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𝟎𝟓│𝐀𝐧𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐜𝐞




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ㅤㅤㅤ் Narra Chieko '
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Desde que despierto, noto que mi condición ha mejorado. Me siento en la cuna, bostezando y estirando mis pequeñas extremidades. Sin embargo, percibo un cambio en mi entorno, provocado por la presencia de una nueva criada.

— (¿Qué raro?) -Medito- ¿Bubu?

— Oh... Buenos días, Chieko-sama. -Dice con calma y hace una reverencia-

— (¿Quién es ella? Parece joven...) -Pienso, preocupada-

— Soy Kobayashi Hana, su nueva dama de compañía. -Se acerca a mi cuna y me levanta con cuidado-

— ¡Waaa! -Exclamo, sorprendida por su confianza al tocarme, pero lo dejo pasar por su juventud e inexperiencia-

— Es hora de comer. -Dice Hana-

Estoy preparada para sentir ese dolor en mis encías, pero me desconcierta que sea tan cuidadosa al alimentarme. Termino bebiendo la leche, notando que ahora sabe diferente y más deliciosa. Pienso que Haruka se encargó de castigar al terrible personal anterior.

— (Parece que desconfié de él sin razón... después de todo, el personaje original era muy bueno.) -Reflexiono, sonriendo-

— Es bueno que se esté alimentando bien. -Hana sonríe con dulzura y golpea suavemente mi espalda-

Inicialmente, fui tratada como una desdicha en el clan Kuran y no estaba segura de poder cambiar la triste situación que padeció la "verdadera Chieko". Sin embargo, inesperadamente, se presentó la oportunidad con Haruka. Aunque no estaba en mis planes indisponerme, pareció funcionar para que su tío se compadeciera de mi precaria situación.

— Muy pronto, Haruka-sama vendrá a visitarla. -Sonríe la castaña- Deberemos prepararte para la ocasión.

— ¡Waaa! -me animo- (¡Al fin me van a cambiar esta ropa fea y mugrienta!)

— Veo que te emociona volver a verlo. -Ríe por mi comportamiento-

— (En realidad es... porque al fin me van a asear.) -Pienso con culpabilidad-

Estoy apenada, pero no puedo arriesgarme a encariñarme. Podría resultar peligroso y acabaría lastimándome, ya que esta familia es impredecible.

[Un tiempo más tarde. . .]

Después de finalizar la preparación, recibo la visita del patriarca del clan Kuran. Lo observo con alegría mientras se acerca a nosotras y extiende sus brazos p enara levantarme con cuidado. Su presencia imponente llena la habitación, pero su sonrisa cálida me tranquiliza.

— Parece que has hecho un excelente trabajo, Hana. -Comenta con entusiasmo, sus ojos brillando con aprobación-

— Sí, Haruka-sama. -Responde ella con serenidad, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto-

— Abu... -Sonrío, intentando imitar su expresión-

— Tu estado ha mejorado mucho. -Dice, apretando mis mejillas suavemente y regalándome una hermosa sonrisa que ilumina su rostro-

— (Es una pena que no seas mi padre...) -Reflexiono con tristeza, sintiendo una punzada de melancolía-

Durante toda la tarde, Haruka permanece a mi lado, compartiendo tiempo de calidad. Me cuenta historias fascinantes sobre mis medios hermanos y la rica historia familiar de los Kuran. Sus palabras pintan imágenes vívidas de un pasado glorioso y un linaje lleno de honor y tradición. Me habla de las responsabilidades y los deberes que conlleva ser parte de esta familia, pero también de los privilegios y el respeto que se ganan con esfuerzo y dedicación.

(Imagínense que es Haruka)

— Los Kuran siempre han sido una familia poderosa y respetada. -Dice Haruka, con una voz llena de orgullo- Y tú, Chieko, tienes un papel importante en nuestro futuro.

Sus palabras me llenan de una mezcla de esperanza y temor. Aunque la idea de tener un lugar significativo en la familia es alentadora, también siento el peso de las expectativas que vienen con ello. Sin embargo, la presencia de Haruka y su apoyo me dan fuerzas para enfrentar lo que venga.

