
xii. Rory Is Our Girl
—Se que tengo explicaciones que dar...–Mire su gorra, tenía un pino, era mi Dipper.
—Si que las tienes.
—Mi plan para estar con Wendy...
—¿En serio haces todo esto por un chica? ¿Clones?–Se cruzaron todos de brazos, excepto uno que parecía algo mal hecho, como si el papel se hubiera atascado.
—No es solo cualquier chica; es Wendy. Además, ¿por qué a ti si te funciona pero a mi no?
—¿De que hablas?–Lo mire sin entender.
—Lee, tú le gustas a ese chico. ¿Por qué yo no le puedo gustar a alguien mayor también?
—Dipper, yo ni siquiera la intente...
—No, pero yo si lo estoy intentando. Tengo mi plan.–Me enseño un montón de hojas.–Y si me disculpas, tengo que ponerlas en acción. Empezaron a salir, pero puse mi mano en su pecho, el enrojeció ligeramente.
—No es necesario, nada de esto. Si ella te quisiera, te querría por quien eres, no por quien finges ser.
—Eso no lo sabré al menos de que me acerqué, esta es la única forma.
—¿Con clones?
—Con lo que sea necesario.–Salió de mi agarre y todos empezaron a irse. Solo el Dipper dos, por como decía su gorra, se quedó conmigo.
—Lo lamento Rory, pero ella es...
—Wendy, lo se.–Murmure. El me dio un beso en la frente, que se sintió como si me pagaran un sticker en lugar de un beso de verdad, y se fue.
Trate de no frustrarme y baje poco después.
—No quiero alarmarte Gómez, pero robaron una bici mientras no estabas.–Me informo Lee. Mire a Dipper, sabiendo quien lo había hecho.
—Tal vez tengo que ir a buscar quien...
—Quédate.–Me jalo de la muñeca para que me detuviera.
—Las luces bajarán un minuto. Chicos, chicas, es el momento.–Una canción lenta empezó.
—¿Bailas conmigo?
—...Claro.–Tomó mi mano y me sacó a bailar. No era serio, era más bien divertido. Éramos dos amigos siendo solo amigos, bailando hasta cansarnos de la música.
La canción lenta termino y nos separamos, pero seguimos bailando al ritmo de la nueva canción. Después de un momento la iluminación cambió a una más rosada. Vimos cómo Stan salió corriendo.
—El es algo extraño, ¿no es así?
—Solo un poco.–Admití. Nos miramos.
—¿Quieres una bebida?
—Claro.
—Bien, espera aquí.–El se fue y Mabel llegó a mi junto a sus nuevas amigas.
—No me agrada el.–Murmuró Mabel, las otras dos le siguieron el juego, aunque no lo conocieran.
—¿De que hablas Mabel? Te agradaba hace un par de horas cuando te cargo sobre sus hombros y te dio una vuelta real.–Dije sin entender.
—Si, no, eso si me agrada. Me agrada el cómo persona, pero no para ti.
—Solo somos amigos Mabel.–Me cruce de brazos.
—Oh por favor, así no se comportan los amigos. Amigas somos tú y yo, o Soos y Dipper, o tú y Dipp... Mal ejemplo, el tampoco es tu amigo.
—¡Hey! Dipper y yo somos amigos.
—¿Si? ¿Y donde está el?
—Probablemente babeando detrás de Wendy.–Bufe. Candy y Grenda chillaron emocionadas, las mire sin entender cuál era la emoción.–¿Qué?
—¡Te gusta Dipper!–Me informo Candy.
—¡Si que te gusta!
—¡No chicas! A mi no... el es mi amigo, mi mejor amigo, nada más, nunca... nunca podríamos estar juntos.
—Rory, sabes que te amo, pero debes de redefinir tu concepto de amistad con los hombres.
—Ambos son mis amigos, y punto. ¿Qué si me molesta que Dipper esté detrás de Wendy...? No me encanta. Pero no es como que piense en el antes de dormir, o cuando estoy bailando con alguien más, ¡o cuando me puse este vestido esperando que el me notara cuando claramente no lo hizo!–Tuve que respirar profundamente para no soltar las lagrimas. Las chicas se miraron entre ellas con vergüenza por lo que había pasado.
—Rory...
—Déjame Mabel. Yo no quiero seguir hablando de esto. Ustedes dos siempre han sido mi soporte, y si llegara a enamorarme de él... si el me dejara, si termináramos, si me alejara de ustedes por algo así, nunca podría perdonármelo porque ustedes son la única familia que tengo y probablemente la única que tendré en toda mi vida.–Sentí la mano de Lee en mi hombro.
—¿Estás bien?
—Lo estaré, yo... debo de irme.–Subí las escaleras y vi a todos los Dippers en una clase de junta. Justo lo que necesitaba, verlo a él muchas veces multiplicado, todos detrás de la misma chica.–Mierda.
Todos los Dipper me miraron, todos con la misma expresión de preocupación.
—Rory...–Hablaron al mismo tiempo, no supe a quien mirar, hasta que lo noté al verdadero Dipper.–¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
—Si yo...–Sorbí mi nariz para que no se me escaparan los mocos del llanto.
