Había pasado un tiempo desde la invasión de los Diez Mandamientos, pero la amenaza de ellos aun no había terminado en Britannia, especialmente cuando Neferet, la más peligrosa y la más poderosa de sus compañeros aun estaba libre haciendo quien sabe qué.

Por ello los Siete Pecados Capitales debieran estar más en alerta en caso de que algo pase algo, los Caballeros Sacros solo debían avisar en caso de algo pasase, ya que ellos eran no eran tan fuertes cómo combatir contra uno de los Diez Mandamientos.

Fuera de aquello en la entrada de un bosque, se veía a una hermosa mujer de cabellos blancos con mechones cían, al igual que sus ojos de ese hermoso color, que llevaba un vestido sencillo color blanco conjunto con unas zapatillas y un chal de color aguamarina tomaba algunas bayas para ponerlas en una canasta, ella estaba tarareando llamando la atención de varios animalitos, y por supuesto que ella los notó.

─── ¿Quieren saber qué estoy haciendo? ─── Preguntó mirándoles.

Los animales asienten.

─── Prometen no contarlo.

Los animales asienten nuevamente mientras miraban a la princesa.

─── Estoy recolectando bayas para hacerle un regalo especial a Ban ─── Responde Clara con una sonrisa y ve a los animales ─── Pienso hacerle un licor especial, ¿No suena romántico?.

Los animales asienten de nuevo.

─── Por eso estoy recolectando los mejores ingredientes para hacerlo ─── Dijo ─── Además el a hecho tanto por mi.

Esto causo un pequeño sonrojo en la princesa, recordando cuando este Ban la salvo de Neferet, uno de los miembros de los Diez Mandamientos y que poseía el Mandamiento de la Justicia. Ya que aquella demonio que parecía ser inocente, resultó ser una manipuladora y astuta detrás de esa fachada amistosa que quería secuestrar a Clara por razones desconocidas, pero su plan fue frustrado por Larrosa y Ban.

Aquel recuerdo hace suspirar a la princesa, antes de volver a la normalidad y mira a los animales con una sonrisa.

─── ¿Ustedes me ayudarían a encontrar los demás? ─── Preguntó.

Los animales asienten.

Varios animales se acercan, ahí Clara les pide que le ayuden a recolectar los ingredientes que ella necesitaba, que por supuesto ellos aceptan ayudar a la princesa Clara. La nombrada se arrodilló para agarrar los ingredientes que los animalitos le trajeron.

─── Muchas gracias ─── Agradeció ─── Me me ayudaron mucho ── Dice ─── La próxima vez que venga, les traeré un regalo.

Los animales hacen pequeños sonidos en forma de agradecimiento antes de retirarse, Clara solo sonríe mientras ponía los demás ingredientes en una canasta.

─── Solo faltan unas cuantas bayas y ya ─── Murmuró.

Sin embargo, la princesa se detuvo en lo que estaba haciendo al sentir que alguien la observaba, con precaución miro a todas las direcciones, pero no vio nada ni nadie cosa que la puso más que nerviosa.

─── Princesa.

Esto la sobresaltó, pero cuando volteó vio a una mujer que vestía una un top negro conjunto con una chaqueta marrón, unos pantalones negros así como unas botas de cobre, ella tenía cabello blanco y ojos oscuros, con una sola mano sujetaba una gran guadaña, lo más impresionante es que llevaba la marca de un escorpión carmesí en su mejilla derecha.

─── ¡Ah! ─── Soltó un pequeño grito ─── Larrosa, me asustaste.

─── Perdón por haberla asustado, majestad ─── Se disculpó.

─── No te preocupes ─── Dijo ─── Se que no fue tu intención hacerlo ─── Respondió tranquila mirando al Pecado de la Traición ─── ¿Sucede algo, Larrosa?

─── Así sobre eso, princesa ─── Habló ─── Pero no cree que ya es un poco tarde, además ya es muy peligroso estar afuera más si hay demonios afuera.

─── Ay ─── Pronuncio dándose cuenta ─── Tienes razón, apenas me doy cuenta.

