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   ⌦💌 𝒜𝓁 𝒻𝒾𝓃𝒶𝓁 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝒸𝓁𝒶𝓈𝑒. 

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— Y dime ¿qué tal? te vi muy concentrado. — Preguntó Legoshi, su voz era suave y baja. Estaba feliz. 

— Te estaría mintiendo si te dijera que estuvo muy fácil. Me confundí un poco en algunas preguntas. Afortunadamente al final recodé las respuestas ¿a ti como te fue? — Durante el examen Jack le dirigía la mirada al lobo. Este se veía muy tranquilo, pensando, leyendo.  — Supongo que sacaré buena nota, logré responder con seguridad bastantes preguntas. —

Después de que el mayor dijera eso, Jack procedió a sentarse junto al lobo, pues los tuvieron que separar por la gran cantidad de copia que estaba habiendo en la academia. Siguieron platicando hasta que llegase el otro maestro. 

El joven labrador ahora llevaba los lentes puestos, pues el cumplido que su amigo le dio, le subió demasiado su amor propio.

Esta vez no tardó en llegar el maestro, por lo que rápidamente los alumnos que no estaban en su puesto corrieron hacia donde les correspondía. Jack subió hasta la hilera donde correspondía, alumnos con "J".

Durante la otra clase, tuvieron que hacer un trabajo en parejas, afortunadamente cada uno la elegía y como de costumbre, ambos cánidos se hicieron juntos. 

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Finalmente acabó la clase, esta vez salieron un poco mas temprano, no había sonado la campana. Jack le pidió a su amigo que le acompañara un momento, este lo siguió sin problema alguno. Cuando ya estaban cerca de donde este lo llevaba, procedió a tomarlo de el brazo y correr, pues sabía bien que si llevaba a Legoshi a la cafetería, se quedaría a esperarlo en algún pasillo. 

Cuando ya estaban ahí, el de pelaje crema buscaba el puesto de postres y dulces. — Jack no hay neces... — Ya casi iba a terminar la oración cuando sintió como el contrarió le tomó mas fuerte de el brazo, esta vez haciendo que las garras si hicieron contacto con la piel del lobo. — Vamos... Sabes que lo mereces. Además, aun no acaba la semana. —

No fue mucho lo que tardaron en llegar al local, Jack podía sentir como al lobo le temblaba un poco el brazo. — Vamos Legoshi tranquilo, pide algo. — Le insistió amablemente, no quería hacer sentir incomodo al mayor. — Yo... Me gustaría una crepa, por favor. — Su voz era pausada y lenta, pero lo suficiente como para entender lo que decía. 

Jack comenzó a sentir un poco de culpa por la situación en la que tenía a su amigo. 

En unos pocos minuto ya estaba preparado, cuando Legoshi fue a sacar su billetera rápidamente Jack pagó con su dinero a la tendera, luego tomó nuevamente el brazo de Legoshi y se retiraron.

— No tenías porque hacerlo... Yo podía pagarlo. — El lobo pudo notar como su amigo no movía la cola y su caminar era lento. Sabía que le pasaba algo. — ... Perdón si te hice pasar un mal rato, noté como estabas nervioso... Nunca fue mi intención hacerte sentir así... — Legoshi procedió a agacharse, Jack sintió como las dos manos de el lobo lo tomaron de la espalda. Lo estaba abrazando. Este por supuesto que lo correspondió. 

Podía sentir su olor, su calor y los suaves latidos de su corazón. — Tranquilo, no pasa nada, sé que lo hiciste por un buen motivo. Gracias Jack y no estés así, no me gusta verte deprimido. — Cada uno podía ver como la cola de cada uno se movía de lado a lado debido a la cercanía entre ambos. — Así me gusta, feliz y animado. — 

Las grises manos del lobo tocaron la cola del labrador, este se quejó un poco, pues le daba cosquillas. Este a pesar de ello quería continuar haciéndolo, pues le gustaba molestarlo, pero para su mala suerte sonó la campana y no querían ser vistos por ningún otro estudiante en la academia.

Durante el camino al dormitorio 701, ambos chicos estaban muy cerca. Legoshi le ofreció varias veces a Jack el crepe, quería que lo probara, este no se negó y comió un poco, « — ¡Muy rico! je, je. — » Fue lo que respondió, estaba relleno con helado y fruta con un poco de dulces también.

〖...〗

— Hey Legoshi ¿me ayudas a repasar para un examen? — Preguntó el ovejero al lobo, el cual solo se limitó en asentir como respuesta. Jack estaba junto con Durhan y Miguno viendo la TV, era muy seguido que la imagen se cortaba y alguien debía ponerse de pie para mover las antenas para que mejorara. Ya lo habían movido muchas veces y no quería seguir transmitiendo nada, por lo que molesto, Jack golpeó la parte superior de el aparato, haciendo que nuevamente la imagen regresara. Al menos por pocos minutos.

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Todos los otros chicos estaban en las literas durmiendo, excepto el de mayor altura, que comenzó a ordenar un poco el desorden que formaron los otros chicos. Por otra parte, el labrador se había quedado dormido frente de el televisor, el mayor no lo quiso despertar hasta que terminara de organizar. Cuando terminó depositó todo a la caneca y procedió a lavarse las manos.

— Psst, hey, despierta. — El de pelaje plateado lo llamaba, este se quejó un poco y abrió los ojos. — Te quedaste dormido, ven. — La mano de Legoshi se ofreció a levantarlo, este no dudó y la aceptó. — ¿Cuánto tiempo me dormí? — Preguntó aun con sueño. — No lo sé, pero no creo que fuiste el primero en quedarse dormido. — 

〖...〗

— ¿Quieres cambiarle el agua? — Este asintió; ambos estaban sentados en la cama de el lobo, pasando un poco mas de tiempo juntos antes de irse a dormir. En cuestión de segundos regresó jack con el agua cambiada, con cuidado la puso dentro justo al lado de Escarabajín. Finalmente se quedaron viendo por unos pocos segundos, Jack sonreía mientras que Legoshi solo sonreía por el lado derecho. — Bien... Te veo mañana, descansa Legoshi. — Se despidió moviendo la mano de izquierda a derecha, cerró la cortina y subió hacia la suya.

Los perros son animales que se encariñan fácilmente con alguien, a tal punto que les es muy difícil estar sin aquella persona, provocándoles estrés y depresión, las cuales en sus máximas etapas pueden hacer que el pelo de el canino se caiga o ocasionarse daño a propósito con las garras o dientes. Jack se había vinculado fuertemente con Legoshi, no es para menos, se conocen desde los 7 años, a causa de una pequeña pelea, desde ahí se han hecho muy unidos. Todo este tiempo aquel vinculo no ha hecho más que hacerse fuerte, haciendo confundir al labrador, pues tenía claro de que le gustaban los chicos.  Nadie sabía eso, solo él, le costó demasiado tiempo aceptarlo, pero lo logró y solo. 

Su mente solo pensaba una cosa «Legoshi» cada día estaba más interesado en el joven lobo, no sabe si se debe a sus fieles instintos o si estaba enamorado. Es por ello que pasa más tiempo con él y también continua con lo de aquella apuesta, no podía separase de él. 

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