Lamentablemente, el tiempo pasa rápido y Haruka debe regresar con su familia. Antes de dejarme al cuidado de Hana, se inclina hacia mí y me dice con una expresión tranquila:

— Vendré a visitarte a partir de ahora. -Sus ojos reflejan sinceridad- Espero que... no me rechaces.

— Wawaa... -Asiento, apretando su nariz con mis pequeñas manos, sintiendo una conexión especial con él-

— Eres una niña muy inteligente, ¿Sabes? -Dice, depositando un beso en mi frente. Su gesto es tierno y protector, llenándome de una calidez que no había sentido en mucho tiempo-

Mientras sale de mis aposentos, pienso en la posibilidad de desarrollar una relación de sobrina y tío con Haruka. Aunque dependerá de su disposición a tratarme bien, su comportamiento hasta ahora me da esperanzas. La idea de tener a alguien en quien confiar y que me apoye en esta familia impredecible es reconfortante, y me hace sentir un poco más segura en este nuevo entorno.

[Dos años más tarde. . .]

Ha pasado un buen tiempo y me encuentro intentando recordar un escenario del manga Vampire Knight. Sé que el clan Kuran será atacado durante mi segundo año de vida y aún no tengo un plan concreto para evitar ese trágico desenlace. Además, no tengo noticias del paradero de Rido, quien solo ha venido a verme dos veces hasta ahora.

¿Qué debería hacer para detenerlo? Esa pregunta ronda mi mente constantemente. Basándome en lo que recuerdo de la trama, empiezo a trazar mi objetivo: evitar la muerte de Juuri y Haruka. Aunque Juuri no me quiere, no deseo ser egoísta y dejar que Yuuki crezca sin su madre. Yo solo soy una simple bastarda, producto de la enfermiza obsesión de Rido hacia su hermana.

Respiro profundamente al escuchar pasos acercándose. Me escondo debajo de la cama, levanto una tabla suelta y coloco el libro dentro, asegurándome de que quede bien acomodado. Luego, salgo de mi escondite y me dirijo a mi pequeña biblioteca, donde saco un libro sobre alquimia.

— ¡Chieko-sama! -Entra Hana a mi habitación y levanto la vista hacia ella-

— ¿Qué sucede, Hana-chan? -Pregunto con dificultad-

— Haruka-sama la visitará para hablar sobre su cumpleaños. -Comenta con alegría-

— No comprendo a Ojisan. -Suspiro y dejo el libro a un lado, escuchando ruidos en la puerta- Parece que ya está aquí.

— Puede pasar, Haruka-sama. -Dice mi cuidadora-

Haruka entra en la habitación con su habitual porte elegante. Su presencia siempre logra calmarme, aunque también me llena de una mezcla de emociones contradictorias. Me acerco a él con una sonrisa tímida, tratando de ocultar mi nerviosismo.

— Chieko, quería hablar contigo sobre tu próximo cumpleaños. -Dice Haruka, sentándose a mi lado- Quiero que sea un día especial para ti.

— Gracias, Ojisan. -Respondo, sintiendo una calidez en mi pecho- Pero no sé qué esperar.

— No te preocupes, todo estará bien. -Me asegura, acariciando mi cabello con ternura- Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti.

Sus palabras me reconfortan, aunque la sombra de Rido y el futuro ataque al clan Kuran siguen pesando en mi mente. Decido que debo ser fuerte y encontrar una manera de proteger a aquellos que me importan, incluso si eso significa enfrentarme a mi propio destino.

Después de nuestra conversación, Haruka se queda un rato más, contándome historias de su juventud y de cómo solía jugar en los jardines del clan Kuran. Sus relatos me transportan a un tiempo más simple y feliz, y por un momento, olvido mis preocupaciones. Me habla de su hermana/esposa Juuri con cariño, describiendo su belleza y su fuerza, y aunque sé que ella no me quiere, no puedo evitar sentir una conexión con ella a través de sus palabras.

