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Ya había amanecido y el primero en abrir los ojos fue el lobo gris, este recordó que era miércoles y todos los integrantes de el club de teatro debían regresar esta noche, pues se habían tomado un pequeño descanso que duró una semana, por que en la obra anterior según Louis "Se habían esforzado bastante" 

Los miércoles se diferenciaban de todos los demás días de la semana, pues en estos no compartía clases con Jack, a excepción de la clase de deportes,  solo se verían dos horas.

Procedió a ponerse de pie para comenzar a lavar y secarse el rostro. Claro, sin provocar tanto ruido. Fue a mirar el lugar donde estaba su uniforme para mañana y comprobar sui realmente estaba limpio, efectivamente lo estaba.

— ¡Vaya! parece que alguien me ganó hoy. — Exclamó Collot a sus espaldas. Normalmente él siempre era el primero en despertar, mientras que Legoshi normalmente era el ultimo. Este solo respondió riendo un poco. — Yo de ti me arreglaría temprano, pues me dijiste que tu examen era a la primera hora. — A pesar de que sus ojos no son visibles para nadie debido a su pelaje, este los abrió ampliamente al oír al lobo, el ovejero inmediatamente calló en razón. — Por poco lo olvido. bueno, será mejor que haga lo que me dijiste ¡gracias amigo! — Dicho esto, se dispuso a hacer todo de manera veloz.

Por otro lado, el pequeño labrador apenas comenzaba a abrir los ojos. Despertó abrazando la almohada como de costumbre. Abrió las cortinas y se dispuso a tender su cama, luego de esto se dirigió a lavarse el rostro. 

— Hola Jack. — Lo saludó el de pelaje plateado. — ¡Buenos días Legoshi! — Respondió jovial como siempre, haciendo que el serio lobo sonriera un poco. — Eh... ¿dormiste bien? — Decidió entablar una pequeña conversación, siendo este un poco malo a la hora de hacerlo. — Sí. Dormí bastante bien, tanto que como vez desperté un poco temprano. — Su sonrisa seguía plasmada, de cierta manera el positivismo de Jack era contagioso.

— Collot ya se fue a duchar ¿vamos? — Jack se quedó pensándolo por poco. Terminó aceptando. — Vale... — La actitud del menor pasó de ser alegre a ser algo nervioso. 

Ambos fueron a tomar sus toallas y se dieron la espalda para ponérselas. Legoshi se la dejaba desde la cintura, mientras que Jack era desde el pecho. 

Durante el camino no se despegaban la mirada de el uno al otro mientras hablaban. — Vaya, entonces llegarás tarde esta noche... Supongo que tu dulce te lo daré en el almuerzo. — Había olvidado por completo que Legoshi estaba en un club, la idea no le gustaba tanto, puesto que no lo vería en todo el día. — Ya te dije que no es necesario... Pero si te hace feliz darme algo, no veo motivo para negarme. — Acarició la cabeza del chico.

Cuando ya estaban por llegar a las regaderas se encontraron a Collot dirigiéndose a el dormitorio. Pocos minutos después ambos cánidos ya habían llegado a estas, desde la entrada de estas se veía un poco de vapor saliendo de esta, debido a que el agua proveniente de esta sale un poco caliente. 

Jack tomó asiento en una esquina, lejos de la entrada. Legoshi hizo la mismo, con la diferencia que este estaba en las espaldas de Jack. — Por favor... no voltees — Escuchó a sus espaldas una pequeña risa por parte de Legoshi. 

Durante la ducha Legosi hizo caso a lo que le dijo Jack, pero este ultimo tenía un poco de curiosidad por ver, aunque sea un poco. Al final se controló y no lo hizo, pues como sabía que él otro no lo haría, este tampoco debería hacerlo, aún así quería llevarse un pequeño recuerdo para el resto del día. Al cabo de pocos minutos terminaron y se pusieron las toallas para regresar a el dormitorio. Buscaron sus uniformes ya planchados y se los pusieron, hicieron lo mismo con los tenis. 

—Chicos traje el desayuno.— Se escuchó la voz de Durhan en la puerta, Miguno se acercó y la abrió, el coyote tenía entre sus brazos el desayuno de todos los cánidos, cada uno tomó el suyo y se dispusieron a comer. Terminado todo, Miguno se ofreció para botar la basura mientras los otros  ya se dirigían a clases.

—Bien legosi, te veo en el almuerzo.— Se despidió de su amigo, quería abrazarlo, pero le daba mucha vergüenza hacerlo, especialmente por que solo no se verían en unas pocas horas. —Tú también Jack, cuidate, pequeño.— Se agachó y acarició la frente de el chico, pudo ver como le sacó una sonrisa con el comentario.  —Ni que fueras tan grande, me refiero a la edad.— Este se puso en puntitas intentando llegar aunque sea al hocico de este. —Edad o estatura, soy más grande y mayor que tú. Pero quién sabe, puede que crezcas más.— Este le regaló una pequeña sonrisa, para luego despedirse de él, este sería un día aburrido para el pequeño labrador.

〖...〗

Durante las clases se la pasaba muy aburrido, extrañaba al lobo. Cuando estos compartían clase no hablaban mucho, pero si disfrutaban de la presencia de el otro. Se la pasaba atento, por si tenía la oportunidad de resolver algún problema, aunque esto casi no le gustaba tanto, al ser de una raza tan inteligente, ha hecho que cuando era pequeño viviera un poco de bullying, haciendo que este ya no quisiera ser visto como el mas listo de la clase, de todas formas sus notas siempre eran altas, rara vez se le dificultaba en algo, esto le ha ayudado a los otros chicos de la habitación, pues si necesitan ayuda, Jack se ofrece a ayudarlos. 

Aunque mirara al frente, esto no significaba que viera al tablero, solo miraba el reloj y cuando veía que tocaba tomar apuntes, lo hacía. Nunca fue un buen dibujante, pero si era bueno resolviendo ecuaciones y diferentes problemas de matemáticas o física, esta vez decidió intentar dibujar un poco. 

Lo único que había hecho eran bocetos de varios animales, no eran tan detallados ni tan "perfectos" por su poca experiencia. Al cabo de un rato se le ocurrió la idea de dibujar a aquel lobo que le hacía tanta falta, tenía hecho lo que para él era lo mas complicado, la cabeza. En pocos minutos ya había terminado el cuerpo, no quedó feo, pero tampoco se sentía muy feliz con el resultado, por lo que terminó pasándole el lápiz por encima, resaltando un poco mas los bordes, después de eso no hizo más, no tenía micropunta para delinear el dibujo. Dejó caer su rostro sobre el cuaderno hasta esperar a que sonara la campana. 

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