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𝟒𝟏| 𝐖𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫 𝐡𝐨𝐥𝐢𝐝𝐚𝐲𝐬




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ㅤㅤㅤ் Narradora '
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El día avanzaba con una calma tensa en la Academia. En la habitación de Chieko, el suave sonido de cremalleras y el roce de las telas llenaba el espacio mientras se preparaban las maletas para el viaje. Hana se encontraba cruzando desde su propia habitación, cargando algunas prendas cuidadosamente dobladas para asegurarse de que todo estuviera en orden. Sobre la cama, Yuna, de apenas 10 meses, balbuceaba alegremente mientras jugaba con un pequeño peluche que Hana le había dado para mantenerla entretenida.

Chieko, arrodillada junto a su maleta, hacía un esfuerzo por concentrarse en doblar sus vestidos mientras echaba de vez en cuando una mirada a Yuna, que agitaba sus pequeñas manos. Hana, con su característica eficiencia, organizaba todo lo necesario en la maleta, inspeccionando cada artículo como si cualquier omisión pudiera ser crucial.

— Chieko-sama, aquí está el abrigo que mencioné antes. El clima en la residencia Aidou puede ser impredecible, así que es mejor estar preparada. -Dijo Hana mientras extendía un abrigo oscuro y elegante hacia ella.

Chieko tomó el abrigo con una leve sonrisa, colocándolo cuidadosamente en su maleta.

— Gracias, Hana. No sé qué haría sin tu atención a los detalles. -Respondió con sinceridad-

Yuna soltó una carcajada mientras el peluche caía de sus manos, y Hana se acercó para recogerlo, colocándolo de nuevo al alcance de la pequeña. Su mirada era cálida mientras observaba a la bebé.

— Yuna parece emocionada por el viaje, aunque probablemente no sepa lo que está pasando. -Comentó Hana con una ligera sonrisa-

— Tal vez sea mejor así. -Respondió Chieko mientras terminaba de guardar un par de zapatos. Luego se giró hacia Yuna y, con suavidad, le acarició el cabello- Aunque seguro que extrañará la tranquilidad de aquí.

[En otro lado. . .]

Los miembros del séquito de Kaname también ultimaban los detalles de sus preparativos. Akatsuki revisaba su equipaje con tranquilidad, mientras que Rima y Ruka organizaban sus pertenencias en silencio, compartiendo entre sí algunos comentarios breves. Ichijou, como siempre, parecía relajado, apoyado contra la pared mientras sostenía un libro en sus manos.

— Siempre es interesante ver cómo todos se preparan antes de un viaje. -Comentó Ichijou con su sonrisa habitual, dirigiéndose a nadie en particular-

Rima alzó levemente una ceja, mientras doblaba un vestido con precisión.

— Para algunos no es tan emocionante. -Respondió con calma-

Akatsuki se unió a la conversación con una ligera sonrisa.

— Ichijou siempre parece encontrar algo entretenido en todo. Quizás sea su talento especial. -Dijo, con un tono tranquilo-

En otro lado del pasillo, Senri estaba despidiéndose brevemente del grupo. Su postura estoica no ocultaba del todo una cierta calidez en sus palabras.

— Tengo que visitar a mi familia. Los veré después. -Dijo con una inclinación respetuosa hacia Kaname-

— Cuídate, Senri. -Respondió Kaname con un breve asentimiento, aunque su presencia irradiaba autoridad incluso en los momentos más simples-

Aidou, por otro lado, dejó claro que no planeaba unirse al viaje.

— Creo que será mejor que me quede aquí. Alguien tiene que mantener la Academia bajo control en su ausencia, ¿No creen? -Comentó con una sonrisa despreocupada, aunque era evidente que prefería evitar las incomodidades del viaje-

[Después de unos minutos. . .]

Cuando todo estuvo listo, las maletas se llevaron al exterior, donde una fila de elegantes limosinas negras los esperaba. Hana caminó junto a Chieko, llevando a Yuna en brazos, que miraba a su alrededor con curiosidad infantil. Chieko observó con calma, asegurándose de que todas las maletas estuvieran acomodadas antes de subir.

