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|| Capítulo 25 ||

Martes, 6:25am.

Aquella mañana resultaba ser normal. Con el sonido de un grifo cerrarse, sale Freddy de la ducha más despierto con una toalla a su cintura, caminando por la habitación para alistarse como de costumbre.

Esa mañana en especial se sentía más ligero y despreocupado, haberse descargado el día anterior le había resultado muy bien.

«Tierra llamando a Freddy»

El mencionado suspiró y movió su cabeza para concentrarse, era muy fácil dejarse llevar por los pensamientos en horas de la mañana, al menos contaba con Fred para pisar superficie nuevamente.

«Por quedarte pensado es que siempre nos retrasamos»

Freddy rueda los ojos, mientras se coloca la camisa.

«Claro, como si eso te preocupara» —Declara abotonando la prenda, mirándose en el espejo de su habitación, notando a Fred riendo un poco desde su cama, en dónde estaba "recostado" con sus manos descansando detrás de su cabeza en una posición despreocupada, también se le notaba a él con un buen humor, quizás por eso hoy le parecía tan irritante como de costumbre.

Al momento que terminó de amarrar su corbata, su celular suelta un pequeño sonido, Fred miró curioso a su lado, dónde reposaba el teléfono conectado al cargador en la mesa de noche, sabiendo que ese sonido era de un nuevo mensaje.

Freddy se acercó y lo tomó para revisar.

«¿Es Joy?» —Pregunta desde la cama, mostrando atención.

«Es Chica, sólo es para recordarme que no olvide el libro para el informe» —Explica, dejando el celular en el bolsillo buscando el libro mencionado, cuándo se trataba de hacer un trabajo con Chica era mejor cumplir si querías seguir viviendo. «Ya deja de pensar tanto en Joy»

«Sólo preguntaba» —Aclara en defensa desviando la mirada— «¿Hoy van a practicar?»

«Quizás sí, llevaré las partituras de todas maneras» —Continua, alistando su mochila.

«Me agrada la segunda estrofa, imagina cantar esa parte de forma lenta, muy cerca de ella, acariciando su rostro y...»

«Fred» —Corta Freddy, ya las mejillas se le tiñeron de rojo de sólo pensarlo.

El mencionado sonríe de lado.

«Te gustaría hacer eso ¿No es así?»

No le daría la razón, sólo cerró su mochila para luego salir de la habitación en un intento de ignorar la pregunta.

«Sigo aquí Freddy~»

«Hoy será una larga mañana» —Se dice mientras baja las escaleras.

«Vamos, tan sólo admítelo»

«No tengo por qué admitirte algo»

«¿Eso es un sí?»

—Ya deja de molestarme. —Murmura, ambos paran la discusión al llegar a la sala, que les parecía extrañamente silenciosa aquella mañana.

«La T.v está apagada» —Observa Fred sabiendo muy bien que su madre siempre se levantaba antes para dejar el canal de noticias mientras preparaba el desayuno.

«Mamá quizás tuvo que salir antes» —Piensa Freddy restando importancia, ya que no era raro que eso pasara.

Con eso cruzó y fue a la cocina, esperando ver una nota en el refri o algo parecido, llevándose la sorpresa de que su madre sí estaba presente, pero a diferencia de otras mañanas no estaba con su delantal cocinando, estaba sentada tomando su cabeza con expresión de malestar con un vaso de agua en su otra mano.

— ¿Mamá...? —Comienza Freddy preocupado, obteniendo la atención de la mayor.

—Oh, Freddy. —Dice, reincorporándose y poniéndose de pie rápidamente como si nada— Justo acabo de levantarme. ¿Quieres un sándwich? —Pregunta dándole la espalda, para no enfrentarse a la mirada fija de su hijo, buscando los ingredientes en el refri.

Freddy dejó la mochila en el mesón y se acercó.

— ¿Te sientes bien?

—Sí, desperté algo...

Se detuvo, Freddy no la dejo tomar nada del refri, queriendo su atención.

— ¿Los dolores otra vez? —Insistió.

Su madre suspira y cierra el refri, era caso perdido evitar a Freddy, se cruzó de brazos en un intento de verse superior, cosa que era gracioso viéndose más bajita al lado de su hijo.

—No pasa nada.

—Mamá, creo que ya deberíamos llevarte a un médico.

—Freddy, yo debo trabajar y tú debes ir al colegio. —Le apuntó— Ahora deja que haga el desayuno, se te va hacer tarde.

—Mamá, está bien, no tienes que ir a trabajar hoy, podemos ir al médico, quizás logren darte algo mejor para el malestar, no perdemos nada con eso.

—Aquí el primero que busca evitar a los médicos eres tú.

Freddy le frunció el ceño.

Sonó el teléfono, excusa perfecta para escapar, la señora Fazbear lo tomó mirando el número.

—Mi secretaria...

Su hijo le arrebató el teléfono de un movimiento.

— ¡Freddy!

No la escuchó.

¿Hola?

Bueno días, ehh ¿Se encuentra la señora Fazbear?

En estos momentos ella no puede atender la llamada. —Comienza a caminar.

— ¡Freddy! —Le grita en susurro, intentando recuperar el teléfono.

Soy su hijo... puede ir cancelando todas sus reuniones de hoy, ella no podrá ir a trabajar. —Atajó sin más preámbulos— Hoy no se siente muy bien espero que no sea un problema... sí, es sólo por hoy... no, no es tan grave, unos malestares y dolores de cabeza... sí... vale, gracias linda.

— ¿Qué estás...?

Yo le aviso, que tengas un buen día.

Cortó la llamada.

Su madre lo miró enfadada.

— ¿Qué...qué acabas de hacer?

Darte un día libre. —Deja el celular en el mesón.

—Freddy, deja de llevarme la contraria.

—Mamá...

—La superior aquí soy yo, y se hará lo que yo digo, iras al colegio y yo al trabajo y se acabó esta discusión.

Ambos se miraban con expresión de terquedad, ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer, la mirada retadora del menor cobró más fuerza, se alejó de su madre y abrió el refri, sacó un cartón de leche, un tazón y sirvió cereal.

— ¿Qué haces?—Pregunta la mayor sin entender.

Él dejó la taza con cereal y leche en manos de su madre.

Tu desayuno. —Explica como si fuera lo más obvio— No usaras la cocina hasta nuevo aviso. Iré al colegio como quieres ¿vale?, pero tú te quedas en casa como yo quiero, ambos ganamos.

La mayor alza una ceja.

Intentare volver temprano para estar contigo, tu sólo quédate en cama, ve alguna serie, lo que sea, pero guarda reposo, te lo tienes merecido mamá.

—Otra vez esa voz, ¿por qué ahora de pronto me cambias de acento Freddy?

Fred reacciona, olvidó que si quería dirigirse a ella aún debía al menos tratar de imitar la voz de Freddy. Su mirada autoritaria perdió fuerza, y dejó el control, le era más fácil dejarle las explicaciones y problemas a Freddy.

—N-no es nada, ignora eso.

La mayor lo miró desconfiada, pero no duró mucho, le restó importancia al asunto y suspiró.

—De acuerdo, tu ganas, me quedo en casa.

