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― Amooorr~ ― canturreó el menor abrazándole de sorpresa por atrás y posando su mentón en el hombro― ¿Qué haces?

― Li-liempiando ―se asustó por el debido abrazo que le brindó su pareja―. Pensé que no vendrías, me acabas de decir que tu hermana menor tenía alguna tarea ―se mostró preocupado Hoseok dejando el trapo sucio en la mesa y voltear donde estaba su novio recibiéndole con una gran sonrisa como usualmente lo veía; tan alegre.

― Vine por ti, ¿No es más que obvio? Ahora podemos estar por fin nosotros dos ―su mano se dirigió al rostro de Hoseok y rozando con sus yemas la mejilla de éste. El tacto de Taehyung era tan suave al sentirlo.

― ¿Pero tu hermana? ¿Qué pasará con ella?

―Ya está todo bien.

― ¿Ya no te vas a salir de nuevo?

―Ahora si tengo tiempo.

― Me asustaste cuando me abrazaste por detrás, no sabía que tenías las llaves de mi casa... aun así, me encanta la idea de estar contigo ―le susurró las palabras cerca de sus labios, sus miradas se conectaran. Taehyung lo observaba intensamente.

De un momento repentino, Taehyung unió sus labios con los del otro, moviéndose con delicadeza sobre ellos. Como le fascinaba Hoseok que su novio sea quien dé el primer paso, siempre era tan atrevido solo con él. Seguían embelesados por el uno al otro, besándose. Hoseok le tomó por la cintura apoderándose de su cuerpo y con sus manos acaricio su espalda, sus manos viajaron alrededor de su piel tersa y suave, ante esto ocasiono que el menor soltara un gemido ahogado.

―Me gusta como te dejas llevar por mí ―le susurró en su oído al mayor ―, me encanta como me besas. Aprovechemos el tiempo que nos resta.

Taehyung tomó de la mano a Hoseok y caminaron directo al dormitorio. Al entrar al cuarto ambos jóvenes se echaron sobre la cama. Taehyung encima de Hoseok devorando su cuello llenando de besos y mordidas, empezó a hacer fricción sobre la tela, movía su cadera de arriba y abajo. Desde la perspectiva de Hoseok observaba a su novio en como se restregaba encima de él, sus manos traviesas recorriendo su cuerpo. Dentro de estas cuatro paredes podría hacerlo suyo a Taehyung demostrándolo aquí cuanto lo necesitaba.

Podía percibir hacerle el amor, no el sexo mundano embarrado por la morbosidad. Hacer el amor es la unión de dos personas que se juntan en uno solo. Esto es un sueño hecho en realidad al encontrar a su amor de su vida, es el indicado, anhelaba compartir sus momentos felices y también tristes por el resto de sus vidas.

Sus acciones, palabras, mentalidad y cada cualidad de Kim Taehyung lo enamoraba de una manera extraordinaria.

Pero...

Esto únicamente fue es un recuerdo del pasado que fue vivido antes. Es hora de regresar la actual realidad cruda y deprimente. ¿En dónde estaba el Taehyung de antes?

En donde usualmente le abrazaba por sorpresa, en aquellas veces cuando se fugaba en algún evento para encontrarse con él y tener una tarde a solas y poder disfrutar ambos, ya sea ir a cenar o pasear con sus manos entrelazadas declarando su amor ante el público. Esas noches bajo la luna acompañados de sus glamurosos besos.

Kim Taehyung mostró la otra cara de la Moneda, tan lindo mintiendo, un mal llorón, su chico es muy sospechoso. Parecía tener asco de él, no le quería tocar ni siquiera besar.

Nunca lo amo como él lo prometió.

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Se sentía totalmente derrotado, ya no quería seguir con lo mismo, lo de ayer le provocó una tremenda crisis emocional fuerte, su pecho aún dolía. No lograba entenderlo, ni siquiera se molestó en llamarle si va a venir o no. Jamás lo importó en absoluto y de seguro el regalo que él mencionó nunca existió al igual que su amor por él.

Escucho que alguien tocó la puerta.