—Solo estoy algo estresada, es todo.
—No parece que sea eso...
—No importa, suerte con... Wendy.
—Oh eso... no deberíamos de pelear chicos, somos el mismo tanto mental como físicamente, si empezamos a pelear duraría eternamente.–Todos concordaron con el dipper verdadero, el aprovecho esto para golpearlo. Me quedé sorprendida, nunca había visto que el lastimara a alguien.
—¡Lucha de clones!–Grito el número nueve. Yo me moví a un lado, sabía que no me lastimarían, ademas, ninguno era tan tonto como para meterse en una pelea conmigo.
Empecé a verlos con diversión, era curiosos como Dipper era el causante de mis lágrimas y ahora también de mis risas, solo a él le pasaría algo como esto, estar peleando contra el mismo, como clones.
Torceduras, golpes en la panza, manotazos. Eso era Dipper. Un nerd por completo, igualmente no podía evitar que mis sentimientos se confundieran. El verdadero Dipper me miró, le guiñe el ojo. El se liberó de la pelea y empezó a escaparse.
—¡Ey! El Dipper clásico se escapa.–Dijo uno. Dipper se volteó.
—No amigos, soy yo, el número siete.
—No soy yo chicos, no soy yo.–Gritó el verdadero número siete.
—Rory, dime que piensas tú.–Me preguntó el número nueve.
—¿Yo? ¿Yo por qué?
—Rory, tú eres nuestra chica. Dinos.
—Creo que el que tienen en el piso es el verdadero Dipper.–Traté de salvarlo, pero la hoja que tenía mi Dipper que lo encubría se despegó.–Oh oh...–Murmure.
—¡A el!–Gritó número nueve. No tuve opción y corrí hacia mi Dipper, tomé su mano y nos moví hacia atrás.
—Rory, aléjate del mentiroso.–Me indicó el número dos.
—¡Ustedes son todos iguales! Literalmente.–Saque la pistola de confeti y la active. El humo hizo que se encendiera la alarma contra incendios y que los clones terminaran mojándose y derritiéndose.
—Huh... gracias Rory, me salvaste.
—Esto se está haciendo cotidiano.–Me dio un golpecito en el hombro.
—Si, que lindo.–Habló el número dos, que había sobrevivido. Volteamos a verlo.–¡Tu!
Los Dipper comenzaron a pelear. Rodé los ojos y fui al barandal a ver cómo estaba la fiesta desde aquí, sin pensar en aquellos tres idiotas, dos peleándose por Wendy y uno extrañando porque casi lloré en una fiesta.
¿Qué es más adolescente que llorar en una fiesta?
Luego vi a alguien reír junto a Robbie, Wendy.
—Chicos...–Los mire y ellos detuvieron su pelea. Se acercaron ambos a mi y lo vieron con sus propios ojos. Wendy estaba coqueteando on Robbie. Ambos suspiraron.
—Lo echamos a perder.–Dijeron ambos y se sentaron en el piso. Me senté con ambos y tomé sus manos.–La mentamos ser tan idiotas Rory.
—Sin problema chicos...
—¿Y...? ¿Por qué no nos dices por que estabas a punto de llorar hace un rato?
—Oh no es nada, solo son... unos problemas de amores.
—Entonces tienes tantos problemas como nosotros.–Aseguró el Dipper número dos.
—Algo así, si.–Reí y mire el collar de Mabel.
—Es muy lindo tu vestidos.–Hablaron al mismo tiempo. Sonreí y los mire a ambos.
—Gracias... ¿quieren ir al techo y fingir que la vida no apesta?
—Claro.
[...]
Los tres subimos al lugar que nos había mostrado Wendy, los tres estábamos sentados al borde del techo. Mis piernas colgaban del precipicio.
Puse mi cabeza sobre el hombro de el Dipper verdadero, el puso su brazo sobre mis hombros.
Abrimos un par de latas.
—Vaya noche, ¿eh?–El dipper número dos se sentó con nosotros mientras veíamos las estrellas.
—Rory, se honesta, ¿crees que tengamos alguna oportunidad con Wendy? Porque ella tiene veinte, nosotros diecisiete.
—No estoy muy segura... solo... deja que se de solo, si está destinado pasará, sino no lo hará.–Me costo decir esas palabras, pero fueron reales. Los tres tomamos de nuestras bebidas. Pero Dipper número dos empezó a deshacerse.
—Oh rayos, no me miren ahora.
—¡Tyron!
—Tranquilo hermano, lo pase genial. No olvides de lo que hablamos antes.
—Claro.
—Y deja de ser tan tímido con las chicas, hazlo por mi.–Se derritió por completo, ambos nos levantamos. El se arrodilló.
—Tyron, fuiste el único que me entendió.–Derramo un poco de soda y después tomó un sorbo.
—Siento lo de tu... ¿amigo?
—Si, no.... No pasa nada.–Acaricie su espalda. El me miró.–¿Quieres... quedarte a ver las estrellas conmigo?
—Por supuesto... amigo.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Álbum de fotos de Mabel:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro