qué hace, por qué no está aquí, nada, no sé casi nada de él. Solo sé que es un héroe y está entre los diez mejores, estudió con mi madre en la U.A y se graduó con ella; la única que sabe quién es mi padre es la heroína amiga de mi madre, pero es totalmente reacia a darme una pista siquiera.
Desde que murió mi madre, Halloween no es igual para mí. A pesar de que faltan dos días no siento esa emoción que hace cinco años, el día de los muertos es melancólico y triste y ni hablar del día anterior, aún la extraño.
En honor a ella, estudio en U.A, para convertirme en héroe. Gracias a mi don, puedo crear explosiones a base de hidrógeno y oxígeno —el último era el don de mi madre— lo que resulta con una contra parte de que con concentración puedo crear agua. Ahora en las prácticas, decidí que iría con el héroe número tres. Tuve la suerte de impresionarlo en el festival deportivo y no pensaba desperdiciar la oportunidad.
Admito que después de la heroína Bórea, el héroe número tres era uno de mis favoritos por su particularidad, que era extrañamente parecida a la mía.
El día de Halloween, a pesar de que mi amiga quiso salir conmigo me negué rotundamente y en vez de eso me quedé en la oficina de héroes donde hacía mis prácticas. Aún me faltaba el aire y me desmayaba cuando intentaba hacer demasiada agua, y los ligamentos de mis manos me dolían bastante, además de otras cosas decidí quedarme allí tratando de olvidar ese día que se acercaba más rápido de lo que me gustaría.
—Oe, Pe... digo, Kagome, ¿Por qué putas no te vas a tu casa, maldita? —Me chistó de mala gana mi jefe, parado de brazos cruzados en la puerta de mi pequeña sala de estadía. Ni siquiera me molesté en mirarlo.
—No te importa, viejo —reproché con la misma actitud, en realidad me gustaba hacerlo enojar, me parecía chistoso. Apretó los dientes.
—Es mi agencia, bastarda —habló pausado tratando de mesurar su falta de tolerancia—. Vete a tu casa, ahora. —Lo ignoré, siendo totalmente sincera, no me apetecía ir a mi casa y no sabía la causa—; ¿Sabes qué? Mueve tu culo, te llevaré.
Le miré aburrida y totalmente desinteresada a cada palabra que hacía, hasta que hartado caminó a mi lugar y me alzó de un brazo, chillé impactada y empecé a agitar los pies para que me bajara. Con un malhumor a flor de piel, me sacó del edificio y me montó en su auto negro; dónde empezó a conducir hacia mi hogar desolado. Cruzada de brazos, fruncí el ceño sin importarme cuánta razón tenga mi jefe.
Para mi mala suerte él sabía el lugar dónde vivía, por lo que callé y miré todo el interior del auto en un total e incómodo silencio. Abrí sin permiso —y con curiosidad— una puerta al frente mío, donde salió volando una foto que no pude apreciar muy bien que digamos, entonces me agaché para recogerla.
Me descolgué, impresioné, entré en shock, mi alma se fue y volvió, me puse pálida y casi me desmayo al ver que en la foto, mi madre aparecía cogida de la mano de mi jefe con una gran sonrisa en sus labios, él la miraba con su típico ceño fruncido y un sonrojo, entonces me di cuenta que fue tomada cuándo eran jóvenes. Abajo vi que tenía la legible caligrafía de mi mamá, y ponía «Feliz graduación, imbécil.» Honestamente no sabía qué mierda pensar, estaba en blanco y muy confundida, pues mamá nunca había hablado de su relación con él, mi jefe.
Aparcó bruscamente enfrente de mi casa y me arrebató la foto de mis manos, se veía enojado y por su ceño fruncido podía deducir que sí lo estaba y bastante, por lo que temí por mi vida pero no se lo demostraría.
—¡¿Por qué esculcas mis cosas, bastarda?! —gritó el adulto como siempre hacía.
—Tenía curiosidad, solamente —murmuré cohibida sin mirarlos a sus ojos, tampoco tenía la intención de pedirle una explicación de por qué estaba con mi madre.
—¡Te prohíbo que lo vuelvas a hacer, oíste bastarda!