Kaname estaba al frente del grupo, conversando en voz baja con Ichijou. Al notar la llegada de Chieko, Hana y Yuna, le dirigió una breve mirada que bastó para transmitir que todo estaba en orden. Su presencia seguía siendo tan imponente como tranquilizadora.

Rima y Ruka compartieron una limosina, mientras que Akatsuki abordó otra. Hana subió con Yuna a un tercer vehículo, asegurándose de que la pequeña estuviera cómoda para el trayecto. Kaname, Ichijou y Chieko abordaron juntos la limosina principal.

El interior del automóvil era sereno, con asientos de cuero oscuro que contrastaban con la suave iluminación interior. Chieko se acomodó junto a la ventana, mientras Ichijou, sentado frente a ellos, jugueteaba distraídamente con su libro.

— La residencia Aidou… Siempre es interesante visitarla. Nunca faltan las sorpresas allí. -Comentó Ichijou con su tono despreocupado-

Kaname no respondió de inmediato, pero su mirada permanecía fija en el horizonte, como si estuviera evaluando el viaje que tenían por delante. Chieko observó las luces del paisaje pasar rápidamente a través de la ventana, dejando que el silencio del momento la preparara para lo que viniera.

Mientras el vehículo avanzaba suavemente, Chieko desvió la mirada de las luces que pasaban fugaces a través de la ventana y reflexionó sobre las semanas venideras. Las vacaciones de invierno siempre marcaban un cambio en la rutina; dos semanas completas lejos de la Academia, un tiempo para desconectar, pero también para enfrentar nuevas dinámicas. Esta vez, el destino elegido era la residencia de la familia Aidou, una mansión que irradiaba elegancia y tradiciones ancestrales. Aunque el entorno era desconocido para Yuna y en cierto modo para Chieko, la decisión de Kaname había sido clara: pasar ese tiempo fuera, lejos de la rutina académica, era lo mejor para todos.

Ichijou parecía compartir ese pensamiento mientras jugueteaba con su libro, echando un vistazo a Kaname y luego a Chieko.

— Es el refugio perfecto para el invierno, ¿No creen? La residencia Aidou tiene una atmósfera… particular. Hay algo casi mágico en ella durante esta temporada. -Comentó, su voz relajada pero con un leve entusiasmo que lo hacía único-

Chieko asintió ligeramente, aunque aún no sabía qué esperar del lugar. Había escuchado hablar de la residencia: un espacio imponente, rodeado de vastos jardines cubiertos de nieve en esta época del año, con su arquitectura reflejando siglos de historia vampírica. Sería su hogar durante las próximas dos semanas, y aunque el cambio era bienvenido, no podía evitar sentir cierta curiosidad, tal vez incluso una ligera ansiedad, por lo que les esperaba allí.

Kaname finalmente rompió su silencio, su voz serena llenando el interior del automóvil.

— La residencia Aidou es conocida por su tranquilidad en esta época del año. Es ideal para que todos recuperemos energías. -Dijo sin apartar la mirada del horizonte, como si su mente ya estuviera planeando cuidadosamente cada detalle de su estadía-

Chieko no respondió, pero sus pensamientos giraban alrededor de sus palabras. Kaname siempre parecía tener un propósito oculto en cada decisión, y estaba segura de que este viaje no era solo para descansar. Pero por ahora, decidió no preocuparse por eso. En su lugar, se centró en la imagen de Yuna disfrutando de la nieve por primera vez, bajo la atenta mirada de Hana, quien siempre estaba a su lado para cuidarla.

Mientras el viaje continuaba, Chieko dejó escapar un suspiro. Las vacaciones de invierno prometían ser distintas a cualquier otra experiencia, y aunque los días en la residencia Aidou seguramente tendrían sus desafíos, también presentaban una oportunidad de fortalecerse, de crear nuevos lazos y, tal vez, de encontrar respuestas a las preguntas que seguían rondando en su mente.

[En la residencia Cross. . .]