Observa como su hijo sonríe un poco en señal de alivio por su decisión.

—Eres un manipulador.

Lo escuchó reír, y como se acerca a dejarle un beso en la frente como lo hace siempre.

—Ve a descansar. —Le indicó.

—Ok, ya voy, ya voy —Repite dando media vuelta y saliendo de la cocina con el tazón de cereal en manos— Que tengas un buen día en el colegio cariño.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

"Los seres humanos percibimos 11 millones de bits de información por cada segundo que pasa. Sin embargo, sólo concienciamos 40 de ellos" Pff, ¡qué derroche! —Suelta Foxy viendo incrédulo el libro en sus manos.

7:45am, clase de ciencias.

—Ya chicos, devuélvanme el libro debemos comenzar a copiar la página 34. —Ordena Chica mientras escribía la fecha en su libreta— Mientras más rápido terminemos más rápido podremos ir por su pudín.

Freddy miraba la ventana, golpeando su libreta con el lapicero, haciendo caso omiso de lo que ocurría en el equipo, pudín o no, nada parecía importarle.

«Estará bien, es sólo un malestar de siempre»

«Odio que ella le reste importancia, y todavía nos dice que está bien»

«Es mi culpa, quizás no le gusta que me preocupe demasiado»

«Siempre queriendo mostrarse fuerte, no tiene que hacer eso con nosotros»

«Deja de ser tan duro con ella»

«Estoy preocupado Freddy»

«Ya lo sé, si me has tenido de los nervios desde que salimos de casa»

«Vale, ya dejo el tema»

«Igual gracias por convencerla que se quedara en casa, ya sabes lo terca que es»

«Tú lo hubieras conseguido también»

— ¿Estas copiando? —Preguntó Golden a su lado.

Él reacciona.

— ¿Qué? Ah, sí, sí.

Golden no le creyó, y le dejo más cerca su libreta para que pudiera copiarse.

—Mejor date prisa antes de que Chica lo note.

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8:12am.

— ¡Pudín! ¡Pudín! —Celebraban Foxy y Bonnie a la vez en los pasillos momentos después, como de costumbre, camino a la cafetería a desayunar, seguidos detrás por el resto de sus amigos.

Los pasillos del colegio se sentían extrañamente más asfixiantes y llenos que de costumbre, y lo más destacable era la numerosa cantidad de estudiantes que poseían un uniforme diferente al asignado en la escuela.

—Parece que ya llegaron los del instituto Denver. —Suelta Golden.

Freddy metió las manos a sus bolsillos observando en silencio.

—Ayer también nos llegaron estudiantes del colegio Denver en el club de cocina, son chicos muy simpáticos. —Cuenta Chica, caminado a la par de Freddy y Golden.

—Bueno, es con ese colegio con quien tendremos el partido de quemados, tienen un equipo muy bueno.

— ¿Puedes creer que viajan dos horas de bus de su colegio al nuestro?

—Escuche que vinieron principalmente por el club de teatro, ¿Les llegaron estudiantes de Denver por allá Freddy?

—Ehh sí, hicieron una presentación o algo así, yo... me quede con Joy ensayando no sé qué pasaría después de eso.

—A mí me parece muy buena idea eso de tener visitas de otro colegio, podremos conocer gente nueva. —Agrega Chica emocionada.

—Yo ya los alcanzo. —Dice Freddy mientras detiene su paso en un cruce— Creo que dejé mi libreta de historia en el casillero.

Ambos amigos le asienten en aprobación y cada quién sigue su camino, Freddy pasaba entre los estudiantes como si fuera un fantasma, ver el uniforme de los estudiantes de Denver le era un imán de malos recuerdos, ya con sólo mencionar el nombre de esa escuela era suficiente para arruinarle el humor.

A veces le gustaría ser más fuerte que sus recuerdos.

Aun con eso, llegó sin problemas a su casillero, lo abre junto con su mochila para sacar libros y cuadernos que ya no necesitaba por el resto del día, guardando su libreta de historia en la mochila en el proceso.

—Buenos días, Freddy.

Él se sobresalta en su lugar, aquella voz le aterró en un segundo.

«Lo que nos faltaba»

Cerró su casillero con rudeza, colocándose su mochila a la vez que suspiraba con fastidio.

Estoy seguro de haberte mencionado que no te quería cerca de mí.

Aquella voz era de Helen.

—Necesitaba hablar contigo.

Seguro que será algo muy interesante. —Replica mientras se cruza de brazos, dejando recostar su espalda en los casilleros.

—Freddy, pensé que jamás volveríamos a cruzar caminos y yo...

Ve al grano.

Ella bajo la mirada con timidez.

—Quisiera que... comenzáramos a hacer las paces. —Extiende su mano en tregua, parecía temblar de nervios.

Fred miró su mano unos segundos, y luego a la joven, tan tímida y vulnerable, casi como si le tuviera algún tipo de miedo a su respuesta.

Tenía que ser una broma.

¿Eso es todo? —Alza una ceja, y luego deja salir una risa desviando la mirada— No puedo creerlo, ¿tú de verdad...? —Volvió a verla— Venga, esos ojitos de cachorro ya pasaron de moda, tu y yo sabemos que puedes fingir mejor que eso. —Se incorporó acercándose a ella— Pensaba que esto sería más interesante. —Tomó su mentón con descaro— ¿O acaso será que has perdido tu toque después de tanto tiempo? —Dijo con tono de burla a su vez que apretujaba las mejillas de Helen entre ellas con su mano, causando que los labios de la chica se juntaran como si estuviera comiendo un espagueti imaginario.

Helen baja la mano, mirándolo incrédula, sin mover un musculo.

—Has cambiado mucho. —Logró decir.

Eso es tan decepcionante ¿verdad? —Dice con falsa desilusión, dejo su mentón y comienza a caminar— Da igual, no perderé mi tiempo aquí. —Corta, dispuesto a irse.

— ¿Dónde quedo mi amigo? —Le acusa a su espalda, ahora mostrándose algo enojada y retadora.

Él se detuvo en seco.

Aquello le molesto.

¿Éramos amigos? —Pregunto, en un intento de no perder los estribos en ese sitio y menos en ese momento.

Helen abre más sus ojos, aquello parecía haberle chocado, más aún cuando él la miró de reojo, como si fuera algo insignificante. Pero no le causaba nada verla de esa forma, a su ojos eso era ella, nada.

Freddy por otra parte, era un caso diferente, lo que estaba pasando no le está causando gusto, le parecía un acto innecesario.

—Tú... tú no eres así Freddy. —Confronta Helen con más seguridad— Te conozco, eres un buen chico, por favor deja de hacer esto.

«Sólo vámonos de aquí» —Insiste Freddy en sus pensamientos, creyendo que era lo mejor.

¿Realmente crees conocerme? —Cuestiona Fred dándole la espalda nuevamente.

—Lo suficiente para saber que todo lo que dices son mentiras, tu no tratas a las personas de esta manera, por mucho que te desagraden tu jamás...

Escuchó como él suspira, y voltea a verla nuevamente.

