
𝟑𝟎| 𝐏𝐫𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐏𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐞𝐬
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤㅤㅤ────────
ㅤㅤㅤ் Narradora '
ㅤㅤㅤ︶︶︶︶︶︶
ㅤㅤㅤ┆ . * ┌
ㅤㅤㅤ┆ + ° 📜
ㅤㅤㅤ┆ . • ┘
ㅤㅤㅤ┆ ⋅
ㅤㅤㅤ✿ ೋ
[En la noche. . .]
Chieko se despertó repentinamente. La oscuridad de la habitación era apacible, solo interrumpida por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas. Al abrir los ojos, se encontró con los brillantes y curiosos ojos de Midnight, su nuevo compañero felino, que la observaba desde el borde de la cama.
Chieko decidió escapar de las habitaciones Luna y dirigirse a la pequeña residencia donde convivían Kaien con los gemelos, Zero e Ichuru, y Yuuki. Acariciando suavemente a Midnight, el gato negro, se levantó de la cama y se movió sigilosamente por el pasillo oscuro, asegurándose de no hacer ruido.
El corredor estaba en completo silencio, solo interrumpido por el suave ronroneo de Midnight. La tenue luz de la luna iluminaba su camino mientras avanzaba con determinación hacia la residencia de Kaien. Cada paso la acercaba más a Zero, Ichuru y Yuuki, y sentía una mezcla de emoción y nerviosismo.
Al llegar a la puerta de la pequeña residencia, Chieko tocó suavemente, esperando no despertar a nadie de manera abrupta. La puerta se abrió lentamente y apareció Kaien, con una expresión de curiosidad en su rostro.
— ¿Chieko? -Preguntó Kaien, sorprendido- ¿Qué haces aquí a estas horas?
Chieko esbozó una sonrisa y sostuvo a Midnight para que Kaien lo viera.
— Buenas noches, Kaien. No podía dormir y decidí venir a ver a los gemelos y a Yuuki. Quería presentarles a Midnight. -Explicó-
Kaien asintió, abriendo la puerta para dejarla pasar.
— Entiendo. Adelante, Chieko. Están en sus habitaciones, pero estoy seguro de que estarán felices de verte. -Dijo con amabilidad-
Chieko entró en la residencia y se dirigió hacia la habitación de los gemelos. Tocó suavemente la puerta y, para su sorpresa, fue Ichuru quien abrió, con los ojos somnolientos pero atentos.
— ¿Chieko? ¿Qué haces aquí? -Preguntó Ichuru, frotándose los ojos-
— Lo siento por despertarte, Ichuru. No podía dormir y pensé en venir a verlos. Quería presentarles a alguien especial. -Dijo, mostrando a Midnight en sus brazos-
Ichuru sonrió levemente y la hizo entrar. La habitación estaba en penumbra, pero podía ver a Zero acostado en su cama, también despierto.
— ¿Qué ocurre? -Preguntó Zero, con voz baja-
Chieko se acercó a ellos, sosteniendo a Midnight con cuidado.
— Quería presentarles a Midnight, el gato que Kaname me permitió quedarme. -Dijo, colocando al gato en la cama de Zero-
Zero observó al gato con curiosidad, mientras Midnight se acomodaba junto a él, ronroneando con satisfacción. Ichuru se acercó para acariciar al pequeño felino, su expresión reflejaba una mezcla de sorpresa y deleite.
— Es un lindo gato, Chieko. Me alegra que te dejen quedártelo. -Dijo Ichuru, sonriendo-
Zero asintió, acariciando la cabeza de Midnight con delicadeza.
— Es bueno tener algo que te haga compañía. Estoy contento por ti, Chieko. -Dijo, con sinceridad en su voz-
Chieko se sentó en el borde de la cama, observando cómo sus hermanos interactuaban con el gato. Sentía una calidez en el corazón, agradecida por ese momento de conexión.
— Gracias, Zero. Gracias, Ichuru. Quería compartir esto con ustedes. -Murmuró, disfrutando del momento-
Pasaron un buen rato conversando en la penumbra, intercambiando historias y risas suaves, con el cuidado de no perturbar el sueño de los demás. Midnight, la gata, parecía deleitarse con la atención que recibía, ronroneando de manera contenta mientras se paseaba entre ellos, buscando caricias y compañía.
Con el transcurso del tiempo, el cansancio empezó a apoderarse de Chieko, y sintiendo que era hora de retirarse, se levantó suavemente para regresar a su habitación.
— Debería dejarlos dormir. Solo quería compartir esto con ustedes. -Dijo, tomando a Midnight en sus brazos nuevamente-
Zero e Ichuru asintieron, despidiéndose con una sonrisa.
— Buenas noches, Chieko. Y gracias por mostrarnos a Midnight. -Dijo Zero-
— Sí, gracias. Buenas noches. -Añadió Ichuru-
Chieko se preparaba para salir cuando Ichiru sugirió algo diferente.
— ¿Qué te parece si juntamos los colchones en el suelo y dormimos todos juntos esta noche? -Propuso Ichuru, con una sonrisa cómplice-
Chieko no pudo evitar sonreír también, apreciando la idea. Era una oportunidad perfecta para fortalecer el vínculo entre ellos. Zero asintió en silencio, sin necesidad de palabras para mostrar su aprobación.
Con rapidez, los gemelos movieron los colchones y los colocaron en el suelo, formando un espacio cómodo para los tres. Chieko se acomodó en el centro, mientras Ichuru y Zero se colocaban a cada lado de ella. Midnight, el gato negro, se acurrucó entre las piernas de Chieko, observando todo con sus brillantes ojos.
Mientras el cansancio los envolvía, Ichuru y Chieko se quedaron profundamente dormidos, con respiraciones suaves y rítmicas. Midnight, por su parte, mantenía la vigilancia, observando a Zero con cautela. El felino parecía percibir el aura similar a la de Maria que emanaba de él, lo que lo mantenía alerta.
Zero, a pesar de estar despierto, se sentía tranquilo al ver a Chieko y a Ichuru descansando plácidamente. Era una escena reconfortante en medio de todas las tensiones y desafíos que enfrentaban. Miró a Midnight y, con una sonrisa leve, acarició su suave pelaje, permitiendo que el gato se relajara un poco más.
La noche transcurrió en silencio, con una calma palpable en el aire. Chieko, Ichuru y Zero compartían un momento de paz y unión que era raro en sus vidas.
[A la mañana siguiente. . .]
A medida que el día avanzaba, un suave rayo de sol se filtró a través de la ventana, iluminando la habitación donde Chieko, Zero e Ichuru dormían. El silencio era casi absoluto, solo interrumpido por las respiraciones suaves y rítmicas de los tres.
Ichuru fue el primero en despertar. Parpadeó lentamente, acostumbrándose a la luz que bañaba la habitación. Al girar la cabeza, su mirada se encontró con una escena bastante cómica: Zero estaba abrazando a Chieko, quien se aferraba al brazo de Ichuru como si fuera su peluche favorito. Zero tenía una expresión serena, pero Chieko parecía estar en medio de un sueño particularmente movido, murmurando algo ininteligible.
Ichuru no pudo evitar reír para sus adentros al ver la escena. Aunque generalmente mostraba una fachada despreocupada y distante, había algo en la imagen de sus seres queridos durmiendo juntos que le resultó gracioso.
— Bueno, esto es nuevo. -Murmuró para sí mismo, asegurándose de no despertar a Chieko ni a Zero-
Observó cómo Midnight, el gato negro, se había acomodado entre las piernas de Chieko, mirándolo con sus ojos brillantes y atentos. Midnight parecía percibir el aura de Zero, y lo observaba con cautela, pero su expresión felina era de puro desconcierto, como si no pudiera entender por qué los humanos hacían cosas tan raras.