En la acogedora sala de la residencia Cross, la chimenea estaba encendida, llenando el espacio con un calor reconfortante que contrastaba con el frío del exterior. Yuuki hablaba con entusiasmo, sus gestos animados acentuaban cada una de sus palabras mientras charlaba con Kaien, Zero e Ichuru sobre la partida de Chieko a la residencia Aidou. Sus ojos brillaban con emoción mientras trataba de enfatizar las posibilidades y experiencias nuevas que Chieko podría disfrutar durante su estadía lejos de la Academia.

— Es un lugar tan hermoso, o al menos eso he escuchado. -Dijo Yuuki mientras se sentaba en el brazo del sillón de Kaien, quien asentía suavemente con su característica sonrisa afable- La residencia Aidou está rodeada de jardines enormes, y en invierno debe ser como un cuento de hadas. Seguro que Chieko lo pasará increíble.

Kaien, siempre dispuesto a contribuir al ánimo del momento, añadió:

— Es cierto. Las familias nobles suelen cuidar mucho sus tradiciones, y la residencia Aidou es conocida por ser majestuosa. Además, esta experiencia será buena para Chieko. ¿No creen? -Comentó, mirando de reojo a Zero e Ichuru, quienes permanecían en silencio, con expresiones menos entusiastas-

Zero, sentado en el sofá con los brazos cruzados, tenía el ceño fruncido, una señal inequívoca de su descontento. No estaba convencido en absoluto de que esta fuera una buena idea, mucho menos de que fuera necesaria.

— Eso no significa que tenga que irse justo ahora. Siempre pasamos las vacaciones juntos. -Murmuró Zero con un tono bajo pero firme, dirigiendo su mirada hacia el fuego de la chimenea en lugar de a los presentes-

Ichuru, sentado en el borde de un sillón cercano, asintió, compartiendo el mismo sentimiento que su hermano. Aunque su postura era más relajada, sus palabras estaban cargadas de honestidad.

— No entiendo por qué no pudo quedarse este año. Siempre hemos hecho cosas juntos en invierno. -Dijo Ichuru, su tono menos irritado que el de Zero pero igualmente lleno de desaprobación-

Yuuki se giró hacia ellos, ladeando la cabeza con una mezcla de compasión y regaño en su mirada.

— Vamos, chicos. Esto no es tan malo. Chieko merece explorar nuevos lugares y pasar tiempo con otros también. Además, volverá pronto. No pueden ser tan egoístas. -Dijo, su tono suave pero firme al mismo tiempo-

Zero suspiró, claramente sin ganas de discutir, pero tampoco dispuesto a aceptar la situación. Ichuru, por otro lado, no pudo evitar responder.

— No es ser egoístas. Simplemente no es lo mismo sin ella aquí. Siempre hacíamos cosas juntos, y ahora… -Se detuvo, encogiéndose de hombros mientras jugaba con un hilo suelto de su camisa- Supongo que será diferente.

Kaien, percibiendo la incomodidad de ambos hermanos, intervino con su usual sabiduría paternal.

— A veces los cambios son buenos. Sé que Chieko también los extrañará, pero estas experiencias la ayudarán a crecer. Y estoy seguro de que cuando regrese, tendrá muchas historias que contarles. -Dijo Kaien, su tono lleno de comprensión-

Yuuki asintió rápidamente, como reforzando las palabras de Kaien.

— ¡Exacto! Además, pueden aprovechar estas dos semanas para planear algo especial para cuando ella vuelva. -Sugirió con entusiasmo, como si esa fuera la solución más obvia y emocionante-

Zero y Ichuru intercambiaron una mirada rápida pero no dijeron nada. Aunque sus posturas no se relajaron del todo, parecía que algo en las palabras de Kaien y Yuuki había atenuado ligeramente su descontento.

Mientras la conversación continuaba, un sonido inesperado interrumpió el ambiente de la sala: golpes suaves y rítmicos en la puerta principal. Yuuki se levantó rápidamente, su curiosidad creciendo al pensar quién podría ser a esa hora. Al abrir la puerta, se encontró con una figura elegante y familiar: Aidou Hanabusa, vestido impecablemente con su acostumbrado aire de confianza. Su rostro exhibía una sonrisa que, para cualquiera que lo conociera, contenía ese toque de vanidad tan característico.