Vale, he de aceptar que eso casi me hace sentir mal. —Dice con un tono más apagado, casi imitando a Freddy, para luego reírse con fuerza— Joder, ¿a qué te lo has creído eh? Estoy aprendiendo mucho de ti.

Helen lo mira en silencio.

Como sea, tu grupo de lame suelas no les hará mucha gracia verme contigo, ¿no te parece?

Helen sin entender a qué se refería, voltea a ver detrás de ella, notando que sus amigos Wendy y Brad los observaban desde el otro extremo del pasillo con cautela.

Al momento que ella volvió con Freddy, ya este caminaba con tranquilidad lejos de ella.

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— ¡Hola chicos! —Saludó una voz con notable alegría.

Los Animatricos observaron a la joven que se acercó a su mesa, estaba con una expresión amable y abrazaba una libreta con cariño entre sus brazos. Bonnie y Foxy llenos de pudín sin vergüenza, hacen un gesto saludando, mientras Golden y Chica responden a la vez.

—Buenos días, Joy.

—Cuánto pudín, ¿Realmente pueden con todo eso? —Se detiene observando la notable montaña de embaces con pudin que estaba en medio de la mesa.

—Te sorprendería saber que en el almuerzo comen otra ronda como esta. —Comenta Chica lanzando una mirada a los chicos, sobre todo a Foxy y Bonnie que seguían comiendo sin cuidado, hasta notar que faltaba alguien de su banda, una sonrisa traviesa aparece en sus labios y vuelve a ver a Joy— ¿Buscas a Freddy?

Joy sintió un subidón de emoción al escuchar ese nombre. Como si en su interior alguien hubiera saltado desprevenido, tanto así que perdido el hilo de su tranquilidad hablando ahora con cierta torpeza.

—Ehh no, no. ¡Q-quiero decir! ¡Sí!, yo... pues... —La banda no la dejaba de ver con atención, incluso Foxy y Bonnie dejaron de comer pudín para observarla alzando una ceja.

Ella ríe un momento con nervios por sus palabras sin sentido, ni siquiera se entendía cuándo le atacaba la timidez, con más calma continua— La verdad es que sólo necesitaba mostrarle algo, lo he estado buscando por todos lados.

—Perdimos a Freddy cuándo íbamos camino a la cafetería, nos dijo que iría a su casillero a buscar algo. —Le cuenta Golden con calma, en gesto de apoyo, no solía cruzar muchas palabras con Joy, pero ella le agradaba. La buena presencia y amabilidad que ella demostraba le recordaba mucho a su amigo Freddy, quizás por eso sentía la extraña necesidad de querer ayudarla a no sentir nervios en preguntar por Freddy, al fin y al cabo, ella era bienvenida.

—Ya él debería de haber vuelto, ¿no? —Continuó Chica— La verdad es que pensábamos que estaba contigo, ¡Golden me contó que ustedes planean hacer un dueto!

—Espera... ¿Freddy? ¿Dueto? —Detiene Foxy incrédulo.

— ¿Sera pronto? ¿Podremos verlos? —Suelta Chica emocionada.

—Pues...

—Está bien Chica, apenas están con las prácticas. —Interviene Golden con una risa tranquila.

—Ya lo sé, es que hace mucho que no se hace un evento ¿verdad?

—Tienen nuestro apoyo por aquí Joy, estoy seguro que harán un trabajo genial.

—Gracias Golden. —Sonríe Joy con sinceridad — Je bueno, buscaré a Freddy por el área de casilleros.

—Claro, si él llega por aquí le avisaremos que lo estabas buscando. —Promete Chica — Pero si lo encuentras antes que nosotros, dale esto. —Extiende dos pequeños envases de pudín— Así no podrá decir que no le guardamos pudín.

—No hay problema, se los haré llegar. ¡Hasta luego!

—Adiós. —Dicen todos a la vez en la mesa, mirando como la joven se pierde entre los estudiantes.

—Joy es muy simpática. —Comenta Bonnie abriendo otro envase de pudin.

—A sí que Freddy hará un dueto con ella. —Repite Foxy— Y pensar que ustedes decían que estaban saliendo o algo así.

—Estoy segura que hay algo entre esos dos. ¿No vieron cómo reaccionó cuándo le pregunte por Freddy? —Recalca Chica mientras toma un sorbo de su bebida.

—Venga, no creo que eso tenga algo que ver.

— ¿Mhhp? —Deja la bebida— ¿Qué? ¡Por supuesto que sí! Además... a Freddy le gusta.

—Bah, ¿Cómo estas tan segura?

—Es cuestión de verlo Foxy. ¡Levanten la mano los que crean que a Freddy le gusta Joy!

Bonnie levantó la mano.

Foxy lo miró.

— ¿What? ¿Tú también?

Chica levanta la mano con decisión. Golden en cambio se ríe un poco mientras también sube su mano, la situación le hacía cierta gracia.

—Gana mayoría. —Sonrió Chica en victoria.

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[Mensaje Enviado]

Freddy.

Quería mostrarte algo, pero no logro encontrarte, hoy te has escondido muy bien eh.

¿Dónde estás?

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Ella se dispuso a guardar el celular en uno de sus bolsillos al ver que aún no tenía respuesta, sin prestar mucha atención al camino término tropezando con alguien justo en la entrada de la cafetería.

Fue cosa de segundos, Joy en su sorpresa dejo caer la libreta de sus manos, en donde arriba de ella estaban los dos envases de pudín, que para su suerte la persona con la que tropezó logró tomarlos antes de que ocurriera un desastre.

—Eso estuvo cerca.

—D-Disculpa. —Pronunció ella de inmediato.

—No te preocupes. —Responde él joven con una sonrisa extendiéndole devuelta los envases de pudín— ¿Tú estás bien?

—Sí, gracias por atraparlos

—No es nada. —Baja a recoger la libreta— Fue mi culpa, iba con tanta prisa que no me fije que estaba saliendo alguien. —Se levanta y continua— Me suena tu rostro... ¿No eres la chica que nos dará el taller de canto?

—Ehh sí, eres... ¿Erick verdad?

—El mismo, me alegra saber que tan hermosa joven aún me recuerde. —Menciona complacido mientras extiende la libreta— Buscaba a mis amigos, pero al parecer termine perdido. Su colegio es más grande de lo que esperaba.

—Parece que no soy la única que está buscando a alguien esta mañana. —Contesta Joy tomando la libreta.

— ¿También tú?

—Sí, te recomendaría seguir derecho y cruzar a la izquierda hacia el campus, quizás tus amigos estén ahí.

— ¿El campus dices? Mmh de acuerdo, pasaré por ahí, gracias por la indicación preciosa.

Joy no contesto de inmediato, se quedó en su lugar mirando a Erick con atención, era un chico alto, de rostro con piel clara, con un abundante cabello corto de un tono azulado oscuro muy curioso, resaltando sus brillantes ojos celestes. Entendía porque en su colegio debía destacar con facilidad, era un chico apuesto.

Él le regala una sonrisa.

— ¿Ocurre algo?

Joy reacciona.

—No, perdona, es que por un momento me recordaste a alguien.