Ichuru decidió no interferir. En lugar de eso, se recostó nuevamente, tratando de no reírse demasiado fuerte. Cerró los ojos, pero no podía evitar pensar en lo surrealista de la situación.
Poco después, Zero comenzó a murmurar en sueños.
— Chieko, te prote... -Empezó a decir, pero antes de terminar la frase, su mano se movió instintivamente y, en lugar de abrazar a Chieko, abrazó la almohada con fuerza, lo que hizo que Chieko se aferrara aún más a Ichuru-
Ichuru tuvo que morderse el labio para no reírse en voz alta. Midnight, al notar el movimiento, se estiró perezosamente y dejó escapar un bostezo exagerado antes de acurrucarse nuevamente, mirando a Zero con una mezcla de desdén y confusión, como diciendo: "¿En serio?".
— Menuda mañana. -Murmuró Ichuru para sí mismo, sacudiendo la cabeza-
La mañana continuó, y la habitación recuperó su calma. Aunque había sido un momento lleno de risas silenciosas y situaciones inesperadas, Ichuru finalmente se dejó llevar por el sueño una vez más, sintiendo una conexión renovada con su familia.
[Dos horas más tarde. . .]
Los gemelos comenzaron a despertar. La luz del sol ya iluminaba la habitación, anunciando el inicio de un nuevo día. Ichiru fue el primero en moverse, estirándose lentamente y tratando de no despertar a Chieko, quien todavía dormía profundamente entre ellos.
Zero abrió los ojos poco después, notando la posición en la que se encontraban. Con una sonrisa leve, se levantó con cuidado, asegurándose de no perturbar el sueño de Chieko. Midnight, el gato negro, observaba los movimientos de Zero con sus ojos brillantes, aparentemente más relajado después de la noche anterior.
— Será mejor que empecemos a prepararnos para las clases. -Murmuró Ichuru, levantándose y sacudiéndose el sueño-
Zero asintió y se dirigió al baño para lavarse la cara y despejarse. Ichuru comenzó a arreglar la habitación, acomodando los colchones en su lugar original. El gato negro saltó de la cama y se estiró perezosamente, observando a los gemelos con curiosidad.
— Tenemos que despertar a Chieko. -Dijo Zero mientras se secaba la cara con una toalla- Si no vuelve a las habitaciones Luna, Kaname podría enfadarse con ella por salir sin permiso.
Ichuru asintió y se acercó a su hermana adoptiva, agachándose a su lado.
— Chieko, despierta. -Susurró suavemente, sacudiéndola ligeramente- Tienes que regresar antes de que Kaname se dé cuenta.
Chieko se removió y abrió los ojos lentamente, aún medio dormida. Parpadeó un par de veces antes de darse cuenta de dónde estaba.
— ¿Qué hora es? -Preguntó con voz adormilada, mientras se incorporaba-
— Es hora de que vuelvas a las habitaciones Luna. -Respondió Ichuru con una sonrisa- No queremos que tengas problemas con Kaname por haberte escapado.
Chieko asintió, completamente despierta ahora. Se levantó y tomó a Midnight en sus brazos, acariciando su suave pelaje.
— Gracias por despertarme, chicos. Prometo ser más cuidadosa la próxima vez. -Dijo, sonriendo a ambos-
Zero le dio un abrazo rápido y luego se dirigió a la puerta.
— Cuídate, Chieko. Nos vemos más tarde. -Dijo, con un tono protector-
Ichuru también se despidió con un abrazo.
— Ten cuidado y vuelve pronto. -Añadió-
Chieko asintió y se dirigió rápidamente hacia la salida. Con Midnight en sus brazos, se apresuró por los pasillos, deseando llegar a las habitaciones Luna antes de que Kaname se diera cuenta de su ausencia.
[En las habitaciones Luna. . .]
Al llegar a la entrada de la residencia Luna, Chieko se encontró con Hana esperándola, con una expresión severa en el rostro. Midnight, en los brazos de Chieko, emitió un leve maullido, como si percibiera la tensión en el aire.