— ¡Ah, Yuuki-chan! -Exclamó Aidou, inclinándose levemente en un saludo excesivamente teatral- Espero no estar interrumpiendo, pero pensé que sería adecuado pasar a saludar y, bueno, quizás disfrutar de la hospitalidad de la familia Cross.

Yuuki parpadeó sorprendida, sin saber exactamente qué decir al principio. Aidou no era conocido por sus visitas improvisadas, pero su tono y su actitud despreocupada no le dejaban lugar para dudas. Finalmente, le hizo un gesto para que entrara.

— Hanabusa-senpai… qué sorpresa. Claro, adelante. -Dijo, retrocediendo para dejarlo pasar-

Mientras Aidou entraba, observó el interior de la sala con su mirada crítica y altiva, como si estuviera evaluando todo a su alrededor. Kaien lo recibió con su habitual entusiasmo, ampliando los brazos en un gesto de bienvenida.

— ¡Aidou Hanabusa! Siempre es un placer tenerte aquí. Por favor, siéntete como en casa. -Dijo Kaien, su tono cálido mientras sonreía ampliamente-

Sin embargo, no todos compartían el mismo entusiasmo. Zero, aún sentado en el sofá, apretó la mandíbula al ver al nuevo visitante, mientras que Ichuru, que estaba apoyado en el sillón cercano, dejó escapar un suspiro frustrado. Ambos intercambiaron una mirada que hablaba sin necesidad de palabras: ninguno estaba contento con la presencia de Aidou.

Aidou, por su parte, no parecía notar (o quizás lo hacía y simplemente lo ignoraba) la tensión que su llegada había causado. Con una sonrisa deslumbrante, se dirigió hacia el centro de la sala, tomando asiento como si fuera parte de la familia.

— ¡Qué acogedor lugar tienen aquí! Siempre he admirado la simplicidad encantadora de la residencia Cross. -Dijo mientras cruzaba las piernas elegantemente y miraba a Zero e Ichuru con una expresión que casi parecía un desafío juguetón-

Zero apenas logró controlar sus impulsos, su ceño fruncido dejaba claro que tenía mucho que decir, pero prefería no hacerlo en ese momento. Ichuru, mientras tanto, murmuró entre dientes algo ininteligible, claramente tratando de contenerse.

Kaien, notando el ambiente tenso, decidió intervenir con su usual optimismo.

— Bueno, ya que tenemos un invitado inesperado pero bienvenido, creo que deberíamos preparar algo especial para cenar. -Dijo, mirando deliberadamente a Zero e Ichuru- ¿Qué les parece si ustedes dos cocinan algo delicioso para todos? Así podemos compartir una buena comida juntos.

Zero giró lentamente la cabeza hacia Kaien, su expresión claramente incrédula.

— ¿Nosotros? ¿Por qué tenemos que cocinar para él? -Preguntó, señalando a Aidou con un gesto sutil pero evidente-

— Vamos, Zero. Es una buena oportunidad para demostrar tus habilidades culinarias. -Respondió Kaien con una sonrisa tranquila- Además, será un gesto amable. ¿Verdad, Aidou-kun?

Aidou asintió con entusiasmo, aunque su sonrisa sugería que estaba disfrutando del malestar evidente de Zero e Ichuru.

— ¡Por supuesto! No tengo dudas de que será un festín delicioso. Siempre he oído que los hermanos Kiryuu tienen un talento natural para… bueno, todo lo que hacen. -Dijo con un tono ligeramente provocador, lo suficiente para que Zero apretara los puños-

Ichuru lanzó un suspiro pesado, levantándose del sillón con un gesto exasperado.

— Bien, hagámoslo. Pero que quede claro que no es por ti. -Dijo, mirando brevemente a Aidou antes de dirigirse hacia la cocina-

Zero gruñó bajo su aliento, pero finalmente se levantó y siguió a su hermano, murmurando algo sobre lo injusto de la situación.

Kaien los observó marcharse con una sonrisa satisfecha y se giró hacia Aidou.

— Bueno, parece que tendrás el honor de disfrutar de una comida hecha con dedicación. -Le dijo, antes de sentarse cerca de Yuuki-

Yuuki, aunque trataba de no reírse, no pudo evitar sonreír ampliamente ante la escena. Aidou, por su parte, se acomodó en su asiento, claramente complacido con cómo se había desarrollado todo.

Mientras tanto, en la cocina, Zero e Ichuru trabajaban en silencio, cortando ingredientes y preparando todo con precisión. Aunque claramente no estaban contentos, su habilidad en la cocina era innegable. A pesar de la tensión inicial, la comida comenzó a tomar forma rápidamente, con ambos hermanos coordinándose de manera natural, como si hubieran hecho esto miles de veces antes.

Finalmente, regresaron a la sala con los platos listos, colocándolos sobre la mesa. Aidou observó con interés, asintiendo con aprobación mientras olía la comida.

— Tengo que admitir que esto luce maravilloso. -Dijo mientras tomaba un tenedor-

Zero e Ichuru no respondieron, aunque Zero murmuró algo inaudible que hizo que Ichuru ocultara una pequeña sonrisa.

La cena transcurrió en un ambiente más relajado de lo que ninguno de los hermanos había anticipado, aunque Aidou no perdió la oportunidad de hacer algún que otro comentario sarcástico. Sin embargo, incluso ellos no pudieron negar que, al final, la comida y la compañía lograron suavizar un poco el humor general.

[Después de una cena. . .]

Después de la comida, Aidou se reclinó cómodamente en su silla, con una expresión de satisfacción plena en el rostro. Dejó escapar un suspiro exagerado, entrelazando los dedos detrás de su cabeza mientras observaba la mesa.

— Debo admitirlo, Zero y Ichuru… -Dijo con un tono ligeramente burlón pero sincero- Tienen talento para la cocina. Quizás deberían considerar cambiar de carrera.

Zero, que estaba recogiendo los platos con Ichuru, lo miró de reojo, claramente irritado, pero decidió no responder para evitar prolongar la interacción. Ichuru, por su parte, simplemente negó con la cabeza, guardando silencio mientras juntaba los cubiertos.

Kaien, que hasta entonces había disfrutado de la cena con su usual entusiasmo, se levantó de la mesa, estirándose un poco antes de hablar.

— Bueno, mis queridos alumnos e invitados, creo que es momento de que un anciano como yo descanse. Les dejo la responsabilidad de la limpieza y la conversación. -Dijo con una sonrisa amplia, guiñando un ojo antes de retirarse-

— Buenas noches, Kaien-sama. -Respondió Yuuki con una sonrisa, mientras Aidou levantaba una mano en un gesto despreocupado a modo de despedida-

Una vez que Kaien salió de la sala, Zero e Ichuru se dirigieron a la cocina con los platos sucios, dejando a Yuuki y Aidou solos en la mesa. Por un momento, el único sonido que llenó el espacio fue el chisporroteo débil de la chimenea. Aidou, siempre dispuesto a llenar el silencio, fue el primero en hablar.

— A veces me pregunto… -Comenzó, su tono más reflexivo de lo habitual, mientras jugaba con el borde de su copa- ¿Cómo puede Kaname-sama ser tan amable y, al mismo tiempo, tener la fuerza para desafiar al Consejo? Simplemente no lo entiendo. -Miró a Yuuki, esperando su reacción-

Yuuki lo observó por unos segundos, sorprendida por la profundidad de su comentario. Aidou, aunque era conocido por su ego y actitudes extravagantes, rara vez mostraba este lado reflexivo de sí mismo.

— Kaname-senpai siempre ha sido un misterio, ¿Verdad? -Respondió Yuuki suavemente, apoyando los codos sobre la mesa- Pero creo que su amabilidad no está separada de su fuerza. Más bien, es parte de lo que lo hace tan especial. -Sus palabras estaban cargadas de admiración, pero también de una genuina curiosidad-

Aidou ladeó la cabeza, como considerando su punto de vista, aunque no parecía del todo convencido.