El pecado de la traición suspira antes de tomar la canasta y empezar a caminar para volver al lugar. Mientras que Clara solo sonrió miraba a su guardaespaldas después de todo ella ya la conocía como la palma de su mano.

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En el Sombrero de Jabalí, las cosas iban con normalidad, Ban estaba en la cocina, Escanor en su forma débil estaba preparando bebidas, King estaba ayudando a traer ingredientes, y más que eso también estaba observando a cierta gigante, Diane y Elizabeth repartían la comida, al mismo que Gowther, y Meliodas daba la bienvenida a los pocos clientes que había.

La única que no estaba era Merlin, quien estaba mejor en el laboratorio del Sombrero de Jabalí, pues esté había sido renovado después de Derieri, uno de los Diez Mandamientos destruyera el antiguo restaurante de Meliodas tras haber golpeando a la Madre del Caos con el fin de vengarse de este.

Pero ahora el Sombrero de Jabalí no tenía muchos clientes, pues la gente temían que si salían de sus casas serían usados comida o algo peor por culpa de la raza demoniaca.

─── Haber, haber, haber ─── Comenzó Meliodas ─── Como nosotros aun no tenemos idea de cómo derrotar a los Diez Mandamientos... por qué no mejor pensamos en el sombrero de jabalí, últimamente no tenemos muchos clientes

─── ¿Como que?  ─── Cuestiono King ─── Bueno aparte que no cocines, ya que la gran mayoría de los clientes terminan vomitando o desmayandose por su culpa, capitán ─── Dijo el Rey Hada ─── Al menos Ban es el único decente que puede cocinar.

─── Oye.

─── Eso es un halago, King.

─── ¡Claro que no! ─── Exclamo King de forma cómica.

─── Lo mismo digo ─── Afirmó Diane ─── Pero tal vez sea por que Larrosa trae mucho a sus escorpiones y ya saben ─── Comento nerviosa la gigante, ya que no le gustaban los insectos.

─── Acaso alguien me nombro.

Diane se sobresaltó ante ello, así revelando que habían llegado Clara y Larrosa, aunque no con la canasta, pues habían pasado antes a la casa de Clara para dejar eso para que Ban o alguno otro no sospechara.

─── Hola Clarita.

Clara se puso roja al escuchar el apodo que el puso Ban. Fue en ese momento que Meliodas tuvo una idea.

─── Pues yo tengo una idea ─── Meliodas ver a Clara ─── Que tal si...

Larrosa puso una aura amenazante ante su capitán, pues ella ya conocía muy bien.

─── Que ni si quiera lo pienses, capitán.. ── Dijo ─── Usar a la princesa Clara para que sea una camarera y que ese uniforme inapropiado.

─── Entonces que tal si...

Larrosa le lanza un cuchillo a Meliodas, pero este lo atrapa rápidamente.

─── Soy un Caballero Sacro y Capitana de la Guardia Real ─── Dijo molesta ─── No soy una maldita camarera ─── Comentó manifestando su cola de escorpión.

─── Hay bueno, pero no te enojes.

─── A mi no me molesta ayudar, después de todo no tengo muchas cosas que hacer ─── Dijo Clara ─── Además así podré ayudar a Ban ─── Dice feliz mientras abraza a este.

Ban sonríe mientras abrazaba a su amada.

─── Puedo sentir una gran ira en Larrosa ─── Comento Gowther.

─── ¡Callate Gowther! ─── Exclamo de forma cómica ─── ¡Y ni se te ocurra usar tu poder mágico para leer mi mente! ─── Lo amenazo pues ya conocía al Pecado de la Lujuria.

Mientras Larrosa y los demás discutían acerca del Sombreros del Jabalí, Ban y Clara se habían ido al balcón ignorando la discusión.

─── Así que... ── Empezó Ban ─── ¿Y como te fue hoy, Clarita?

─── Yo... ─── Pronunció un poco sonrojada ─── La verdad es que bien, vi muchas animales tiernos.

─── Ya veo.