—Debo suponer que tienes una hermosa voz al cantar para que el maestro Nick te escogiera sin dudar para darnos el taller. —Alagó él— Espero que no seas tan exigente, mi fuerte es más que todo la actuación.

Un fugaz recuerdo de su compañera de teatro, Jess, gritando "Oh Ricardo" paso por la mente de Joy, dejó escapar una risita inconsciente que intento ocultar con una mano, al pensar en Erick al lado de Jess gritando juntos "Ricardo" con todo el drama.

Erick alza una ceja sin comprender las risas de la joven.

—No te preocupes, es probable que sólo repasemos cosas básicas. —Le dice ella un segundo después— Seguiré buscando a mi chico perdido, espero que logres encontrar a tus amigos. —Se despide con un movimiento de mano y comienza a caminar.

— ¿Su...? —Murmura pensativo— ¡Joy! —Le llama.

Joy se detiene y voltea.

— ¿Si?

—Gracias de nuevo, espero verte pronto.

Joy se limitó a asentir y volver a seguir con su camino.

Erik sonríe mientras la ve alejarse.

—Mmh, me agrada.

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«No entiendo cuál es su necesidad de arruinarme más el día, "quisieri qui comenzirimos a hicir las pasis" ¿De verdad fue lo mejor que se le ocurrió decirnos?»

Él subía las escaleras del colegio, dispuesto a ir a todos los lugares excepto la cafetería, ver gente comiendo montañas de pudín era lo que menos le apetecía ahora.

«El hecho de que no te agrade no te da derecho de llegar y reírte en su cara de sus disculpas»

«¡Estupendo! Ahora la defiendes, para empezar... ¿De verdad te tragaste sus intentos de disculparse? Si a eso podemos llamar una disculpa»

«No, yo solo...»

«Freddy, eres patético»

Sonó su estómago.

«¡Ahg!, ¿Y ahora por qué el cuerpo está haciendo ruidos?»

«Lo único que tenemos en el estómago es un vaso de limonada que tomamos antes de salir de casa, llévanos a la cafetería a desayunar algo»

«No iré allá a ver a tus amigos ahogarse de pudín Freddy»

«Pues tenemos que comer algo, no pienso ver la clase de historia sin haber desayunado»

Su celular suelta un sonido.

«¿Y ahora qué?»

Sacó el celular con rudeza y abre el mensaje, su expresión de molestia se suavizo al saber de quién se trataba.

«Joy»

«Nos ha estado buscando, y nosotros perdiendo el tiempo con Helen»

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Búscame en el último piso|

[Enviar]

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«Ahora a ver que encuentro para el cuerpo, esto de alimentarse es tan... tedioso»

«Parece que no te importa, porque sigues quitándome el control»

Fred ignoró su comentario y guardó el celular. Comenzó a caminar por el pasillo, el último piso estaba más despejado, todos bajaban a disfrutar del pudín del día aparte de querer curiosear sobre los estudiantes de Denver, lo que dejaba el lugar de unos cuantos que pasaban de ambas cosas, como Fred.

Se detuvo al frente de una máquina expendedora, mirando su contenido con una expresión de poco interés, había bolsas de maní, galletas, entre otras cosas que Fred jamás ha probado para saber que son en realidad. Concentro su atención en las bolsas de papas que había en la parte inferior, eran la misma marca de papas que había probado hace mucho con Joy.

No era lo más nutritivo, pero parece que estaba dispuesto a comer eso que otra cosa. Metió la mano en sus bolsillos en busca de ese papel al que llamaban dinero, dejando un billete en la máquina, al menos haber observado a Freddy usar estas cosas ahora si le servía de algo.

Bajó y tomó la bolsa de papas, analizándola un momento sin moverse de su lugar.

De repente tener la bolsa en su mano le dio una sensación de inseguridad y desconfianza que le molestaba. Sin poder evitar recodar que lo último que se ha atrevido a comer era la fresa que Joy le había ofrecido el fin de semana. A pesar de que no fue del todo malo (De hecho parece que le gustó mucho su sabor) La idea de comer aún parecía traerle incomodidad.

Se sobresaltó al sentir que alguien tapaba sus ojos, mientras la persona detrás de él suelta una risa por su reacción.

Aquella risa hizo que bajara la guardia nuevamente.

—Buenos días. — Dijo una voz tranquila detrás de su hombro, que consiguió sacarle una sonrisa a Fred y opacar sus emociones anteriores por una agradable alegría.

Buenos días pequeña.

— ¿Uh? Pensé que había asustado a Freddy, por lo general tu no sueles sobresaltarte Fred.

Debo admitir que hoy sí me tomaste desprevenido.

Ella ríe y sus manos le devuelven la vista a Fred. Él por su parte se volteó para estar frente a ella, la emoción de alegría aumentó más al verla, tan sonriente y bajita en su presencia, por un momento todo parecía no ser importante.

—Los estaba buscando, ¿Por qué están por aquí?

Hay mucho jaleo abajo.

—Sí, la verdad es todo un caos.

Y tu... —Comenzó, sin poder resistir la necesidad de subir su mano a acariciar la mejillas de la joven, apartando sus cabellos rubios en el proceso— ¿Qué querías mostrarme?

Ella puso su mano sobre la de Fred.

—Es para Freddy.

«¿Para mí?»

Él alza una ceja.

¿Freddy?

—Espero que a ti también te guste. Ven... —Comienza a caminar tomando su mano.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

Joy lo había llevado hasta la sima de las escaleras del último piso, donde él sin discutir tomó asiento en uno de los escalones, y Joy en un escalón más abajo apoyando su espalda en la pared. La cantidad de estudiantes seguía siendo escasa y la mayoría sólo bajaba para perderse entre los estudiantes del piso inferior.

Joy se quitó su bolso de lado y lo abrió para comenzar a buscar algo entre sus cosas.

— ¿Y esa bolsa de papas? —Preguntó ella entre tanto.

Se supone, era mi desayuno. —Se la extiende— Puedes quedártela.

— ¿No has desayunado nada? —Lo mira deteniendo su búsqueda, tomando con duda la bolsa entre sus manos.

No tengo hambre.

—La verdad no es un desayuno muy apropiado. —Abre la bolsa— ¿Pero quién puede negarse a comer unas buenas papas? —Toma una y la extiende a Fred— Ni siquiera tu señor perfecto, abre la boca.

Joy...

—Abre.

Él miró la papa como si fuese un intruso y luego a la joven que tenía una expresión de determinación a no ceder, la sensación de inseguridad que lo molestaba anteriormente no parecía ser tan fuerte esta vez, ante eso abre la boca en derrota dejando que Joy colocara la papa entre sus labios.

Al masticar, el sabor era igual de agradable que la primera vez que las comió, notó como Joy le sonríe complacida y se come unas cuantas papas también.

—Y tengo pudín, tus amigos me lo dejaron para ti cuándo te busqué por la cafetería. —Comenta sacando los dos pequeños envases de pudín de los laterales de su bolso.

Sabes que odio el pudín.

—Pero sé que a Freddy le gusta, es como si ustedes buscaran ser tan opuestos a propósito. —Deja los embaces a un lado— ¿Existirá algo en lo que ustedes dos estén de acuerdo que les gusta?

Él sonríe de lado.

Estas tú.

Joy lo miró al escuchar eso, de forma inconsciente le devuelve la sonrisa y acerca su mano al rostro del chico, acariciando su mejilla con cariño, suficiente para que Fred se sintiera correspondido.

— ¿Qué voy hacer con contigo?

Bueno... puedes comenzar por darme otra de esas papas.

Joy ríe y aparta su mano hacia la bolsa, acercando nuevamente una papa hacia él, que recibió con más confianza, la inseguridad disminuía, el pensamiento de que ella no le haría daño ayudaba un poco, además el sabor le agradaba, te daban ganas de seguir comiendo más.

¿Cómo es qué son tan buenas? —Toma más papas por su cuenta.

Joy come unas cuantas también, y le deja la bolsa, disponiéndose a retomar su búsqueda en la mochila, dejando que Fred se comiera el resto. Al rato consiguió lo que buscaba, sacó sus audífonos que estaban hecho un nudo que se dispuso a deshacer, mientras él la observaba sin perder detalle mientras comía.

—No sé cómo logran siempre volverse a enredar. —Le comenta.

Ella logra desamarrar sus audífonos y saca el celular, conectando y comenzado a buscar entre las aplicaciones. Levantó la mirada, observando a Fred.

—Sólo me falta Freddy.

Vale. —Acepta, Joy esperó unos segundos, el joven abre nuevamente los ojos, era curioso ver que a pesar de ser el mismo cuerpo, comenzaba a notar mejor que sí sucede un cambio, podías notar una expresión más amable cuándo era Freddy quien estaba presente— Hola. —Le saludó en voz baja, sintiéndose bienvenido cuando Joy le dedico aquella sonrisa, feliz de verlo.

Se acercó más a él y colocó en su oreja un extremo de los audífonos, y luego el otro extremo en su propia oreja.

—Pensaba enviártelo, pero me hacía más ilusión ver como reaccionabas —Explica — ¿Listo?

—Adelante.

Hacen silencio y ella presiona play, entre los audífonos comenzaron a sonar las finas notas de un piano, lento y calmado, era relajante como la música clásica. Freddy sólo necesitó de unos segundos para comprender que se trataba de una pista instrumental de una canción.

De su canción.

Miró a Joy incrédulo, mientras ella ríe un poco a lo bajo por su expresión de asombro.

— ¿H-has sido tu quien...?

Ella asiente.

Dejó que Freddy escuchara un poco más, la expresión de asombro se comenzó a remplazar por una que parecía estar muy a gusto a lo que escuchaba. Sonrió, sin creérselo, a su parecer la instrumental sonaba perfecta, no podía saber cuánto tiempo le habrá tomado a ella hacer tal trabajo pero estaba encantado con su ritmo, lo relajante que resultaba.

Y no era el único encantado.

«Me gusta»

—Joy, se escucha hermoso.

— ¿Te gusta?

— ¡Sí! De verdad... no puedo creerlo... ¡Está increíble!

—Pensaba que tener esta pista te serviría para practicar en casa, a pesar de que no esté contigo para tocar el piano y ensañar juntos todo el tiempo, podías tener algo parecido. Sé lo mucho que significan para ti las canciones que escribes, por eso quería hacer un buen trabajo.

Freddy no sabía de qué forma expresar con claridad el asombro y la alegría que sentía en ese momento, aquello era una de las cosas más especiales que le hubieran hecho, esa sensación de gratitud que a pesar de que gritaras un millón de gracias no sentías que fuera suficiente para compensar tantas molestias y buena intenciones que implicaron para hacer algo como eso.

—Tómalo como una ayudita de mi parte, si te sirve entonces ya es más que suficiente para mí. —Se sienta en mismo escalón que él para estar más a su lado— Aunque también quiero recordarte que lo que estas escuchando no ha sido únicamente trabajo mío, todo eso lo has iniciado tú, tú fuiste quién escribió la canción después de todo ¿verdad? Y este es el resultado de todo nuestro trabajo juntos. No soy la que se merece todo el crédito.

Él la miró a los ojos, lo que sentía ya no podría explicar que era, pero se sentía tan bien, se acercó a ella hasta juntar sus frentes, cerró los ojos y dejo salir el aire lentamente para calmar la ola de emociones que sentía.

—Cuándo creo no puedes ser más asombrosa, llegas y haces esto. — Dijo soltando a su vez una risa.

Escuchó como ella ríe con él, las emociones parecían no querer calmarse, sin embargo, vuelve abrir los ojos, observándola atento, mientras la pista se vuelve a reproducir entre los audífonos, ahora escuchando con alago, aquel detalle era sólo otra prueba de que ella realmente quería ayudarlo, que creía en él.

—Joy, con que te diga gracias no sería suficiente.

Ella bajó la mirada acercando su mano, entrelazo sus dedos con los de Freddy, y este le corresponde estrechando con firmeza.

Volvió a verlo.

—Verte tan feliz me es suficiente, además ya no tendrás escusas para no practicar en casa.

—Ya entiendo. Todo esto era un retorcido plan para hacerme practicar en casa.

—Y mira, parece que funciono. —Ríe Joy tecleando unas cosas en su celular— Listo, ya te la he enviado.

A los segundos el celular de Freddy suelta un sonidito desde su bolsillo, confirmando que había llegado el envío de Joy.

—Sobre las prácticas... debo saltarme la de hoy. —Le comento Freddy, no había mucho ánimo en ese comentario, ya que las prácticas con Joy eran su parte favorita de ir al colegio.

— ¿Pasó algo? —Mencionó Joy con curiosidad y una agradable tranquilidad a pesar de la noticia, era su forma de decir que no había problema. Se dejó recostar en el hombro de Freddy con confianza, dispuesta a escuchar sus motivos.

—Es mi madre, volvió a despertar con malestares, y le prometí... bueno, Fred le ha prometido, que intentaríamos volver más temprano a casa para estar con ella.

—Debe ser el estrés del trabajo Freddy, recuerda que recientemente tuvo otro ascenso.

—Sí, pero no entiendo porque es tan terca como para no pedir unos días libres, o que pueda salir antes del trabajo, lo que sea, no hace falta que se sobrecargue de tanta responsabilidad si sabe que le está afectando.

—Es igual de terca que tú.

Freddy no quiso rebatir ese comentario, si hasta él sabía que se parecía mucho al carácter de su madre, por supuesto, con ciertas diferencias. Fred era una de ellas.

—Puedo ayudarte a salir más temprano de teatro, el maestro Nick me debe un favor. —Continuó Joy, tomando un envase de pudín y extendiéndoselo a Freddy. Para luego ponerse a rebuscar otra vez en su mochila— Creo que tengo una cuchara de plástico por aquí.

— ¿El maestro Nick te debe un favor? ¿Por qué?

—Me pidió que lo ayudara con los talleres de canto para los chicos de Denver, y acepte.

A Freddy se le resbaló el envase de pudín.

¡¿Qué?! —Exclamaron Freddy y Fred igual de desconcertados y sorprendidos, sin embargo fue Fred quién tomó el control, parecía ser quien más necesitaba explicaciones. — ¿C-cuándo aceptaste eso?

—Ayer, antes de que volvieras al auditorio. —Contesta dejando su búsqueda en pausa, el tono de Fred no sanaba para nada complacido por la noticia.

¿Y es que no puede buscar a otra persona? Tú tienes tus propios asuntos, no tienes que estar haciendo el trabajo de ellos, ese su problema y...

—Fred, será algo temporal, de hecho ya tengo un horario preparado, realmente la tarea no me agobiara mucho. —Le explica, intentado restarle importancia— Además ayudarlos beneficiara mucho más la imagen de la escuela.

Me importa muy poco la imagen de la escuela, estamos hablando de los idiotas de Denver.

— ¿Ese es el problema?

¿Necesitas otra razón?

—Lo sé Fred, pero no deberías meterlos a todos en el mismo saco, en Denver deben haber buenas personas, tu antes estabas ahí, ¿no?

«No creo que en ese momento entrará en la categoría de "buena persona"» —Pensó Fred para sus adentros y desvió la mirada de Joy hacia los escalones de abajo.

Freddy, por otro lado, la noticia en vez de molestarlo, le preocupó, Joy era exactamente el tipo de persona que esos chicos molestarían por diversión, tenía todas las características; Amable, tranquila, pequeña y evitaba problemas. Hasta ahora no había notado lo vulnerable e inofensiva que era Joy. Al menos en apariencia.

— ¿Cuándo comienzan? —Murmura Freddy un rato después.

—Quizás hoy si está disponible la sala.

En la mente de Freddy se había desatado un debate.

«De eso nada Freddy, no deberíamos...»

«Ella ya se ofreció a ayudar, no puede echarse para atrás porque sí»

«¡Olvídate de esas estúpidas normas de moral y cortesía Freddy! Puede inventarse cualquier excusa, no sabía lo que estaba aceptando»

«Pero ahora lo sabe ¿No? Y aun así está dispuesta a ayudar a la escuela»

«¿De verdad serias capaz de dejarla con gente como esa?»

«No es eso, ¿es que no lo entiendes?, ella es libre de hacer lo que quiera, si quiere ayudar, ¿quién soy yo para decirle que hacer? No somos sus padres Fred»

«Al menos convencerla de que es una mala idea, eras el primero en decir que debíamos evitarlos a toda costa ¿No?»

«Así es, nosotros, ella es otro caso»

«Escúchame bien Freddy, si llego a escuchar que uno de ellos le ha dicho o hecho la más mínima cosa y es que...»

— ¿Todo bien? —Pregunta Joy, al notar que Freddy parecía un maniquí de lo quieto que estaba, mirando sus tenis, en total silencio.

Freddy se sobresaltó en su sitio, volviendo a la realidad.

—S-sí. —La miró— Espero que todo salga bien en tu primera clase. —Le deseó.

Ella sonrió.

—Y que tengas cuidado. —Le confeso después, en un intento de que ella entendiera su preocupación por la idea.

—Estaré bien, no debe ser tan diferente a tratar con niños, ¿no crees? —Bromeó Joy.

Freddy se permitió reír un poco por eso, la actitud en como Joy se tomaba las cosas con calma le daba tranquilidad de que realmente ella estaría bien.

El timbre sonó un rato después avisando que el receso había terminado, Freddy y Joy no tuvieron más opción que levantarse y bajar unos pisos más abajo para continuar con sus clases hasta la hora de almuerzo. El día de Freddy transcurrió con total normalidad. La misma clase aburrida y eterna de historia, (En donde Foxy se había ganado un bonito castigo por haberle comentado amablemente a la maestra Agatha que su nuevo corte se parecía mucho a su mascota salchicha segundo)

Luego comenzó la clase de química, el maestro Bob se retiró un largo tiempo del laboratorio. En donde Foxy y Bonnie junto con el resto de compañeros aprovecharon para ponerse a experimentar con un pudín.

Fred observaba todo sin interés sentado en su puesto con la silla inclinada con gesto de aburrimiento. De un momento a otro los chicos consiguieron que de la nada el pudín explotara en sus caras, y se hubiera comenzado a reír a carcajadas si no fuera porque también le cayó pudín a su bata blanca, y parte de su perfecto rostro.

Y deberían dar gracias porque no le hubiera caído en el cabello, porque ahí sí que mataba a alguien.

Os voy...

— ¡Corre!

Y comenzó el caos.

Chica intentaba que todo volviera a la calma, pero ya era inevitable. Golden por su parte estaba en silencio a su lado, como un angelito calmado escribiendo en su libreta.

Ni tan angelito, porque a los minutos comento...

—Freddy detrás del estante creo que había un bate de béisbol.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

En la hora de almuerzo tampoco había mucha novedad, salvo el poco espacio que se sentía, la llegada de los estudiantes de Denver aún parecía causar controversia, pero al parecer pudieron adaptarse bien a la escuela debido a que ya se notaban mesas en donde ambas escuelas ya estaban compartiendo. La de los Animatronicos aún no eran una de esas.

Hoy Meg había almorzado con ellos, al parecer Bon y Toddy tenían que terminar un trabajo en la biblioteca y Joy había ido al salir de su clase a hablar con el maestro Nick.

— ¿Y qué pasó con estropajo? — Comentó Foxy.

— Se incorporara pronto, ya sabes que para él es más complicado.

— No lo seria si dejara que lo ayudáramos un poco, es un cabeza dura. —Declara Fox, tomando un envase de pudín.

— Si, me recuerda mucho alguien. — Dice Meg, haciendo énfasis en la última palabra.

Sin embargo Foxy no pareció captar la indirecta porque siguió con su pudín como si nada. Bonnie y Golden mientras tanto estaban viendo otra vez esos vídeos de internet desde el celular, Bonnie siempre tenía algo nuevo que mostrarle a él, ya que Golden parecía (aparte de Foxy) ser otro que mostraba interés en ver los vídeos que le gustaban. Chica por otro lado, mientras comía su almuerzo aprovechó que tenía a Freddy junto a ella para comentarle algo.

—Olvide decirte que esta mañana Joy te estaba buscando, dijo que necesitaba mostrarte algo.

— ¿Uh?, sí, ella me encontró.

—Eso explica porque llegaste tarde a la clase de historia, tuviste suerte que la maestra Agatha estaba ocupada regañando a otra persona, te hubiera castigado como a Foxy, anda más rabiosa de lo usual, ¿Crees que es por lo de la broma de pintura?

A pesar de que ha pasado su tiempo desde ese "accidente" Freddy sigue prefiriendo fingir que eso nunca pasó, al menos el tema no duro por mucho en la boca de todos como lo hubiera esperado. Fred sólo le animaba mucho recordar ese día.

La verdad yo la veo igual que siempre. —Le dijo Fred para restar importancia a la pregunta, aunque esa sonrisa traviesa en sus labios dejaba mucho que decir.

—Bueno, ¿y qué era?

¿Qué cosa?

—Pues lo que Joy quería enseñarte, parecía ser importante.

¿Celosa mon amie? —Pregunta Fred divertido.

— ¿Qué? ¡No! —Contesta ella.