—Sí —musité, y salí del auto con un gracias que dejé en el aire.
La noche pasó muy rápido hasta que llegó el principio de noviembre, ese día me encerré en mi casa y decidí que no iría a ningún lado. Mientras mi abuela dormía, rebusqué en los lugares más recónditos de la habitación de mi madre una foto, algo, algún recuerdo de ella y mi jefe. Después de buscar toda la noche, encontré una cajita marrón maltratada por el tiempo con mucho polvo encima, le saqué la tapa y vi el contenido. Eran muchas fotos con él, cogidos de la mano, dándose un beso, saliendo, hubo una en la que estaban disfrazados.
Sentada, con los ojos llorosos, releí una vez más la carta de mis manos que estaba escrita detrás de aquella foto de halloween de hace dieciséis años. Había una palabra que estaba borrosa por una gota de agua, perecía ser una lágrima que cayó cuando se escribió la carta.
«Hola...
Quiero decirte que, seremos padres.
Todo por esa noche de halloween, sé que no tendré el valor de decírtelo y me la quedaré y criaré sola, también oí bastantes respuestas tuyas donde decías que no estabas listo para un bebé ni una familia. Luego de eso, recuerdo tu ilusión por esa gran oportunidad en América donde te irías, solo, por unos cinco años; no sabía si lo soportaría tampoco quería que perdieras la oportunidad y decidí que lo más sincero era terminar. Tuve miedo, de todo, por eso te oculté tu retoño y me alejé de ti sin dar razón. Soy una cobarde, porqué ni siquiera está carta llegará a ti.
Luego regresaste, pero había visto que te divertías con otras y parecías haberme olvidado, así que no quise interrumpir tu felicidad.
Pero, algo me dice que mi bebé desvelará ese secreto. Y aunque sea egoísta, prefiero que así sea.
Siempre te he amado, y jamás dejaré de hacerlo. Le pondré Aki y mi apellido, pero admito que el tuyo le queda mejor, además el significado es muy bonito. Parque del otoño.
Con cariño, /borroso/...»
Limpié mis mofletes y me soné los mocos que tenía y me estorbaban. No podía creerlo, no podía, todos estos años y me he dado cuenta de esto. No sentía nada malo contra mi madre, pero me dolió que no me hubiera dicho algo al menos, me sentía mal por mi padre que nunca me conoció y viceversa, vaya eso sonó egocéntrico.
Pero, ahora que lo sabía no cometería el error de mi madre. Bueno, me lo pensaría.
Miraba incesante la foto entre mis manos, seguía sin saber qué pensar. Por eso, al día siguiente decidí ir a tomar aire luego del almuerzo y las prácticas en la agencia —donde solo me quedaba dos días de estadía—, paré para comprar un pequeño dulce y seguí mi camino hasta acordarme que había dejado la foto en la mesa cerca de allí. Me devolví con pereza, y la sorpresa me invadió al ver a mi jefe parado estático viendo la foto de lo más pálido, sus ojos parecían aguados y apretaba la imagen con fuerza.
Levantó la mirada y con sus orbes me intimidó analizando todo mi ser, se acercó con paso ineludible hacia a mí y con su ceño fruncido que a pesar de tener treinta y cuatro años seguía intacto por las arrugas y manchas, pero más maduro. Nos quedamos viéndonos por un rato, estaba sin duda nerviosa y él parecía no notarlo, no era la forma en la que me hubiese gustado confesárselo pero veo que se ha dado cuenta.
Solo podía atar cabos, la única ventaja es que siempre olvida mi nombre y ese era el momento digno para no recordarlo.
—Kagome —llamó autoritario, desvié la mirada—. Dime tu nombre completo, bastarda.
—Ni mierda, jefe —respondí a causa de los nervios y la presión, la situación me parecía chistosa pero no actúo bien bajo este apremio. Apretó los dientes, y entonces la culpa me invadió—. ¿P... podría... acompañarme?
—¿La foto es tuya, cierto mocosa?
No le respondí y empecé a caminar lejos de él a paso suave y sereno, con un gruñido y varios improperios, empezó a seguirme sin dejar su boca cerrada. Caminamos por unos quince minutos aproximadamente, yo seguía sin decir palabra alguna y al parecer mi jefe había gastado las suyas.