─── Pero...

Eso llamo la atención de Ban.

─── Realmente estoy preocupada por los demás reinos, la liberación de los Diez Mandamientos trajo consigo un gran sufrimiento y dolor ─── Comento ─── Eso incluyendo a mi reino, no soy fuerte ni mucho menos como tu y los demás pecados.

─── ¿Estas diciendo que te consideras débil? ─── Cuestiono Ban.

Clara no dice nada, pues ella se consideraba débil en comparación de los Siete Pecados, pero lo que no esperaba era que Ban la abrazara haciéndola sonrojar.

─── B-Ban. 

─── Oye no te digas eso ─── Dijo ─── Larrosa me contó lo que paso cuando esa Mandamiento ataco tu reino.

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Flashback

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El Reino de Shiriam había sido atacado por Neferet, uno de los Diez Mandamientos que tenía el mandamiento de la Justicia, y si bien aquella demonio tenía una apariencia infantil y adorable, eso no significaba que era un demonio muy peligroso.

Aquella demonio estaba invadiendo el Reino para alimentarse y restaurar su nivel mágico, pues al ver estado sellada durante mucho tiempo afectó gran parte de sus poderes, por ello tenia que alimentarse de los humanos que tuvieran una pizca de magia.

Justo cuando ella estaba apunto de atacar a una niña, Clara inmediatamente se supo delante de ella para protegerla para sorpresa de la demonio.

─── Vaya, vaya, ¿Que es lo que veo? ─── Murmuró interesada ── Por tu vestimenta debes ser la princesa de este reino ─── Sonrió de forma inocente ─── Entonces serás la primera a la que revele mi identidad.

Clara miro de reojo a la niña y le dedicó una sonrisa tranquila para calmarla antes de ver a esta Neferet.

─── Permíteme presentarme correctamente ─── Dijo con una sonrisa infantil ─── Mi nombre es Neferet, soy parte de la elite elegido personalmente por el Rey Demonio, los Diez Mandamientos, a mi se me encomendó el Mandamiento de la Justicia ─── Se presentó formalmente.

Clara aunque sentía una monstruosa cantidad de poder mágico por parte de la Mandamiento, y a pesar del miedo ella aun estaba protegiendo a la niña.

─── ¿Tu nombre debe de ser Clara, no es así? ─── Preguntó interesada ─── No es necesario que me respondas, pero si gustas puedes hacerlo.

Clara se sorprendió de ello, pero decidida responde la pregunta.

─── Si, si lo soy ─── Respondió ─── ¿Por que atacas mi reino? ¿Te hicimos algo? 

─── Por que lo hago ─── Repito ─── La respuesta es bastante sencilla, princesa ─── Dijo con una sonrisa infantil  ─── Me estoy alimentando restaurar mis poderes.

─── ¿Restaurar tus poderes?

Neferet cambia su tono de alegre a una triste.

─── Así es princesa ─── Dijo de forma melancólica ─── Hace tres mil años que estuve sellada, por culpa de ello perdí parte de mi poder mágico, y no puedo usar gran parte de mis poderes.

Clara aun miraba a Neferet, ella parecía ser demasiado infantil como tener malas intenciones, pero eso no le quitaba el hecho de que tenía una mala espina sobre ella. Por otra parte Neferet observaba con mucha atención a la princesa, parecía usar su poder mágico para analizar a la princesa.

Tal vez era por que Neferet no veía hace tiempo a los humanos, después de todo ella parecía fascinada hasta que cambia de tono.

─── Además mis compañeros y yo tenemos el mismo sueño en común ─── Comento ─── ¡¡Y es conquistar toda Britannia!! ─── Exclamo volviendo su comportamiento alegre.

Clara queda en shock al escuchar a Neferet cuando menciona eso, la princesa sabia que nunca podría luchar contra un demonio como Neferet, sin más Clara tomo a la niña para huir.

─── ¿A donde vas? ─── Pregunto ─── No te vayas, juro que no te dañaré, te dejare vivir ─── Dice Neferet con tono infantil.