El castaño ríe un poco.

—De acuerdo, no me lo digas, pero sabes que me enteraré tarde o temprano.

De eso estoy seguro, aparte de hermosa, siempre sabes conseguir lo que quieres.

Fred por su comentario se ganó que le tiraran un envase vació de pudín a la cabeza, no tuvo que voltearse siquiera para saber que fue Foxy, si hasta sentía su mirada asesina desde el otro lado de la mesa fija en él. Alimentando más la malicia de Fred, que había hecho todo eso a propósito por la explosión de pudín de la clase anterior. 

— ¡Fox! —Dice Chica con reproche.

—Yo no he sido. —Miente él.

—No pasa nada Chica. —Aclara Freddy. Sabía que Fred se la tenía merecido, de hecho debería agradecer que Foxy no hubiera tenido algo más pesado y peligroso a la mano para lanzarle— La verdad ya debo irme a teatro. —Comenta levantándose de la silla tomando su mochila.

— ¿No te quedaras para el postre? Buscaremos más pudín. —Le mira Chica, pensando que Freddy se retiraba por el comportamiento de Foxy.

Él le sonríe en señal de que no se preocupara.

—Ya estoy lleno.

Se despidió y se retiró de la mesa. Salir de la cafetería le costó mucho más que de costumbre, supuso que la llegada de estudiantes de un colegio diferente y que además sea martes de pudín era de esperar que el lugar estuviera tan abarrotado de gente como en el desayuno, ahora entendía porque Fred evitó estar en ese lugar a toda costa.

En compensación a todo eso, los pasillos estaban más libres, se desplazó sin problemas hasta el auditorio, saludó a un grupo de chicos que se preparaban para una práctica en el escenario y fue a buscar a su compañera de teatro por preferencia detrás del telón. Para su suerte, la búsqueda no le duró nada, Joy ya estaba ahí hablando animadamente con Lina mientras sostenían unas cajas en sus manos.

— ¡Freddy! —Llamó Lina al verlo, causando que Joy volteara a ver.

Él les sonríe amable y se acerca.

— ¿Llego tarde?

—No, todavía estamos esperando a los demás, pero nos pidieron que ayudáramos a montar la escenografía en el escenario para la práctica de un grupo. —Explica Lina mientras le lanza una mirada a la caja en sus manos donde estaban alguna de las cosas.

—Nosotros podemos llevar estas cosas al escenario Lina, creo que el grupo también necesitan una ayudita con el vestuario por allá. —Opina Joy mirando a un grupo de chicos detrás de Lina.

—Claro, gracias chicos.

—No es nada. —Sigue Freddy, tomando la caja de Lina.

—Le avisaré a los otros para que suban a ayudar a montar las cosas.

—Bien. —Contestan a la vez, mirando como Lina se retira del lugar.

Cuándo la joven se perdió de vista, ellos se volvieron a ver, Joy con un gesto lo invito a caminar, comenzando a tomar camino hacia el escenario juntos.

—Busque al profesor Nick para contarle lo de tu mamá, me dijo que no tenía problema en dejarte salir antes, pero pidió que te quedaras aquí al menos hasta la mitad de la hora. Es lo mejor que logre obtener. —Le cuenta ella en el recorrido.

—No importa, igual gracias por el favor Joy.

—Me gustaría poder enviarle un pastel de coco, seguro eso le animaría mucho.

—Tienes a mi madre muy consentida con los postres.

—Bueno... es importante tener a la suegra feliz, ¿no crees? —Comenta mientras le da un empujón amistoso a Freddy con su hombro.

Freddy de la sorpresa tuvo que tomar con más fuerza la caja que amenazaba con resbalarse de sus manos, sintiendo sus mejillas calientes. Justo llegaron al escenario y Joy se alejó un momento para preguntar en dónde debían colocar las cosas, dándole algo de tiempo a Freddy para recuperar la compostura y aclararse el mismo que el comentario sólo fue dicho en broma.

Pero repasando la escena y observar a Joy tan amable hablando con algunos compañeros del club, se dió cuenta que la idea no le desagradaba en lo absoluto.

Joy volvió con él.

—Debemos dejarlas aquí, y tener cuidado al parecer hay cosas de vidrio.

—S-sí, está bien.

Bajaron las cajas y comenzaron a trabajar, al parecer eran utensilios para una gran mesa que ya estaba en escena, Freddy dejó su mochila en la mesa y se dispuso a sacar las cosas dejando que Joy las tomara para darles su lugar correcto.

— ¿En la escena hay un banquete? —Pregunta Freddy mientras saca copas de oro falso, en su opinión, muy grandes.

—Sí, un banquete real, al parecer será interesante porque envenenan a alguien.

— ¿Crees que sea al famoso Ricardo? —Bromea Freddy.

—No lo sé, eso espero.

Ambos ríen.

— ¡Oye Freddy! —Le llamó alguien al otro extremo del escenario— ¿Podrías mover esos micrófonos de allá al costado del escenario?

Freddy miró detrás de él, dónde estaban dos micrófonos siendo sostenidos por su respectivo pedestal.

—Ehh, sí, está bien. —Contestó.

—De acuerdo, gracias.

Freddy dejó en pausa su anterior tarea y comenzó a caminar hacia los micrófonos, se quedó parado en medio del escenario un momento, observando los asientos vacíos, y unas cuantas personas hablando y caminando de un lado a otro sin prestar atención a él. A pesar de eso la misma sensación de incomoda de estar ahí en un escenario le invadió, era molesta, se sentía tan vulnerable y expuesto en ese sitio.

En un intento de ignorar todo eso, acercó sus manos a uno de los micrófonos para cumplir con el favor, notando que estas estaban temblando. Las bajo de inmediato, reclamándose mentalmente por sus reacciones. ¿A qué demonios debería temer si ni siquiera está ahí parado por una presentación?

— ¿Necesitas ayuda?

Él se sobresaltó con facilidad, en estos momentos cualquier cosa podría asustarlo.

—Joy. —Le reclamó.

Ella le sonríe.

—La vista siempre es muy sorprendente desde aquí, ¿no te parece? —Comenta la joven parándose a su lado y mirando al frente.

—Sí, es algo... —No sabía como describirlo— Abrumante.

— ¿Qué sientes al estar aquí?

—No lo sé. —Comenzó, eran tantas cosas a la vez que no sabría cual escoger. — Incomodidad supongo... también miedo, nervios, es... molesto y... —Suspira metiendo las manos a sus bolsillos— Realmente no creo que consiga pararme aquí a hacer algo Joy.

—Yo creo que sí puedes.

Él la miró de reojo.

— ¿Tu que sientes al estar aquí?

—Justo ahora creo que... nostalgia, un escenario vació siempre me hace recordar todas las veces en las que he estado aquí, las presentaciones que hice con los Toys o por mi cuenta, es... agradable.

Freddy pensó en su propia banda, todos sus amigos felices de estar ahí en un escenario juntos.

Una pequeña sonrisa se le pintó en el rostro.

—Creo que sé a lo que te refieres. —Murmuró Freddy.

—Nuestra próxima práctica será en este escenario. —Decidió ella— Supongo que a Fred le gustará mucho la idea.

Por supuesto. —Dice el mencionado con una sonrisa— Nada como cantar estando aquí arriba. —Aspira aire y suspira complacido— No hay algo mejor.

—Parece agradarte.

Más me agradaría compartirlo contigo Joy.

Ambos se sonríen, Fred estaba complacido de ver que a Joy parece haberle gustado el comentario, ser sincero puede que tengas sus ventajas.

—Aquí están las demás cosas Joy. —Dijo alguien detrás de ella.

La joven se sobresaltó.

— ¡Lina! Oh, sí, este... puedes... —Decía tropezando sus palabras, parece que la habían atrapado en medio de un agradable trance del que intentaba recuperarse.

Las demás cosas están en la mesa. —Indica Fred tranquilamente.

—Ok, vamos Jess. —Dice Lina mirando a la chica que tenía a su lado, ella también sostenía una caja y no dejaba de ver al par con curiosidad.

— ¿Es tu novio, Joy? —Decidió preguntar.

—Jess. —Le reclama Lina en voz baja por la indiscreción de su compañera.

Joy lo único que supo hacer fue dirigirle una mirada a Fred buscando quizás alguna opinión o respuesta en su rostro, sólo se encontró con que el joven la miraba divertido, esperando al igual que Jess la respuesta a la pregunta. Al ver que él no pareció mostrarte incomodo ni preocupado por la situación le entró una agradable confianza para responder.

—Bueno, hay una forma de averiguarlo. —Se cruzó de brazos sin apartar la vista de Fred — ¿Eres mi novio?

Fred dió un paso a ella, bajando un poco su altura hacia la de Joy. Aceptado el reto de ser él quien conteste.

Yo puedo ser lo que tú quieras.

—Entonces si yo quisiera una pareja...

Aquí me tienes.

Joy se sube de hombros.

—En ese caso, quizás por estos momentos puedas serlo.

"Por estos momentos" ¿A que va eso? —Dice acercándose más a ella, casi tocando sus frentes.

Ella le sonríe traviesa.

—A que después necesitare que seas el chico que me ayude a terminar de organizar la escenografía. —Toca la nariz de Fred con un dedo— Ya sabes, como el buen amigo que eres.

Golpe bajo.

Un buen amigo eh... —Recitó, y luego frunció el ceño— Has cruzado la línea muñeca. —Sentencio Fred cargando a Joy como si nada sobre su hombro.

— ¡Ah! ¡H-hey! —Reclama la chica desde su espalda.

El chico ignoró olímpicamente su reclamo mientras comenzaba a caminar importándole muy poco dejar como si nada a Lina y Jess con las cajas en mano en medio del escenario. La cuales se quedaron viendo igual de desconcertadas como el chico prácticamente se había secuestrado a Joy.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

Las personas que caminaban por los pasillos miraban al par confundidos, aunque Fred pasaba entre ellos importándole muy poco.

— ¡F-Fred! ¿A dónde vamos? —Se queja Joy aún siendo cargada, la posición no le parecía nada cómoda por tener su rostro en la espalda del chico y no poder ver mejor a donde se dirigía, y pataleaba un poco con sus piernas en un intento de que el chico le diga algo, aunque aquello fue en vano— ¡Fred!

Él abre una puerta después de caminar por los pasillos, se adentraron en un lugar de paredes grises que a medida que más te acercabas escuchabas voces masculinas, cuándo Joy vio pasar un chico con una toalla atada a su cintura supo que estaba en el probador de los chicos.

— ¡Ahh! —Soltó un gritico avergonzada mientras tapaba sus ojos para no ver a la manada de chicos que se estaban cambiando o buscando algo con poca ropa en sus casillas. Pero eso no evitó que escuchara a los chicos soltar exclamaciones de desconcierto y susto al ver a una chica pasar entre los pasillos como si nada en el hombro de Fred.

Escucha que las voces se alejan y que se cierra otra puerta, decide mirar y se da cuenta que estaban en la piscina del colegio, el club de natación había terminado su práctica del día, por lo que no había nadie usando la instalación.

Aquello no le dió una buena espina a Joy.

Fred se colocó en el borde de la piscina y cargó a Joy estilo princesa, el rostro de Joy era una mezcla entre avergonzada y desconcertada, mirando a la piscina y luego Fred.

Ahora... ¿Podrías repetirme lo que dijiste en el auditorio?

— ¿T-tú... no estarás pensando tirarme al agua... cierto?

¿Quieres averiguarlo?

— ¡Fred!

Él la extiende más hacia el borde.

— ¡E-Espera! ¡No! ¡No me sueltes! —Grita Joy abrazando a Fred del cuello, escuchando como el chico tuvo el descaro de reír de su reacción, ella frunció el ceño escondida en su pecho— N-no le veo lo divertido a esto.

Sentir como Joy se apretujaba a él para evitar caer y escucharle ese tonito de niña haciendo un puchero le pareció tan tierna que le daban unas ganas tremendas de repartirles besos a esas suaves mejillas hasta llegar a sus labios.

Sin embargo, se limitó a sonreír con descaro y acercar su rostro a la oreja de la joven.

Si me dices que te retractas de lo que dijiste en el auditorio, puede que te deje salir sin mojarte un pelo. —Susurró lentamente, con un tono de voz que hizo que Joy sintiera un cosquilleo pasarle por la nuca.

— ¡Esto es un chantaje!

No me mal entiendas, soy capaz de aceptar una pasaje directo a la friend zone de cualquiera otra chica, pero no estoy dispuesto en aceptarlo de tu parte.

Siente que ella toma su camisa con más fuerza.

Bueno, te escucho pequeña.

Hubo silencio.

¿Nada? Lastima... hoy realmente tienes un lindo peinado.

— ¡Espera! —Pide al segundo— Me... me retracto. —Murmuró al final en derrota.

Perdona, ¿Qué has dicho pequeña?

—Que me retracto. —Dice un poco más alto.

Si hablas un poco más alto tal vez...

— ¡Que me retracto! —Gritó, dejando ver su rostro.

Fred aprovechó para juntar sus frentes.

¿Ves que fácil era?

—Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿verdad?

Otra mala costumbre que tengo. —Sonríe.

—Lo del auditorio... —Vuelve a esconderse en su pecho— lo había dicho en broma.

Lo sé.

— ¿Qué? —Dijo ella.

Fred comienza a reír, Joy se sonroja avergonzada, ¿qué se ha creído?

Solo quería asustarte un poco, ¿de verdad pensaste que te tiraría a la piscina? Con lo fácil que te puedes resfriar.

—Me llevaste a un corredor con chicos en toalla, ¿cómo quieres que pensara que esto no era en serio?

Si ese fue el problema, podemos pasar de regreso por allí.

— ¡N-no!

Entiendo. —Baja Joy de sus brazos, para dejarla sana y salva lejos del borde— Para que verlos a ellos cuando me tienes a mí, ¿verdad? —Comenta cerca de ella, rozando sus narices sin dejar de sonreír con tanto descaro.

—Eres un desastre.

Y aun así, tú me adoras.

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Ξ❰ NewFreddy ❱Ξ

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