— Supongo… Pero, a veces, su determinación parece casi fría. Como si estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger lo que le importa. -Dijo, dejando entrever sus propias dudas- Incluso si eso significa desafiar tradiciones y arriesgarse a perder el apoyo de los demás nobles.

Yuuki bajó la mirada, pensativa. No podía negar que había visto ese lado calculador de Kaname en más de una ocasión. Pero, al mismo tiempo, sabía que todo lo que hacía era por un propósito mayor.

— Creo que él carga con muchas responsabilidades que ni siquiera podemos imaginar. -Dijo finalmente, con un tono serio- La amabilidad que muestra no es debilidad, sino una elección consciente. Puede ser fuerte y amable al mismo tiempo porque entiende lo que está en juego.

Aidou dejó escapar un leve suspiro, apoyando la barbilla en su mano mientras jugaba con los restos de su bebida.

— Quizás tengas razón, Yuuki-chan. Pero, a veces, me preocupa que esa determinación suya lo lleve a un punto sin retorno. -Murmuró, en un momento inusualmente honesto-

La sinceridad en sus palabras sorprendió a Yuuki, quien le dirigió una sonrisa alentadora.

— Tal vez, pero por eso lo apoyamos, ¿No? -Dijo con calidez- Todos los que estamos cerca de Kaname-senpai queremos ayudarlo a cargar con ese peso, incluso si él no lo admite abiertamente.

Aidou se quedó en silencio por un momento, claramente pensando en lo que Yuuki había dicho. Finalmente, asintió ligeramente, dejando escapar una risa baja.

— Eres más persuasiva de lo que creí, Yuuki-chan. Tal vez tienes razón. -Dijo con un toque de diversión, aunque su tono seguía siendo más suave que de costumbre-

Antes de que Yuuki pudiera responder, Zero apareció desde la cocina, con un trapo de cocina en la mano y una mirada de advertencia dirigida a Aidou.

— ¿Piensas quedarte toda la noche filosofando, o planeas ayudar a limpiar? -Dijo con un tono seco, claramente tratando de sacarlo de su momentánea introspección-

Aidou, recuperando rápidamente su actitud habitual, se levantó con una sonrisa despreocupada.

— Por supuesto, Zero-kun. Aunque debo decir que las tareas domésticas no son mi punto fuerte. -Dijo, caminando hacia la puerta con un aire exageradamente elegante- Pero me aseguraré de no causarles demasiados problemas en mi próxima visita.

Yuuki observó a Aidou salir de la sala, entre divertida y exasperada, mientras Zero e Ichuru regresaban a sus lugares.

— ¿Cómo soportan a ese tipo? -Murmuró Ichuru mientras se sentaba, haciendo que Yuuki riera suavemente-

Aunque la noche había estado llena de tensiones y reflexiones, el ambiente finalmente se relajó, dejando atrás el conflicto momentáneo y permitiendo que cada uno reflexionara a su manera.

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¡Hola, queridos lectores! 🌙

Antes que nada, quiero agradecerles de corazón por formar parte de esta aventura. Cada capítulo que escribo cobra vida gracias a ustedes, y sus comentarios y votos son lo que impulsa mi creatividad y me inspira a seguir mejorando. Saber que esta historia les llega al corazón y que se toman el tiempo para compartir sus opiniones conmigo significa el mundo entero.

Me encantaría que me acompañen en cada paso de este viaje, votando y dejando sus pensamientos en los capítulos. Para mí, no hay mayor motivación que leer lo que esta historia les hace sentir, cómo resuena con ustedes y qué les intriga o emociona. ¡Ustedes son la chispa que mantiene este universo vivo y creciendo!

Así que no duden en compartir conmigo todo lo que piensen y sientan. Sus voces no solo son un apoyo invaluable, sino una inspiración constante para crear capítulos que sigan emocionándolos y manteniéndolos conectados. ¡Cada estrellita, cada palabra suya, me anima a dar lo mejor de mí!

Con cariño,

LadyBeluna019 🌹

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