En eso dos demonios, que eran creaciones de Neferet aparecen detrás de ella. 

─── Mis queridas creaciones, no dejen que esa chica escape ─── Ordeno ─── Esa chica será una gran pieza importante.

Dicho eso aquellos demonios se lanzaron contra Clara, pero estos demonios fueron destruidos por Larrosa, el Pecado la Traición.

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Fin del Flashback

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─── No muchas personas serían tan valientes como para enfrentarse a uno demonio ─── Dijo Ban mirando a Clara ─── Pero tu valientemente te arriesgaste para salvar a una niña.

─── Pero Ban yo... 

─── Lo se ─── Dijo con una sonrisa ─── Pero quiero decirte una cosa, Clara... yo te protegeré pase lo que pase.

Clara sonríe ante las palabras de Ban, ambos se miran entre si antes de darse un tierno beso.

─── Gracias Ban...

─── No hay de que Clarita.

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Clara había insistido en que los Siete Pecados Pecados y Elizabeth Liones estuvieran en el palacio, pues Clara los invitó a quedarse a dormir, pues en el Sombrero de Jabalí no había muchas habitaciones que digamos.

Ban fue el primero en dormirse, pues al querer hacer una competencia con Melioda, Larrosa y King de quien bebía más alcohol, al final Ban fue el primero en caer, el segundo fue King y el tercero fue Meliodas dejando a Larrosa como la ganadora.

───  Llevaré al señor Meliodas a su habitación ─── Dijo Elizabeth ─── Vamos Hawk.

─── No puedo creer que Meliodas haya perdido ─── Dijo el cerdito un poco molesto.

─── Yo llevaré a King ─── Dijo Diane tranquila mientras cargaba a King en su espalda.

─── Diane~ ─── Pronunció.

─── E-Espero que ellos estén bien ─── Comento Escanor en su forma débil.

─── Calma Escanor ─── Dijo Larrosa mientras cargaba a Ban ─── Ellos ni siquiera son capaces de vencerme, en parte Ban es inmortal y los otros son "fuertes".

─── Debo decir que fue impresionante ─── Comento Merlin ─── La tolerancia alcohólica de Larrosa va más allá de mi mente.

─── Como sea, dejare a Ban y luego me voy a dormir.

Tras ellos, ellos se van a su habitación dejando a Clara sola, quien solo sonrió antes de irse a su habitación con una vela en mano, pero tras ello algo paso.

Clara no pudo evitar sentir ese mismo sentimiento extraño que había sentido en el bosque, era como alguien la estuviera observando y su primera mirada fue a la puerta de su habitación. La princesa contuvo la respiración en estado de shock, la puerta estaba entreabierta.

Eso es algo extraño, Clara podría haber jurado que la había cerrado, pero realmente la dejo asi, algunos de los empleados pudo haber olvidado cerrar la puertas. Ella quería buscar a Larrosa o a Ban, pero no quería molestarlos.

Sin más Clara entro asomándose un poco mientras lentamente entraba en su habitación con cierto temor.

─── ¿H-Hola? ─── Empezó un poco temerosa ─── ¿Hay alguien ahí? ─── Pregunto.

Pero al ver su habitación estaba vacía a su vez que estaba oscura, pero no parecía haber algo o alguien ahí, lo que puso a la princesa un alivio y sin más entro en su habitación con una vela en mano, y cerro la puerta con cuidado.

Pero entonces ... un ligero rasguño se había deslizado por el suelo de la habitación, cosa que la puso más nerviosa.

─── ¿Ban? ¿Eres tu? ─── Preguntó tímidamente ─── Ban si eres tú, esto no me esta gustando.

Cuando no obtuvo respuesta, Clara se acercó para prender algunas velas que había cerca para alumbrar más su habitación, se sentó en la cama y se cubrió con una cobija blanca para sentir seguridad, algo que funciono.

Pero sin darse cuenta, la luz se derramó sobre varios ojos que ahora acechaba a sus espaldas, y tras pasar unos segundos, luego un grito llenó el aire.