Hoy era el día de los muertos, por lo que me pareció una buena ocasión para confesarme.
Entonces llegué, me senté frente a la lápida de mi madre que estaba cubierta por flores secas y marchitas, entonces con un suspiro levanté la mirada, y ahí estaba, lánguida con la mirada gacha y después de un suspiro asintió son su cabeza dándome paso para empezarle a decir la verdad a mi padre.
—¿Hablarás o no, moc...?
—Mi nombre completo es Aki Kagome, tengo dieciséis años —musité perdida en las letras escritas de la gélida lápida—, mi madre, ______ Kagome ayer cumplió cinco años de muerta, un villano la mató. Ella jamás me habló de mi padre, la única que sabía era Uravity pero nunca me lo quiso decir; gracia a tu foto descubrí todo esto. —Quité con mis manos las flores marchitas por el tiempo y dejé ver la lápida completa.
«_______ Kagome,
Gran heroína, madre, e hija.
Siempre la recordaremos con amor.
13 de Julio de 2001 — 1 de noviembre del 2029»
Apoyé una de mis manos en el suelo frío del cementerio para colocarme de pie, un viento escalofriante movió mi cabello y me erizó la piel, me volteé y vi que el adulto tenía la cabeza gacha y miraba al suelo, mi madre caminaba a él a paso lento y al estar cerca le abrazó, su cuerpo de fantasma se iluminó y él la sintió, la vio con lágrimas en los ojos.
—Lo siento mucho...
—Ya no importa, fea.
Le sonrió con dulzura y luego avanzó hasta dónde estaba yo, me dio un beso en la frente con sus hermosos ojos llenos de lágrimas y entonces, el viento la hizo desaparecer ante los ojos de ambos. Estaba feliz, ahora ella descansaba en paz.
—Ella murió por mi culpa...
—¿Ah?
—Un villano quería joderme, y lo logró —mencionó iracundo, chasqueó la lengua—. Nunca supe por qué ella se alejó y me dejó, me dolió en la puta mierda. No sabía que estaba embarazada; es una idiota por no decírmelo, tsk... hasta hubiéramos ido a América juntos. —Suspiró fatigado, sobándose el puente de su nariz con tristeza, me miró de nuevo con el ceño fruncido—. ¿Mocosa, entonces eres...?
—Sí, Katsuki, tú eres mi papá.
Título: La otra cara de la muerte.
Personajes: Bakugou Katsuki, ________, Oc, & Uravity.
Shipp: Bakugou x Lectora.
Advertencia: Ninguna.
Cantidad de palabras: 2040 palabras.
Foto elegida: Número 1
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Nota: Spirit me nominó a un tag, y no quería hacer un apartado por lo que lo pongo aquí por si quieres ignorarlo.
1.
☙ Odio la mayoría de lo insectos, en especial las cucarachas.
☙Gracias a un vídeo en facebook y otras razones, ahora le tengo un poco de pánico a concebir un bebé.
☙Odio con toda mi alma que traten de manipularme.
☙Me fascina dibujar, pero casi no me gusta colorear xd
☙Le di un pico a mi amiga por error ;-;... fue horrible.
2. No tengo historias xD. Solo dos concursos, pero en lo personal, me gustó mucho mi One shot del otro libro en la fase 2. De hecho, me había preguntado si hacerlo una historia larga, pero me da flojera.
3. Me gustan los poemas góticos, pero no tengo uno en específico.
4. Creativa xd
5.
❥Deku
❥Natsu.
❥Karma.
6. En realidad, creo que fue Soul Eater. Estoy casi segura... :)
7. A duras penas me sé el opening dos de Soul Eater y Boku no hero xd, eso pues que no bien.
8. Estaba buscando una imagen en internet sobre SVTFOE, había una que me gustó y al querer guardarla me di cuenta que era una historia en esta plataforma, me llamó la atención y la leí, después me obsesioné con ella y bueno... me uní.
9. No tengo amigos c:
Los que tengo no lo harán jajaja xD
Así que cualquiera, me vale :v
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