— Chieko, ¿Dónde has estado? -Preguntó Hana con un tono de reprimenda- No puedes salir sin permiso, y menos sin avisar a nadie.
Chieko bajó la mirada, sintiendo el peso de la reprimenda.
— Lo siento, Hana. No podía dormir y fui a ver a los gemelos y a Yuuki. No quería causar problemas. -Respondió, apretando a Midnight un poco más cerca de ella-
Hana suspiró, suavizando un poco su expresión.
— Entiendo, Chieko, pero debes ser más cuidadosa. Kaname no estará contento si descubre que te escapaste sin permiso. Regresa adentro y descansa un poco más antes de prepararte para las próximas clases de etiqueta básica. -Dijo, señalando hacia la residencia-
Chieko asintió, agradecida por la comprensión de Hana, aunque aún sintiéndose un poco culpable. Caminó hacia su habitación, aún con Midnight en brazos, y se recostó en la cama. El gato, percibiendo su estado de ánimo, se acomodó junto a ella, ronroneando suavemente para consolarla.
Con los ojos cerrados y el sonido reconfortante de Midnight, Chieko trató de relajarse. Sabía que debía estar descansada y preparada para las lecciones de etiqueta, que eran cruciales para su futuro en la academia. La noche había sido un recordatorio de la importancia de seguir las reglas, pero también de la conexión especial que compartía con sus hermanos.
Después de un rato, Chieko se sintió más tranquila y lista para enfrentar el día. Se levantó, acarició a Midnight y comenzó a prepararse para las clases de etiqueta con Hana.
[Una semana más tarde. . .]
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤㅤㅤ────────
ㅤㅤㅤ் Narra Chieko '
ㅤㅤㅤ︶︶︶︶︶︶
ㅤㅤㅤ┆ . * ┌
ㅤㅤㅤ┆ + ° 🦋
ㅤㅤㅤ┆ . • ┘
ㅤㅤㅤ┆ ⋅
ㅤㅤㅤ✿ ೋ
Una semana después de iniciar los preparativos para la fiesta, por fin todos los detalles estaban listos. La residencia Luna estaba llena de actividad y entusiasmo mientras se realizaban los últimos retoques. Sin embargo, me mantuve alejada de todos, concentrada en mi propia misión secreta.
Pasé la mayor parte de la semana aislada, trabajando en un tónico especial que planeaba usar para un conjuro. Cada noche, me sumergía en mis estudios y mezclas, asegurándome de que todos los ingredientes estuvieran perfectamente equilibrados. El proceso era minucioso y requería toda mi concentración.
Mientras los demás se ocupaban de la decoración y la organización del evento, yo trabajaba en las sombras. Mi objetivo era claro, y sabía que no podía permitirme distracciones. En mi habitación, las botellas y frascos se alineaban en orden, y los textos antiguos sobre magia y alquimia estaban abiertos sobre mi escritorio.
Finalmente, cuando el tónico estuvo listo, comencé la segunda parte de mi plan. En la habitación donde sabía que estaría Shizuka, tracé un dibujo intrincado en el suelo con tiza. Cada línea y símbolo era crucial para el conjuro que tenía en mente. Mi mano se movía con precisión, formando patrones complejos y elegantes.
El tiempo era esencial, y me aseguré de que cada detalle estuviera perfecto. El dibujo en el suelo brillaba suavemente bajo la luz de las velas, creando una atmósfera misteriosa y cargada de energía.
Con el dibujo completo, tomé el tónico y comencé a verterlo cuidadosamente sobre las líneas y símbolos de tiza. A medida que el líquido tocaba la tiza, ésta comenzaba a desvanecerse, dejando solo un leve rastro brillante que se disipó rápidamente, haciéndose invisible. Era como si el tónico hubiera absorbido el dibujo en el suelo, ocultándolo a simple vista.