No sabía cómo actuar, su corazón no bombeaba la sangre quedándose sin respiración. Se paró bruscamente del sofá y miró la puerta a lo lejos, no le quedaba de otra que dirigirse e ir para abrir la puerta y así fue lo que hizo. Tenía las vagas esperanzas de que Taehyung esté detrás de la puerta con su rostro arrepentido y pidiéndole perdón, que todo lo que hizo estaba mal... cuanto desearía; sin embargo, nunca fue así como lo pensó desde hace segundos.

― ¿Yoongi? ―frunció el ceño totalmente confundido.

―Hola, Hoseok ―su voz sonó más grueso de lo normal. Sus manos en los bolsillos de su abrigo― ¿Puedo pasar? ―se mostró cohibido.

―Sí, claro por supuesto ―desvió su vista Hoseok bajando su mirada hacia abajo para que no se dé cuenta de sus ojos rojos provocado por el llanto de unos minutos atrás.

Entró al dormitorio Yoongi y vio el panorama un poco oscuro y algo muerto de colores, las cortinas cerradas que apenas pasaba la luz, la mesa con cosas ni ubicadas en su lugar y el sofá con una manta, al parecer su amigo no pudo dormir y se quedó aquí. El lugar se encontraba desordenado con una limpieza horrible, no mantenía en orden. Por algún instinto se sentía malditamente culpable de esto, con esa tremenda carga en su pecho.

―Supe que tu aniversario era ayer ―volteó atrás, se detuvo al hablar. Detestaba el estado de Hoseok, se veía demasiado lúgubre que le inspiraba cierta tristeza― ¿Pasa algo?

―No ―rio medio flojo su sonrisa―. No pasa nada, Yoongi ―le restó importancia ―. Estoy enfermo y bueno mi apariencia no ayuda mucho que digamos.

¿Acaso no sufría al sacar esa sonrisa demasiada falsa?

― ¿Todo bien con Taehyung? ¿No hay ningún problema? ―se cuestionó intrigado.

―Sí, todo bien. No te preocupes ―exclamó Hoseok―. Taehyung y yo estamos bien, seguimos siendo... los mismos de antes, eso creo.

― ¿Y por qué no está aquí si estás enfermo? ―preguntó despacio.

Ante esa pregunta Hoseok se alarmó y se apresuró en decir.

―Cuando tú viniste minutos antes se fue, tenía que hacer algunas cosas ―jugaba con sus manos nerviosamente, estos eran señales de que estaba mintiendo. En verdad su amigo es un libro abierto, fácil de descifrar.

―Ya veo ―levanto sus cejas sugerentemente como si fuera lo "más obvio"

―Sí, yyy... ¿Cuál es el motivo de tu visita? ―le sacó de sus pensamientos su amigo.

―Solo vine para ver como cómo estás y bueno, tal vez mirar alguna película, hace tiempo que no hacemos eso, ¿Verdad?

―Si, pero Yoongi, no creo que se pueda.

― ¿Por qué?

―Recuerda, estoy enfermo y temo contagiarte. Además, no me siento con las ganas de ver algo, me siento desanimado. Necesito reposo.

―Oh... entonces será para próxima. Recupérate, ¿Sí? ―avanzó unos pasos más y Yoongi lo envolvió en un gran abrazo. Se sorprendió por la reacción de su mejor amigo, no era muy de él dando abrazos, además se lo hacía bastante extraño. Pero sí que lo necesitaba justo en estos momentos―. Te dejó, mañana tal vez venga.

―Gracias, Yoongi.

―Hasta luego.

Finalmente, lo acompaño para ir a la salida. Normalmente se despidieron ambos.

Cerró la puerta y apoyo su cuerpo contra la madera. Sí que se sentía bastante exhausto, no supo cuanto tiempo se detuvo allí, pero de seguro fue mucho. Súbitamente, alguien toco la puerta nuevamente.

Dio un salto adelante a la vez llevando su mano bajo el nivel de su pecho. Suspiro pesadamente y pensó: Seguramente es Yoongi, ¿Qué es lo que quiere?

E inesperadamente abrió la puerta y se llevó con la gran sorpresa de quien se trataba. Se mantuvo estupefacto en su sitio. Al parecer valió la pena esperar.

― Taehyung...

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