— Juuri siempre ha sido una mujer increíblemente fuerte y decidida. -Dice Haruka, con una sonrisa nostálgica- Estoy seguro de que, con el tiempo, aprenderá a quererte.

— Espero que sí, Ojisan. -Respondo, tratando de mantener la esperanza-

Finalmente, Haruka se despide, prometiendo volver pronto. Me quedo en mi habitación, reflexionando sobre todo lo que hemos hablado. La idea de que Juuri y Haruka puedan morir en el ataque me llena de una determinación renovada. No puedo permitir que eso suceda. Debo encontrar una manera de protegerlos, de cambiar el destino que parece inevitable.

Mientras tanto, Hana se acerca y me ayuda a prepararme para la cena. Su presencia constante y su amabilidad me brindan un consuelo que no sabía que necesitaba. Aunque mi vida en el clan Kuran está llena de incertidumbres, tener a Hana y a Haruka a mi lado me da fuerzas para seguir adelante.

— Chieko-sama, ¿Le gustaría leer un poco antes de dormir? -Pregunta Hana, con una sonrisa-

— Sí, por favor, Hana-chan. -Respondo, agradecida por su compañía-

Nos sentamos juntas y comenzamos a leer un libro sobre alquimia, perdiéndonos en las páginas llenas de misterios y conocimientos antiguos. Mientras leo, mi mente sigue trabajando en un plan para proteger a mi familia, sabiendo que cada pequeño paso que doy me acerca más a mi objetivo.


Soy consciente de que Juuri no me quiere, pero no quiero ser egoísta y permitir que Yuuki crezca sin una madre. Al fin y al cabo, yo solo soy una simple bastarda, producto de la enfermiza obsesión de Rido hacia su hermana.

Al escuchar pasos acercándose, respiro profundamente y me escondo debajo de la cama. Levanto una tabla suelta y coloco el libro dentro, asegurándome de que quede bien acomodado. Luego, salgo de mi escondite y me dirijo a mi pequeña biblioteca, donde saco un libro sobre alquimia.

— ¡Chieko-sama! -Entra Hana en mi habitación mientras levanto la vista hacia ella-

— ¿Qué sucede, Hana-chan? -Pregunto con dificultad-

— Haruka-sama la visitará para hablar sobre su cumpleaños. -Comenta Hana con alegría-

— No comprendo a Ojisan. -Suspiro, dejando el libro a un lado al escuchar ruidos en la puerta- Parece que ya está aquí.

— Puede pasar, Haruka-sama. -Dice mi cuidadora-

Haruka entra en la habitación con su habitual porte elegante. Su presencia siempre logra calmarme, aunque también me llena de una mezcla de emociones contradictorias. Me acerco a él con una sonrisa tímida, tratando de ocultar mi nerviosismo.

— Chieko, quería hablar contigo sobre tu próximo cumpleaños. -Dice Haruka, sentándose a mi lado- Quiero que sea un día especial para ti.

— Gracias, Ojisan. -Respondo, sintiendo una calidez en mi pecho- Pero no sé qué esperar.

— No te preocupes, todo estará bien. -Me asegura, acariciando mi cabello con ternura- Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti.

Sus palabras me reconfortan, aunque la sombra de Rido y el futuro ataque al clan Kuran siguen pesando en mi mente. Decido que debo ser fuerte y encontrar una manera de proteger a aquellos que me importan, incluso si eso significa enfrentarme a mi propio destino.

Después de nuestra conversación, Haruka se queda un rato más, contándome historias de su juventud y de cómo solía jugar en los jardines del clan Kuran. Sus relatos me transportan a un tiempo más simple y feliz, y por un momento, olvido mis preocupaciones. Me habla de su hermana y esposa Juuri con cariño, describiendo su belleza y su fuerza. Aunque sé que ella no me quiere, no puedo evitar sentir una conexión con ella a través de sus palabras.

— Juuri siempre ha sido una mujer increíblemente fuerte y decidida. -Dice Haruka, con una sonrisa nostálgica- Estoy seguro de que, con el tiempo, aprenderá a quererte.

— Espero que sí, Ojisan. -Respondo, tratando de mantener la esperanza-

Finalmente, Haruka se despide, prometiendo volver pronto. Me quedo en mi habitación, reflexionando sobre todo lo que hemos hablado. La idea de que Juuri y Haruka puedan morir en el ataque me llena de una determinación renovada. No puedo permitir que eso suceda. Debo encontrar una manera de protegerlos, de cambiar el destino que parece inevitable.

Mientras tanto, Hana se acerca y me ayuda a prepararme para la cena. Su presencia constante y su amabilidad me brindan un consuelo que no sabía que necesitaba. Aunque mi vida en el clan Kuran está llena de incertidumbres, tener a Hana y a Haruka a mi lado me da fuerzas para seguir adelante.

— Chieko-sama, ¿Le gustaría leer un poco antes de dormir? -Pregunta Hana con una sonrisa-

— Sí, por favor, Hana-chan. -Respondo, agradecida por su compañía-

Nos sentamos juntas y comenzamos a leer un libro sobre alquimia, perdiéndonos en las páginas llenas de misterios y conocimientos antiguos. Mientras leo, mi mente sigue trabajando en un plan para proteger a mi familia, sabiendo que cada pequeño paso que doy me acerca más a mi objetivo.



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Cuando Haruka entra en la habitación, sus ojos se iluminan al ver la expresión animada de su sobrina. Con una sonrisa cálida, se acerca y la alza con facilidad, colocándola sobre sus hombros. Desde esa altura, Chieko ríe con alegría, disfrutando de la vista elevada y de la cercanía con su tío. Haruka, con ternura en sus ojos, observa a la criada que cuida de la pequeña.

— ¿Qué ha estado haciendo en mi ausencia? -Pregunta con curiosidad, deseando saber cómo ha pasado el tiempo su querida sobrina-

La criada, con una leve inclinación de cabeza y una sonrisa respetuosa, responde:

— Ha estado leyendo los libros que le obsequió y practicando su lenguaje. Es una niña muy aplicada y dedicada.

Haruka asiente, complacido, y vuelve su atención a Chieko, quien lo mira con ojos brillantes.

— Sin duda eres una niña genio, Chieko. -Dice con orgullo mientras acaricia suavemente la cabeza de su sobrina, sintiendo el suave cabello entre sus dedos-

Chieko, con una sonrisa tímida y un leve rubor en sus mejillas, responde:

— Gracias, Ojisan.

Haruka baja a Chieko de sus hombros con cuidado y se arrodilla frente a ella, mirándola a los ojos con una expresión de entusiasmo y cariño.

— He venido para planear tu cumpleaños. -Anuncia con emoción, sus ojos brillando con anticipación- Quiero que sea un día muy especial para ti, lleno de alegría y sorpresas.

Chieko, sin embargo, baja la mirada y responde con calma, su voz suave pero firme:

— No deseo una celebración, Ojisan. Prefiero que sea un día tranquilo, como cualquier otro.

Haruka, sorprendido por la respuesta, se queda en silencio por un momento, procesando las palabras de su sobrina. Luego, con una sonrisa comprensiva y llena de amor, asiente.

— Entiendo, Chieko. Lo que tú desees es lo más importante. Podemos pasar el día juntos, haciendo lo que más te guste. Tal vez podríamos leer juntos o dar un paseo por el jardín.

Chieko asiente, agradecida, y se abraza a su tío con fuerza, sintiendo el calor y la seguridad que él le brinda. La criada observa la escena con una sonrisa, sintiéndose afortunada de servir a una familia tan unida y amorosa. En ese momento, Haruka se da cuenta de lo afortunado que es de tener a Chieko en su vida y promete hacer todo lo posible para que cada día sea especial para ella, sin importar si hay una celebración o no.

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Hola queridos lectores, espero su apoyo incondicional y ojalá puedan seguir esté libro hasta el final.

No se olviden de comentar y votar esta saga, así que conpadezca a la escritora. 🫰💕

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