A pesar de la agitación a mi alrededor, me mantuve centrada en mi objetivo. El resto de la academia estaba inmerso en la emoción de la fiesta, sin sospechar lo que se gestaba en las sombras. Sabía que el momento de actuar se acercaba, y cada preparación me acercaba más a cumplir mi propósito.
La habitación estaba preparada, el tónico listo y el dibujo ya no era visible. Inspiré profundamente, sintiendo cómo la tensión y la anticipación se acumulaban. Aunque me había mantenido alejada de todos, sabía que mi esfuerzo y determinación pronto darían sus frutos. El destino de la noche dependía de mis acciones, y estaba dispuesta a afrontarlo con valentía y resolución.
Decidí que era momento de visitar a Ichuru para informarle sobre el siguiente paso del plan. Su participación era esencial, ya que necesitaba su sangre pura, proveniente de un linaje antiguo de cazadores, para completar el conjuro. Asegurándome de que todo estuviera en orden, salí de mi habitación y me dirigí a la residencia donde se encontraban los gemelos.
Caminé por los pasillos, concentrada en lo que debía hacer. Sabía que también debía ver a Zero, quien había estado preocupado por mí debido a la distancia que había mantenido durante la última semana. Al llegar a la puerta de la habitación de los gemelos, toqué suavemente. Poco después, Ichiru abrió la puerta con una expresión de curiosidad en su rostro.
— Chieko, ¿Qué pasa? -Preguntó Ichuru, inclinándose levemente y ofreciéndome una sonrisa cómplice-
Entré en la habitación, sintiéndome aliviada al ver a mis hermanos. Zero estaba sentado en su cama, mirándome con una mezcla de preocupación y alivio.
— Necesito hablar contigo, Ichuru. Es sobre el siguiente paso del plan. -Dije, dirigiéndome a él-
Ichuru asintió, consciente de la importancia de lo que estaba por decirle.
— Tu sangre es fundamental para el conjuro. Al provenir de un linaje antiguo de cazadores, es limpia y pura, lo que la hace perfecta para lo que necesitamos lograr. ¿Estás dispuesto a ayudarme? -Pregunté, buscando su aprobación-
Ichuru me miró con sus característicos ojos fríos pero decididos.
— Por supuesto, Chieko. Haré lo que sea necesario. -Respondió con firmeza, su tono confiado-
Me sentí aliviada al escuchar su respuesta y le expliqué en detalle cómo y cuándo necesitaría su sangre. Mientras hablábamos, Zero tosió ligeramente para llamar mi atención. Me giré hacia él, y él se levantó de la cama con una expresión seria.
— Chieko, ¿Podemos hablar en privado un momento? -Dijo Zero, dirigiéndose hacia una habitación contigua-
Asentí, sabiendo que Zero estaba preocupado por mí. Seguimos a Zero hasta la otra habitación, dejando a Ichuru para que reflexionara sobre lo que acabábamos de discutir. Casi tan pronto como estuvimos solos, Zero cerró la puerta y me miró con una mezcla de preocupación y seriedad.
— Chieko, has estado distante toda la semana. ¿Qué está pasando? -Preguntó Zero, su voz reflejando su habitual tono protector-
Le sonreí, intentando transmitirle calma.
— He estado concentrada en los preparativos. Necesitaba asegurarme de que todo estuviera listo para el conjuro. No quería preocupar a nadie. -Respondí sinceramente-
Zero suspiró, sus hombros relajándose un poco.
— Entiendo, pero no puedes cargar con todo sola. Estamos aquí para ayudarte. -Dijo, su tono suavizándose-
— Lo sé, Zero. Solo quería asegurarme de que todo saliera bien. Gracias por preocuparte por mí. -Dije, apreciando su preocupación-
La expresión de Zero cambió a una mezcla de alivio y ternura. Se acercó lentamente y, antes de que pudiera reaccionar, se inclinó hacia mí. Sus labios se dirigieron hacia mi cuello, y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo mientras besaba mi piel con suavidad.
┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫ ¡Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́! ⩶
︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro